40 Aniversario del Jardín Botánico Lankester

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40 Aniversario del Jardín Botánico Lankester
40 Aniversario del Jardín Botánico Lankester
Viernes 29 de noviembre, 2013 (10 a.m.)
Muy buenos días.
Para mí es un placer compartir con ustedes esta mañana en el Jardín Botánico
Lankester, siempre hermoso, bajo el sol o bajo la lluvia. Estando aquí, se hace
más evidente la diversidad del patrimonio que enriquece a la Universidad de
Costa Rica, del quehacer que desarrollamos como institución líder en
educación superior y en gestión del conocimiento.
Hoy conmemoramos la valiosa donación de este jardín a la UCR, hace 40
años. Encontramos un jardín que ha florecido en más de un sentido,
transformándose en uno de las más productivas unidades de investigación de
nuestra institución, prolífico en publicaciones científicas, referente internacional
de primera línea para el estudio y la conservación de las orquídeas y plantas
del neotrópico.
Podemos afirmar con satisfacción que el Jardín hoy es una continuación de la
pasión de Charles H. Lankester, y un incremento de su excelente legado.
Nuestro deber es protegerlo, como patrimonio nacional e internacional, y
potenciar las posibilidades científicas y educativas que ofrece, tanto para
aumentar nuestro conocimiento sobre los misterios y saberes de la naturaleza,
como para mejorar las relaciones humanas con la diversidad biológica del
planeta. Cumplir con ambos propósitos, uno cognitivo y el otro afectivo, es
imprescindible para asegurar la conservación de la vida y la calidad de
nuestros ecosistemas.
Como universidad pública, la UCR ha asumido el deber de estimular la
reflexión ética ante los desafíos no resueltos de la sociedad. Sin duda, en la
actualidad, a escala global enfrentamos problemas ambientales múltiples y
apremiantes, que comprometen la conservación de la calidad del ambiente y la
biodiversidad, que ponen en riesgo el futuro de la vida en el planeta.
Necesitamos con urgencia avanzar de manera consistente hacia una sociedad
y economía más verdes, capaces de dar prosperidad y bienestar tanto a las
poblaciones actuales como futuras, sin comprometer la renovación de los
recursos naturales.
A través de instancias como el Jardín Botánico Lankester, la Universidad se
esfuerza por contribuir con estos propósitos, en apoyo a la implementación del
Convenio de Diversidad Biológica y la Estrategia Mundial para la Conservación
de las Plantas.
El Jardín Lankester es, simultáneamente, una biblioteca y un laboratorio
botánico, organizado en invernaderos y colecciones de campo, que ofrece un
espacio estimulante tanto a especialistas como al público en general. Bajo la
consigna de la educación ambiental, aquí se articulan con gran eficacia las tres
19/12/13 1 actividades sustantivas de la Universidad: docencia, investigación y acción
social.
Venir a este Jardín y contemplar las orquídeas en floración, es una experiencia
capaz de renovar el asombro de casi cualquier persona. Con su variedad y
belleza misteriosa, las orquídeas pueden ser un símbolo (y como tal una de las
mejores experiencias educativas), del tesoro que el ser humano debe proteger,
y de las complejas relaciones ecológicas con otros organismos que se tejen en
la naturaleza.
Agradezco a las y los investigadores del Jardín Botánico Lankester por sus
continuas contribuciones al descubrimiento, entendimiento y conservación de la
diversidad botánica que distingue al neotrópico; por poner en alto el nombre de
la Universidad de Costa Rica en la escena científica mundial, a través de sus
publicaciones y actividades. Muy especialmente, con la página científica en
internet, EPIDENDRA, una de las más reconocidas y visitadas del mundo, y con
la publicación de la revista LANKESTERIANA, ambas especializadas en
orquideología.
El Jardín Botánico Lankester es un orgullo para la Universidad de Costa Rica,
sin duda un ejemplo de excelencia académica, cuyos aportes trascienden el
ámbito institucional y nacional.
Pensemos en la Universidad como un gran jardín, diverso y complejo, lleno de
vida gracias a las actividades impulsadas por las personas que lo habitan, sus
relaciones con esa sociedad más amplia de la cual forma parte, sus alianzas
con otras instituciones, y los diálogos con todo tipo de interlocutores.
Pensemos en la academia como en un sistema vivo, cuya fortaleza está en la
diversidad, que está formada por una cadena de seres interdependientes, que
se necesitan entre sí para tener éxito en el cumplimiento de sus metas.
Muchas gracias.
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