Cuadernos mayores II

Transcripción

Cuadernos mayores II
–1 –
Red Capital de Bibliotecas Públicas
BibloRed
Club de Personas Mayores
–Epístolas de la Memoria–
Y OTRAS EXPERIENCIAS
*
Cuadernos Mayores
II
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–3 –
Índice
© Alcaldía Mayor de Bogotá
© Secretaría distrital de Cultura, Recreación y Deporte
Red Capital de Bibliotecas Públicas BibloRed, 2013
Gustavo Francisco Petro Urrego
Presentación
Alcalde Mayor de Bogotá Distrito Capital
Clarisa Ruiz Correal
Prólogo “En el sol de la memoria”
Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte
Yaneth Suárez Acero
Recuerdos-semilla
Subsecretaria general y de control disciplinario
Martha Lucia Bustos Gómez
Club de personas mayores de la Biblioteca Pública El Tintal Manuel Zapata Olivella
Directora Arte, Cultura y Patrimonio
Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Virgilio Barco
Mary Giraldo Rengifo
Directora General BibloRed
Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Parque El Tunal
Gabriela Pinzón Plaza
Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Coordinadora Programa de Literatura,
Lectura, Escritura y Oralidad - BibloRed
Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Arborizadora Alta
Compilación, edición y corrección de textos
Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Las Ferias
Henry Alexander Gómez
Club de personas mayores de la Biblioteca Pública La Giralda – Fontibón
Isabel Bolívar Rojas
Javier Morales Cifuentes
Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea
Sofía Maldonado Pinzón
Paula Castellanos Cuervo
Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Puente Aranda
Carol Contreras
Myriam Luz Buitrago Arcila
Yuly Paulina León Murcia
20
Correspondencias
Deisy Liliana Urbina Pachón
Ringo Cruz
Ana Isabel Arévalo
54
Letras circulares
Promotores de lectura y escritura BibloRed
… y otras experiencias
Coordinación de diseño y diagramación:
Equipo Área de Comunicaciones y Prensa - BibloRed
Los grandes de Brasil
Diseño e ilustración de cubierta:
Diego Iván Bohórquez Novoa
Diseño y diagramación:
Carolina Arévalo Jiménez
Impresión: Graficas Ducal
08
ISBN: 978-958-8321-67-7
Primera edición: Octubre de 2013
Impreso y hecho en Colombia
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser
reproducida, almacenada en sistema recuperable o transmitida, en ninguna
forma o por ningún medio magnético, electrónico, mecánico, fotocopia, grabación
76
u otros, sin previo permiso escrito de los editores.
Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por
escrito de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte - BibloRed.
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06
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O
rientar procesos de creación literaria con adultos mayores es un desafío, en
con su participación han logrado traducir en palabra escrita sus anhelos, sueños
especial cuando muchos de ellos se han desligado de las prácticas de la escritura
y recuerdos. Entregamos a la ciudad estos escritos con el potencial para generar
o nunca las han reconocido como un ámbito posible y deseable para sus vidas.
nuevas escrituras, nuevos encuentros y reconocimientos de los saberes de quie-
No obstante, y desde la creación de la Red Capital de Bibliotecas Públicas - Biblo-
nes nos han acompañado a lo largo de la historia de la Red Capital de Bibliotecas
Red, ha sido una prioridad ofrecer programas y servicios que acerquen la lectura
Públicas.
y la escritura a esta población. Dichos programas se han constituido en espacios
importantes para la apropiación y circulación de diferentes materiales de lectura y, a la vez, para el intercambio y difusión de los conocimientos y saberes de los
adultos mayores. Es así que uno de los espacios más importantes para la Red y
que se ha consolidado a través de los años en todas sus bibliotecas, son los 17 clubes de lectores de personas mayores. Para el 2013 cerca de 500 personas asisten
regularmente a estos espacios de encuentro y conversación semanal para tratar
Con esta publicación la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y su proyecto BibloRed; reconoce la importancia de propiciar la circulación de los escritos
resultado de los procesos de promoción de lectura dirigidos a los adultos mayores y que se inscriben en el reconocimiento de los diálogos e intercambios de la
tradición oral y prácticas de escritura que surgen en este escenario colectivo de
apropiación de la cultura escrita que es la biblioteca pública.
diversas temáticas; escenarios de encuentro para resignificar las memorias, las
tradiciones y la historia de las comunidades. Estos encuentros con la lectura han
sido el germen para propiciar la escritura, no sólo de creaciones literarias, sino de
las experiencias compartidas de los participantes a los clubes.
Clarisa Ruiz Correal
Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte
Gracias a la participación constante de las personas mayores, se ha logrado, además de orientar procesos de lectura y potenciar su reconocimiento como una
práctica posible en todas las etapas de la vida; concretar los saberes de los integrantes de los clubes a través de la escritura.
Epístolas de la Memoria–y otras experiencias. Cuadernos mayores II, es la segunda publicación resultado de esos acercamientos a la lectura, donde las personas mayores han logrado fabular sus experiencias de lectura en intercambios
epistolares a través de los cuales se han comunicado con otros clubes de la Red;
en un diálogo que supera las distancias. Distancias que se acortarán el 18 y 19 de
noviembre de 2013 en el X encuentro de Clubes de personas mayores de BibloRed, cuando estos relatos y correspondencias llegarán a las manos de quienes
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Prólogo
del asombro con la vida cotidiana. Es un puñado de guijarros que rescata ciertas
sabidurías de la memoria colectiva e individual y que se plasman en creaciones
admirables que disparan inmediatamente la atención de quien las lee.
En el sol de la memoria
Por otro lado, con esta publicación planteábamos la posibilidad de crear una colección que llevara el título de “Cuadernos mayores”. Una serie de libros donde
se exploraran otros temas cercanos a los intereses del adulto mayor, y en donde
“Escribo para dejar de escribir”
también ejercitaran la creatividad y la imaginación por medio de la palabra es-
Felipe García Quintero
crita. De esta posibilidad y con estos intereses, el lector se encuentra hoy con
este segundo volumen titulado Epístolas de la Memoria.
H
Las páginas que siguen a estas palabras sugieren un trabajo alrededor de diversos géneros como el epistolar, la biografía, los diarios e historias de vida. Durante
ay presencias y lenguajes que sobrepasan el peso de sus propios pa-
varios meses, cada uno de los integrantes de los clubes de personas mayores es-
sos. Voces que se anudan en una danza sin tiempo como relámpagos de lo invisible.
tuvo reflexionando sobre estas formas literarias, leyendo obras como los Diarios
Hace ya más de un año que celebramos el nacimiento de la primera publicación de
de Alejandra Pizarnik, Confieso que he vivido de Pablo Neruda o Cartas de amor
la población perteneciente al programa Club de Personas Mayores de la Red Capital
salvajes de Paula Izquierdo, entre muchas otras.
de Bibliotecas Públicas – BibloRed. No era para poco, con esta publicación materializábamos la apuesta que hacía el Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad,
A su vez, las personas mayores asumieron el reto de escribir este tipo de textos,
por desentrañar todo un conjunto de saberes y tradiciones que manejan los adultos
realizando diferentes apuestas como intercambiar correspondencias entre las
mayores referentes a las recetas medicinales y culinarias, con el ejercicio de la orali-
diferentes bibliotecas y los integrantes de los clubes, o ficcionando mediante la
dad y la escritura orientado por los promotores de lectura.
escritura de cartas a personajes como Gregor Samsa, Pablo Neruda, Julio Cortázar, Candelario Obeso o Vincent Van Gogh. Por otro lado, las Bibliotecas Públicas
No solo era descubrir y publicar estos conocimientos; era también el permitir
de La Giralda y las Ferias nos muestran la experiencia de un encuentro llamado
que las personas mayores se acercaran al oficio de la escritura creativa, a que
“Los grandes del Brasil”, que fue la práctica final de un recorrido por diferentes
rompieran el temor a la página en blanco, a entender que por medio de coplas,
autores de la literatura brasileña como Rubén Fonseca o la poeta Cora Coralina
poemas, relatos y recetas, ellos podían dialogar y dejar plasmada una voz que
y por supuesto, el trabajo que surgió alrededor de estas lecturas. Las Bibliotecas
hablara de sí mismos y su encuentro con el mundo.
Públicas Perdomo – Soledad Lamprea y Arborizadora Alta, recogen igualmente
el trabajo realizado a partir de diversas lecturas y experiencias en torno a la ora-
En Recetario: libro de nuestras añoranzas y saberes, encontramos una variedad
lidad, que han dado como fruto algunos textos que aquí se rescatan.
de riquezas que van desde la tradición, lo mítico y ancestral, hasta el universo
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El presente libro es un testimonio de estos procesos. Un compendio de vivencias
Recuerdos-semilla
y testimonios a partir de la palabra oral y escrita. El intercambio epistolar, la escritura de diarios, las historias de vida, nos muestran la capacidad del hombre de
ampliar su visión de vida y llevarla a los arcos de la ficción. Lo real y lo inverosímil logran fundirse. Lo esencial y creativo quedan acá plasmados demostrando
que la literatura no es algo destinado a hombres superdotados, sino que vive en
cada una de las historias que nos acompañan en nuestro diario vivir. La cuestión es si hacemos de ello un arte. Los participantes de cada uno de los clubes de
personas mayores de la Red Capital de Bibliotecas Públicas – BibloRed, son una
buena muestra de ello. Rescatan a la memoria del olvido.
S
omos porque hablamos, el habla nos une como parejas, como comunidad,
como sociedad que necesita de las palabras para crear puentes que nos sostengan ante el abismo. Es así como se ha construido la historia y, lo que nos convoca
en las siguientes páginas, es precisamente la mirada hacia un tiempo al que ya
no se tiene acceso de otra forma que a través de su lectura; una que pretendemos
sea reiterada para que se cuele entre los intersticios y logre capturar su verdade-
Henry Alexander Gómez
ro sentido.
Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad
El lector encontrará una selección de instantes privilegiados, tejidos con formas
Biblioteca Pública Parque El Tunal
que responden a diversos géneros y técnicas. Son entonces juegos, chistes, cuentos, cartas o anécdotas que hilaron sus autores como testimonio de cuanto sintieron o pensaron allí; en el momento en el que tocaron las puertas —muchas
veces clausurada—, de la memoria y salieron a flote huellas impares, reveladas
ante usted gracias a las palabras.
La vida misma es la que se juega en cada una de estas líneas. Todo el círculo vital
de sus autores está expuesto de la manera más honesta y justa para que quien
arribe a sus terrenos evidencie procesos tan íntimos como las epístolas o tan
ocurrentes como los chistes. Adelante, acompáñenos en el reconocimiento de
estos recuerdos-semilla que lo único que intentan es pulverizar el olvido.
Miembros del
Club de Personas Mayores.
Isabel Bolívar Rojas
Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Biblioteca Pública El Tintal Manuel Zapata Olivella
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El presente libro es un testimonio de estos procesos. Un compendio de vivencias
Recuerdos-semilla
y testimonios a partir de la palabra oral y escrita. El intercambio epistolar, la escritura de diarios, las historias de vida, nos muestran la capacidad del hombre de
ampliar su visión de vida y llevarla a los arcos de la ficción. Lo real y lo inverosímil logran fundirse. Lo esencial y creativo quedan acá plasmados demostrando
que la literatura no es algo destinado a hombres superdotados, sino que vive en
cada una de las historias que nos acompañan en nuestro diario vivir. La cuestión es si hacemos de ello un arte. Los participantes de cada uno de los clubes de
personas mayores de la Red Capital de Bibliotecas Públicas – BibloRed, son una
buena muestra de ello. Rescatan a la memoria del olvido.
S
omos porque hablamos, el habla nos une como parejas, como comunidad,
como sociedad que necesita de las palabras para crear puentes que nos sostengan ante el abismo. Es así como se ha construido la historia y, lo que nos convoca
en las siguientes páginas, es precisamente la mirada hacia un tiempo al que ya
no se tiene acceso de otra forma que a través de su lectura; una que pretendemos
sea reiterada para que se cuele entre los intersticios y logre capturar su verdade-
Henry Alexander Gómez
ro sentido.
Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad
El lector encontrará una selección de instantes privilegiados, tejidos con formas
Biblioteca Pública Parque El Tunal
que responden a diversos géneros y técnicas. Son entonces juegos, chistes, cuentos, cartas o anécdotas que hilaron sus autores como testimonio de cuanto sintieron o pensaron allí; en el momento en el que tocaron las puertas —muchas
veces clausurada—, de la memoria y salieron a flote huellas impares, reveladas
ante usted gracias a las palabras.
La vida misma es la que se juega en cada una de estas líneas. Todo el círculo vital
de sus autores está expuesto de la manera más honesta y justa para que quien
arribe a sus terrenos evidencie procesos tan íntimos como las epístolas o tan
ocurrentes como los chistes. Adelante, acompáñenos en el reconocimiento de
estos recuerdos-semilla que lo único que intentan es pulverizar el olvido.
Miembros del
Club de Personas Mayores.
Isabel Bolívar Rojas
Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Biblioteca Pública El Tintal Manuel Zapata Olivella
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“La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados”
D
Jean Paul Richter
entro del proceso de escritura en el interior del Club de Personas Ma-
E
s suficiente tocar el borde de un silencio para leer el pasado, para distan-
yores, el ejercicio de rescatar la memoria a través de una comunicación episto-
ciarse y cavar un hoyo profundo en la palabra. Los escritos que surgieron en el
lar, o quizá desde la remembranza de sus experiencias personales, hace de esta
trasegar por diversos géneros como las epístolas, las biografías, los diarios, du-
publicación, un momento íntimo de recolección de vida, de momentos, de sabi-
rante este último semestre en el Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pú-
duría popular, que emerge desde un recuerdo y se instala en las palabras, en los
blica Parque El Tunal, así lo demuestran.
diálogos, en las cartas, de todos aquellos que conforman el Club de la Biblioteca
Pública Virgilio Barco.
En cada uno de estos textos, que hilaron poco a poco las personas mayores con
la paciencia del artesano, encontramos la sabiduría de los días unida a la revela-
La oportunidad de recoger esta diversidad de conocimientos, es lo que hace de
ción. Una sed de decir, una luz que se resigna a ser olvidada. Desde las historias
los Cuadernos Mayores II, un recorrido por paisajes innumerables de la memo-
de vida que nos muestran lo difícil que resulta a veces vivir en este mundo, pa-
ria, teniendo la posibilidad de habitar en las palabras, de re-crear y re-conocer-
sando por la ficción epistolar en la que se escriben cartas a personajes como Gre-
nos desde lo que fuimos y seremos.
gor Samsa, Vincent Van Gogh o Pablo Neruda, hasta las correspondencias entre
las diferentes bibliotecas, hablan de que es posible la escritura en las diferentes
comunidades y poblaciones de la ciudad.
Estos trazos son pasos enormes que se unen para construir una metrópoli escriMiembros del
ta, para anclar una mirada en la memoria histórica y erigir una palabra colectiva.
Club de Personas Mayores.
La voz de cada uno de los adultos mayores de las bibliotecas deberá perpetuarse,
Sofía Maldonado Pinzón
celebrando el mundo en la multiplicidad de sus formas.
Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Biblioteca Pública Virgilio Barco
Miembros del
Club de Personas Mayores.
Henry Alexander Gómez
Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Biblioteca Pública Parque El Tunal
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“Desde siempre la experiencia vivida en la palabra me pareció más
real que el contacto directo con las cosas. No sentí al lenguaje como
representante del mundo que los sentidos me entregaban, no como
camino hacia él, sino como ámbito de una realidad más fuerte y
más cercana a mí”.
A
José Manuel Briceño Guerrero, Amor y terror de las palabras
E
l Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Arborizadora Alta, se
consolidó con la anterior promotora, con quien realizaron una recopilación de la
memoria de cómo fue su infancia y su llegada a Bogotá. De este ejercicio surgieron algunos de los textos que presentamos a continuación, que dan cuenta de la
veces tememos a la palabra pronunciada porque sabemos que está car-
gada de poder, pero sobre todo de realidad; el Club de Personas Mayores de la
importancia de incentivar en los abuelos la remoción de esas experiencias y que
se convierten en parte de la historia de los pueblos y ciudades de nuestro país. Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo, junto con los demás clubes de
BibloRed, ha enfrentado su realidad, sus recuerdos, sus logros y sus temores a
través de la palabra hecha carta, diálogo y experiencia de vida; esa que habitaba
El trabajo de complementar y de pulir los textos durante las sesiones, cons-
en cada uno de ellos y que ahora podremos compartir con todo aquél que se acer-
tituyeron una manera de relacionarse con nuevos recuerdos surgidos en la
que a este maravilloso libro.
inmediatez de la conversación y de la confianza que se va generando ante el
Cuadernos Mayores II es el logro de una experiencia que une las más profundas
grupo y ante la biblioteca. sensibilidades de estos hombres y mujeres que lo han vivido todo, y que rara vez
tienen la oportunidad de contarlo. Este libro recoge el corazón y la memoria de
Miembros del
estas personas que han creado del Club de Personas Mayores su segundo hogar,
Club de Personas Mayores.
un hogar cuyo decorado ahora reposa en cada una de estas páginas.
Myriam Luz Buitrago Arcila
Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Miembros del
Club de Personas Mayores.
Biblioteca Pública Arborizadora Alta
Javier Morales Cifuentes
Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
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L
dad. Esta forma comunicativa ha posibilitado la participación de todas las in-
D
tegrantes en los proyectos emprendidos durante cada semestre, así como la
del deseo general de compartir tradiciones y representaciones del acervo cultural.
os procesos al interior de Club de Personas Mayores de la Bibliote-
ca Pública Las Ferias, se han desarrollado fundamentalmente desde la orali-
posibilidad de abordar múltiples temáticas, sin importar si dominan o no la escritura creativa.
esde su creación el Club de Personas Mayores, “Alegría de Vivir”, ha man-
tenido de forma permanente el trabajo entorno a la memoria, personal y colectiva.
Las propuestas y los contenidos que cada semestre emprendemos, han sido fruto
Muchas son las motivaciones que encontramos para finalizar cada lectura, cada
escrito, cada tema; nos hemos reconocido en el origen primario que todos com-
Con el tiempo se han implementado otras estrategias orientadas al ejercicio de
partimos (y, con todos, nos referimos a la comunidad en general). Como explora-
la escritura como soporte de la memoria, con el objetivo de plasmar con palabras
dores de ese mundo en común, nos aventuramos hacia un viaje desde la imagi-
esas valiosas ideas, comentarios y anécdotas hechas cuentos, poemas y coplas
nación acompañados de los libros, las letras, las canciones, los recuerdos que se
que surgen en medio de un ejercicio en el que se privilegia el trabajo en equipo.
vuelven tangibles cuando se les trae nuevamente en múltiples formas. Así, en el compartir cotidiano se va dando cada vez una maravillosa asociación
entre manos que escriben, ideas que fluyen y palabras que florecen.
Somos conscientes del valor intrínseco que tiene nuestro trabajo semanal, nuestro
deseo de hacer visible “lo invisible”, porque la vida es una constante lucha, estamos
luchando para dejar huella, para dejar un legado. Ese es nuestro trabajo.
Miembros del
Miembros del
Club de Personas Mayores.
Club de Personas Mayores.
Yuly Paulina León Murcia
Deisy Liliana Urbina Pachón
Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Biblioteca Pública Las Ferias
Biblioteca Pública Biblioteca La Giralda - Fontibón
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L
a Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea, en su programa Club
E
l Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Puente Aranda Nés-
de Personas Mayores, planteó en el primer semestre del año 2013 reunir anécdo-
tor Forero Alcalá, se reúne todos los jueves en horas de la mañana. En las diferen-
tas, vivencias y recuerdos de la localidad Ciudad Bolívar con el objetivo de revi-
tes sesiones los asistentes comparten las lecturas propuestas y las complemen-
vir la memoria local. Para esta misión, poemas populares y mensajes generaron
tan con sus saberes y opiniones. Durante el tiempo que llevan asistiendo al club
escrituras y huellas gráficas que plasmaban la experiencia de cada uno de los
estas personas mayores han logrado crear fuertes lazos de amistad. Han com-
abuelos, mediante el intercambio de hechos que marcaron sus vidas: la historia
partido elementos que les permiten expresar con mayor facilidad, sentimientos,
del primer barrio de la localidad, la iglesia, la plaza de mercado, el primer cine y
experiencias y emociones, bien sea de manera oral, escrita o manual.
los problemas cotidianos como los servicios públicos.
Precisamente en ese compartir han surgido algunos escritos, que hablan del
Con la intención de fortalecer este ejercicio, se ofrecieron varios métodos artísti-
mundo y su visión de este. El proceso de escritura del cuento “El mariposario del
cos para que la memoria y las emociones salieran a flote, poniendo a disposición
Vergel” se dio en medio de las sesiones y en horas extra, en las que la autora bus-
experiencias estéticas, sociales y sonoras de la vida de cada uno de los miembros
caba ayuda y consejo para finalizar la escritura del cuento. La socialización del
del Club.
escrito, al terminarlo, fue una manera de mostrar a los otros, menos atrevidos en
el momento de escribir, que también están en capacidad de crear y expresar lo
que piensan a través de la palabra escrita.
Miembros del
Miembros del
Club de Personas Mayores.
Club de Personas Mayores.
Ringo Cruz
Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Biblioteca Pública Biblioteca Perdomo – Soledad Lamprea
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Ana Isabel Arévalo Vega
Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad.
Biblioteca Pública Puente Aranda Néstor Forero Alcalá
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Francia, marzo 6 de 2013
Mi desconocida Bertha Lucía:
Reciba usted mi cordial saludo mudo desde mis aposentos culinarios. Lamento
mucho su reclamo frente a mi creatividad culinaria, no tanto por la crítica que
me hace, sino por su crasa ignorancia del plato gourmet en cuestión.
Para sacarla de su error, le informo que la carne de rana es un alimento nutritivo,
rico en proteínas, calcio, y otros minerales (buena falta le hace a usted). Además,
tiene una característica especial para todas las interesadas en tales asuntos: es
dietética porque no tiene azúcar. ¿Sí se fijó en lo esbeltas que nos conservamos
las tres, bien fuertes y decididas?
Por otro lado, bien sabe que las ancas de rana son un plato exótico y exquisito,
quizás para otros países libres de esas tonterías y conocedores de sus beneficios.
Así que, ¿cuál es el problema con mis creativas preparaciones? Déjese de tantos
remilgos y más bien la espero a comer cuando se eche una asomadita por Francia.
Sin más por el momento, la dejo porque tengo que ir a cazar mi alimento. Cierto,
muchas gracias por sus cumplidos; pienso que nos es gran mérito la solidaridad.
Para mí es un placer ayudar a otros.
Saludos a todas y todos sus compañeros.
Cordialmente,
Una Trilliza Cocinera – Biblioteca PúblicaVirgilio Barco
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Bogotá, marzo 5 de 2013
Bogotá, marzo 3 de 2013
Sorprendente trilliza cocinera:
Admirado Bruno Leal:
Aunque usted no me conoce, reciba mi cordial saludo, y disculpe mi atrevimiento
Gracias a la magia del cine, conocí tu vida; por esta razón sentí ganas de hacer
al escribirle esta carta. A través de mis palabras, deseo expresarle que, para mí,
dos atrevidas acciones, la primera darte un apellido justo para Ti, y la segunda,
usted será inolvidable. Voy a explicarle mis razones.
escribirte esta carta.
La he conocido en circunstancias especiales y con toda mi atención cautivada
Reconozco que en tu etapa de cachorro se cimentaron los afectos, la disciplina,
por usted y su mundo. Recuerdo claramente su figura desgarbada pero resuelta:
los gustos y la fortaleza familiar. Eso se llama sembrar para luego cosechar.
la veo caminando a través de los pantanos con su cesta y sus secretas intenciones. Intuía temerosa su aversivo plan. Tal como lo temí, usted saco su arma secreta y… ¡plaff! Volaron por los aires cuerpos, ojos y muchas, muchas patas de rana.
Un perfecto aperitivo para una gran cena.
De tantos momentos interesantes en tu vida, despertó mi curiosidad tu reacción
al paso del tren; intento adivinar tus emociones, y me pregunto, qué ideas, qué
sentimientos despierta en Ti, esa máquina. ¿Quizá el envolvente ruido te pone
nervioso?, ¿tal vez, emites agudos ladridos para hacerte evidente ante la indife-
Y llegó la comilona: sopa, seco y postre con su único ingrediente, rana a la carta.
rencia de los pasajeros?, o, ¿es posible que desees abordar el tren para conocer
Cómo le hubiera agradecido, mi increíble trilliza cocinera, si se hubiera tomado
qué hay afuera cerca del patio?
la molestia de disimular un poco su composición. Quizás presentar una exquisita (para usted, no para mí) crema verde de rana licuada, trocitos de rana en salsa
criolla como segundo plato y, para cerrar con broche de oro semejante banquete,
una torta color oliva hecha con harina de batracio. ¡Gran favor le hubiera hecho
a todo ese indefenso público, expuesto a observar sus anfibias y crudas preparaciones! Pero todo ocurrió sin ninguna consideración. El recuerdo de la sopa de
ranas saltarinas me perseguirá hasta en los momentos más gratos en el Club de
Personas Mayores. Es tan así, que recientemente tuve una pesadilla: soñé que
Cómo me gustaría recibir tu respuesta a mis interrogantes sobre tu actuación
ante ese monstruo de hierro. Entre tanto, cada noche pienso y visualizo esas respuestas; claro, serán siempre con mis limitaciones humanas, muy distintas a tus
genuinas decisiones caninas. Desde mi casa escucho también el paso del tren y
pongo oído desde que inicia hasta que se pierde en la lejanía, entonces me inunda el deseo de viajar, de mirar tras los ventanales viajeros, paisajes con fugaces
pinceladas en visiones efímeras pero llenas de deleite.
participaba en uno de esos realities de televisión, relacionados con situaciones
Bueno, Bruno, comparto contigo la filosofía de que vencer las dificultades, para
extremas de sobrevivencia y adivine qué: usted era mi guía.
ayudar a los que amas, nos brinda satisfacción al espíritu; es una compensación
Sin embargo, a pesar del trauma causado por su plato estrella, no olvido que usted es un gran ser humano. Ojalá aprendiera de su solidaridad, así fuera a punta
de bocados de batracios.
Un abrazo (lejos de su cocina) de su ambivalente admiradora
Bertha Lucía Munévar M. – Biblioteca Pública Virgilio Barco
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mirar la alegría de los seres queridos, ¡es el momento de mover la cola!; igual
comparto contigo la fuerza de la fe, creer en uno mismo y en nuestras capacidades nos lleva a alcanzar las metas e ilusiones soñadas.
Fue un gusto conocerte.
Hasta pronto,
Amparo Jiménez – Biblioteca Pública Virgilio Barco
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comes rapidín, de un solo sentón; eres amiguera hasta con desconocidos y me
Carta a una mascota
recuerdas a Jimena que, siendo una niña, por jugar se aguantaba ir al baño; eso
Bogotá, febrero 20 de 2013
miré que haces tú, menudo animal.
Gracias por acompañar a mi hija, eres importante para ella, por eso te cuida tanto; comida especial, paseos diarios, buen veterinario, camita suave, pijama y botellita de agua caliente en el invierno. Te felicito, eres aseada y disciplinada.
Hola, amiga chilena de cuatro patucas. Saludos guau, guau.
De nuestras pasadas vacaciones en tu ciudad, en el apartamento que compartes
con nuestra hija Jimena, recopilo lindos recuerdos tuyos.
Cómo olvidar tu pequeño tamaño, tu brillante piel canela, tus saltones ojos negros, tus orejas que se paran cuando corres o juegas; fue en esos momentos que
vi en tu cara un caricaturesco parecido con Joda, el sabio de la Guerra de las Galaxias.
Quiero que sigas siendo el “sismógrafo” de casa, sé que presientes los sismos y
alertas ladrando paradita en la puerta, esperando a Jimena para salir, tú sí eres
del comité de prevención.
Bueno amiga canina, deseo que disfrutes del verano, de unos baños refrescantes
o de tus estiradas en el frío piso del balcón; no olvides tomar mucha agua con tu
sonoro ruido.
Bien, Piojita, espero verte pronto, y como dicen las chicas “no cambies nunca, TQM”
Recuerdo que nos despertabas con el rítmico sonido de tus uñas en el piso, y de
los cascabeles de tu collar, demandando nuestra atención. Eres tú doblemente
animal, eres una perrita y te llamas “Pioja” [...] debes saber que en el contexto
Amparo – Biblioteca Pública Virgilio Barco
familiar, “pioja” significa pequeñita, que se lleva en la piel, que es una ternura…
¡cosas de la familia!
Me encanta tu amigabilidad con toda persona que llega a casa: paticas saludadoras, lengüetazos, y compartes pronto tus juguetes para invitar al juego, ¡estoy
segura de que igual actuarias con un ladrón! A propósito, me gustaron tus singulares y ecológicos juguetes [...] una desechada botella de plástico, una vieja pelota
de tenis, y las irremplazables medias rotas que bota Jimena, qué jueguito tan perruno, halar uno la media, y tú, igual con la boca, moviendo tu cabeza y gruñendo
como una pequeña leona.
Es muy atrevido para la ciencia lo que pienso. El ADN no solo se hereda, se pasa
por ósmosis de convivencia; tú, Piojita, tienes características de la familia:
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Bogotá, marzo 14 de 2013
Presos en el extranjero
1
Querida compañera
Biblioteca Pública Virgilio Barco
El don más preciado de todo ser humano, es la libertad, cuando se pierde, se va-
E.S.M.
loran todos esos pequeños detalles que, cuando se tuvieron, pasaron desapercibidos, se añora el amanecer, el jugar con la lluvia, hacer figuras en los vidrios
Cordial saludo,
mientras caen gotas en las ventanas, el anochecer, montar una flota e ir divisan-
Con mucho cariño, desde mi condición de mujer integrante del Club de Personas
do todos los paisajes de mi tierra natal, comer mi plato preferido, celebrar con los
Mayores, quiero compartirle algunas de mis experiencias, que a lo largo de mis
míos las fiestas que marcan el calendario; pero hoy, encerrada en estos barrotes,
años he tenido.
solo me pregunto ¡hasta cuándo, Dios mío! ¡Hasta cuándo, Dios mío!
En mi infancia, como hija menor de siete hermanos, tres hombres y cuatro mu-
Cuántas promesas se hacen de no volverle a fallar a la sociedad, cuántos llantos
jeres, pude percibir en mis padres la actitud machista, ya que siempre se notó
he derramado pidiendo explicación por lo que hice. ¿Por qué no tuve la fortaleza
preferencia por mis hermanos varones. Para ellos, fueron las mejores oportu-
de decir que no? Qué soledad la que se siente deseando que en los días de visita
nidades de estudio. A pesar de esto, tanto mis hermanas como yo, con mucho
venga el amigo, el hermano, el familiar; pero no, a mí nadie me visitará porque
esfuerzo pudimos terminar la secundaria.
estoy detenida en un país extranjero, purgando una pena de seis años de prisión.
En mi vida laboral, también pude percibir la discriminación. Es así como, teniendo la suficiente capacidad para tal o cual cargo, se dio prevalencia a alguno de
Mis hijos y mi madre se quedaron esperándome, les prometí que pronto regresaría y les iba a dar un paseo inolvidable.
mis compañeros. Sin embargo, no me puedo quedar en lo negativo. Me siento
Las cosas no salieron como yo había pensado, qué equivocada estaba. Hoy más
feliz; siendo mujer pude sacar a mis hijas adelante, y hoy en día son profesionales
que nunca entiendo que lo fácil no conduce a nada bueno; quise hacerme mi-
muy exitosas.
llonaria en un cerrar de ojos y no lo logré. Peor aún, estoy inmensamente sola,
Me siento complacida al ver cómo en la actualidad se abren muchas puertas en
todos los campos para la mujer. El 8 de mayo fue para mí un día muy especial.
Compartir con mis hijas y sus esposos, quienes me consintieron con bonitos detalles. A las niñas les aconsejo ocupar el sitio que les corresponde como mujer
con dignidad.
Quedo a la espera de sus comentarios sobre esta fecha tan importante.
María Cecilia Pérez Peña – Biblioteca Pública Virgilio Barco
– 26 –
contando cada día cuándo terminaré con esta condena que a toda luz es justa,
porque el delito que cometí es grave, ya que transportar droga hace mal a la juventud. Me pregunto, soy madre de tres hijos, qué tal que ellos se metan en este
mundo de la droga, ¿cómo podré reprenderlos, cuando su madre es una transportadora de ese polvo maldito?
Claro que mi pena es justa, y por eso invito a mis hijos, a los pocos amigos que me
quedan que hay que saber seleccionar las amistades, que no se dejen llevar por
1. El intercambio de correspondencia del Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Virgilio Barco también ser realizó con
un grupo de mujeres de la Reclusión Nacional de mujeres “El Buen Pastor” que participa de un programa de lectura y escritura de
la franja de extensión de esta biblioteca. Esta es una de las cartas que recibieron los asistentes del Club.
– 27 –
ese camino fácil. Hoy, recluida en el Buen Pastor, con las reflexiones que me he
Bogotá, septiembre 5 de 2012
hecho, pienso que si quiero lograr algo con esto lo conseguiré con disciplina, con
Niña
trabajo, esfuerzo y privaciones, para que al final de la vida tenga una vejez digna.
Olma Márquez García
Nunca es tarde para empezar y esa es mi meta para no volver a caer en malos pasos;
La ciudad
solo me faltan para completar mi pena cinco largos años que perdí, no, mejor, no los
he perdido, he reflexionado, y cuando salga volveré a nacer, valoraré todo lo que gira
Querida Ilmita:
alrededor; hoy siento el eco de los consejos de mi madre […] ¡qué equivocada estaba
No recuerdo en qué curso estás, pero sí que tienes en tus manos el primer libro
al no oírlos! Hoy me arrepiento de no haberlos acatado…
de geografía. Es como un folletico empastado de color marfil y una de las prime-
Cuando regrese a la libertad, mis hijos tendrán 7, 6, y 5 años. Hijitos, yo sé que su
abuelita los está cuidando, por favor, óiganla, háganle caso a la nona, estén segu-
ras lecciones trata de definir ciertas formas de relieve de nuestro planeta, y lo
hacen por medio de preguntas sencillas.
ros de que las enseñanzas de ella son importantes; si yo las hubiera atendido, hoy
Las pequeñas letras son de color rojo y encabeza la página un dibujo sobre el que
no estaría en esta prisión.
se instalan las palabras “mar”, “isla”, “cabo” y “península”.
Pregunta en rojo: ¿Qué es el mar?
Que Dios los bendiga…
La respuesta en negrilla y el párrafo separado: Una extensión inmensa de agua.
Me llaman Cleopatra – Reclusión Nacional de Mujeres “El Buen Pastor”
Pero el dibujo que muestra el mar es pequeño y esquemático, y tú no has ido al
mar. Ese dibujo no dice nada. Es un pequeño rectángulo de cinco por doce centímetros y, además, están el cabo y otras palabras. Las aprendes de memoria pero
te fascinan, porque te remiten al cine que vas a ver con tu mamá.
El barco que parte del puerto y se hace a la mar, en donde suceden un sinnúmero
de aventuras. El ruido de las olas cuando chocan con la playa. El viento impetuoso que estremece la nave y un cielo nublado y borrascoso.
La isla: es otro lugar de aventuras, porque en ella se eleva una gran montaña que
es un volcán que amenaza con destruir al pueblo que yace a sus pies. Esta vez,
lo que se estremece es la tierra, y el cielo se oscurece con las grandes nubes de
humo que emite el volcán.
El cabo: ya no es una parte de tierra elevada que se interna en el mar, sino un
lugar donde se erige un faro, edificación cilíndrica y alta como una torre, en cuya
cima están unos reflectores que recorren un espacio del mar, y cuya misión es
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guiar las embarcaciones hacia el puerto.
Vereda El Placer, septiembre 15 de 2012
Toda la geografía que estudias está complementada por retazos de películas; viajas sin que tu libro de texto sea un cuento. Y siempre quieres que tu mamá te
lleve al cine.
Querido hijo Venancio:
Ilma – Biblioteca Pública Virgilio Barco
Un cariñoso saludo deseando te encuentres bien de salud y en tu trabajo todo
esté bonito; rezo por ti cada día a la Virgencita de Las Lajas.
•
Cada vez que escribo tu nombre recuerdo cuando te bautizamos. El sacristán
Bogotá, octubre 24 de 2012
preguntó “¿cómo se va a llamar?”, “Venancio” contesté, replicó “¿con qué se escribe?”, “con un lapicero” respondí, ¿te imaginas qué pregunta? Muchos emplea-
Hola,
dos son muy tontos, como la secretaria del Sisben que a la comadre Matilde le
Quiero presentarme: soy una de esas personas que quisiera saludarte y, a la vez,
negó la consulta médica porque afirmó que, según la cédula, ¡ya estaba muerta!
pedirte que nos transportemos a un sitio donde el ambiente sea cálido, tanto
Qué noticia le dieron a la pobre comadre, casi la matan del susto.
como imaginarnos la arena del desierto, solas, poder pensar en que hay un gran
velo y que, aunque me escuches, no sea necesario vernos, pero sí poder decirte que
creo en la grandeza de Dios, que en el más mínimo segundo de la vida, por pesada
Hijo, te cuento que el tío Manuel se cayó con el caballo, tocó matarlo…tú sabes
que un animal fracturado ya no tiene cura.
que sea, es bueno respirar profundo; que en medio de tanta turbulencia se puede
Conchita, la hija de la vecina Inocencia parió un varoncito, pero todo fue mi-
buscar un rincón de soledad y así tener la osadía de buscar en el yo un color en don-
lagroso, el bebecito nació a los seis meses de casada y la gran noticia la dio el
de esté el amarillo del sol, el azul del mar, el verde de las matas que hacen del follaje
médico porque confirmó que la criatura nació de tiempo completo, ¡bendito sea
a un gran ramillete de flores de colores vivos; y que seamos capaces de decirnos que
el Santísimo!, después se niega que hay milagros.
valió la pena leer este saludo de quien espera que la vida te sonría cada día.
Dicen los chismosos que el 21 de diciembre se acaba el mundo, según lo afirmaron los Mayas. Yo no conozco esa familia, pero si acaso sucede te vienes pronti-
Atentamente,
Janneth Sánchez B. – Biblioteca Pública Virgilio Barco
to de la capital y aprovechamos para celebrar juntos la Navidad.
Bueno, hijito, te cuento que Inesita, mi compañera de la escuela, quedó viuda;
se le murió el marido y para más tragedia sus hijos quedaron huérfanos, las
penas no vienen solas, dice el señor párroco.
Desde la próxima semana nos cambiamos de casa, el abuelo quiere un patio
para jugar canicas con sus amigos; me envías las cartas al nuevo domicilio, no
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– 31 –
sé bien la dirección pero es la casa amarilla con pilares que queda junto a la
Bogotá, febrero 13 de 2013
casa de la profesora de primaria.
Hijo Venancio, Dios te proteja; escribí esta carta despacio, para que tú la leas con calma.
Señor
Horacio Avellaneda B.
E.S.M
Te quiere mucho,
Tu mamá: Zoila Alegría – Biblioteca Pública Virgilio Barco
P.D: Me pasó lo de tu tío Avaricio, iba a enviarte $50.000 pero ya había cerrado el sobre.
Querido papá:
Soy Isabela, tu hija mayor, a la cual, desde muy temprana edad, la responsabilizaste del cuidado y soporte de mis tres hermanitas: Myriam, Cristina y Claudia
(la menor).
•
Quizá esa ordenanza tuya me obligó a formarme como líder, cualidad que me ha
servido, por demás, en el éxito de mi vida.
Cartas al padre
Yo sé, con toda seguridad, que esta nota nunca va a llegar a tus manos, pues hace
El paraíso, diciembre 31 de 1967
ya quince años que partiste a la presencia del señor.
Hoy, a mis 66 años, esposa, madre y abuela, te doy gracias por el esfuerzo tan
Señor
grande que hiciste para construir una familia, siendo un joven de 21 años y ma-
Pedro Soler Suárez
mita de 17 (unos niños), pero compartiendo el amor, el respeto y el deseo de lu-
Apreciado padre:
char por nosotras (mamá y nosotras cuatro).
Como estoy tan lejos de usted y extraño tanto verlo y decirle en persona lo mu-
Recuerdo con gran alegría muchos momentos en los que tú eras el artífice de esa
cho que lo quiero, he tomado la decisión de escribirle esta carta para expresarle
felicidad; los ratos de tocata de guitarra, oír a Kaliman y cuando nos hiciste un
estos sentimientos de cariño y aprecio que le tengo; no solo por la ayuda que
carrito de ruedas en el que nos movíamos por el parque de Chapinero.
siempre me brindó para que pudiera continuar con mis estudios, sino por el
amor que siempre me dio, me da y me seguirá dando.
Saludos y abrazos para mi madre y mis hermanos.
Con cariño,
Chabelita, (como me decías).
Isabela De Casas – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Con todo cariño, tu hijo,
José María Soler – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
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Bogotá, febrero 13 de 2013
Señor:
Jaime Sánchez
Señor
José Vicente Castellanos
Mi querido y estimado papá.
Ciudad
Hoy tengo el tiempo para escribirte. Ésta es la segunda vez que te escribo, de
pronto, en la anterior oportunidad, estaba llena de rencor y otros conceptos acerca de ti. Quiero que sepas que hoy tengo la necesidad de decirte que ya pasó, que
Estimado papá:
sin duda fue lo mejor escribirte, porque quiero decirte que ya te perdoné, que te
Te escribo esta carta para decirte que te perdono porque no fuiste un buen pa-
entiendo. Yo dije que lo tuyo era cobardía por dejar a mi mami, sola, enfrentando
dre; fuiste cruel con mi madre y nos abandonaste en plena infancia, cuando más
mi parálisis, y ese hogar que tenían.
necesita un hijo de su padre. No tuvimos esa presencia masculina en el hogar
que nos diera seguridad y respaldo en la vida.
Pero ya sé que no tenía por qué juzgarlo, tus razones tendrías, y no quiero volver
a juzgar esa situación, eso que me separa de ti. En cambio, sí quiero contarte que
tengo tres hijos que escuchan atentos los pocos recuerdos que tengo contigo: tu
Pero nos dejaste algo bueno: la rectitud y veracidad de tu vida comercial.
A pesar de todo, te recuerdo sin rencor.
astucia en los juegos, el deseo de que leyera mucho para aprender a transportarme a otro espacio y vivir aventuras, tu concepto de libertad, y tantas otras
cosas, ver tu vejez, andar contigo y decirte que he superado muchas pruebas,
que cada día, pienso más en ti, que creo que es lo que me tiene en este mundo,
luchando; no sé qué falta, pero sí sé que me gustaría abrazarte y darnos el tiempo
Betty De López – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
que nos faltó.
Pero te siento cada vez que me encuentro sola, creo que ahora me cuidas más
que cuando era niña… y me encanta.
Sin firma – Biblioteca Pública Virgilio Barco
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Correspondencia entre Clubes
Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo –
Biblioteca Pública Parque El Tunal
Bogotá, marzo 14 de 2013
Señores
[Respuesta]
Bogotá, abril 17 de 2013
Señor
Héctor Gustavo Prieto León
Club de Personas Mayores
Biblioteca Pública Parque El Tunal
Club de Personas Mayores
Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Amigo Héctor:
Reciba un abrazo cordial. Me alegra leer las letras que expresan cómo es su Club,
Estimados amigos y amigas:
al igual que saber que comparte con otros contemporáneos.
Me siento muy orgulloso de que tanto ustedes como nosotros seamos personas de
Nosotros también compartimos experiencias y nos anima mucho esta reunión
la tercera edad y que la Alcaldía Mayor de Bogotá tenga este programa tan bonito,
que se realiza cada miércoles. Además, nos llena de optimismo el que podamos
diseñado para nosotros, que nos incluye como parte activa de la sociedad y, mejor
comunicarnos por este medio que está tan olvidado y que hace años era el me-
aún, que quieran que nos conozcamos y así poder compartir nuestras propias ex-
dio de comunicación más común. He leído para todo el grupo su misiva y todos
periencias de vida, además de algunas actividades a realizar con ustedes. Como yo
aplaudimos ya que contamos con un amigo más. Aquí también cuenta con mu-
pertenezco a la Biblioteca Pública Parque El Tunal, estoy muy interesado en co-
chos amigos y esperamos reunirnos con los promotores y los integrantes de las
nocer qué actividades realizan, ustedes, allá; si también se reúnen como noso-
demás bibliotecas.
tros. Espero ansioso la pronta reunión y no solamente con ustedes sino también
con los compañeros de las otras bibliotecas.
Saludos y abrazos a todos los amigos del Club.
Cordialmente,
Atentamente,
Un amigo más.
Luz Mery Gaitán – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Héctor Gustavo Prieto León – Biblioteca Pública Parque El Tunal
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Bogotá, marzo 31 de 2013
[Respuesta]
Bogotá, abril 17 de 2013
Señora Rosa Elena Beltrán
Señores
Club de Personas Mayores
Club de Personas Mayores
Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Biblioteca Pública Parque El Tunal
Querida Rosa Elena:
Ha sido un placer recibir tu carta en donde nos cuentas acerca de la satisfacción
Cordial saludo,
que experimentas como miembro de tu biblioteca. Gracias por compartir tus ex-
Quiero contarles que hace ocho años asisto al Club de Personas Mayores. Agradezco a la Biblioteca Pública El Tunal por los que espacios que brinda. Por allí
han pasado muchos promotores, ahora estamos con Henry y le damos gracias
por el tiempo que nos brinda y las lecturas que nos da, los cuentas y las películas
que nos presentan, además de los tejidos, pinturas, cuadros en plastilina, etc.
periencias con nosotros.
Para nosotros también es una alegría muy grande pertenecer a este grupo de la
Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo. En lo personal te cuento que hace
año y medio soy un miembro de este grupo. Tenemos la suerte de contar con un
excelente promotor; su nombre es Javier Morales. Es joven y dinámico, posee
Cada día aprovechamos estos espacios tan vitales, llenos de energía, motivados,
una cultura muy sólida; es lingüista y literato de profesión, y ha sido muy exito-
para encontrar una razón más para disfrutar la vida. Además, cada día abrimos
so al comunicarnos y hacernos comprender muchos aspectos del lenguaje y la
la mente y el espíritu y corazón para aceptar todos los retos que nos da la vida.
literatura. Hacemos todo tipo de ejercicios, leemos libros, buscamos las raíces y
Les damos las gracias a todos. Somos parte de la comunidad del adulto mayor y
la historia de las palabras, en fin, es emocionantísimo.
nos sentimos orgullosamente gratos y admirados por todos ustedes y les agrade-
Al igual que ustedes, también hemos hecho muchas actividades enriquecedoras
cemos que se acuerden de todos nosotros.
y… tristemente, se me acabó el papel.
Recibe un cariñoso abrazo,
Atentamente,
Carmen Tovar – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Rosa Elena Beltrán – Biblioteca Pública Parque El Tunal
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Bogotá, marzo 20 de 2013
Aquí, en la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo, también estamos muy
contentos porque compartimos con todos y aprendemos de nuestro promotor,
Javier Morales, quien es una persona joven que sabe bastante, también recibi-
Señores
mos los conocimientos y experiencia que nos transmiten los compañeros del
Club de Personas Mayores
Club de Personas Mayores.
Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Cuídese mucho.
Estimados amigos:
Un saludo muy especial y un abrazo fraterno,
Estoy muy contenta de poder participar de los cursos de alfabetización informá-
Ana Consuelo Rojas – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
tica y en todos los programas que nos ha brindado la Biblioteca Pública El Tunal.
Espero seguir contando con todas las actividades y que nos sigan teniendo en
cuenta a las personas de la tercera edad.
•
Atentamente,
María Inés Bolívar De Ángel – Biblioteca Pública Parque El Tunal
Bogotá, marzo 19 de 2013
•
[Respuesta]
Bogotá, abril 17 de 2013
Estimados amigos
Club de Personas Mayores
Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Señora
María Inés
Reciban, por mi conducto, un afectuoso y respetuoso saludo, con los mejores de-
Club de Personas Mayores
seos de ventura y felicidad, que los integrantes del Club de Personas Mayores,
Biblioteca Pública Parque El Tunal
Rincón de los abuelos, de la Biblioteca Pública Parque El Tunal, hacemos llegar
a ustedes.
Respetada compañera:
Me encanta que le agraden las actividades que están realizando bajo la dirección
de Henry Alexander Gómez, que, al parecer, se preocupa por su bienestar.
– 40 –
Leyendo la agradable misiva de María Cristina Martínez nos hemos enterado de
las experiencias que ustedes tienen y que emprenden por el conocimiento propio y el de sus compañeros, las cuales siempre serán enriquecedoras.
– 41 –
Nuestro grupo, que ya cuenta con cerca de once años de existencia, ha tenido
Entre otras cosas, la semana pasada vimos la película francesa “Oscar y la dama
en su haber casi ciento treinta, entre asistentes y miembros permanentes, los
rosa”, la cual nos deja muy buenas enseñanzas de la actitud que debemos tener
cuales contamos, hoy en día, con multitud de saberes que hemos acumulado du-
frente a la vida y a la muerte.
rante todos estos años.
Espero tener noticias de ustedes muy pronto.
Exponer estas experiencias sería un tema interesante, el cual queda en manos de
nuestros promotores.
Atentamente,
Edith Portillo – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Cordialmente,
•
Edgar Loaiza Alzate – Biblioteca Pública Parque El Tunal
Carta a una joven poeta
•
Bogotá, mayo 8 de 2013
[Respuesta]
Querida hija:
Bogotá, febrero 17 de 2013
Hasta hoy te respondo con placer al poema Madre en mis cosas del escritor
Señor
Eduardo Cote Lamus, que me dedicaste el 5 de Abril de 2008, y que tanto me impactó.
Edgar Loaiza
Club de Personas Mayores
Biblioteca Pública Parque El Tunal
Inmensa alegría sentí cuando percibí la fuerza de tu ser dentro del mío. Mientras
contaba uno a uno tus primeros pasos y jugaba con tus rizos entre mis dedos, ya
adivinaba la sensibilidad de tu ser. La misma que hoy desborda la pluma entre
tus manos.
Cordial saludo,
Es muy grato saber que existimos aún muchas personas amantes de la literatura
y del buen cine; pero, es más grato aún poder compartir con grupos tan cálidos y
Sí, una noche de música escribí tu cuerpo con toda mi ternura, y la mirada que no
entendiste era tan solo la comprensión del espíritu indómito que sobre ti se cernía.
con los cuales podemos aprovechar, en esta época de nuestras vidas, de las dife-
No alimenté tu tristeza, a pesar de que ya bullía dentro de ti como la padecen los
rentes actividades que nos ofrecen las bibliotecas.
seres más sensibles que campean entre las bambalinas del arte.
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– 43 –
Han pasado los años y el camino no ha sido fácil. Pero, a pesar de todo, la Divina
Voluntad te ha permitido amasar tus sueños, y lograrás acabar de plasmar en
ti los gajes del más noble oficio. El proceso es largo hija, pero recuerda que cada
tropiezo superado fortalece tu voluntad. Sólo tú sabrás cuando estés lista. Yo
deseo estar siempre ahí para apoyarte y para que entre tinto y tinto leamos tus
Correspondencia entre los Clubes
Biblioteca Pública El Tintal y
Biblioteca Pública Virgilio Barco - 2012
párrafos, que tanto me deleitan.
Bogotá, noviembre 1 de 2012
¿Te acuerdas del dedal que describe el poema? Me sirvió para ayudar a bordar,
con pequeñísimas puntadas en tu mentecita infantil, los conejos de ocho patas,
las papibotas (mariposas), las flores del jardín de tu abuelita, y ahora, en tu mente juvenil, una fogata, una guitarra, una canción, un amanecer o las briznas del
Querida y estimada amiguita: Soy una persona de la tercera edad. Tengo 67 años,
rocío mañanero sobre el follaje.
pertenezco al Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública El Tintal Ma-
Finalmente, espero que el día en que, como alguna vez me manifestaste, “hagas
temblar el mundo con tu obra”, sea la Divina Providencia quien guíe tu mano y
seas tú quien noble y gallardamente aceptes su voluntad.
Un gran abrazo y un sentido beso.
Te amo,
nuel Zapata Olivella. Aquí estoy muy amañada. Todos los jueves nos reunimos
de 2 a 4 p.m. Nos ofrecen tintico o agua aromática, Carito nos trata con mucho
cariño y respeto. Estamos terminando el año lectivo del 2012.
Blanca Molina Segura – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
•
María Lucy Perico – Julio Mario Santo Domingo
[Respuesta]
Bogotá, noviembre 21 de 2012
Para Blanquita Molina Segura:
Tu linda carta del 1 de noviembre por una gran suerte llegó a mis manos; así como tú
me cuentas de tu vida, yo te voy a abrir mi corazón contándote algo de mi vida.
Nací en Bogotá, tuve una infancia feliz, con unos padres maravillosos y siete hermanos a los que quiero mucho. Actualmente soy pensionada y asisto desde hace nueve
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años al Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Virgilio Barco (antes se
Es muy hermoso que tanto tú como toda tu familia trabajaran en el campo, para
llamaba “El Rincón de los Abuelos”). Este espacio de los miércoles en la mañana es
así tener su sostenimiento económico; las personas como ustedes son las que
para mí muy importante, al igual que allá estamos muy integrados y también toma-
necesita el país, trabajadoras, emprendedoras y que amen su tierra, el campo, la
mos tintico, con alguna galleta que compañeras generosas traen.
agricultura; eso es lo que engrandece al ser humano y de paso al país.
Me sentiría muy agradada de que algún día pudiéramos conocernos
Te envío un saludo acompañado de un abrazo.
personalmente.
Atentamente,
Recibe un gran abrazo, con mis deseos de salud y bienestar.
Ana Paulina Robayo R. – Biblioteca Pública Virgilio Barco
•
Carmen Rosa Tarquino Puerto – Biblioteca Pública Virgilio Barco
•
Bogotá, noviembre 21 de 2012
Bogotá, noviembre 7 de 2012
Doy un saludo a mi mejor amiga que me quiere mucho, porque con sus enseñanzas
he aprendido mucho. Los sueños que he tenido son muy buenos. En el campo trabajábamos en agricultura, que era el sostenimiento para la familia y nosotros.
Mercedes Almanza – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapara Olivella
•
Estimada Blanca Cecilia
E. T. M.
Me tocó en suerte recibir tu carta de noviembre 1 del presente.
Nunca es tarde en la vida para realizar los sueños y deseos que nos proponga-
[Respuesta]
Bogotá, noviembre 21 de 2012
mos. Piensa que eso nos hace la vida más llevadera.
De mí te cuento que a pesar de tener 72 años, estar realizado ante la sociedad (soy
profesional) y tener familia (hijos), deseo cada día hacer más cosas (leer, hacer
deporte). Esto me llena el día a día y hace que me esfuerce en el transcurso de los
Señora
días.
Mercedes Almanza
La Ciudad
Estoy seguro de que tú tienes anhelos y deseos por cumplir, cuéntamelos.
Querida y respetada amiga:
Espero con ansia tu carta.
Los sueños nunca se deben dejar de tener, en la vida lo más importante es tratar
Amigo,
de lograr realizar esos sueños.
Álvaro Pérez Díaz – Biblioteca Pública Virgilio Barco
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[Respuesta]
Cartas del Club de Personas Mayores de El Tintal
Bogotá, noviembre 15 de 2012
Bogotá, diciembre 10 de 2012
Álvaro Pérez, mi querido amigo:
Queridas compañeras, Biblioteca Pública Virgilio Barco:
Le doy contestación a su carta y deseo que cuando llegue a sus manos se encuentre bien de salud.
Hoy quiero aprovechar estas cortas líneas para contarles y hacerles partícipes
un poco de lo que ha sido mi vida durante estos 72 años; no es tan larga pero en
verdad es el transcurrir de mi vida.
Le cuento que asisto a la Biblioteca Pública El Tintal. Soy campesina, hace 16
años llegué a la ciudad, encontré la biblioteca y seguí yendo. Me gustó volver
porque somos personas mayores de edad y disfruto compartir ideas con ellas.
Soy viuda hace 25 años, tuve una sola hija, la cual también es viuda; vivimos juntas con una nieta que tiene 22 años. Somos felices.
Espero algún día venga a esta biblioteca para conocerlo en persona.
No siendo más me despido de Ud.
Y ahí voy: desde muy pequeño, más o menos a la edad de 6 años, empecé a trabajar en la finca de mis padres, junto con todos mis hermanos ayudábamos a ordeñar, a sembrar, todo lo que se imaginan que da una finca, a ir arreglando todos
los procesos de la finca.
Y así seguí hasta los 16 o 17 años, de ahí en adelante me fui a prestar el servicio
militar al cuartel en Tolemaida, allí duré aproximadamente dos años. Mi vida
allí fue fuerte, de mucho trabajo, pero también fue de muchos premios y reconocimientos por mi buen comportamiento y atención a todas las órdenes de mis
superiores.
Su amiga,
Luego de allí ya me fui a hacer mi propia vida a Bogotá, siempre quise ir ahí, a esa
Blanca Cecilia Ladino – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
ciudad a ver qué me encontraba. Pues bien recién llegué aquí me puse a trabajar
fuertemente en obras y construcciones que me salían, para sobrevivir en esta
ciudad y también para poder ir ahorrando para mi futuro.
En medio de todos esos sucesos conocí a una mujer ya hace 46 años, con la que
actualmente tengo tres hijos, dos hombres y una mujer, todos profesionales, gracias inicialmente al esfuerzo de mi esposa y mío, y con el cual también tenemos
nuestra casa, y hoy en día una vejez tranquila, gozándomela y bailando mucho
que es lo que me gusta y junto a ustedes mis compañeras.
José Gómez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
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Bogotá, marzo 7 de 2013
Bogotá, marzo 14 de 2013
Señoras y señores
Señores
Club de Personas Mayores
Compañeros Biblioteca Pública Parque El Tunal
Biblioteca Julio Mario Santo Domingo
Ciudad
Queridos compañeros:
Los saludamos cariñosamente y queremos compartir con ustedes el trabajo sobre el humor que estamos realizando en la Biblioteca Pública El Tintal.
En estos días estamos celebrando el Día Internacional de la Mujer, que como sabe-
Hoy estamos trabajando sobre “Mafalda”, una tira cómica del escritor argentino
mos se instituyó desde el nefasto día en que murieron centenares de mujeres em-
Quino, y vamos a narrarles una de ellas referente a la familia.
pleadas de una fábrica en Estados Unidos, debido a la inconsciencia de un patrón
La mamá de Mafalda va con la niña a un almacén a comprarle un delantal y se lo
que las encerró en su sitio de trabajo y un incendio generó esta catástrofe.
escoge grande, Mafalda protesta, por qué tan grande, y la mamá le contesta que
Pienso que no es necesario celebrar un día como éste acordándonos de estos he-
cogiéndole dobladillo y acortándole las mangas le servirá también para el año
chos sino que más bien debería darse relevancia al papel que desempeñamos las
entrante y Mafalda le responde que se niega a que le anden cosiendo y desco-
mujeres en el mundo actual. Cuando Dios nos creó lo hizo pensando que sería-
siendo el porvenir.
mos las compañeras especiales de los hombres y su punto de apoyo, es por eso
Nosotras continuamos el diálogo entre madre e hija:
—Mafalda, yo solo pienso en el presupuesto familiar.
que hoy en día podemos decir que lo logramos, ya que no hay duda de que nosotras somos eso: apoyo, compañerismo, respaldo y bendición.
Quiero compartir con ustedes estas líneas dirigiéndome al Todopoderoso y ele-
—Y yo solo pienso que me voy a ver como si me hubiera puesto un delantal pres-
vando una plegaria para que nos siga iluminando en nuestro caminar y poder
tado.
cumplir con la misión que él nos encomendó.
—Pero tenemos que ahorrar para comprar los libros.
Espero que Dios las bendiga y esa bendición sea extensiva a sus familias, a sus espo-
—Entonces ahorra el dinero con el que me haces tantas sopas y con eso me compras un delantal digno.
Esperamos que ustedes también nos compartan sus experiencias con el humor.
sos, padres, hijos, hermanos, compañeros de trabajo, en fin; que seamos fuente de luz
en la vida de nuestros seres queridos y de todos los que nos rodean.
FELIZ DÍA DE LA MUJER.
Con cariño,
Atte.,
Gloria Fernández V. – El Tintal
Gladys Arciniégas, María Chávez y Araminta Velásquez – Biblioteca Pública
El Tintal – Manuel Zapata Olivella
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Yo aprendí el oficio de la carpintería desde muy pequeño, a pesar de que me ocupé en otros oficios como mensajero, celador, entre otros. A mí me gustó y supe
desempeñarme muy bien en la carpintería.
[Sin remitente]
Les contamos que según la historia de Quino vemos que el hombre contamina los mares con sus pozos de petróleo. También vemos cómo perjudica la tala
Desde pequeño aprendí a escoger el tipo de madera para hacer una cama, el tipo
de árboles a nuestro ecosistema. Al derramarse el petróleo en el mar los peces
de madera para hacer una mesa, aprendí a conocer la madera, a cortarla, a cepi-
mueren. Con la tala de árboles se acaba el oxígeno que es vida. A consecuencia
llarla, a acerarla, aprendí a utilizar una sierra, etc.
de tanta contaminación, nuestro planeta cada día está más caliente porque se
Aprendí a hacer una cama, una puerta, cajones para ropa, toda clase de juegos
de alcoba. También trabajé con grandes empresas como Maderas Éxito, Cedro
acaba la capa de ozono. El hombre no ha querido entender que está destruyendo
su propia casa, la que Dios le ha dado para que viva y sea feliz.
Rojo y Aserríos San José, allí trabajé haciendo estivas para Postobón y Bavaria y
Esto lo pensamos a propósito del libro Qué mala es la gente, que en la página 93
formaletas para construcción.
tiene la imagen de un ángel que dice “Perdón… Señor… Acaba de llegar un fax” y
Gracias a Dios aprendí este gran oficio, porque se me fue la plata, la ropa que
compré, los amigos que encontré pero nunca se me irá lo que aprendí.
lleva en su mano una hoja en la que está la cara del diablo.
Martha Molano Falla, Omaira Franco y Blanca Cecilia Mora – Biblioteca
Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
Luis Eduardo Suárez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
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Respuesta a “Carta a una señorita en París”,
cuento de Julio Cortázar.
París, el de hoy el de siempre [sin fecha]
Respetado señor Julio:
Aquí, en un cálido amanecer, está naciendo el verano, tal como es inmortal nacer
y morir es indiferente; es solo pausa en el tiempo.
Miro por el cristal de mi ventana las cúpulas brillantes del Sacre Coeur y las nubes algodonosas que se mueven lentamente hacia el poniente; parecen... sí, ¡son
conejos! Esconden sus cabezas, otros sus patas o sus colas… pero, sí, son conejos.
Es por eso que al recibir su carta enviada desde mi departamento de Suipacha,
sentí un hilo de pelusa que teje historias a través del caprichoso océano.
Sí, mi señor, en las paredes de mi casa hay vivencias pegadas en lo indeleble de
los recuerdos, tantas vidas le robaron el oxígeno y le devolvieron aires de silencio. Yo personalmente le cuento la mía: en algunos despertares al escuchar los
trinos y gorgoteos de las aves en el parque, por mis venas caminan las sinfonías
y emergen con movimientos cautivadores, que no se ven pero se sienten, por la
piel las plumas multicolores que aletean sobre mis brazos y, en tiempos no cronometrados, las tiernas aves ya están comiendo las migas de mis galletas junto
al libro de Neruda; vienen varias al ritual, no sé cómo, no sé cuándo pero allí
están, poniendo en orden mis tacitas de té, las pinzas del azúcar, encendiendo la
lámpara para organizar mis libros de español, luego los de inglés y los de francés.
Es por ello que Ud. Encontró, temeroso tal vez, lo impecable del lugar que huele
a vida, huele a lavanda.
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Siempre pensé que tantos seres inquietos con su generación espontánea serían
antagónicos unos con otros, con Ud., ¡conmigo! Señor Julio, no se sienta atribula-
Buenos Aires, abril 8 de 1951
Querido procreador de conejitos:
do, cada día hay luz y sombra, cada día se construye y se destruye es la dinámica
para crecer, y la dinámica para vivir.
Alguien entrará en mi departamento y sabrá que hay mucho por hacer, reconstruir, ordenar, limpiar y, entonces, será feliz cuando lo pueda lograr.
Me agrada mucho saber de usted. No me extraña el extraño momento por el que
acaba de atravesar, teniendo en cuenta la extraña condición de mi vivienda.
Nunca pensé encontrar un inquilino que se acomodara, como usted, a los extra-
De Ud. con afecto,
ños sucesos que durante años he soportado a causa de ese apartamento; sobre
Andrée.
Sin firma – Biblioteca Pública Virgilio Barco
todo, admiro la habilidad que ha tenido para ocultar todo a Sara.
Seguramente ella tenía mucho miedo de contarle que las personas que han ha-
•
bitado mi apartamento se han tenido que enfrentar a la materialización y multiBuenos Aires, abril 8 de 2013
plicación de sus sueños infantiles. No en vano, en su momento, mi vivienda fue
escenario de Alicia en el país de las maravillas.
Amigo mío:
Es grato para mí haber encontrado esa misiva tuya que explica todo lo ocurrido.
No importa la ruina de las paredes, la alfombra y el jardín; todo eso se puede reconstruir y dejar el apartamento como nuevo. Lo que sí lamento es la abundante
lectura que se comieron los conejos… Bueno, ¡al menos son los roedores más cultos del mundo! Serán por eso más cercanos a sus parientes llamados “ratones de
La pregunta, ahora, no es qué hacer con el apartamento, o con Sara, o conmigo,
sino qué hacer con usted mismo y sus conejitos y su prole.
¿Qué piensa hacer?
Abrazos, Andrée.
biblioteca”.
Lo importante es que en el tiempo transcurrido hayas podido realizar tu trabajo
María Lucy Perico – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
de traducción pendiente.
En todo caso, estoy reflexionando sobre qué hacer con los conejitos. Creo que lo
más conveniente es provechar su rápida reproducción y hacer del apartamento
una conejera y sacar ganancias de su venta. Sin duda será un éxito y seremos
grandes socios.
Tu amiga, Andrée.
Orlando Zambrano – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
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Bogotá, abril 8 de 2013
París, abril 8 de 2013
Señor
Señor
Julio Cortázar
Don Julio Cortázar
Buenos Aires
Calle Suipacha, Buenos Aires
Querido Julio:
Mi querido descomplicado amigo:
Bueno, en este momento no sé si eres querido o no; por lo que me cuentas, me
Agradezco me haya aceptado el ofrecimiento que le hice para que se quedara en
imagino que mi departamento esta vuelto un desastre. No quiero ni pensar que
mi apartamento mientras me ausentaba.
acabaste con mi santuario… ¿Te fijaste, acaso, en que los objetos que poseía son
de una rara delicadeza? Pues, para mí representan parte de mi vida. Cada cosa
era especial, mis libros, mi lámpara, mi cenicero, todo ha sido dispuesto con especial cariño a lo largo de muchos años; pues para mí ese lugar es mi refugio, es en
donde me transporto a lugares mágicos cuando leo mis libros, vivo experiencias
maravillosas, sensaciones ocultas que solamente me ofrecen este sitio hecho
para la paz y la meditación.
No veo la necesidad de detallarme la aparición de los once conejitos, pues estos
preciosos amigos son los más idóneos cuando uno se dispone a renovar la decoración del hogar. Le agradezco, entonces, que me haya evitado hacer un trasteo
muy costoso. Para mi próxima ausencia me volveré a comunicar con usted por si
desea volverlo a ocupar. Para entonces mi nueva decoración será toda en metal.
Abrazos, Andrée.
¡Cómo te atreviste a profanarlo! Odio a tus conejos. Te advierto que perderás a
una buena amiga, pues no volverás a tener la gracia de ocupar mi departamento
nuevamente. Por tu bien espero que solamente sea una fantasía todo lo que me rela-
Bernarda Bueno De Serna – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
tas. En una semana regreso y anhelo encontrar mi hogar tal y como lo dejé.
Con afecto, tu hasta ahora amiga, Andrée.
Amanda Villalobos – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
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París, abril 8 de 2013
Carta a Pablo Neruda
Bogotá, junio 5 de 2013
Querido Julio:
Gracias por tu fabulosa carta.
Señor y gran poeta
¡Siempre has sido un bromista formidable! ¡Qué imaginación! Sé, con toda seguridad, que mi casa está tal como la dejé, es decir, en excelentes condiciones. Me
Pablo Neruda
Otras cartas a autores y artistas
he divertido mucho con tu broma y en cuando a tus recursos para ilustrar tus
fantásticas historias, no tienes fin.
Reciba este sencillo y humilde saludo deseándole que, cuando llegue este a sus
Conejitos, conejitos vomitados. Conejitos durmiendo en un clóset sin luna ni es-
manos, se encuentre gozando de bienestar con todos los suyos. Paso a contarle
trellas. ¡Pobrecitos! Conejitos que durante el día disfrutan de tres soles. Alguna
que soy una admiradora de sus maravillosas poesías. Desde que tuve la oportu-
vez escuché que el sol es perjudicial para la piel de los conejitos, pues creo que de
nidad de escucharlas he quedado fascinada.
pronto se quedan calvos.
Doy gracias a Dios por habernos dado este gran poeta, quien con sus poesías nos
Eso, vamos a agregarlo a tu historia. Conejitos vomitados y calvos.
da un elixir para la vida. Un bálsamo.
¿No será que traías por allá un “embuchado” en la conciencia, producto de tus in-
Dios lo conserve por muchos años para que nos deleite con sus maravillosas poe-
terminables horas de juerga y que, tal como me lo has confesado repetidamente,
sías. Espero que algún día tenga el placer de conocerlo y estrechar su mano.
te acosa algo en la conciencia?
Eso debe ser. Así que ¡fuera conejitos!
Tu amiga del alma, dispuesta a servirte en cuanto te quieras desahogar,
Cordialmente
Justina Conde – Biblioteca Pública Parque El Tunal
Andrée.
Sin Firma – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
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Bogotá, abril 9 de 2013
Cartas a Vincent van Gogh
Señor
Bogotá, abril 16 de 2013
Vincent van Gogh
Señor Vincent Willem van Gogh:
Apreciado señor,
Estimado Señor, le escribo estas cortas palabras para manifestarle mi admira-
Me dirijo a usted, para manifestarle mi admiración por su maravillosa obra artís-
ción hacia sus verdaderas obras de arte, como sus girasoles marchitos, sus caras
tica; también por el legado que dejó a la humanidad, que hoy disfruta de tan her-
feas con mucha expresión de dolor y angustia. También aquellos paisajes llenos
mosas pinturas. Yo estoy feliz de haber conocido sus cuadros de una particular
de aves y los hermosos trigales; la hermosura de su puente con estrellas y sus refle-
belleza y trazos perfectos.
jos en el agua; también sus zapatos viejos, su reunión en familia, todos apáticos.
El único defecto es su mal humor, según cuenta la historia, y sus crisis de depre-
Lo saludo cariñosamente; espero que se encuentre bien, donde quiera que se en-
sión, que lo llevaron a cometer graves errores en contra de su propia integridad
cuentre, y que siga disfrutando de su sabiduría tan hermosa.
y, de cierta manera, también la de su familia, que muy seguramente se preocupaban por sus problemas.
De todos modos, lo felicito por ser un hombre tan creativo.
Atentamente,
Atentamente
Flor Eloísa de Ramírez – Biblioteca Pública Parque El Tunal
Adiela Franco Biblioteca Pública Parque El Tunal
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Cartas Keiko Kasza
al verdadero Chancho para contarle su experiencia con el disfrazado que la había dejado tan mal impresionada.
Bogotá, febrero 7 de 2013
Definitivamente debemos ser nosotros mismos y no tratar de aparentar lo que
no somos. Me encantan sus cuentos, con ellos vuela mi imaginación y en la primera oportunidad los compartiré con mi nieto Camilito.
Keiko: Estoy admirada de estos lindos personajes, me preguntarás por qué. Pues qué
Espero seguir contando con sus maravillosos escritos que me dan tanta alegría
bonito ejemplo para nosotros los seres humanos porque nos muestra en realidad
en esta etapa de mi vida.
que para tener una buena amistad no importa ni la clase, ni la raza ni el color, mucho
menos la estatura; lo más importante y el mejor sentimiento es el amor.
Mis mejores deseos por el éxito en todas sus labores.
Atte.,
María Hersilia Pérez Peña – Biblioteca Pública El Tintal –
Carmenza Acuña – Biblioteca Pública Parque El Tunal
Manuel Zapata Olivella
•
•
Bogotá, febrero 7 de 2013
Señorita
Carta a “La peor señora del mundo”
de Francisco Hinojosa
Bogotá, febrero 21 de 2012
Keiko Kasza
E. S. M.
Antipática “Peor Señora del Mundo”:
Cordial saludo:
Reciba usted mi más odioso saludo deseando que se encuentre bien... mal.
Ante todo quiero presentarme contándole que soy una persona mayor y asisto al
Después de leer su lamentable historia no puede imaginar Ud. cómo disfruté su
Club de Personas Mayores en la Biblioteca Pública El Tintal.
fantástico final.
Hoy he tenido la oportunidad de leer “El día de campo de Don Chancho” y me he
Espero que sus hijos sigan sufriendo de tan dulces desayunos con los que Ud. los
divertido mucho viendo cómo Don Chancho, en su deseo de conquistar a Cerdi-
castiga. Que el pobre limosnero tenga el disgusto diario de sus obligados billetes.
ta, escucha el consejo del León y la Cebra y termina prácticamente ocultando su
Y así cada una de sus cotidianas víctimas sufra de sus gentiles atenciones el res-
verdadera identidad, consiguiendo asustar a la Cerdita, quien horrorizada acude
to de sus días.
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Le sugiero que recoja todos los ladrillos de la preciosa muralla y construya un
rrible si te caes a una alcantarilla, ¿quién se te acerca? Y cuando pasas por un
gran parque donde los niños sean castigados con múltiples juegos, helados, dul-
basurero, cómo te incomodas cuando no te bañas ni te cambias de ropa.
ces y demás actividades que los dejen exhaustos.
Pues te diré que todo esto que tú manifiestas no se debe hacer, porque es malo
Espero que al derrumbar la muralla no se haya partido ninguna uña, para que
para la salud, das mal aspecto para el medio ambiente y la comunidad donde vi-
con ellas pueda herir la tierra con grandes surcos y allí pueda castigar a los cam-
ves. Sólo te recomiendo cambiar todo para la buena salud, la buena presentación
pesinos sembrando todo tipo de horrorosas plantas como trigo, fríjol, tomate,
y el buen ambiente.
frutales y demás. Así podrá Ud. disfrutar de cómo toda la población se ve obligada a comer todo aquello.
Cordialmente me despido,
Espero que se sigan cumpliendo sus deseos de gran manera.
Sara Téllez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
Me afirmo su eterna enemiga,
Luz Sophia Rodríguez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
•
Carta al protagonista de
“El libro apestoso” de Babette Cole
Bogotá, febrero 21 de 2012
•
Carta a “Papá Sumo” de Isabel Pin
Bogotá, febrero 21 de 2012
Me gustaron mucho todos los cuentos que nos leyó nuestra promotora, todos
son instructivos, para contárselos a mi nieto Juan Sebastián. Nosotros nos embobamos, leyendo y cuando nos leen, se nos pasa el tiempo. El cuento Papá Sumo
es como un ejemplo para todos nosotros, que no importe que el papá sea gordo,
Mi querido Señor Apestoso:
que así lo quieran mucho, que nuestros hijos nos quieran así.
Aunque a veces a nosotras, porque uno ya está un poco viejo, nos tratan con indife-
Recibe mi saludo, en el cual te deseo una completa salud.
Señor Apestoso, con todo el respeto, quiero decirte que referente a tu forma de
vivir no estoy de acuerdo porque el aseo es importante. Tú vives de una forma
desordenada, ¿por qué razón? ¿Por qué manifestar el olor de la pecueca? Es ho– 66 –
rencia, porque a veces uno no oye bien y se nos olvidan las cosas, y también porque
muchas de nosotras no tenemos plata, no nos esperamos a la pensión y tampoco tiene uno casa para vivir, entonces lo tratan a uno duro, pero es que muchas personas
no nos pusimos las pilas, pero bueno, gracias a Dios todavía estamos vivos.
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Bueno yo creo que me salí del tema, disculpen, pero todos no pensamos lo mismo
Solo puedo sentir una profunda admiración por usted y cada una de las etapas
y lo que yo pensé fue eso que les comunico. Gracias y perdonen.
que superó. Inició muy joven su camino, solitario y parece que el amor de mujer
no fue su punto de suerte. ¡Qué lástima! Un corazón con tan bellos sentimientos
merecía haber gozado de las mieles de un gran amor. Al menos, logra exaltar a la
Margarita Merchán – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
mujer en su vida a través del noble y tierno amor de las madres —tal vez, por ello
elige usted exaltar el valor y fortaleza de los bogas, por encima de las delicias del
•
amor—.
Creo que su temprana partida fue un triste accidente que el cielo permitió para
Cartas a Candelario Obeso
que fuese usted a escribir poemas a los ángeles negros y a la morenita (la virgen
[Sin fecha]
de Guadalupe).
Reciba mi admiración y aprecio; y espero que cuando yo llegue a esos lugares
Un mensaje a las estrellas
usted me reciba con un abrazo de amistad.
Querido señor Candelario de apellido Obeso, que de obeso no tiene más que su
panza. La suya fue una vida ardua de grandes retos, un hombre fuerte, valeroso
de mente brillante con un toque de genialidad. Su amor por su raza, sus costum-
Luz Sophia Rodríguez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
bres, hinchó su corazón de coraje y fortaleza y lo condujo a revolucionar la literatura, usando la jerga y dialecto propio de su gente en sus poemas.
•
Sería la combinación entre la intelectualidad de su padre (abogado) y la humil-
[Sin fecha]
dad de su madre (lavandera) la que forjó en usted esa extraña mezcla entre rústico afrodescendiente e intelectual, brillante literato, poeta, políglota y gran estudioso.
Estimado Candelario:
Sabemos que físicamente no estás, que no nos ves ni nos oyes; pero en esta tierra
No logro explicarme por qué siendo usted un hombre capaz de vencer tantos re-
un grupo de personas escribiremos para ti. En lo que leímos sobre ti se refleja
tos, que ascendió en sus estudios de tal forma, no logró una mediana estabilidad
la presencia de un hombre muy especial. Gran hijo, estupendo estudiante que
económica. Tal vez, en esa época, la actitud racista de quienes lo rodeaban no le
gracias a su emprendimiento y constancia tuvo la oportunidad de viajar y des-
brindó la oportunidad de ser valorado en su justo punto.
empeñarse en diferentes cargos.
Su lucha fue doble, por un lado su formación académica y por el otro su lucha
Le damos gracias por darnos a conocer sus costumbres ancestrales por medio
por hacer valorar su región, su gente, sus orígenes, su raza.
de la poesía que hoy tenemos enfrente, pues, por este medio, podemos conocer
sus valores y la cultura en la que nació. Valoramos muchísimo la tenacidad con
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la que asumió cada una de las dificultades. Sin duda, es usted una fuente de inspiración pues no fue nada fácil lograr reconocimiento dentro del panorama social y cultural del país. Leerlo hoy nos hace sentir que podemos de cierta forma
reconocer su lucha, trabajo y espíritu. Como nuestro padre celestial nos conoce
Mi Amado Candelario,
Te estoy conociendo y ya te admiro. Me gustan tu sencillez y profundidad al escribir. Me impacta tu rebeldía en pro de la defensa de los tuyos.
a todos, muy seguramente usted tendrá una mejor vida, junto a Dios que deberá
Qué duro es nacer negro en este país —como en casi todos— ¡qué pesar! El estig-
estar disfrutando de sus cantos.
ma injusto con que algunas criaturas nacen; ser de un color diferente al del que
tiene el poder. Ser una persona con mucha fuerza para el trabajo y ser por esto
Cordialmente,
explotado como un objeto; ser confundida su algarabía y sabrosura con rebeldía
Silvia Herminda León, Mercedes Almaza Velásquez, Araminda León, María
Jiménez, Leonor Pérez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
y bajeza; no ser considerada su amargura y su tristeza como signo de ultraje y
sometimiento; ser pobre porque el destino y la historia así lo quisieron y los de la
clase dominante se encargarán de que sea así por mucho tiempo más.
Pero tú superaste muchos escollos, saliste de tu terreno para tratar de hacer lo
•
que los ricos hacían: estudiar, conocer otros lugares, aprender nuevas formas de
comunicación, destacarte como ellos. Sin embargo, hoy, trecientos años después
todavía se siente la discriminación y la falta de oportunidades para la gente tan
[Sin fecha]
hermosa como tú. Fuiste un ser excepcional, un poeta sensible a los sonidos y
sentires de tu pueblo, de sus animales, al amor de tu familia; especialmente al de
Señor
las madres. Me gusta tu lenguaje autóctono en contra de la aristocracia; sigue
Candelario Obeso
en el cielo cantándole a los ángeles —negros y blancos— con esa sabrosura que
Recordado poeta,
llevas por dentro, sigue exaltando a los bogas, continúa alabando las costumbres
De todo corazón le escribo estas cortas palabras. Aunque vivimos en épocas diferentes (1849-2013) y hasta hoy tuve la dicha de conocer sus poemas y apreciar
en ellos la sencillez con que plasmó su corta vida, me hubiese gustado conocerlo
de la gente sencilla, amorosa aunque triste.
¡Que viva la vida elemental, la más honesta y útil!
para compartir aunque sea una partecita de sus preciosos conocimientos.
Me gustaría conocerte mucho más.
Amigo, ya que no está con nosotros, tenemos sus poemas para recordarlo y transmi-
Atentamente,
tir mediante ellos la lección de vida que a cada uno de nosotros nos ha dejado.
No siendo más por el momento, se despide su admiradora número uno.
Gladys Arciniegas R. – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
Hilda de Ayala – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
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Cartas a Gregorio Samsa
Hasta este momento está en el suelo, ¿cuál será el siguiente paso? ¿Qué pasará
cuando se mire al espejo?
Hasta ahora no ha mostrado miedo, eso quiere decir que es valiente. ¿Será capaz
Señor Gregorio Samsa
de montarse en un tren y visitar a un cliente en esas condiciones? ¿O para enton-
La ciudad
ces ya habrá recuperado su estado natural?
En mi precario conocimiento psicológico veo que debe ser algo traumático la
¿No será que usted aún no se ha despertado?
metamorfosis humana en un insecto, pero como en la mente creativa de un escritor todo es posible, yo considero, y dependiendo de distintos factores, ya sean
familiares, educativos, y hasta sociales, quien escribe, da curso a su historia con
intimidad de elementos relacionados con su vida y sus conocimientos.
Por ello es, a mi manera de ver, comprensible su historia y su increíble y triste final.
Si todo hace parte de la realidad, deberá tener valor (que a usted no le falta) y
vivir como un bicho; cosa que debe tener algún beneficio, ya que los humanos no
lo tendrán en cuenta.
Atentamente,
Mery Rojas – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
Ojalá descanse en paz.
Alcira Rubiano – Biblioteca Pública Parque El Tunal
•
•
Bogotá, febrero 20 de 2013
Bogotá, febrero 20 de 2013
Señor
Señor
Gregorio Samsa
Gregorio Samsa
República Checa
Praga, República Checa.
Gregorio, su situación es bien extraña. Despertarse en esas condiciones. Pero,
como usted es muy joven y fuerte, sabrá salir airoso de ese impase.
Respetado Gregorio:
Dice que teme golpearse la cabeza al bajarse de la cama, pero mire que lo logró
Entiendo que usted está pasando por un mal momento en su vida laboral y per-
sin hacer mucho estruendo. Y, ¿ya ha escuchado al gerente que lo ha venido a
sonal. Tengo que decirle que he vivido estos periodos infernales en los que los
buscar? ¿Cómo va a hacer para presentarse así? Y, ¿qué pasó la noche anterior,
problemas son tan grandes que me he sentido como usted, como una cucaracha.
qué síntomas presentó acaso?
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Puedo también manifestarle que después he logrado superarlos. Con el tiempo
Bogotá, febrero 20 de 2013
estos impases me han servido para reflexionar que todas estas inconformidades
me han hecho madurar y humanizar.
Estos problemas tenían una razón de ser y me sirvieron para mejorar mi vida.
Ojalá esto le sirva de consuelo.
Señor
Gregorio Samsa
E.S.M.
Con especial cariño,
Querido amiguito, con gusto doy gracias a la imaginación que tiene para transcribir todas sus dificultades para moverse y de contar con plena seguridad todo
Esperanza Rodríguez R. – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
lo que le ha sucedido desde que despertó.
Lo admiro por cómo ayuda a su madre y por el sometimiento y la obediencia que
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practica como un niño bien educado.
Bogotá, febrero 20 de 2013
Le deseo de corazón que siga así, pues, la vida lo recompensará con un futuro seguro.
Hola, Gregorio:
Hoy, por casualidad, me enteré de tu preocupante situación. Creo que es algo
pasajero y por lo pronto debes tener un poco de paciencia. Tu trabajo te está ab-
Atentamente, su amiga,
Imelda Saavedra – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
sorbiendo demasiado y todo tiene un límite.
Es muy loable lo que haces por tus padres pero trata de hallar otra solución, pues
el estrés y la angustia te están afectando hasta la locura, lo cual no es sano para
tu cuerpo y tu mente.
Piensa un poco más en ti mismo; se ve que no disfrutas de la vida y eso es lo más
importante para un ser humano. ¡Fíjate que te estás deshumanizando hasta el
punto de creerte un insecto! Qué baja autoestima debes tener.
Pero debes sobreponerte, buscar otros horizontes, cambiar de trabajo, ver la vida
desde otra perspectiva; solamente así podrás llegar lejos.
Con todo mi afecto y comprensión,
Constanza Álvarez – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo
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De: Pablo Campiño
Para: El amigo Rutero
¡Hola, rutero! Pude observar, gracias a tu mami, el diario infantil donde anotaste la inclinación que tenías de niño por el ciclismo, al parecer, inducido por la
famosa “Vuelta a Francia”. Conocí tus primeros pedalazos en la bicicleta que la
mamá te compró, así como la decisión de ella para entrenarte en casa y fuera de
ésta, usando equipos, hechizos, masajes y alimentación, cuyos sobrantes cedías
a la mascota, el perro Bruno, que por cierto estaba gordito, condición que no fue
obstáculo para que después se convirtiera en un perro investigador.
Y a propósito de perros, tu figura larga aunada a la lucha por conseguir un campeonato negado, me recuerda “Los Cazadores y los Perrilla” de nuestro poeta
Marroquín: “perra de canes decana y entre perras pronto perra, era tenida en
su tierra, por perra antediluviana” […] terminando en “aquella perrilla, si ¡cosa de
volverse loco!: ¡no pudo coger tampoco al maldito jabalí!”.
¡Tú tampoco campeaste, rutero!
Reconozco el gran esfuerzo que hiciste con el apoyo de mamá y los suyos, subiendo una carretera montañosa. Meritorias todas esas luchas. No es fácil pedalear
en las cuestas, aunque los aplausos y los gritos estimulantes de los espectadores
ubicados en ambos lados de las vías ayuden a paliar las exigencias, junto al tuu,
tuu, tuu, constante del silbato en la boca de la madre incansable.
Es precisamente en ese momento de máximo cansancio y triquiñuelas al carro
acompañante, cuando gentes de mal vivir te secuestraron llevándose a dos compañeros más, trasladándolos en un barco gigantesco hacia otro país para ser víctimas de la mafia del juego, que ubicándolos en un escenario especial para que
los vieran desfallecer los jugadores asistentes y cobraban sus apuestas con el
ganador seleccionado. El riesgo fue mayor que escalar montañas: ¡se jugaba la
vida con los mafiosos!
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Bogotá, noviembre 4 de 2012
Sin embargo, tu madre minusválida de un pie y tantos años encima, con un corazón grande como el de todas las buenas madres, luchó valientemente para
recuperarte. Así fue que usando una prenda tuya, aplicó el olfato perruno de
Bruno para detectar tu ubicación, en principio con casos fallidos, pero, al final,
Hola, compañero durante 40 años.
exitoso en un país extraño con habitantes y costumbres diferentes. Ella pasó por
FELIZ ANIVERSARIO.
circunstancias difíciles también, así como otras divertidas comidas no acostumbradas (ranas casi crudas y por ende sal-ta-ri-nas), multitudes en tránsito por
las calles, eludir a los mafiosos, compartir con las trillizas cantantes, haciendo
Recordamos hoy tantas cartas que con su tinta impregnaron de amor cientos de
brillar sus virtudes para sortear las situaciones, incluso produciendo sonidos ar-
hojas de papel de cuaderno hasta perfumadas esquelas, suena cursi pero en el
moniosos con elementos comunes y con su zapato de tacón alto para compensar
amor todo es válido, todo forma caminos.
la deformidad física: tóc, tóc, tóc, tóc tóc.
Nuestra convivencia nos aporta cada día muchos aprendizajes y hoy recuerdo
Bruno, el gran Bruno, además de aportar su capacidad investigativa, la obsesión
como definitivo tu pasión por la música romántica, por ello esta carta intenta re-
por el paso del tren citadino con el ruido típico de rieles (el tras tras tras) de las
unir melodías, letras y el sentimiento de canciones que son como “nuestra banda
ruedas y el zumbido de chispas metálicas, lo volvió casi adivino, pues no solo
sonora”.
se desesperaba cuando éste pasaba, sino que lo presentía momentos antes que
ocurriera. Sus ladridos, carreras y saltos (¡con tanta gordura!), se volvieron tan
insistentes, que azoraban a los presentes y hasta a los mismos pasajeros cuando
el vehículo paraba frente a su ventana. ¡Los guau guau fueron retumbantes!
“Parece que fue ayer” cuando “Te quiero dijiste”, pensé… “No tengo edad” pero
con cada “Serenata de amor”, “Contigo aprendí” que “Como yo te amo” era difícil
vivir “Sin ti” y acepté el “Matrimonio” con la “Bendición celestial” en “Mi viejo
San Juan” aceptamos que “Triunfamos” y “Nosotros” nos dijimos ”Caminemos”
Amigo rutero, tu historia deja muy en claro que el mejor equipo de vida es el de
bajo un “Rayito de luna” empezamos el “Camino de la vida”; nunca nos obliga-
la familia, y, en ésta, ¡la madre ocupa un espacio preferencial!
mos a un “Júrame” bastó decir “Dios, cómo te amo” y en cada “Buenas noches mi
amor” renovamos nuestro compromiso.
Con aprecio,
Cuando quedó “Venecia sin ti” por tus proyectos académicos, pudimos “Amar y
Pablo Campiño – Biblioteca Pública Virgilio Barco
vivir” porque “A veces llegan cartas” que llenan a este “Maravilloso corazón” y
“Contigo en la distancia” escuchando los “Sonidos del silencio” tarareaba “Cara
mía”. Nunca fuimos “Extraños en la noche” y con la “Plegaria” del “Avemaría”
nos pedíamos “Amor mío, cuídate” y aunque estemos tan lejos como en una “Isla
de Capri”, “Como yo te amo”, “Tú significas todo para mí”, afirmo que eres “Tú lo
mejor de todo” y recuerdo cuando decías “La gloria eres Tú” porque con “Tu voz”
“Tú me acostumbraste” y “Adoro” “Ahorita” “Cómo han pasado los años” con nuestros “Tres regalos” tres tesoros de hijas que son un “Poema” y un “Madrigal”.
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En mi juventud pensaba con “Delirio” en “El día que me quieras”, “No sé Tú” pero
do que en un pueblo de Santander se perifoneaba para la presentación de cada
forjamos una vida “Inolvidable” sin definir “Cómo fue” tal vez es solo una “Histo-
película; se proyectaba en un teatro viejo improvisado en listones de madera. Las
ria de amor” “A mi manera” y a la tuya también.
funciones eran solamente los sábados. Tiempo después se hicieron muy popu-
“Voy a apagar la luz” segura que “Jamás te olvidaré”, que “Me llevarás en Ti” y cada
minuto tendrá “Sabor a mí”.
lares las películas de James Bond que se alquilaban en VHS. Me gusta mucho el
cine; mis favoritas son las películas de drama, misterio y comedia.
Yaneth Mateus M. – Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea
“Eternamente”
Amparo – Virgilio Barco
Historias sobre Ciudad Bolívar
El sitio en donde hoy es el barrio el Perdomo era una tierra árida donde había
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muchos cactus. El barrio lo fundó el padre Ismael Perdomo; la capilla fue cons-
Retratos de la memoria
Textos del Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública
Perdomo – Soledad Lamprea
truida con tejas de latas, las calles eran de tierra y no había acueducto. El barrio
consumía agua de un pequeño aljibe y después pusieron varias pilas de agua; se
hacía fila para comprar el “cocinol” y solamente había una escuela. La mayoría de
las casas eran en latas y ladrillos, algunas tenían grandes solares donde se sembraban brevas y duraznos; algunos habitantes criaban cerdos y ovejas. Llegaba a
En 1959, en un barrio llamado San José Obrero, por la antigua vía al llano, un ca-
este barrio una sola ruta de buses. No había parques ni centro de salud. Cuando
rro viejo con altoparlantes anunciaba la presentación de las películas mexicanas;
llovía todo se inundaba.
yo apenas tenía 8 años. Tenía cuatro palos que parecían un arco de fútbol, colocaban una sábana grande y con unos proyectores gigantes pasaban la película
Fabiola González – Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea
con todos los artistas. En un potrero, algunos nos sentábamos, otros veían la
función de pie. Fue todo un acontecimiento. No me acuerdo qué película vi pero
sé que era muy chistosa y también había películas de tiroteos.
Hilda A. Hernández – Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea
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Historia de un niño en la década de los treinta
A muy temprano tiempo, cuando contaba aproximadamente con tres años de
edad, vivía con mi “Mamá-Señora”, o sea, mi abuela. Estos son los primeros reMi experiencia con el cine en Bogotá fue por los años 78 o 79. Mi papá me llevó
cuerdos de mi vida. No conocía a mis padres hasta entonces. Mi abuela era una
a ver a Cantinflas, el primer episodio de Súperman y El Monte Calvario, para la
campesina que cultivaba la tierra y se dedicaba a la hechura o fabricación de
Semana Santa. Yo tenía por esa época seis o siete años. Después, como a los once
alpargatas de fique.
años, vi El barrendero de Cantinflas con mi familia. Luego, a los 14 años, recuer– 80 –
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La casita en la que vivíamos estaba hecha en bareque. Sus paredes eran de barro
Lo asombroso fue que mi “Mamá-Señora” antes de regresar a la casa, ya sabía
y su tejado era de paja. Estaba a una hora y media de mi pueblo, en una vereda
que los huevos no estaban allí. Mi abuela nunca aprendió a leer, nunca sus pa-
llamada Los Rosales.
dres le dieron algún estudio, pero ella era bien experta en hacer sus cuentas. Así
Un día mi “Mamá-Señora” se fue para el pueblo porque era día de mercado. Ella
llevaba sus alpargatas, algunos huevos y parte de su cosecha para venderlos allí.
Así que este día me dejó solo en la casa.
En aquel tiempo no existían los muebles. En cambio hacían un tarimón que remplazaba los enseres de hoy día. Los hacían al estilo sofá, hechos en piedra y barro. Había uno por dentro de la casa y otro por fuera del rancho. Las camas las
que este visitante fue el causante de que mi “Mamá Señora” me colgara de la viga,
castigándome así por mi inocencia.
Mis padres vivían en Bogotá. Yo calculo que mi edad estaba entre los tres años.
Ya que cuando me reuní de nuevo con ellos conocí a mi hermana menor, quien
tenía un año de nacida. Apenas gateaba.
De esta forma culmino mi historia de cuando yo tenía tres años de vida en este mundo.
hacían con cuatro horcones; cuatro palos con horqueta enterrados en la tierra.
Ismael Arias Beltrán – Biblioteca Pública Parque El Tunal
Se le colocaban palos entrecruzados y los colchones se hacían a punta de juncos,
esteras o costales. Esos eran los “Colchones Pullman” de aquél tiempo, allá en los
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campos.
Aquél día me tendí sobre el tarimón encima de un costal. Me acosté mirando las
Bogotá, febrero 20 de 2013
plantas y los árboles. Afuera del rancho había sembrados de maíz, fríjoles, habas
y arvejas. Estaba absorto entretenido con el viento que movía extrañamente las
hojas de la planta de maíz. No todas las hojas se movían, sólo unas cuantas; era
como si estuvieran bailando. Así me quedé dormido.
Pasó un gran tiempo, aunque el sueño no me dé la medida. Cuando desperté vi
que llegó un joven de unos doce años. Este simplemente me preguntó por dónde
subían las gallinas al zarzo a poner los huevos. También preguntó por dónde y
cómo mi mamá hacía bajar los huevos del zarzo. Sin imaginar la razón de estas
preguntas, yo respondí con esmero a cada una de ellas.
El rancho tenía una puerta y un candado muy grande. La llave, igual, era grande,
como la que le ponen a la imagen de San Pedro. Pero esto no fue un obstáculo
para que este visitante llevara a cabo su propósito, que era robarse los huevos.
A las gallinas les ponían una varita en forma diagonal para subir al nido, pero
el visitante no abrió el candado, ni lo vi subir por la vara. Ignoro cómo, pero los
huevos desaparecieron.
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Niña raptada
Mi historia es la siguiente:
Desde que tenía cinco años empecé a sufrir. Nunca supe lo que fue la niñez. Mi
mamá estaba muerta. A mi padre le tocaba andar conmigo a todas partes. Lo
perseguían los “Chuma” para matarlo. De noche, corría conmigo al monte a esconderse; me colocaba adentro de una cueva con una vela encendida y luego se
marchaba a pescar con un anzuelo toda la noche.
Yo nací en San Agustín, Huila. Yo tenía dos hermanos, uno se llamaba Pedro y el
otro Luis; de ellos no volví a saber nada. Una pareja me encontró y me dijeron que
me fuera con ellos. Me dijeron que me darían todo lo que quisiera, ropa, comida,
estudio, muchas cosas. Eran unos fritangueros que iban a todos los pueblos. Me
subieron a un carro y me raptaron.
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Me llevaron a un pueblo llamado Altamira. Llegamos a una casa y allí me dejaron
Mayo 15 de 2013
encerrada en una pieza totalmente a oscuras. Yo no hacía sino llorar y gritar. Llamaba mucho a mi padre, hasta que me taparon la boca con un trapo.
Ellos tenían tres hijos, me trataban con groserías y me golpeaban. El poco ali-
Diario
mento que me daban eran los sobrados de sus comidas. Me hacían levantar tem-
Hoy estoy alistando todo para mañana ir a dar un paseo. Esto a cuenta de la Al-
prano para que encendiera el fuego de la casa, como yo no sabía o no podía, me
caldía Local de Bosa. Todo está pago. Tengo que salir a las cinco de la mañana de
pegaban con un rejo mojado en la alberca.
la casa. El paseo es para Arbeláez, Cundinamarca.
Duré un año con ellos. Me obligaban a cocinar aunque yo no sabía. Un día me
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comí sin permiso una tajada de hígado y uno de los hijos se dio cuenta. Primero,
me golpearon la boca, luego, me metieron las manos en el fogón de leña y yo gritaba de dolor.
Hoy la pasé feliz en una pequeña finca en Arbeláez, Cundinamarca. Tomé fotos
a los bellos paisajes de la región. También le tomé fotos a las personas y hasta a
unos patos y a unas cabritas que vi. Todos hacen parte del paisaje en el entorno.
Unos vecinos se dieron cuenta de la situación y fueron a la estación de la policía.
Dos policías llamaron poco después a la puerta de la casa. Ellos no quisieron
abrirles. Yo aproveché para gritar con todas mis fuerzas. Finalmente, ellos entraron a la fuerza y se dieron cuenta de mi situación y mis quemaduras. Me llevaron
al hospital.
Mayo 17 de 2013
Hoy me comuniqué con mi hijo que está en Argentina por el correo electrónico.
Qué buena es la tecnología.
Al hombre lo llevaron preso. A la mujer la condonaron pues estaba en cinta. Mucho tiempo después me mejoré y el comandante de policía me llevó a un colegio
de monjas. Allí duré un año, aunque me sacaron porque era una institución costosa y no podían mantenerme.
Mayo 18 de 2013
Hoy estuve comprando unas cositas en compañía de mi hija menor, que siempre
Luego erré de familia en familia durante mucho tiempo. Así hasta los veinte
años. Luego me vine a trabajar a Bogotá y me salió pretendiente. Él fue el padre
de mis tres hijos. Aunque era un hombre irresponsable y nos abandonó. Tuve
me colabora en todo.
Por la noche asistí a la celebración del día de pentecostés.
que trabajar por días y años para hacer de padre y madre al mismo tiempo. Mi
hijo menor murió en un accidente, a mí, casi me pasa lo mismo.
Mayo 19 de 2013
Hoy estuve de locha buena parte del día, pero me dio vergüenza seguir perdien-
Lucila Jojoa – Biblioteca Pública Parque El Tunal
do el tiempo sin hacer nada. Me pellizqué y resolví arreglar mi cuarto que estaba
bien desorganizado.
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Ahí sí me sentí sin cargo de conciencia.
piado, entre otras, queremos compartir contigo nuestro humor en pocas palabras:
Mayo 20 de 2013
—Un pollito llorando le dijo a mamá: “Mamá, mi papito se fue a la rueda de Chi-
Hoy leí un artículo sobre la posibilidad de alimentarse de insectos por su alto
cago y no nos llevó”.
valor en proteínas, tal y como lo hacen 2.000 millones de personas en el mundo.
En la esquina de la casa había un asadero de pollos.
Esa idea no me gusta; me llamó la atención pero no le jalo.
—Cuando yo estaba chiquito me daban pasta y queso, y ahora que estoy grandecito me dan con el rejo tieso.
Mayo 21 de 2013
Hoy no ha pasado nada especial. Sólo doy las gracias a Dios por el sol y por la
Gloria Pardo y María Emilia Dussan –
lluvia, por lo dulce y también por lo amargo de la vida.
Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella
Mayo 22 de 2013
Hoy me he puesto a reflexionar por qué mientras unos tienen tanta plata que
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no saben ni qué hacer con ella, otros no tenemos ni para el bus. Y mientras unos
viajan por todo el país, otros no podemos ir ni a Melgar. ¿Por qué la vida tiene
que ser así?
Adiela Franco – Biblioteca Pública Parque El Tunal
La acusación
Cuento
Ayer me acordé de un caso que me pasó en Villarrica, Tolima, en la que era nuestra finca. Un asunto de una acusación que le hicieron a mi esposo, Luis. Fue un
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vecino, Alberto, no muy alto, no muy bajo, como algo trigueño y joven. Tenía una
cabeza rectangular, ojos saltones, pelo alborotado; caminaba cojo de la pierna derecha. Tenía pantalones rotos. Todos los pantalones que se ponía estaban rotos.
Humor de pocas palabras
Querida(o) compañera(o):
Cundo se reía asustaba a la gente porque los dientes desportillados raspaban la
mirada de los que lo rodeaban.
Era extraño ver una humareda en los potreros, humo que se combinaba con la
Mientras escuchamos anécdotas chistosas sobre caídas, faldas desabotonadas, peleas por pantalones en descuento, tropiezos con maniquíes, uso de calzado inapro– 86 –
neblina de los días de lluvia. Alberto fumaba como un barco y desprendía un olor
a chimenea que espantaba las vacas y que hacía llorar a los terneros.
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Era casado y tenía dos hijas, la mayor llamada Rosa y la menor Isabel, su esposa,
izquierdo sería de mala suerte. El ojo derecho se empezó a poner rojo y la fren-
Yaneth, era una campesina algo andrajosa, de estatura mediana, piel blanca, más
te seguía más hinchada. La infección fue tal que dejó de ver por ese ojo hasta
joven que él. Tenía una cabeza redonda, ojos rasgados, pelo rojo; sus hijas, todas
que se le hundió. Lloraba desaforadamente sobre todo por el comportamiento
ellas de diferente edad, feas, de pelo alborotado, igual que el del papá.
de los militares. Los veía pasar por los linderos de la finca y se escondía debajo
El día de la acusación mi esposo Luis estaba enfermo. Tenía sinusitis y el mundo
se metía por los poros en forma de luz, se llevaba las manos a la cabeza y yo no
entendía si era por dolor o por rabia. Él era inocente.
Sin embargo, como pudo se levantó a estar muy pendiente de su familia y a saber
lo que estaba pasando.
de la casa durante tres o cuatro horas hasta que calculaba que se habían ido. En
ese tiempo la finca era de él. Las caminatas y las armas de los militares fueron
dañando nuestra huerta. Llegaban y cogían las frutas sin madurar, se bañaban
dentro de los cultivos, hicieron cambuches…, ahí estuvieron como tres días durante los cuales desapareció la producción.
Luis se camuflaba con costales y subía a la pieza para que yo lo alimentara y
Mi esposo Luis era ganadero, agricultor, trabajaba en la finca todos los días, era
le curara las heridas, que ahora eran más grandes; tenía yagas por toda la cara.
buen vecino y no se metía con nadie.
Estas fueron avanzando por todo el cuerpo remplazando los costales. Luis sabía
El ejército nos rodeó la finca para comprobar eso. Requisaron toda la finca y la
casa. Amenazaron a mi hijo, que cuando eso estaba muy pequeño e inocente, y a
mí; no nos dejaban mover del lugar donde estábamos parados y nos hacían unas
miradas como matadoras, pero en sentido de crueldad.
Fue interrogado por esta gente. Ellos se portaron muy groseros. Su aspecto era
tan maquiavélico que asustaban; los animales los miraban y era tanto el miedo,
que hacían unos ruidos estremecedores, los perros ladraban y corrían por todo
lado, hasta se escondían y también aullaban melancólicamente.
que era irreconocible para los uniformados. Aún con yagas salía a hacer otras
labores en la finca por fuera de la huerta. Caminaba como una mancha café por
los potreros mientras las vacas mugían desesperadas. Cuando el ejército salió,
la realidad le mostraba a Luis que la huerta ya no estaba. Se puso tan triste que
se sentó en la mitad de la huerta y empezó a actuar como si estuviera loco, a dar
vueltas sobre su propio eje y a gritar.
Después de ese día intentó arreglar las cosas para poder comer en el futuro. Se
recuperó la mitad de la huerta en seis meses. Esto hizo que sus dolencias se acrecentaran a tal grado que fue decayendo hasta quedar repartido por la tierra. Lo
Luis se mantenía intranquilo y pensativo todos los días. Por las mañanas se le-
último que encontramos de él fue la cabeza, que estaba intentando entrar a la
vantaba y comenzaba sus labores, pero con la zozobra de no saber en qué mo-
casa.
mento volverían a interrogarlo.
Al ver esto decidí cambiar la finca por otra en Venecia, Cundinamarca, empaqué
Se rascaba la cabeza, a consecuencia de eso su salud seguía perjudicada: después
las cobijas de Luis, algunos libros, una gorra y dos gatos, algunas gallinas, un ma-
de un tiempo de estarse rascando le empezó a salir materia de la frente y yo te-
rrano, tres perros y mis hijos. Aparte, empaqué unas semillas de caléndula.
nía que hacerle emplastos de caléndula, pero esto no le servía de nada porque
entre más días pasaban la frente se le infectaba más y más.
Se le fue hinchando hasta que le llegó al ojo derecho. Él decía que si fuera el
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María Esperanza Maldonado - Biblioteca Pública Arborizadora Alta
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Llegar a Bogotá
Relato I
De pequeñita yo jugaba con mis primas y alzábamos las papitas, las envolvíamos
Mi pueblo es Gachala, Cundinamarca. Allá se dan muchas cosas: papa, yuca,
en tela y se convertían en niños. Nos hacíamos comadres, les echábamos un po-
arracacha, plátano, caña, café, todo eso se da. Nosotros estudiábamos a una hora
quito de sal y agua y ese era el bautizo. Luego tostábamos las arvejas, las habas
de la casa; dos días a la semana, desde El Toronjo. A mí me daba miedo cuando
y hacíamos abejones. Allá tenían amasadero de pan y hacían guarapo, entonces
pasaban los cadáveres en el chichorro porque sonaba feo.
cogíamos la miel y la echábamos a los tostados y se apilaba todo.
Yo siempre me estaba por un monte corriendo; me la pasaba como con treinta
Mi mamá se casó después porque mi papá murió en la primera guerra mundial.
muchachos. Mi madrina me daba de comer junto con sus hijos. Yo me acomedía
Pues se fue con mi padrastro y vivimos con él. Ya yo seguí con ellos, ayudándolos
a hacer oficios, ayudar con el ganado y así. Vivía con mi abuelita Rosa, porque mi
con los niños y el ganado y nunca estudié. Hasta ahora estoy estudiando aquí
mamá propia trabajaba. A las seis de la mañana salíamos para llegar a misa de
cerca en las Acacias, de donde me trajeron a la biblioteca. Ya se firmar pero toda-
nueve; era tarde porque el padre sabía que la gente vivía lejos.
vía no escribo de corrido.
Nos dejaban de caseros. Primero que todo hacer oficio y alistar la leña. Tostá-
Mis padres murieron y mi hermana nos trajo aquí para Bogotá a trabajar y a
bamos maíz, hacíamos turrón. Nos poníamos a hacer chistes con eso y a decir
sufrir. Porque imagínese, uno no sabe qué lo van a poner a hacer. Acá nos sepa-
“mire ese bollazo”. Y luego nos íbamos a amarrar las vacas y encerrar a los bece-
ramos. Yo sufría mucho por ellos. Yo trabajaba quince días y pedía permiso para
rritos. Hacíamos de comer y luego cada uno cogía para su casa.
visitarlos y saber cómo estaban. Crecimos y ellos ya fueron saliendo adelante
solitos. Se volvieron grandecitos, se casaron y ahora trabajan. Yo fui la encargada de ellos y como solo éramos los tres, pues yo debía dar cuenta de ellos. Uno
prestó el servicio y eso me hizo sufrir, que no me lo fueran a matar.
Mi otro hermano estaba soltero, hasta que formó su hogar y yo me puse de interna. Duré años trabajando así. Me conocí con el que es mi esposo. No nos
casamos pronto. Con él tuve tres niñas. Hasta que nos casamos; llevamos como
cinco años casados. Las hijas se casaron, la menor vive con su esposo en mi casa.
Hasta la hora presente, sobrellevando mi vida.
Nos embarrábamos hasta el corazón. Metíamos los brazos hasta el codo para
sacar los zapatos que se enterraban o los cargábamos para que no se ensuciaran.
Para ir a misa.
A los trece nos trajeron para Bogotá. Y como uno ya se vuelve creído. Cuando
llegué me tocó trabajar en una casa de familia y duré ahí tres miserables días. De
ahí en adelante ni más. El día que llegamos a mí me trajeron mi mamá, mi tío
y mi abuelita (alma bendita). No me podían dejar porque yo tenía un novio que
ellos no me lo querían. Yo allá estaba muy feliz y enamorada de Adolfo, con el
que yo llevaba seis meses.
Eso fue en julio, pero no me acuerdo de qué año. Llovía muy duro y eso era un solo
Maria Carlina Pérez – Biblioteca Pública Arborizadora Alta
barrialero. Con todo y eso, a mí sí me gustó llegar a la ciudad. Lo que sí me dolía mucho
y me hacía llorar eran esos niños a los que tuve que cuidar y que duré solo tres días.
Ana Librada López – Biblioteca Pública Arborizadora Alta
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Relato II
El Mariposario del Vergel
Llegué aquí a Bogotá en el año 1949. Me encontré muy extraña, no me podía
Cuando recorría en campero los pueblos del norte del Valle del Cauca, observé la
adaptar a las costumbres, aquí con las personas como yo, ni tampoco con las co-
carretera principal de la vereda El Vergel, cerca al municipio de la Unión, la cual
midas. Encontré un trabajo, donde una familia, pero me dijeron que tenía que ser
estaba adornada con muchas plantas de Coqueta o Capuchina, plantas revesti-
interna. Yo les dije que yo tenía un niño y me dijeron que eso no importaba, que
das con un sutil color zapote resplandeciente. Así mismo, bajo sus hojas en forma
fuera juiciosa para trabajar. Allá estuve seis meses. Ella me daba la comida para
de sombrilla abierta, gran cantidad de mariposas que se posaban allí y que, en
el niño y me descontaba del salario, me pagaban 25 centavos y me descontaba la
ocasiones, al paso de los carros salían volando a otro lugar. Recordé que estaba
mitad, pero como todo era barato, le compraba ropa, juguetes, útiles escolares,
cerca de la casa de Santiago Grajales, excompañero de trabajo de la alcaldía del
etc. Un día se enfermó el niño y le pedí permiso a doña Ernestina para llevarlo
pueblo, a quien no veía desde el día en que me pensioné. Santiago construyó su
al médico. Cuando llegué estaba muy brava, me mandó a lavar para ganarme el
casa sobre una colina no muy alta, pintada de blanco, con sus ventanas abiertas
almuerzo.
y sus columnas, su techo de color rojo que la hacían ver espectacular. Además, el
Como a mí no me gusta la violencia, pues me fui a lavar sin decirle nada. Cuando
jardín de en frente tenía hermosas flores de diversos colores.
escuché que el niño lloraba, pegué la carrera. Lo encontré dentro de una caneca
Entré a la casa abriendo la puerta de madera con alambre de púas y emprendí mi
con agua; la jefa lo había empujado dentro de ella, lo saqué y por ese motivo me
ruta por carretera angosta empedrada. Encontré a María Clemencia, esposa de
despidió. Pues me fui a andar y nadie me daba posada. Me quedaba en los corre-
Santiago, sentada en un escaño al pie de la puerta principal bordando un vestido
dores de las casas y seguí consiguiendo trabajo. Por fin conseguí para trabajar
de novia con canutillos. Se veía precioso, le dije, ella agregó: “y eso que hasta
por días, pero el niño me tocaba dejarlo en los parques. Cada nada salía a mirarlo
ahora lo estoy comenzando”. De repente apareció Juan Carlos, de cinco años
y le llevaba comida.
de edad, gritando: “¡Auxilio mamita! ¡Mi hermana me va a pegar!”. Tras él apa-
Después me denunciaron al Bienestar Familiar, que al niño yo lo tenía abandonado, pero luché y no me lo dejé quitar. Ya me encontré otra señora, la cual me
dijo que ella me lo tenía, pero la alimentación se la tenía que llevar, esto era du-
reció una linda niña llamada Laura Sofía de diez años. Se le notaba alterada
y pedía con voz fuerte que le devolviera el hilo que Juan le había quitado. Le
gritaba:
rante el día. Por la noche me quedaba en la calle con mi niño, hasta que al fin me
—¡Dámelo, dámelo, abusivo! Tú sabes que lo necesito para ayudar a mamá a bor-
conseguí una piecita en arriendo.
dar sus vestidos de novia.
Ante ésta escena bochornosa María Clemencia calmó a sus hijos diciéndoles:
Rosana Martínez – Biblioteca Pública Arborizadora Alta
“¡Basta ya! El niño ya me entregó el hilo”, y los abrazó a los dos. Enseguida su
mamá le pidió a la niña que llamara a su hermano Andrés Felipe, de siete años,
quien estaba acostado en la sala sobre una estera de guasca de plátano viendo
televisión, para ir hacia el río donde el papá les tenía una sorpresa. Los niños,
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de uno en uno, preguntaban a la mamá si ella sabía cuál era la sorpresa. María
Laura Sofía fue la primera en elevarla, demostraba su felicidad diciendo que era
Clemencia sonriendo les decía que sorpresa es sorpresa, lo cual generaba un pe-
inexplicable la fuerza de la cometa cuando pedía más hilo. Después fue el turno
queño pero muy sentido sollozo, mezclado con la expectativa de descubrir lo que
para Andrés Felipe: no se cambiaba por nadie, porque él era quien la había eleva-
papá les tenía guardado. Los dos niños bajaron rodando colina abajo y fueron los
do más alto. Faltaba Juan Carlos, su padre lo alzó en sus brazos y le explicó que el
primeros en llegar a donde estaba su padre Santiago; mientras que la niña lo hizo
hilo tenía mucha fuerza cuando la cometa estaba así de alta y le podía herir sus
con nosotras.
manitas. Santiago le cogía la mano para que él tuviera la sensación de que la es-
Les dije que eran privilegiadas con el paisaje tan hermoso que les rodeaba; el río
El Vergel con sus aguas cristalinas y caudalosas, piedras muy grandes, su sonido
arrullador a veces y en otras ocasiones muy romántico. Eso sin contar la cantidad de mariposas multicolor que rodean la cerca a lo largo del camino.
taba volando solito. También le enseñó cómo bajarla, enrollando el hilo en el palito. De pronto, se partió el hilo y la cometa cayó sobre la copa de un árbol altísimo
difícil de alcanzar. Todos enmudecimos con este cambio tan brusco, pasar de la
felicidad a la tristeza absoluta. María Clemencia conmovida por la situación, dijo
a todos que allí no había pasado nada. Entonces propuso que mejor fuéramos a
Santiago, al verme, se acercó y nos fundimos en un cálido abrazo, el cual se vio in-
darnos un chapuzón en el río. Ella creía que era lo mejor que se podía hacer, jugar
terrumpido por los impacientes niños que a una voz le pedían a su papá que les
con el agua y divertirse mucho como siempre lo habían hecho.
dijera en dónde estaba la sorpresa. El papá abriendo los brazos les dijo: “bienvenidos a la búsqueda”. Y levantando su brazo derecho hizo una señal en forma de
círculo muy amplio. Los niños arrancaron a correr y decían: “Vamos a ver quién
tiene la suerte de encontrarla”. Entre tanto, Santiago y María Clemencia planearon una estrategia que consistía en gritar ¡fríos, fríos, fríos!, cuando estuvieran
lejos de la sorpresa; si se acercaban dirían ¡tibios, tibios, tibios! y, si gritaban ¡caliente, caliente!, era porque ya la habían encontrado. Así sucedió, Andrés Felipe
encontró la sorpresa. Era una cometa multicolor con cinco estrellas doradas. Estaba muy contento. Preguntó a su papá qué simbolizaba cada estrella. Santiago
le respondió que representaban a cada uno de ellos, puesto que todos querían
volar muy alto.
Luego de un largo tiempo dentro del río, madre e hija se salieron del río y se sentaron sobre el tronco de un árbol caído. Sus ropas destilaban agua; juntas gozaban viendo a Santiago y a los niños tirándose agua a manotadas, riendo felices.
La niña vestida con un leggins verde limón y su blusa floreada, atrajo muchas
mariposas de varias especies, colores y tamaños. Una mariposa azul, grande, radiante, llamó la atención de ella y su mamá. Se posó en sus muslos, tenía dibujos
geométricos bien delineados. “Son únicos”, dijo Laura Sofía. María Clemencia comentó que sólo Dios podía hacer algo tan perfecto. Después apareció una mariposa amarilla grande, con dibujos ancestrales también perfectos; fue así que
cada vez llegaban más mariposas de múltiples formas y tamaños, se posaban
sobre el vientre y el pecho de la niña, cerraban sus alas y se quedaban quieteci-
A la cometa le faltaban la cola y el hilo. María Clemencia cortaba pedazos de
tas. A María Clemencia le surgió la idea de amarrar con hilo las dos mariposas
trapo y los anudaba en los tirantes correspondientes a la cola, mientras que San-
grandes y, si lograban esta hazaña, se convertirían en cometas para los niños, y
tiago enrollaba el hilo en un palito. Al terminar su tarea, Santiago dijo que ahora
si Laura Sofía quería una, amarraría una mariposa roja que acababa de llegar. A
sí se podía elevar la cometa. Andrés Felipe manifestó que como él la había encon-
la niña le pareció una buena idea y pregunto qué había que hacer. Su mamá sacó
trado, sólo él la podía tocar y elevar. Laura Sofía le replicó, diciéndole egoísta, ya que
los tubinos de hilo que tenía en los bolsillos. Enseguida le fue explicando a la
todo lo que compraba o hacía su padre era para todos. Santiago la felicitó por su gran
niña el procedimiento con mucha facilidad y paciencia.
comentario y exclamó: “Es para todos con iguales derechos”.
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Desenrolló más o menos tres metros de hilo, se los pasó a la niña ya doblados por
ran a la casa. Mientras que Juan Carlos decidió que él le contaría a los vecinos,
la mitad, le aclaró que el doblez se colocaba sobre el dedo índice que forma una
a los compañeros del colegio, a los profesores y a los compañeros de trabajo de
argolla. “No la dejes cerrar”, le advirtió su mamá. Continuó con la instrucción
su papá, porque quería ver la casa llena de gente conociendo su primera cometa
diciéndole que por aquella argolla deberían pasar las dos puntas que quedan de-
mariposa, que a la vez era su mascota. Los padres se asombraron con las ideas
trás. Laura lo hizo y su mamá la felicitó, y le dijo que ya tenía un nudo corredizo.
de los niños y decidieron que entre todos formarían el mejor mariposario de la
Su madre prosiguió: “Esa argolla la metemos alrededor de la cola de la mariposa,
vereda El Vergel y podrían estar felices, al convertir su casa en un bello palacio
despacito hasta llegar a la raíz de las alas y se aprieta, así, ¿te das cuenta? Aho-
para albergar a muchísimas mariposas, que con sus colores, formas y tamaños
ra hazlo tú”. Laura Sofía la siguió al pie de la letra y María Clemencia, exclamó:
serían la admiración de los visitantes.
“¡listo! Las tenemos”. Para no estropear su cuerpo, le hacemos un nudo ciego de
la siguiente manera. Dos lazadas y dijo: “¡Qué dicha, no opusieron resistencia!
Seguro estaban dormidas ¿verdad?”.
María Oliva Marmolejo – Biblioteca Pública Puente Aranda Néstor Forero Alcalá
Al ponerse de pie Laura Sofía, las mariposas que había tenido sobre su cuerpo
volaron lejos. La madre y la niña corrían con las mariposas, felices por el logro
alcanzado. Llamaron a los niños y se las entregaron. Ellos plenos de felicidad
quedaron atónitos por la belleza y manera de volar de las mariposas. Andrés Felipe decía que la de él volaba más alto que la de su hermano Juan. Mientras que su
hermano menor le decía que la de él se la había dado su mami y la iba a convertir
en su mascota; además, la quería viva para siempre. Santiago salió del río. Abrazando a su esposa y a la niña, exclamó: “Estas son mis mujeres que amo tanto,
son lo máximo por hacer felices a estos pequeños”.
De vuelta a casa, con un atardecer lleno de esplendor en el horizonte, María Clemencia amarró las mariposas a una columna, las cuales, mientras tomábamos
un refresco, desaparecieron, pero al seguir la guía del hilo las encontraron junto
a una gran cantidad de mariposas que dormían bajo las hojas de la mata de Coqueta, que graciosamente crecía enredada a una columna. De su escondite salieron muchas mariposas coloridas que se posaron sobre la blanca pared de la
entrada. Laura Sofía dijo a Santiago que, si estaba de acuerdo, le contaría a la
profesora y a sus compañeros de curso para que fueran a visitarlos y contemplar
esa belleza. Santiago asintió y dijo que le parecía bien. Andrés Felipe agregó que
él les iba a contar a todos sus compañeros y a los de otros cursos para que fue– 96 –
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Club de Personas Mayores
Biblioteca Pública La Giralda-Fontibón
Una mano
más una mano
no son dos manos
Son manos unidas
a nuestras manos
•
Une tu mano
para que el mundo
no esté en pocas manos
sino en todas las manos
Gonzalo Arango
El Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública La Giralda-Fontibón, denominado Club Alegría de Vivir, por decisión unánime de sus integrantes, se reúne
todos los viernes para recrear mundos posibles de la mano de la literatura, la
tradición oral, las historias de ayer, la música y el arte. El nombre no es gratuito,
trae consigo un mensaje escondido, es la recreación en palabras de lo que significa vivir, una suerte de simbología de la vida, tal como es, dulce y amarga, con
momentos para todo, buenos y malos. Pero, ¿qué se debe vivir?, ¿Se exige o se
elige afrontar? Como sea, la respuesta de cada quien, la vida se honra pese a todo.
De ahí su presencia.
Cada minuto cuenta, cada espacio que reivindique los derechos del adulto mayor es importante, y el grupo lo sabe, cada momento compartido es único en sí
mismo. Por sus rostros se percibe la necesidad de escuchar y de ser escuchados,
porque son valiosos, y por esa razón, tienen un deseo irrefrenable de continuar
pese a los dolores del cuerpo, a los contratiempos del día a día. El encuentro semanal es de ellos porque se lo han ganado y por eso lo custodian, lo defienden y
lo atesoran desde hace ya ocho años.
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“Sí, así es la vida, pero de ella se aprende y lo que es mejor,
siempre aprendemos de las experiencias buenas y malas, eso es lo que significa vivir”
Variados han sido los temas que, a lo largo de estos años, se han propuesto abor-
Soley Espejo - La Giralda
dar: Memoria local y personal, Las reminiscencias de amor y desamor y El Mito-Leyenda y su relación con las fiestas de carnaval, son algunos ejemplos. Para
el semestre inmediatamente anterior se propuso trabajar en el marco de una
Las artes plásticas tuvieron su lugar con artistas como Tarsila do Amaral, Anita
propuesta denominada: “Los grandes del Brasil”, fruto de una planeación con-
Malfatti, Zelia Salgado, y Waldomiro de Deus, indagamos sobres sus obras más
junta entre la Biblioteca pública Las Ferias y la Biblioteca Pública La Giralda,
representativas, su legado, intentando desentrañar la importancia de sus creaciones.
que giró en torno a la exploración de la cultura brasileña, eligiendo cuatro ejes
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de representación cultural: la poesía y el cuento, la música y las artes plásticas.
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El objetivo fue uno solo: conocer y reconocer el país vecino como parte de la
cultura latinoamericana. Por lo tanto, la investigación de una multiplicidad de
autores, de músicos y de artistas a todo nivel, fue nuestra apuesta. El ejercicio
Tan Cerca… Pero Tan Lejos
En una tarde soleada de noviembre, Emilia, mujer de mediana estatura y tez
por supuesto dio sus frutos.
Con la poesía, recorrimos la vida de Cora Coralina y sus más bellos pasajes nos
acompañaron dejando una estela profunda y clara. Nos atrevimos a jugar con la
lengua, quisimos desentrañar los significados, jugamos a ser bilingües, a ver la
vida como la vería esta mujer, una de las poetas más visionarias de Brasil.
E me fazer pedra de segurança
A vida tem duas faces:
dos valores que vão desmoronando.
Positiva e negativa
Nasci em tempos rudes
O passado foi duro
Aceitei contradições
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mas deixou o seu legado
lutas e pedras
Saber viver é a grande sabedoria
como lições de vida
En aquel lugar todo era confusión y ruido. Sin darse cuenta, ingresa a un salón
equivocado donde llamaban a lista, de repente, la voz de la profesora pronunció
un nombre, un nombre muy querido y añorado por Emilia, un nombre que no
escuchaba desde su ya lejana niñez.
¿Era posible tanta casualidad? El corazón de Emilia latía con fuerza y, mental-
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Assim eu vejo a vida
morena, busca a paso lento y cansado el salón de su grupo de trabajo semanal.
mente pidiendo a Dios valor, caminó hacia adelante mientras su memoria traía
recuerdos pasados.
Que eu possa dignificar
e delas me sirvo
Minha condição de mulher,
Aprendi a viver.
Aceitar suas limitações
Cora Coralina
Así veo yo la vida
y convertirme en amparo
La vida tiene dos caras:
de valores que se están perdiendo
su rencuentro ya en la edad adulta fue un alivio. Para Ascensión era importante
Positiva y negativa.
Nací en tiempos difíciles
El pasado fue duro
Acepté contradicciones
contarle a su hermana los motivos por los cuales no habían crecido juntas, la
mas dejó su legado
luchas y piedras
Saber vivir es una gran sabiduría
como lecciones de vida
Que yo pueda dignificar
y de ellas me sirvo.
Mi condición de mujer,
Aprendí a vivir
Aceptar sus limitaciones
Cora Coralina
Años atrás muy cerca del salón de grupo, dos mujeres, Ascensión y Carmen, conversan. Estas hermanas no tuvieron la oportunidad de crecer juntas; su familia
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no tuvo esa bendición y ellas lo sabían. Su dolorosa separación fue difícil pero
violencia de los años cuarenta había sido la causante; cosas feas pasaron y nadie
hizo nada para evitarlo. Los bandidos prendían fuego a las viviendas con los ocupantes adentro; muchas personas eran asesinadas o desterradas de su lugar de
origen. De repente, en un abrir y cerrar de ojos toda una vida desaparecía.
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—No sé por qué, pero la muerte la he tenido cerca desde muy joven. El nueve de
semana llegaban los adultos mayores de su barrio. Los minutos se hicieron eter-
abril, me cogió por la calle y tuve que acostarme en medio de los cadáveres para
nos, su anhelo de años atrás por fin llegaría, un simple cruce de preguntas y de
no convertirme en carne de cañón —decía Ascensión, para quien recordar era el
respuestas nerviosas, Emilia repitió su nombre una y otra vez, lo afirmaba seña-
equivalente a valorar. Carmen escuchaba, no era mucho lo que podía decir, solo
lando que ella era la hija mayor de Epaminondas y Enriqueta, nacida en Saboyá,
el profundo silencio de sus corazones se confundía con la esperanza de encon-
Boyacá. La espera había terminado, Emilia aguardaba, segura ya de saber a quién
trar algo, aunque fuera un poquito de paz.
tenía al frente, la abuela que la escuchaba y que permanecía como clavada en el
—¿Será que nuestra hermanita mayor, correría la suerte de los difuntos?— se
preguntaban.
piso, casi sin voz le dijo —Yo soy Ascensión, su hermana mayor—.
Las dos lloraron y se abrazaron, fue un hermoso momento. La tarde se despedía
Como de costumbre, cuando se reunían, las dos hermanas siempre recordaban a
una hermana que había desaparecido, un hecho doloroso que no olvidaban nunca. Hijas de una familia desmembrada por el dolor. No sabían nada de ella desde
la muerte de sus padres; nunca olvidaban que eran tres y que siendo muy niñas
el destino o la guerra las había separado.
La vida es dura y difícil pero nos sorprende a cada paso. Carmen un día partió y
entregó su vida al Todopoderoso y Ascensión quedó sumida en la más profunda
tristeza, tristeza que aumentaba con los recuerdos, con la añoranza de sus hermanas; una descansaba en eterna paz, pero la otra…, la hermana mayor… ¿dónde
estaba?
Los días para Ascensión, eran días de soledad pero también de paciente espera.
Ascensión más que nunca anhelaba y no perdía la esperanza de encontrar algún
día a su hermana mayor. En los cumpleaños, en el Día de las Madres, navidades y
fines de año, su recuerdo estaba presente, a tal punto que siempre en su mesa, de
manera simbólica, dejaba un plato de más, presintiendo su llegada. Así pasaban
los días y el tiempo seguía su marcha.
con un bello ocaso de rayos dorados, a lo lejos se escuchaba las notas del Himno
a la Alegría que celebraba el conmovedor encuentro de estas hermanas que, por
más de seis décadas, se habían separado. Ambas ignoraban hasta ese momento
que estaban tan cerca…, pero tan lejos, a la vez. Vivían desde hace mucho tiempo
en el mismo barrio, cruzaban las mismas calles, compartían casi a diario los mismos espacios, pero nunca se reconocieron. Hasta ese día.
Algo más de dos años después de aquella maravillosa tarde, Ascensión emprendió su último viaje, y se fue derechito al cielo, a su última morada. Emilia a sus
88 años vive feliz, recordando de cuando en cuando, aquel maravilloso ocaso,
preguntándose el porqué de tanta casualidad.
Este relato verídico, está escrito como homenaje a esas tres hermanas que la vida
separó… Pero en especial a Ascensión que nos enseñó que por imposible que parezca lo que anhelamos, jamás debemos perder la esperanza, porque siempre, a
pesar de los años y de las arrugas, habrá lugar para algo nuevo, para sorprendernos y agradecer.
Escrito por: AMIRANOS
Aminta Verano - La Giralda
¿El lector recuerda la tarde soleada del mes de noviembre? Volvamos a ella porque a Emilia el destino le deparaba enormes sorpresas.
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A punto de desfallecer, la mente de Emilia se convirtió en un mar de recuerdos;
a pesar de sentirse mal esperó a la salida del salón de reuniones en el que cada
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Club de Personas mayores
Biblioteca Pública Las Ferias
De esta manera se dio inicio al proyecto titulado “Los grandes del Brasil”, una
contextualización sobre diferentes elementos característicos de este país a nivel social, cultural y geográfico. Posteriormente, en cada sesión realizamos un
recorrido por la biografía de algunos escritores destacados: Cora Coralina, Carlos Drummond de Andrade y Clarice Lispector. En principio las conversaciones
giraron en torno a la poesía que, seleccionada cuidadosamente, permitiera vis-
Nuestro Club de Personas Mayores tuvo sus inicios en abril del año 2007, comen-
lumbrar la forma de percibir la vida por parte de su autor, con palabras que des-
zó con un recorrido por el tradicional barrio Las Ferias y la búsqueda activa en
pertaron gran interés entre las integrantes del grupo por la relación que podían
diferentes lugares donde se reunían los adultos mayores del sector, así el promo-
hallar con su propia experiencia, en ocasiones triste y en otras esperanzadora.
tor de lectura de esa época pactó una cita con ellos alrededor de una taza de chocolate, quesito y almojábana; ese fue el primero de muchos encuentros alrededor
de los libros, las palabras y la escritura.
Lo anterior se evidenció de una forma más clara con los textos de escritora Cora
Coralina, una mujer autodidacta que logró realizar su sueño de publicar su primer libro a la edad de 75 años, y cuyas palabras retumbaron en lo más profundo
Durante estos seis años el grupo se ha ido consolidando. En la actualidad con-
de quienes las escucharon a lo largo de las sesiones. Así lo llegaron a expresar
tamos con la participación de mujeres que, sesión tras sesión, nos alegran el día
algunas participantes:
con sus sonrisas, sus comentarios de doble sentido y con el entusiasmo que le
“Esa historia nos muestra que nunca es tarde cuando uno quiere hacer sus
sueños realidad, esa mujer quiso aprender a usar la máquina de escribir y
lo hizo, sin importar cuántos años tenía. Uno a veces se queda diciendo
que no puede hacer las cosas”
ponen a cada proyecto que empezamos, demostrando, cada vez, que a pesar de
los quebrantos de salud son dueñas de una gran vitalidad, esa que en ocasiones
le falta a muchos jóvenes.
Cada semestre hemos emprendido un nuevo proceso alrededor de la lectura, la
escritura y la oralidad, pasando por el teatro, la poesía, el humor, los copleríos
María Giraldo – Las Ferias
•
y refraneros. Este trabajo se ha complementado con las experiencias que los
A partir de la lectura de algunos poemas de la escritora brasileña Cora Coralina,
miembros del club tienen para compartir; experiencias que surgen de sus lectu-
elaboramos de manera grupal diferentes caligramas intentando que la imagen
ras, de sus observaciones, y de ser oyentes, actrices y copleros.
creada expresara visualmente lo que las palabras decían; a continuación se pue-
Nuestro proceso más reciente surgió del interés por explorar la cultura de otros
den observar los resultados de este ejercicio:
pueblos latinoamericanos, enfocándonos principalmente en su producción lite-
Otros poemas leídos, muestran diferentes perspectivas frente a la vida, como en
raria, musical y en las artes plásticas. En esta ocasión el país seleccionado fue
la poesía de Clarice Lispector titulada “Mi vida ya no tiene arreglo”, desde la cual,
Brasil, que cuenta con un enorme acervo cultural y cuyos representantes nos
intentamos generar algunas hipótesis acerca del mundo interior de la autora y
hicieron vibrar con sus palabras, sus ritmos y la profundidad de sus pinturas,
construir de manera colectiva un poema que reflejara el sentir de las partici-
comprobando que, aunque el idioma nos diferencia, las ideas nos unen con el
pantes frente a temas como la propia existencia, sus experiencias de vida y su
lenguaje latinoamericano.
manera de percibir el pasado, el presente y el futuro.
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La vida de los gatos
Mi vida ya no tiene arreglo
Siento cada vez más que
Me engaño cuando digo todavía
•
ya no tengo esperanza.
Estoy convencida:
Y jamás volveré a mentirles
nada de lo que aprendí fue en vano.
que la vida es una enorme fiesta.
de las casas vecinas buscando qué cazar y así pasaba días enteros, observando
Siento dentro de mí que soñar
Hoy reconozco en verdad que
nada significa.
Vivir es no dejarse llevar
sigilosamente a la que sería su próxima presa, pero casi nunca la suerte lo acom-
No podría decir jamás que
por la ilusión…
mi futuro puede ser brillante.
Clarice Lispector
•
es posible el futuro que soñé.
pañaba. Allí, detrás de la mata de moras, vio por fin a un ratón negro y regordete.
Inmediatamente se lanzó sobre él para atraparlo, pero su entusiasmo se convirtió en decepción porque aquel ratón fue más rápido y escapó antes de que el gato
Aún nos quedan ilusiones
pudiera hacer algo.
Así es la vida,
Entonces este animalito, aburrido y hambriento, se echó sobre el suelo caliente
a veces nos quedan cicatrices
del patio de una casa cualquiera, se estiró y dejó que los rayos del sol cayeran so-
no solo en el cuerpo
bre su pelo brillante. De pronto apareció Juanita, una niña alegre y querendona
también en el alma,
a la que siempre había escuchado tararear bellas canciones. Juanita se acercó
hay que olvidar lo que pasó
en el camino
y, al verlo allí tan tranquilo, no aguantó las ganas de consentirlo; primero acarició tiernamente su cabeza, el cuello y la barriga. Este gato perezoso nunca había
•
•
y seguir adelante,
debemos dejar de mirar atrás.
Este era un gato que saltaba y saltaba de tejado en tejado, solía visitar los patios
El pasado fue doloroso
pero aprendimos
sentido el cariño de un humano y tuvo sensaciones muy extrañas; ya no quería
separarse de Juanita.
Ese mismo día, el gato descubrió que en aquella casa vivía una gatita muy bella
que del sufrimiento nos quedan
experiencias
a la que de inmediato comenzó a seguir. Misteriosamente, después de un tiem-
que nos enseñan a no cometer
los mismos errores.
a ocho gatitos. Este ritual se le volvió costumbre: cada vez que iba a parir daba
Construcción colectiva - Las Ferias
po, la gata buscó su lugar preferido: los pies de la cama de la niña; y allí dio cría
vueltas y vueltas en aquel lugar y, luego, al tener a sus gatitos, les pasaba la pata
por encima abrazándolos, protegiéndolos.
Además, tuvimos la oportunidad de generar diversos diálogos en torno el cuento
Un día apareció otra gata con cara de pocos amigos; se acercó y comenzó a ol-
corto, género que por su sencillez brindó una cercanía en el referente cotidiano,
fatear a los gatitos. Estos todavía eran muy pequeños y no podían defenderse,
a través de autores como Rubem Fonseca y Graciliano Ramos.
así que comenzaron a maullar. Su madre, que estaba cerca jugueteando con un
A propósito del cuento de Clarice Lispector titulado “Una Gallina”, realizamos
un ejercicio de escritura colectiva donde las participantes se animaron a experimentar con el lenguaje, de modo que una de ellas dio inicio a la historia y cada
una iba complementando el texto hasta construir el siguiente relato:
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ratón, rápidamente dejó de lado a su presa y corrió a ver lo que sucedía. Adoptó
su posición más feroz y se lanzó sobre su oponente para hacerle saber que no dejaría que tocara a sus gatitos. Hubo chillidos, rasguños, y el padre de los gatitos,
que hasta ahora estuvo ausente, apareció e intervino en la pelea. No se sabía cuál
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era cuál, solo se veía una bola de gatos rodando por el suelo y haciendo ruidos
desesperantes. Hasta que apareció Juanita y con un balde de agua helada acabó
con la pelotera. Pero el padre de la niña no se conformó con que el escándalo
hubiese terminado, se sentía cansado de lidiar siempre con el mismo problema;
así que decidió regalar los gatos, a Juanita no le gustó la idea, pero era su padre
quien mandaba en la casa así que no podía hacer nada.
Todo sucedió muy rápido, esa misma tarde llegó un señor a llevarse a los gatos y
al primero que metió en un costal fue al gato más grande, es decir, al papá de los
pequeños mininos. Pero no fue tan sencillo: el gato luchó con todas sus fuerzas,
aruñó y pataleo todo lo que pudo; mientras tanto, la gata que era muy astuta,
escapó con sus hijitos, al más débil lo llevó en la boca, los demás los siguieron y el
papá gato como siempre se salió con la suya y pudo huir.
Por su parte, la mamá gata se llevó a sus hijitos al monte, lo que no fue una buena
idea porque en el monte los gatitos se vuelven montuscos, ya no se dejan acariciar de la gente, se meten a las casas en la noche, que es cuando ven mejor, y
roban todo lo que pueden ¡Se vuelven unos ladrones!
Quién sabe qué suceda con nuestros gatitos, eso lo sabremos en otro cuento.
Pero en lo que tiene que ver con el papá gato, debo decir que sigue teniendo una
deliciosa vida de soltero, se la pasa conquistando gatitas y paseando por los tejados. De vez en cuando se cae, pero no le pasa nada porque para eso tiene sus siete
vidas; tampoco sabemos cuántos hijitos tendrá en cada una de esas vidas. Bueno,
así es la vida de los gatos.
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Club de personas mayores “Epístolas de la memoria”
Cuadernos mayores II
Fue editada por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte del Distrito Capital,
Red Capital de Bibliotecas Públicas - BibloRed.
Se imprimió en el mes de Octubre del año 2013 en Bogotá, Colombia.
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Francia, marzo 6 de 2013
Mi desconocida Bertha Lucía:
Reciba usted mi cordial saludo mudo desde mis aposentos culinarios. Lamento
mucho su reclamo frente a mi creatividad culinaria, no tanto por la crítica que
me hace, sino por su crasa ignorancia del plato gourmet en cuestión.
Para sacarla de su error, le informo que la carne de rana es un alimento nutritivo,
rico en proteínas, calcio, y otros minerales (buena falta le hace a usted). Además,
tiene una característica especial para todas las interesadas en tales asuntos: es
dietética porque no tiene azúcar. ¿Sí se fijó en lo esbeltas que nos conservamos
las tres, bien fuertes y decididas?
Por otro lado, bien sabe que las ancas de rana son un plato exótico y exquisito,
quizás para otros países libres de esas tonterías y conocedores de sus beneficios.
Así que, ¿cuál es el problema con mis creativas preparaciones? Déjese de tantos
remilgos y más bien la espero a comer cuando se eche una asomadita por Francia.
Sin más por el momento, la dejo porque tengo que ir a cazar mi alimento. Cierto,
muchas gracias por sus cumplidos; pienso que nos es gran mérito la solidaridad.
Para mí es un placer ayudar a otros.
Saludos a todas y todos sus compañeros.
Cordialmente,
Una Trilliza Cocinera – Biblioteca PúblicaVirgilio Barco
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