Como la flor embrisada - Instituto Sonorense de Cultura

Transcripción

Como la flor embrisada - Instituto Sonorense de Cultura
CUANDO EL RÍO SUENA... LETRAS LLEVA
DIRECTORIO
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
Presidente
Rafael Tovar y de Teresa
Directora General de Culturas Populares
Miriam Morales Sanhueza
Director de Desarrollo Intercultural
Juan Gregorio Regino
Instituto Sonorense de Cultura
Directora General
María Dolores Coronel Gándara
Coordinadora General de Bibliotecas y Patrimonio Cultural
Margarita Elena Oropeza Ramos
Coordinadora de Culturas Populares e Indígenas
Alba Gloria Galindo Sánchez
Cuando el Río Suena… Letras Lleva
Dirección General
Alba Gloria Galindo Sánchez
Dirección Editorial:
Alejandro Aguilar Zeleny
Producción Editorial
Mora-Cantúa Editores, S. A. de C. V.
www.moracantuaeditores.com
Diseño de portada e interiores
Diana Egurrola
Ilustración de portada: detalle de mural de Ethel Cooke en el Museo
de Culturas Populares, Casa Hoeffer.
Fotografías de interiores: Archivo AAZ.
Colaboradores de este número: Lombardo Ríos, Felícitas Jaime León,
Severa Mátuz Valdez, Armanda Vega Buitimea, Alejandro Aguilar Zeleny,
Antolín Vázquez Valenzuela, Flor Marina Zamarrón Castellanos, Marisol
Rodríguez, Javier Zazueta Leyva, Elisa Villalpando Canchola, Manuel
Graniel, Diana Molina.
Flor de Pascola (iluminada)
Cuadro hecho con tinte de mezquite por
el artista mayo Jesús Gilberto Buitimea
(Mota). Una versión anterior, sólo con
raíz de mezquite, fue la que publicamos en
el número 2 de esta revista; en la versión
actual, el autor ha añadido color a la obra.
Cuando el río suena… letras lleva, No. 5, julio-diciembre de 2012, es una
publicación gratuita del Instituto Sonorense de Cultura, Obregón No. 58, entre
Yáñez y Garmendia, Col. Centro, Hermosillo, Sonora, México, C. P. 83000, Tel.
(662) 213 4411, www.isc.gob.mx. Elaborada por la Coordinación de Culturas
Populares e Indígenas de Sonora con apoyo de Prodici. Impresa en los talleres
gráficos de Imagen Digital del Noroeste, S. A. de C. V., Veracruz 19-A, Col.
San Benito, Hermosillo, Sonora, México, C. P. 83100. Este número se terminó
de imprimir en el mes de enero de 2013 con un tiraje de 500 ejemplares.
EDITORIAL
Recorrer un río es celebrar sus colores, escuchar sus sonidos, sentir el fluir del agua, ver la naturaleza, contemplar las culturas que crecen en sus márgenes. En esa exploración nos encontramos ahora con las palabras del
profesor Lombardo Ríos, que nos describe el mundo mayo con motivo de la presentación de un libro de colorear.
Y con ese espíritu de celebración anunciamos también
aquí la proximidad de los treinta años de labor continua
de Culturas Populares e Indígenas en Sonora, fecha que
se cumplirá en este 2013; pero nos vamos acercando y
sobre ello presentamos testimonios de algunas promotoras culturales.
Seguimos celebrando esta navegación con la presentación del libro y disco doble Como la flor embrisada,
que contienen música popular de los yoreme/mayo, que
aquí comentaremos y que es resultado de los Encuentros de Música Popular Mayo que se realizan en la comunidad de El Júpare. Asimismo, en la presente entrega incluimos nuevos testimonios del Encuentro de Guías
Espirituales y aprovechamos la ocasión para comentar
el buen logro del Segundo Encuentro, mismo que se realizó en el marco del XV Aniversario del Museo de Culturas Populares e Indígenas, en el mes de octubre de 2011.
Dos jóvenes de la etnia o’ob/pima, Flor y Marisol, reflexionan aquí acerca de su cultura e identidad y de los
retos que enfrentan ellas como parte de esta sociedad de
la sierra para conservar su forma de vida y tradiciones.
Como resultado de los trabajos del proyecto de “Recuperación de la memoria histórica del pueblo macurawe/
guarijío”, el promotor Javier Zazueta nos presenta un relato de su tradición oral, La historia de Evaristo.
El patrimonio cultural tiene distintas formas de expresión, por eso nos resultó interesante la idea de incluir
una experiencia que vincula la conservación del patrimonio arqueológico y la identidad étnica del pueblo comcáac,
a través del texto de los arqueólogos Elisa Villalpando y
Manuel Graniel, quienes rescatan Los huesos del gigante.
Aprovechamos la oportunidad para rendir un homenaje
a dos grandes personajes del mundo comcáac: Adolfo Burgos y Amalia Astorga, quienes fueron reconocidos como
Pilares del Mundo.
Antes de terminar este viaje, nos detenemos en una
publicación de 2011: Arte indígena y diálogo cultural. La
Independencia y la Revolución Mexicana desde la memoria
estética. ¡Qué disfruten la travesía!
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la opinión
del editor de la publicación.
D. R. © 2013 Instituto Sonorense de Cultura / Coordinación de Culturas
Populares e Indígenas de Sonora.
Dr. Hoeffer 22, Col. Centenario, 83260, Hermosillo, Sonora, México. Tels.
(662) 212 6418 y 212 6419.
Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes
de la publicación sin previa autorización del Instituto Sonorense de Cultura.
Pasillo interior de la Casa Hoeffer, planta alta.
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Culturas Populares: 30 años en Sonora
Testimonios de promotoras culturales bilingües
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Como la flor embrisada
Cancionero popular mayo
Alejandro Aguilar Zeleny
y Antolín Vázquez Valenzuela
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Testimonios/Casa Hoeffer
La voz de los guías espirituales iii
Testimonios
“Es muy bonita la cultura que tenemos”
Las jóvenes o’ob (pima) hablan sobre su cultura
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Historia de Evaristo, guarijío de Sonora
Javier Zazueta Leyva
(entrevista con Martina Leyva)
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Casa Hoeffer
Museo de Culturas Populares
e Indígenas de Sonora
XV Aniversario
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Reflexiones
Palabras para colorear el mundo
yoreme mayo
Lombardo Ríos
Culturas en acción
Presencia de Culturas Populares
e Indígenas en el FAOT 2013
Los huesos del gigante seri
Elisa Villalpando Canchola
y Manuel Graniel
Galería sonorense
Adolfo y Amalia
Pilares del mundo
Libros
Arte indígena y diálogo cultural
La Independencia y la Revolución
Mexicana desde la memoria estética
Colaboradores
Sobre los colaboradores de este número
REFLEXIONES
Índice
Palabras para colorear el mundo
yoreme mayo
Lombardo Ríos
El Júpare, Huatabampo
Palabras expresadas en la comunidad de El Júpare por el profesor Lombardo Ríos durante la presentación del libro de colorear Itom yolem mayo ánia yókaka. Proyecto
Pacmyc “Coloreando nuestro mundo yoreme mayo; historia, ritos, símbolos y animales
del mundo yoreme mayo”, presentado por Martha Alicia Salazar Buitimea.
M
uchas gracias al pueblo de El Júpare por
recibirnos en esta calurosa mañana, en
este hermoso contexto en que nos encontramos. Un árbol cuando empieza a secársele
las raíces también paralelamente empieza a perder el brillo de sus hojas; un pueblo cuando empieza a perder sus raíces, empieza también a perder el brillo de sus ojos, por eso muchas gracias a
Martha Alicia, al padre David, a Antolín, Alfredo,
Armanda; muchas gracias también a Alba Gloria
por apoyar estos proyectos que tienen como obje-
tivo focal tratar de regar las profundas raíces que
aún tiene nuestra cultura yoreme mayo.
Colorear, manifestarse gráficamente, es una
necesidad que está en la esencia genérica del ser
humano. A todos estos niños, a todos nosotros
cuando lo éramos, ¿a poco no nos gustaba dibujar? ¿A ustedes, niños, les gusta colorear? ¿A quién
no le va a gustar colorear? Pero ahora, a través de
este libro, van ustedes a tener la oportunidad de
colorear el mundo yoreme mayo, este mundo mágico que se transforma de un día para otro; ese ecosistema del monte espinoso, de la subsierra yoreme
mayo, que se transforma de un día para otro, con
una sola llovizna, en un gran espacio de verdor.
Nuestra gran región del yoreme mayo es un lugar lleno de magia; desde la sierra alta de Álamos,
en donde florean los pinos, los encinos y estallan
en color las amapas, vistiendo la sierra, convirtiéndola en un gran jardín botánico, tal vez el más grande de América; desde aquella parte alta de la sierra hasta el mar de Cortés, con su azul verde, como para colorearlo, se extiende nuestro mundo
yoreme mayo; desde el arroyo de Cocoraque hasta el arroyo de Las Rastras que desemboca en el
río Fuerte, hasta allá se extiende nuestro mundo
yoreme mayo de norte a sur, y en ese mundo hay
grandes sierras, lomas, valles que se transforman.
Ahora en diciembre podremos subirnos a la
cumbre del mágico e histórico cerro del Bayajorit y veremos por todos lados una gran alfombra
verde, que se transformará en junio en una gran
alfombra dorada; en eso consiste la magia de nues3
Presentación del libro para colorear.
El Júpare, noviembre de 2012.
¿A ustedes, niños, les gusta colorear?
tro valle, desde el Taimuco hasta Mayobampo,
desde Juribampo hasta el Júpare, se extiende este mundo que debemos de conocer; y a través de
este libro, coloreando, podemos conocer algunos
de esos aspectos. Pero nuestro mundo yoreme mayo no es únicamente sierras, si no también cuevas y altos frentes rocosos en donde el hombre
vivió hace muchos años, y aquí van a encontrar
cinco hojas llenas de aquellos diseños gráficos que
dejaron en petroglifos y en pictografías nuestros
antepasados, que vivieron en esta región hace entre mil quinientos y tres mil doscientos años. Pero estos años son poquitos. Hace poco, en 1993,
se descubrieron en un lugar donde el padre David conoce muy bien, en Francia, en la cueva de
Chauvet, pinturas que hizo el hombre de aque-
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llos tiempos hace treinta mil años. Desde aquel
tiempo al hombre le ha gustado colorear. En esa
cueva colorearon grandes rinocerontes, grandes
caballos, osos; en esa cueva de Chauvet, y en
Lascaux, en Altamira y en Tassi Lajil al norte de
África. Aquí en nuestra región del mayo, en Tetaarco, en la cueva del Rey Oso, en la cueva del
Rincón del Jaguar y en tantas otras cuevas en donde nuestros mayores, nuestros lejanos antepasados también colorearon y dejaron su evidencia de
esa gran relación que tenían con mecha, la luna;
con taa, el sol; con choqui, la estrella venus.
Su mundo está, pues, relacionado con todo eso,
pero el mundo yoreme mayo no es solamente eso,
no tiene únicamente ese patrimonio arqueológico,
sino también tiene un patrimonio cultural mani-
Un venado pequeño en una danza de siglos...
festado en sus gentes, las gentes de aquel tiempo,
que se prolongan hasta este tiempo nuestro, en ustedes, niños. Por eso, en este libro podrán ustedes
estar coloreando al danzante de venado que un día
encontramos en la cueva de El Sabinal y que es
una evidencia de la prehispanidad. Podrán dibujar
al pascola, mejor dicho, podrán colorear al pascola, a los alawasis, a las banderas religiosas que en
nuestros ceremoniales de la Santa Cruz, del Espíritu Santo, de la Semana Santa, ondean envueltas
en el polvo suelto en nuestro valle del Mayo; pero
también ondean hermosamente atadas en las cruces de nuestros pueblos cuando hay fiesta. Eso también podrán colorearlo en 21 páginas, de las 35
hojas, de estas 70 páginas que contiene este libro.
Nuestro pueblo no debe perder sus raíces, y
lo que le da brillo a sus ojos es estar caminando
siempre en el sentido de su historia, debe seguir
brillando la pupila de nuestra cultura y solamente ustedes, niños, que bailan la danza del venado,
los sones del pascola, la danza de los matachines,
que cantan, podrán perpetuar y sentirse siempre
orgullosos de esta cultura que aún tenemos. No
queremos que nos pase, y que les pase a ustedes,
como le sucedió a los ópatas, que ya no cantan,
que ya no hablan, que ya no hacen ceremoniales
y que también está por sucederles a los cucapáh,
que no son más de 171 personas, de las cuales
sólo 47 hablan la lengua cucapáh y no todos bien.
Por eso no queremos que ustedes, niños, pierdan
su idioma; ustedes, mayores, queremos que se sientan orgullosos de esta lengua yoreme mayo, que
ocupa el lugar 19 entre las 62 lenguas más importantes todavía en México, y todos debemos aspirar
a hablar con la fluidez con que habla la lengua yoreme mayo la promotora cultural Armanda Vega
(Armanda, te envidiamos) o con la vocalización de
Rita [directora de la Voz de los Tres Ríos] ¿Para qué?
Para que nuestra lengua yoreme mayo siga palpitando y escuchándose fuertemente en esta gran región del mayo.
Aquí, en este libro, podrán, niños, podrán también los adultos, colorear nuestra fauna que está
muy relacionada con lo espiritual de nuestro pueblo: la zorra, el coyote, la paloma, el colibrí y tantos
más animales que aparecen aquí, niños y adultos,
para que ustedes pacientemente coloreen y coloreen. Los adultos deben pasar tiempo con sus hijos,
coloreando. Le decía al promotor Alfredo Buitimea, con quien venía de Navojoa, que anoche mi
nieta Jimena se puso a colorear y ya veníamos muy
acá cuando me acordé que hubiese querido haber
traído lo que ha llegado a colorear, sentí… no sé
qué, bueno, muchísimas gracias, es todo lo que quería decirles: muchas gracias.
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REFLEXIONES
Culturas Populares:
30 años en Sonora
Testimonios de promotoras culturales bilingües
Mujeres sonorenses en defensa de su
cultura. Casa Hoeffer, 2011.
En 2013 se conmemorarán treinta años del inicio de labores en Sonora de la Unidad Regional Sonora
de la Dirección General de Culturas Populares, entonces dependiente de la Subsecretaría de Cultura
de la Secretaría de Educación Pública. Desde un inicio, una estrategia fundamental en el proyecto de
culturas populares fue la formación de promotores culturales bilingües, quienes, desde principios de
la década de 1980, hasta la fecha, han venido impulsando diferentes proyectos en varias regiones indígenas del estado. Como parte de la celebración del próximo aniversario de esta institución, presentamos aquí algunos testimonios expresados por compañeras promotoras culturales bilingües mayo y
yaqui acerca de su labor, sus aprendizajes y sus experiencias.
Armanda Vega Buitimea
Promotora cultural yoreme mayo
Tetapeche, Tesia, Navojoa
Bueno, pues, muy buenas tardes, gracias por esta
invitación y gracias a los señores que están aquí.
Más que nada yo les voy a platicar de mi experiencia como promotora cultural, cómo me inicié
como promotora cultural. Yo soy nacida en la
comunidad de Tetapeche, Tesia, Navojoa y ya
cuando me fueron a buscar, dijeron: “Busquen a la
más joven que hable la lengua”. Y ya me dijeron:
“Pues que se vaya Armanda a El Júpare”. Y ya dije
yo: “¿Por qué a El Júpare?” Ahí voy yo, ¿no?, con otra
persona que me llevó a El Júpare y ya ahí me dijeron que iba a ser una promotora cultural y ya a través del trabajo que hace uno como promotor ahí
se va haciendo uno, porque yo antes no tuve esa
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capacidad, pero a través del trabajo se va enseñando uno y fortaleciendo y ya cuando fui promotor
cultural también fui a programas de radio, dentro
de Culturas Populares, como Centro de Cultura.
De hecho yo no escribía la lengua, la lengua
materna, la que siempre había usado, pero lo que
me faltaba a mí era escribir lo que es mi lengua y
leerla más que nada. Pero cuando empezamos a
hacer esos programas de radio yo aprendí. Y que
teníamos que ir a Navojoa y teníamos que estar a
las cinco de la mañana y llegábamos corriendo, barridos, entre todos los promotores que íbamos a
participar, porque era una radio comercial donde
yo me inicié a participar en esos programas que se
llamaban Diosem chanía vu, itom yolemem.
Ahora a través de esos programas también tenemos el programa en la radio de Etchojoa1 todavía seguimos como Culturas Populares y siento yo
que estos programas de radio también fortalecen
nuestra cultura mayo a través de los temas que
nosotros damos a conocer, porque de hecho muchas personas han aprendido también de lo que
nosotros platicamos y eso es lo que nosotros queremos a través de estos programas, que los niños,
los jóvenes, se fortalezcan, y nosotros también a
través de las experiencias que las personas mayores nos dicen, nosotros también aprendemos.
Me tocó una vez que dentro de la comunidad de
Buaysiacobe había danzantes de pascola y ellos
ya no utilizaban su vestimenta. Ellos utilizaban
unas camisetas y ellos mismos se hacían carrilla:
“Parecemos peloteros”, es lo que decían ellos, y
ya en una de esas nosotros hicimos el programa
de la danza del pascola, su vestimenta. Bueno,
ellos al escuchar nuestra plática de la importancia de la vestimenta y del significado, ellos también aprendieron y dijeron: “Nosotros vamos a
cambiar nuestra vestimenta, porque así debe de
ser”. De hecho yo me quedaba en Buaysiacobe,
con una familia, y al rato nos decían de broma:
“No, pues los promotores de Culturas Populares,
si no nos vestimos como se debe vestir un pascola, al rato pues nos van a echar”. Pero no era eso,
sino fortalecer nuestra cultura y pienso yo que el
arreglo de los programas de radio con Culturas
Populares son un fortalecimiento de nuestra cultura mayo.
También como promotora me gusta mucho escribir en lengua, apoyada de personas que van y
traen traducciones, y participar en todas las acciones que hacemos como promotores culturales: encuentros de música, encuentros con curanderos y
las diferentes actividades para el fortalecimiento
de nuestra cultura, y en estos veintitrés años que
tengo como promotora cultural, me han servido
mucho: convivir con las personas mayores, aprender de ellos, más que nada, porque ellos son los que
tienen este conocimiento y el trabajo de nosotros
es transmitir lo que ellos nos dicen, aquí lo que nosotros buscamos dentro de los programas de radio
es que ellos sean los portavoces y nosotros hacer
el programa, pero que ellos también participen.
Son muchas actividades también dentro de los
centros de cultura: los talleres de lengua, donde yo
enseño, y lo que es la danza del matachín, venado
y pascola. Como promotora cultural son muchas
las actividades que desarrollamos y también a través de los programas Pacmyc, como decían hace
rato, también se han beneficiado diferentes co-
munidades, diferentes fiestas, y la misma gente nos
dice, pero nosotros nada más somos un medio y
el que nos apoya es el gobierno, es nuestro trabajo. Ahora este trabajo que se está haciendo de
la memoria histórica, nosotros siempre pensábamos, porque como promotores nada más somos
cinco personas, yo pensaba que el trabajo nuestro, como cuando tenemos el encuentro de música, tenemos que abarcarlo todo nosotros, de aquí
para allá, pero ahora con los apoyos de estos jóvenes, ahora con el proyecto de memoria histórica ya estamos viendo los resultados, porque se
hacen reuniones mensualmente y ellos nos platican de lo que pasa dentro de las comunidades
y de lo que está sucediendo, y las otras veces, cuando estábamos nomás nosotros, pues también, pero no era mucho el avance. Pero ahora pienso yo
que lo de la memoria histórica es algo bueno para nuestro pueblo, en este caso este proyecto inicia con nosotros y nosotros a gusto y contentos
porque sabemos que vamos a tener toda la información de fotografía y documentación, o sea,
todo lo que la gente conoce, lo que se sabe, porque eso es lo que se va a quedar archivado y más
que nada para que los jóvenes y los niños aprendan, porque nosotros somos cinco, pero si las personas mayores nos siguen apoyando, esto se va a
ir fortaleciendo, porque también necesitamos el
apoyo de todos ellos, para que nuestra cultura se
siga fortaleciendo, se siga transmitiendo y se siga
conservando, pues ese es el trabajo de un promotor y pues, hasta ahorita, eso es todo y, pues, gracias.
Felícitas Jaime León
Promotora cultural yoeme yaqui, sobadora
Huirivis, Río Yaqui
Trinidad y José Antonio de Culturas Populares,2
buscaron promotores. Nunca me había parado en
la guardia tradicional hasta cuando nos invitaron
porque hablaba bien la lengua yaqui. Entendí lo
que era promotor, pero no lo sabía bien. En una
noche aprendí a hacer mi nombre. Empezamos a
platicar y yo aprendí mucho de Culturas Populares
para ayudar y servir a mi gente, convenciendo a
los viejitos, platicando con ellos: “Ustedes van a
platicar con nosotros y luego ustedes solos van a
ir trabajando”, y empezamos a platicar y cada promotor tiene su comité. Si el promotor no funciona,
lo demás no funciona bien, sabemos hacer proyectos, invitar a la gente. Tenemos un programa de
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Reyna Valencia González
Promotora cultural yoeme yaqui
Pitahaya, Río Yaqui
radio, trabajamos con músicos, curanderos, artesanos, talleres de lengua materna, talleres de barro.
Es nuestro espíritu el que nos guía, es todo lo que
puedo decir.
Severa Matus Valdez
Promotora cultural yoeme yaqui
Ráhum, Río Yaqui
Bueno, yo soy Severa Matus, vengo del pueblo de
Ráhum y, pues, apenas tengo veinte años trabajando en Culturas Populares, pero también he
aprendido mucho de la misma gente de la comunidad. Cuando yo llegué ahí no había Centro de
Cultura, estaba en la guardia tradicional. Después
de ahí poco a poco fui aprendiendo a hacer los proyectos y en una de esas metí un proyecto al Pacmyc
y empezamos a trabajar para la construcción del
Centro de Cultura. Ahora tengo mi centro de trabajo, tengo talleres de lengua, bordado, es mi tra-
Mujeres yaquis. Encuentro de Guías Espirituales, 2011.
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Como la flor embrisada
Cancionero popular mayo
Alejandro Aguilar Zeleny
Antolín Vázquez Valenzuela
Como la flor embrisada (cancionero popular
mayo) es una obra editada por el Fondo Yoreme, con el apoyo del Instituto Sonorense de
Cultura, a través de la Coordinación de Culturas Populares e Indígenas de Sonora y los Centros de Cultura Mayo. El presente texto es un
extracto de la introducción de esta obra que
contiene canciones populares mayo en español
y lengua mayo, así como dos discos compactos.
C
ae la tarde apacible junto al río Mayo, los
pájaros alegran el momento con sus cantos y una brisa fresca que sopla suavemente es el mejor regalo luego de la ardua jornada en el campo. Después de un rico plato de cocido, de unos frijoles en una tortilla de harina o
de maíz y de una taza de café tostado bajo la arbo-
leda, llega la hora del descanso... es entonces cuando las manos yoremes que han trabajado la tierra, que han sembrado, regado o cosechado, rasgan con alegría las cuerdas de la guitarra; poco
a poco la gente se anima y se reúne para escuchar
las alegres o sentidas canciones que nos muestran
rasgos esenciales del mundo yoreme. Para el que
no conoce esta música y estas canciones la pregunta inmediata podría ser, tal vez, ¿qué cantan
los yoremes mayos del sur de Sonora?, ¿cuál es la
música que templa su aliento, alegra su corazón
o remienda un poco las heridas y la tristeza? Para quien sí las conoce, estas canciones le recordarán algún momento feliz de su existencia, las
voces y cantos familiares, el amor de su vida o alguna fiesta en especial y es que la música llama a
nuestra conciencia y nuestro recuerdo, hace armonía con las notas de nuestro corazón.
La Voz de los Tres Ríos, radio indígena, Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México (CDI).
2
María Trinidad Ruiz y José Antonio Mejía, responsables de Culturas Populares en la región yaqui.
1
¿Qué cantan los yoremes mayos
del sur de Sonora? El Júpare, 2012.
“Si el promotor no funciona,
lo demás no funciona bien...”
(Felícitas Jaime León)
Bueno, yo soy Reyna, yo vengo de la comunidad
de Pitahaya. Yo en el año de 1987 apenas me estaba graduando en la telesecundaria, entonces un
día fue la compañera Felícitas a visitar a mis papás
para que fuera promotora voluntaria de Culturas,
entonces nos invitaron a la guardia tradicional, de
ahí se hizo una reunión, entonces la gente me asignó como promotora voluntaria, porque ahí en la
comunidad las chamacas no habían terminado la
secundaria, entonces como yo ya había terminado, a mí me asignaron. Desde entonces aquí la compañera me ha guiado, y la Trinidad y el José Antonio, para el bien de la comunidad, y desde entonces
hemos estado trabajando sobre la cultura.
Y en ese entonces se formó un comité que me
fue apoyando, hasta la fecha, pero como hemos
cambiado de comité, se sigue trabajando y yo como promotora tengo un grupo de niños y un grupo de niñas, que lo que más hacemos es el bordado, como pañuelos, servilletas, trajes de muchachos
y muchas otras cosas más.
REFLEXIONES
bajo, el bordado me lo enseñó mi mamá, y hago
manteles, servilletas, blusas, faldas. Trabajo con niños y niñas, doy talleres de lengua materna, aunque
ya saben, nomás son dos o tres los que no hablan
la lengua yaqui. Haremos un encuentro de pascolas
en el pueblo y ando trabajando en eso y hasta la fecha estoy trabajando.
9
Alameda puntapo*
Alamedam puntapo, alamedam puntapo,
abasolo siloloti jekaypo.
Ili kabay palomino, ili kabay palomino
tutuli witeta not buite.
En la punta de la alameda
En la punta de la alameda, en la punta de la alameda,
con el viento un álamo movía sus puntas.
Un caballo palomino, un caballo palomino
iba arrastrando un mecate bonito.
* Dominio público (fragmento).
La música mayo es diversa y lleva tras de sí una
larga historia que se remonta al principio mismo
de los tiempos del mundo yoreme; así surge la voz
humana como uno de los primeros instrumentos
musicales, y a través de la voz surge el pensamiento y surgen los cantos. De esta forma aparecen los
cantos al venado que cruzan los tiempos y llegan
a nuestros días gracias al esfuerzo de los masohuileros (músicos y cantores de la danza del venado).
Con el cuero en los tambores, los carrizos en las
flautas, la madera en los raspadores (jirukias), los
bule hechos sonajas, los capullos de mariposa con-
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vertidos en tenábaris y muchos otros sortilegios de
la naturaleza ayudaron a dar forma al canto ritual
y a la ceremonia misma: tambores de tierra, de agua
y de fuego se unieron para hacer eco del canto de
la naturaleza divinizada que dio aliento al espíritu
del pueblo mayo.
Tiempo después la historia marcó nuevos senderos, con la llegada de los europeos y todas las cosas buenas o malas que trajeron; llegaron nuevos
instrumentos musicales que rápidamente se prendieron al corazón indígena de nuestra tierra. Es así
que con arpas y violines, como después con vihuelas y guitarras, la música adquirió nuevos rostros y
a los cantos de venado y danzas de los pascolas les
acompañaron nuevos instrumentos y nuevos sones;
instrumentos que harían dinastía en distintas familias yoremes y sones que ayudaron a seguir agradeciendo y alabando la creación. La música adquirió
otro rostro ceremonial en el espíritu del pueblo yoreme y surgieron las fiestas a los santos, el rigor de
la cuaresma o la alegría del sábado de gloria, donde
el bien renace con las danzas de los venados, los
sones de violín y arpa y también con los matachines. La música adquirió un rostro profundo y severo en cantos litúrgicos, acompañando rezos y ceremonias, que en la iglesia nos recuerdan que todos
somos iguales y que debemos ayudarnos y aprender
unos de otros.
Diosemchaniabo*
Diosemchaniabo, kechem al’ley’ya
Jachisem ane itom yolemem,
Itom buikimia te enchi, tebotua,
Bueytuk eme ka siroknake
Dios les ayude
Dios les ayude, cómo están
cómo está nuestra gente,
los saludamos con nuestros cantos
para que ustedes no estén tristes.
* Dominio público (fragmento).
La música mayo no es solo la música de sus tradiciones, de sus fiestas y de su religión; no es solo el
respeto en la iglesia o el canto que despide a los que
han fallecido. La música yoreme también es vida y
es alegría. Así lo atestiguan los cantos que se reúnen Como la flor embrisada, donde se pueden recordar o conocer los cantos del hermoso mundo yoreme de Sonora y de Sinaloa; hay que recordar que
la música no tiene fronteras y que con su mensaje
puede llegar a muchas partes.
En los últimos años se han realizado diversos
esfuerzos por registrar, conservar, conocer y promover la música de los pueblos indígenas de México, del noroeste del país, de Sonora y, en particular, del pueblo mayo. Es así que gente estudiosa de la etnomusicología, como la doctora
Leticia Varela, que realizó entre 1983 y 1984 un
diagnóstico de la música indígena de Sonora, se
acercó a conocer la música mayo. Por otra parte,
otro etnomusicólogo, el doctor Miguel Olmos, ha
realizado profundos estudios sobre el simbolismo
y la música de los mayos y otros pueblos indígenas del noroeste, lo que ha permitido tener mayor
conocimiento de la importancia y del lugar que
la música mayo tiene en el ámbito de las músicas
tradicionales de México.
Otros esfuerzos que se deben destacar son producciones como la grabación Música ceremonial
mayo, que se realizó a fines de la década de 1980
con los primeros apoyos del Programa de Apoyo
a las Culturas Municipales y Comunitarias Pacmyc
al pueblo mayo. En esa grabación varios músicos
tradicionales mayo, entre los que destaca don Chico Mumulmea, aceptaron grabar sus sones para
que los jóvenes pudieran conocer la música y prac-
ticar las danzas. Hoy en día, al paso de los años,
contamos con mayores registros y grabaciones de
música mayo, entre los que podemos mencionar
los siguientes: El monocordio, una expresión musical mayo, donde se destacan las grabaciones de
la baca arpa (o arpa de carrizo), con temas ceremoniales tales como el “Carrizo verde”, pero también dando sonido a la música popular, como en
el caso del tema “Juanita Vakera”. De igual manera destacamos los discos Sones de pascola, violín y arpa y de matachín, violín y guitarra (grabaciones que siguen la estructura de las fiestas tradicionales mayo), también editados con apoyos
del Pacmyc y del Instituto Sonorense de Cultura, además del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y de la Comisión para
el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México
(cdi) a través de la emisora de radio La Voz de los
Tres Ríos (xeetch). Asimismo, se editó el disco
compacto Sones de pascola, tambor y flauta y cantos a la danza del venado, en el que intervinieron
las mismas instituciones. Desde Etchojoa la Voz
de los Tres Ríos, a través de la edición de sus programas de aniversario, se ha venido convirtiendo
también en un cauce a la grabación, rescate y
difusión de la música ceremonial, tradicional y
popular tanto de los mayos como de otras etnias
de la región. Por su parte, también la orden franciscana se ha dado a la labor de promover la grabación de música y cantos religiosos de nuestro
pueblo mayo, a través de los discos Lionok mayo
buik’kim (3 vols.) que pretenden reconocer la importancia de esta parte tan importante de la música mayo.
Estos son tan solo algunos de los muchos esfuerzos que podemos mencionar y que dan cuenta de la riqueza y diversidad de voces y expresiones de la música de los yoremes mayos. En Sinaloa también hay una gran producción musical
que requiere ser conocida y valorada en ámbitos
más extensos para otorgar a esta tradición musical su justo lugar entre las músicas mexicanas
que forman parte de nuestra historia e identidad.
Los cantos que se reúnen en Como la Flor Embrisada son apenas una pequeña parte de la gran
riqueza musical con que hoy en día canta el pueblo
mayo; cantos de amor y alegría, cantos que reflejan el conocimiento y el respeto de los yoremes por
los dones de la naturaleza y cantos que nos hablan
del desamor, de la pérdida de la identidad o del intento de seguir conservando la cultura. Reflejan
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Sawal tolo*
Siguiendo el ritmo de la música yoreme. El Júpare, 2012.
Ili sawal tolo, ili sawal tolo
Wana kauta bep’pe weyeka
Ujyolisi sibase sialisi jejeka
Torote amarillo
como seres humanos todos debemos respetarnos y
valorar nuestros conocimientos y nuestra forma de
vida, en paz y sin violencia, añorando tal vez al
antiguo río mayo, pero esperando de cualquier
forma que la cultura mayo siga floreciendo y dando sus mejores frutos para las futuras generaciones
que valoren esta rica herencia cultural que se refleja también en estos cantos.
Hay que destacar el esfuerzo de compositores como Rosario Goycochea Escalante, Francisco Valenzuela Palomares, Felipe Salazar, Benjamín Jusacamea y Víctor Espinoza, cuyas canciones se presentan en forma de libro y disco compacto. Queremos reconocer además, de manera
muy particular, la labor del compañero Hilario
Valenzuela Yocupicio, quien por muchos años
se ha desempeñado como promotor cultural bilingüe mayo y quien, paso a paso, ha compuesto
sus propias canciones, como parte de su esfuerzo
para que se revalore y promueva en todos los ámbitos la cultura de los mayos.
Torote amarillo tierno, torote amarillo tierno
estás parado allá en el cerro
qué bonito se mueven tus brotos verdes con el aire.
*Francisco Valenzuela Palomares (fragmento).
De igual manera, en la letra de algunas de estas canciones el nombre de algunas de las tutuli
jamut (mujeres bonitas) se vuelve canto enamorado o despecho de amores no correspondidos.
La oportunidad que nos ofrece la presente obra
es poder encontrarnos con las letras en lengua mayo y en español de algunas de estas canciones; nos
permite, así, escucharlas en su idioma original y
entender algunas en su significado en español, lo
que nos permite también intentar aprender la
lengua mayo, pues nos muestra la profundidad,
la belleza y la sencillez de los vocablos y conceptos contenidos en cada canto. Son pensamientos
que se cantan, son sentimientos que necesitan de
la voz y la guitarra, entre otros instrumentos, para
tocar las fibras de nuestro corazón y que nos permiten valorar la belleza e importancia de la lengua mayo. La oportunidad de leer estos cantos y
también de escucharlos por sus intérpretes es algo
que debemos reconocer, sobre todo frente a tanta música comercial, a veces muy deshumanizada, que nos habla de la pérdida de valores, que
hace homenaje a la violencia y se olvida de que
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Tosali gokow*
Chapala mamaka dios tane buana
inelim am buiknake yoleme mayo
baigo sewata manay beka
Paloma blanca
Con las palmas de la mano juntas le ruego a dios,
así las canta el yoreme mayo,
como la flor embrisada.
* Dominio público (fragmento).
TESTIMONIOS / CASA HOEFFER
también la vitalidad que aún necesitamos escuchar,
comprender y compartir al adentrarnos en el mundo yoreme de los mayos de Sonora.
Varias de las canciones son ya parte del dominio público y algunas son conocidas también entre
los yaquis, aunque algunos de los versos son distintos en una región y en otra; hablan de un horizonte compartido ancestralmente por los mayos y los yaquis. Otras de las canciones son creación de autores que utilizan su sensibilidad y conocimiento para cantarle a la vida, al amor, a la
alegría o a la tristeza, porque cantarle a la vida es
cantar a todo.
Doña Cleotilde Morales a punto de iniciar un canto
a las tortugas marinas. Casa Hoeffer, 2011.
La voz de los guías espirituales iii
Atalio Jusacamea Campoy
Músico, artesano
Barrio Cantúa, Navojoa
Les voy a contar un poquito de lo que yo soy, de
los músicos tradicionales, un poco de la historia
que tengo. Porque así como dijo el compañero,
también yo aprendí solo, nomás que yo empecé a
tocar el arpa. Como mi apá y mi hermano también
eran músicos, eran violinistas, y cuando ya les hizo falta el arpero, entonces ya mi hermano me dice: “Oyes, enséñate a tocar el arpa”. Mi hermano
me dijo: “Aprende a tocar esto”. Y yo, como no
sabía, se me hacía muy imposible, pero luego ya le
dije: “Pues como sí sabes afinar, afínamela y yo le
voy a ir buscando”, y así es como fui aprendiendo
poco a poquito. Ya como a los dos meses tuve fiesta en Conicarit y, como dicen luego, tuve que machucarle duro para ir a esa fiesta y sí, gracias a Dios,
salió bien todo, ya de entonces para acá ya empezaron a decir: “No, pues si eres bueno para tocar”.
Así ya empecé a tocar con ellos en las fiestas,
nomás que en ese tiempo pues no nos conocían
de músicos y como está un poquito aparte de la
ciudad, pues, está lejecitos, como a unos cuarenta kilómetros de la ciudad, nomás tocábamos en
esos pueblos, que son el pueblo de Camoa y el pueblo de Conicarit y casi no tenía mucha práctica,
tocábamos dos o tres veces al año, nomás. Ya lo
demás me dediqué a trabajar las artesanías. Haciendo catres, camas, tarimas, trasteros, todo eso.
Trabajé en la carpintería rústica, como le dicen,
porque no tuve como comprar maquinaria, o cepillos. Los palos que yo hacía, lo hacía labrando
con machete. Ya de ahí empecé a trabajar la artesanía y ya que tenía que ir a una fiesta, me iba
ese día a la fiesta y al otro día a seguir trabajando
lo mismo, pues se me hizo muy dura la vida.
En ese tiempo mi apá ya estaba un poquito enfermo y yo no tuve escuela tampoco, ni la primaria, ni primer año de primaria, no estudié nada,
porque yo empecé a trabajar de diez años y ya no
pude seguir estudiando y ahora, como digo, ahora sí yo lamento de no haber estudiado, pues aunque hacía el esfuerzo de hacerlo, no pude porque
mis padres fueron muy pobres.
La música tradicional para mí es un alimento,
cuando yo no toco me siento muy mal, yo tam13
14
Victoria Ibarra García
Promotora voluntaria
Buaysiacobe, Etchojoa
Encuentro de guías espirituales 2011.
pararon el son los pascolas, después que tocaron,
eran como veinte pascolas y pararon el son y en
el momento en que pararon el son, me dije yo:
“Pues me quedo con esta arpa”, y ya me quedé así.
Al rato desperté y buscaba el arpa y no la tenía y
yo creía que me iba a quedar con el arpa, pero lo
que me quedó es el sonido; el sonido que yo soñé
en ese momento se me quedó grabado en la cabeza y ya le dije yo a mi hermano: “Voy a hacer un
arpa”, y entonces me dijo: “¿A poco te animas a
hacerla?” “Pues no me animo, sino que la voy a
hacer”, dije. Y empecé a buscar, la hice en una
madera regional del pueblo, que es la raíz de álamo; corté una raíz, pero tuvo que esperar dos años
para secarse y cuando se secó pues ya empecé sacar las tablitas y todo eso y ya empecé a fabricarla
y cuando terminé ahora sí, le dije: “Voy a hacer
cuerdas”. En ese tiempo no se usaban cuerdas de
esas de plástico, se usaban cuerdas de tripa de chiva, de todo lo que sea tripa y yo las hacía y ya empecé a tocar con eso. Entonces ya le dije yo a mi
carnal: “Tú decías que no iba a hacer un arpa”. Y
ya les dije que yo sabía que sí la iba a hacer. Con
esa arpa empecé a trabajar y ya después con el tiempo se me quebró, eso es todo lo que puedo decirles,
gracias.
Pues yo les voy a contar cómo se hizo el Centro
de Cultura en el ejido de Buaysiacobe desde 1988;
yo ayudé a las promotoras cuando empezaron a
trabajar, llegaron ahí conmigo en el 87. Pues ellas
comenzaron a dar talleres ahí en el comisariado
ejidal, porque no tenían local en donde trabajar
y ya empezamos a hacer las reuniones, a platicar
de hacer una constitución, de tirar sobres en las
comunidades para construir el centro de cultura y así se logró, ya empezaron a poner paredes,
porque ya los vecinos empezaron a entregar los
sobres con lo que podían cooperar y ya pusieron
ese centro de cultura y ya me nombraron como
presidenta, soy presidenta todavía ahí y otra cosa, pues yo sé de plantas medicinales, porque mis
abuelitos, mis antepasados, me enseñaron lo que
es para plantas medicinales.
Mi abuela también, ella me decía: “Oye, Victoria, cómprame muchas telas”. Ella las cosía a
mano, se hacía la falda, la ropa. Ella compraba
la tela y me dijo: “Enséñate, enséñate a cocer”,
y yo empecé a enseñarme a coser. Hago costura
así, costura ajena, en eso me mantengo y ya me
dijo ella: “Te voy a comprar una máquina para
que cosas ahí, para que no cosas a mano”, y me
compró una máquina y ya empecé a coser las
telas ahí, ahí es donde aprendí yo a coser, a hacer la costura.
Ya después una prima, que ya falleció ella,
aquí falleció, aquí la sepultaron y ya ella me di-
“Yo no me puedo estar de oquis
sin hacer algo, sin bordar, sin tejer...”
jo: “¿Oye, Victoria, no te gustaría hacer bordado
y tejido?” “Sí –le dije–, pero no tengo quien me
enseñe”. Y ya ella me dijo: “Yo te voy a enseñar
y te voy a dar las agujas, para que tú empieces a
aprender”. Y ella me dio y todavía tengo esas
agujas que me dio ella y las tengo de recuerdo,
las agujas esas que les hacen la orilla a las servilletas, y ahí empecé a hacer servilletas y sí, como
dijo aquel señor, él no se siente a gusto cuando
no agarra el violín, yo no me puedo estar de oquis
sin hacer algo, sin bordar, sin tejer, así soy yo, no
puedo estar un rato, cuando yo estoy desocupada agarro mi servilleta y me pongo a bordar y a
tejer y así hago manteles, ese es el oficio que mi
prima me enseñó y ahí lo tengo la aguja, todavía
bien guardada, todavía hago, pues es todo lo que
puedo decirles.
Jesús Ricardo Martínez
Huesero
Vícam Pueblo, Río Yaqui
Señores, ustedes nos han invitado a todos, de la
tribu yaqui, también somos hermanos de los mayos, hablamos el mismo idioma, pero ellos hablan más rápido que nosotros, nosotros lo hablamos más pausado, y con los guarijíos nosotros
no nos entendemos; pero nos enseñaron que hay
que entendernos también, por eso les voy a platicar sobre mi oficio, sobre lo que hacemos. Pues
yo trabajo con esta gente en la cuestión de la
cultura en Cócorit. Primeramente trabajé, yo
empecé como huesero, me enseñó un señor que
se llamó Arturo Hernández, sobaba animales,
“Nos enseñaron que hay que entendernos...”
bién me siento mal, porque, como dijo Jesucristo,
“No sólo del pan vivirá el hombre”, yo también me
alimento con la música tradicional, si yo no toco,
no estoy a gusto, muchas veces, como ahorita, yo
tocaba el arpa, ahora toco el violín, hace poco que
comencé a tocar el violín. Yo trabajo la artesanía
y ahorita también pues soy trabajador eventual,
trabajo en la maquinaria como tractores, trabajo
de sol a sol y ahorita llego a la casa, y lo primero
que yo hago voy a ver el violín, y mi señora se enoja: “Oye, ¿qué no te cansas?, ¿qué no trabajas?”
“Me canso –digo–, pero traigo hambre, tengo necesidad de alimento espiritual en mi corazón y
esto es mi alimento”, y agarro el violín y lo afino
y me pongo a tocar. Luego me dice mi señora: “¿No
vas a cenar?” “No –le digo–, pues ya estoy cenando”. Y así, me ha gustado mucho la música, hay
veces que ya dejo el violín y ahora sí me dice: “Ya
tiende para que te acuestes, para que descanses”.
“No –le digo–, ahora voy a afinar la guitarra, porque también le hace falta. También así, con eso ya
a lo último ceno una tortilla, dos tortillas y ya me
acuesto a dormir y me duermo muy a gusto, porque ya el espíritu está descansando, porque la idea
que yo traía, pues ya la hice y con eso me da más
satisfacción, pues eso, de la música tradicional, y
todavía así me dicen en mi casa, pero ese es mi
alimento.
Yo desde que tenía ocho años empecé a soñar
que andaba en los lugares sagrados en donde había encantos y anduve en sueños nada más, no
estuve con mi cuerpo desvelándome a aprender
algo; entonces yo escuchaba que tocaban música popular, como música tradicional, bueno, juego de barajas, todo lo que veía yo en esos encantos con el sueño y ahí fui yo aprendiendo. Ya que
tuve un tiempo de que estuve en ese sueño, le
dije yo a mi amá, que ya tenía como unos sesenta años en ese tiempo, le dije yo: “Amá, pues ahora soy músico de fiesta, porque hice bailar a los
pascolas”. “¿Ah, sí”, me decía. “Pues sí”, le contestaba yo. Entonces en el tiempo que yo aprendí, yo
tuve que calar siete arpas en el sueño. La primera no me gustó el sonido y ya me dijeron: “Pues
allí hay más arpas”. “Ah, pues tráiganme otra”,
dije. Y trajeron otra, y así, iba contando que acompleté siete arpas. Me trajeron un arpa un poquito
mediano, así chiquito, pero tenía muy buen sonido, entonces los músicos ya habían afinado, empezaron a tocar y empezaron a bailar los pascolas,
cuando ya empezamos a tocar, y de ahí pues ya
15
TESTIMONIOS
gente, astillados; entonces es lo que me enseñó
el señor, porque era un tío político mío y yo llegaba con él. De alguna forma aprendí con él; me
decía: “En caso de que yo muera, usted va a quedar con favor de hacer este trabajo”.
Tá bien, y orita estoy trabajando con esa gente, los promotores y todo eso, le dije así todo y
luego trabajé con José Antonio Mejía, ellos son
los que trabajan la cultura en Cócorit, ahí trabajo con ellos; en veces, cuando tengo un negocio ahí con Oportunidades, cuando tengo oportunidad, ahí los acompaño en el trabajo, o cuando hay una forma de atropellamiento de la gente, ahí tengo que estar con ellos, es mucho trabajo, ahí estamos empezando a las once, duramos
hasta las seis de la tarde allá en Cócorit y todos
los domingos hacen el proyecto de trabajo de
ellos ahí en la cultura.
Entonces ahí, como dicen los compañeros mayos, nosotros nunca hemos perdido, la tribu yaqui
nunca ha perdido la tradición de nosotros, de los
pascolas, de los arperos, labeleros,1 todos; ahí a
veces bailan los chamacos, los niños, a veces son
mayores, venado, todo, tambuleros, así de que
nunca hemos perdido la tradición de nosotros, los
usos y costumbres, todos lo tiene la tribu yaqui.
Así de que en esa forma también fui a un
evento. Van y nos acompañan a ellos, hemos ido
en dondequiera, a Mochis, allá fue este muchacho Gildardo. Hemos ido a Culiacán, allá estuvimos en un evento de invitación, allá fue donde bailé pascola, cuando se emborrachó un pascola y como yo bailaba de catorce años. Pues de
toda esa cosa los chamacos ya están oyendo también, ya se lo están enseñando, como dice esa
señora, ya se metió un proyecto, de esos de danzantes, para enseñarles pascola y venado y todo
lo que se va a hacer para que no se pierda la tradición yaqui, los usos y costumbres de la etnia.
Así de que de esa forma salí con estas gentes,
porque también iba a un trabajo de huesero, luego fui a un taller sobre hueseros. Como estoy
trabajando desde los catorce años, también me
dieron un reconocimiento, por eso tengo reconocimiento como huesero y no fallo con ellos, a
trabajar con ellos. He ido también a Tucsón,
Arizona, ahí también a un señor se le hacía de
gancho así la columna y también lo iban a operar. “Tú no necesitas operación –le dije–, yo te
voy a curar”. Y fui, lo curé y le puse una venda
de un medicinal que nosotros conocemos, en16
tonces con eso en quince días se alivió ese señor
y aquí también vino hace como unos quince días,
con un viajante iba a venir para acá, un señor,
no sé de dónde era, era de allá pa’rriba, parece
que por ahí anda un señor de Hermosillo que se
llama Enrique, ese me lo llevó para allá, también
lo alivié, se le habían salido unos huesitos, son
tres huesitos de las costillas, ahí le puse una faja
en el pectoral, entonces ahí puse el remedio, ese
es el trabajo que yo hago, componiendo gentes
con estas promotoras.
Entonces el otro punto sobre el que voy a hablar es sobre derechos de la tribu yaqui, de nuestros gobernadores, ahora tanto en diciembre y
enero, en enero es cuando se hacen las elecciones, cuando deciden quién va a ser nuestro gobernador, entonces nosotros les decimos en eso
de la gubernatura, nosotros les decimos a los
maestros, en la fiesta de la Guadalupe, en la junta ahí es donde el que se hizo gobernador, él es
el que trae la vara de mando, debe pedir: “Ora
sí, señores, pidan permiso para que salgan”, porque ellos no van a durar ahí, más que un año
nomás; si hacen mal las cosas, si no trabajan bien
con la gente, pues no va a durar ni un mes ahí
con la gente, no duran un mes todos parejo, una
persona, por una persona, por eso la llevan todos, hasta el gobernador, el pueblo mayor, el capitán, comandante, secretario, todos deben estar
bien en cada pueblo. En cada pueblo todos están
unidos con la gente, necesitan estar unidos con
la gente. Hacerse caso de los proyectos que hacen ellos, los gobernadores antes ahí tienen gente que si no lo hacen, ahí lo sacan luego ahí en
la guardia, nosotros decimos guardia tradicional.
Aquí si está prohibido el monte a esos señores (de fuera), entonces, si matan un venado (los
yoris), les quitan los rifles, les quitan el venado
también, porque ellos andan también tumbando
venados para venderlos, es lo que hacen, los que
se andan metiendo en los montes, los agarran y
les quitan todo, es lo que hacen, por eso es que
la cacería no la admiten. Nosotros mismos si podemos ir al monte a matar, a tumbar un venado,
pero no una hembra, sino un venadito así, machorro, la venada no la tumban nunca, el venado ese pues necesita ser macho. Eso es todo. A
los que entran ahí en el monte los agarran y también les tumban la leña pues, si los halla el comandante, está vigilando el monte, está bien, así
lo hacen, está bien, aquí el tradicional está bien,
los usos y costumbres de las leyes de todos los maestros y de todo lo que decimos nosotros, es todo lo
que puedo decirles, muchísimas gracias.
Cleotilde Morales
Mujer comcáac
Socaaix, Punta Chueca
Ella dijo que en aquel tiempo de la guerra entre
los blancos y los seris la persona que más les ayudó, o sea la tribu que más les ayudó a los yaquis,
eran los seris, o sea que los que pegan más duro
eran la tribu yaqui con la tribu seri, cuando se
juntan la tribu yaqui y la tribu seri, en tiempos de
Izabal, y entonces querían exterminar a la comunidad seri y también perdió la mayor parte de la
tribu yaqui y entonces de aquí se arrancaron juntos, peleando, y dice que mucho más después la
única gente que sobrevivieron son los que estaban para aquel lado de la isla del Tiburón, en el
valle del Tecomate, y ahí lograron sobrevivir poquito a poquito y hasta la fecha y dice que el tiempo en que la tribu seri quedó en paz con la gente de aquí fue en el tiempo de… se llama Román
Yocupicio, que fue gobernador del estado, y entonces dice que en aquel tiempo quedaron en paz.
Ahora en el asunto de la tradición, como en
las fiestas tradicionales que hay en la comunidad
seri, sigue vivo, pero pasó lo que pasó… que no
sé quién comentó el costo de una fiesta tradicional, muchas veces ocupan una grande cantidad de dinero para los gastos de la fiesta y entonces la gente batalla para hacerla, pero todavía la
siguen haciendo, hace poco, dijo ella, pero el
interés es la que manda, no nomás el dinero, o
lo que te dé una institución, muchas veces si a la
gente le interesa, es lo que cuenta, no el dinero,
sino el valor es lo que importa, lo que vale; en
la comunidad lo que baja mucho es la lengua, la
lengua materna, los niños que tienen ahora tienen hasta siete, ocho años, ya casi no lo hablan.
Ella dijo que la primera canasta grande que
hicieron, lo hicieron en la isla del Tiburón, por
allá en El Tecomate, y dice que lo llevaron a la
tierra firme, donde está el campo que le dicen Los
dos Amigos; en esa playa lo llevaron y luego lo
llevaron caminando hasta donde están los cerros, por hay cerca de El Teniente, todo eso, y
dice que hay un lugar así bajito, arriba entre los
cerros y dicen Sap Mayaam; ahí es donde cruza
la canasta grande y, entonces, ahí por el otro la-
“Cada vez que una caguamita quiere salir
a respirar le aconsejo que se cuide...”
do del cerro es donde festejan grandemente a la
canasta, la primer canasta grande, y ella me comentó que la rueda del juego de las mujeres, que
la hicieron de piedra grande, todavía están en
ese lugar, pero quién sabe orita dónde es ese lugar, porque yo conozco bien los cerros y no la he
encontrado.
Y dice que en ese lugar es la primera fiesta
que le hicieron a una canasta grande; ahí se celebraron y la rueda esa grande todavía está ahí.
Dice que la canasta grande que hicieron en aquellos años es para almacenar alimentos, por ejemplo, la pitahaya seca, carne seca, péchita, todo
eso, para guardar en una cueva, y entonces ese
campamento se deja y después de un año regresan y sacan lo que tienen almacenado ahí, para
alimentar, y sacan para salir a otro lugar alimento seco, pitahaya, carne, tipo de harina de mezquite, péchita, ahí lo almacenan y se van a otra
parte otra vez, dice que para eso lo usan y luego
tienen, pues, en aquellos tiempos, ¿quién iba pensar a vender, no?, pero orita si se vende bien, ¿quién
iba a decir, no ?
Ella dijo que la caguama de siete filos, actualmente festejaron uno, ¿verdad?, en marzo; ella
dijo que en aquellos tiempos, los tiempos de los
chamanes y todo eso, ella cuenta que la caguama de los siete filos, la hembra es una de las personas seri, tiburón, que viven en la isla San Esteban, y entonces se convirtió en la caguama de
los siete filos. Está la isla de San Esteban y por
este lado está un cerrito que se llama Choyudo
y por ese lado había otro cerrito que casi sale del
agua y entonces dice que se convirtió en el agua
17
TESTIMONIOS
Encuentro de guías espirituales, Casa Hoeffer, 2011.
y llegó hasta acá y otras personas lo llevaron a
la isla del Tiburón, por el otro lado de la isla del
Tiburón, pero el lugar donde lo llevaron no le
gustó, porque hay llanto y tristeza y todo eso, y
entonces lo llevaron más para acá y ahí había
fiesta, alegría y todo eso.
Entonces ahí se quedó, se convirtió en persona otra vez, la caguama de los siete filos se convirtió otra vez en seri y entonces ahí lo festejaron
y dicen que era una mujer alta, morena, hermosa, con vestimenta bonita y todo eso y dice que
por eso lo respetaron a la caguama de los siete
filos, todavía, hasta ahora, ¿no?
Y dicen que la caguama era persona, pero se
convirtió en tortuga y por eso dice que mucha
gente lo festeja, lo respeta. Ella, así donde la ven,
ella no habla español, pero ella habla seri y también habla en inglés, ella es una de las ecologistas que están protegiendo la conservación de la
caguama; ella dijo todo lo que sabe sobre la especie de la caguama. Entonces, donde pertenece ella, que lleva el asunto de la ecología, manejan la caguama de los siete filos, también lo
protegen y ella menciona como seis, siete tipos
de caguama diferentes, pero algunas no las conozco, y dice que hay una que es muy difícil de
ver y entonces también otra cosa que cuenta ella
es que la caguama... haz de cuenta el conocimiento de ella, ¿no?, el conocimiento tradicional, ella me cuenta que la caguama en tiempo de
frío queda enterrado, debajo de los petates que le
llevan, queda enterrado y dice que ahí protege a
la cría, más o menos grande, lo protege ahí y, según la leyenda que contó ella, que cada vez que
una caguamita, así de grande, que quiere salir a
respirar y lo aconseja, que se cuide, que no le pase algo malo y la corriente, que la proteja de la
gente, que del aire y todo, y ya después del consejo la caguamita sale a respirar, porque el ca18
guamo varias veces sale a respirar y luego a sambutirse otra vez, y entonces ella dijo que la caguama durante este tiempo se protege debajo de
las piedras, o del petate que le llaman, ahí está
con las caguamas chicas y cada vez que se quieren salir, los aconseja y se va, porque muchas veces los pescadores todavía andan arriba en aquellos tiempos, el tiempo que cuenta ella, el tiempo
de la leyenda, pues la gente andaba en balsa y todo
eso lo arponean y todo eso, ¿no?, y es lo que cuenta ella, ella mencionaba el caguama que no conozco su nombre.
Sobre la pintura facial ella dijo que tradicionalmente no son muchos, para la fiesta tradicional, como son cuatro días, dice que se usan cuatro pinturas, especialmente para la señora como
ella, y dice que el tiempo de funeral, cuando empiezan a llorar y después del entierro le ponen
unos puntos de la pintura blanca de piedra, no
sé cómo se llama… cal, y dice que con esa son cinco, pero especialmente para la fiesta son cuatro, y
de la muchacha festejada, hay cuatro, nada más,
y para los hombres hay cinco, nada más, y dice
que en la actualidad los hombres le pintan una
flecha y dice que tampoco es tradicional, porque
no está dentro de la pintura tradicional. Y entonces ella dijo que las muchachas y la gente que
van a la fiesta se pintan lo que les da la gana y todo eso, pero tradicionalmente no son muchos, como 17, pero acá… la mentada… tiene como trescientos, pero Cleotilde dice que tradicionalmente son cuatro, cuatro y cuatro y cinco para los hombres y dice que la flecha no es tradicional tampoco y dice que la flecha significa la muerte, no puede estar dentro de la fiesta, donde hay felicidad y
alegría no puede estar la flecha, ella dice que la
flecha significa la muerte.
1
Labeleros se les dice a los violinistas tradicionales.
“Es muy bonita la cultura
que tenemos”
Las jóvenes o’ob (pima) hablan sobre su cultura
La cultura es un trabajo de toda la gente; cada quien, a su manera, puede participar, conociendo su mundo, cultura y tradiciones y buscando la mejor manera de continuar dando sentido a la existencia. Presentamos en esta ocasión ideas y reflexiones de dos jóvenes integrantes
del pueblo o’ob (pima), de la sierra de Sonora; cada una de ellas habla a su modo acerca de
su vida y la cultura pima.
Flor Marina Zamarrón Castellanos
El Kípor, Yécora
Buenas tardes, pues nuestra cultura pima sinceramente se está viniendo abajo, porque se están
perdiendo las costumbres, las fiestas, los pimas; los
pimas mayores ya se están muriendo y hay otros
que tienen enfermedad, ya no pueden, y cuando
se hacen las fiestas tradicionales de ahí, ya no pueden. Las mujeres que danzan ya es difícil, porque
ya nomás van dos o tres personas y los demás son
puros niños, niñas, pero no saben y los hombres,
pues es rara la vez que ande un mayor o tres, casi
no, no les gusta. Hay muchas personas que yo creo
les da vergüenza del qué dirán los mestizos, porque
hacen la fiesta del Yúmare en los cerros y entran
los borrachos, empiezan a vaguear, luego toman,
se emborrachan, porque allá en las fiestas se juntan entre varios que nomás van y se ríen, no toman
el significado, porque los pimas le damos un significado importante a las fiestas. La fiesta del Yúmare es para agradecer a Dios, nomás unos van y
se están danzando y, ¿qué es eso, qué les ven?, no
saben, y ya hay mujeres que vienen de Yepachic,
Chihuahua, a danzar, porque hay mujeres que no
saben, o no les gusta porque no le entienden, que
no aprendieron, que no les enseñaron, se está perdiendo nuestra cultura de ahí.
Es muy bonita la cultura que tenemos, pero no
sabemos cómo rescatar esa cultura, hay niños, niñas que quieren aprender, pero pues las personas
que saben están enfermas o que están lejos de ahí,
de donde nosotros vivimos, porque hay pimas en
el estado de Chihuahua, que pertenecen allá y
es difícil ir para allá; como está la violencia, da
miedo.
Muchos niños quisieran aprender cómo danzar, porque cada danza tiene su significado; hay
unos que entran a danzar, pero nomás van a jugar,
porque andan ebrios, nomás andan jugando. Dicen las gentes que nos visitan cuando van al Yúmare, dice qué bonita es la cultura por allá, pero
cuando nosotros les platicamos que se está perdiendo dicen: “Tan bonita cultura que tienen y se está perdiendo, hay que rescatar esa cultura”. Y nosotros nos preguntamos: ¿Cómo rescatar esta cultura? Si no nos ayudan… a lo mejor, hay unos que
sí, mucho interés le ponen. No tenemos danzantes, a los hombres que los invitamos a danzar dicen: “Ay, es que no sé”, y las mujeres también, nomás unas cuantas rezanderas hay, ya se está per-
“Y nosotros preguntamos:
¿cómo rescatar esta cultura?”
19
Marisol Rodríguez
Maycoba, Yécora
El Yúmare viene siendo la fiesta que es meramente tradicional de nosotros. El Yúmare se hace como para agradecer cuando uno va a sembrar; ya
en noviembre se acaba de hacer uno hace poquito, porque ya se levantó la cosecha, para agradecerle a Dios, y en mayo, pues para que llueva,
para que se amanse la tierra, eso viene siendo lo
que es principalmente el Yúmare, pero ahí sí hay
pascola de hombre y de mujer; con la mujer baila principalmente con la sonaja, para ellas es la
“El Yúmare
se hace para
agradecer...”
20
sonaja, son como sesenta y cuatro sones los que
se canta en toda la noche. Los hombres es el violín y la guitarra y el cinturón, que viene siendo
uñas de venado, es decir, pezuñas de venado, cascabeles en el cinturón, que es lo que usa el hombre, y yo creo que viene siendo. Y pues yo podría
decir mi punto de vista y puedo decir que yo desde que crecí, yo sí sé danzar, le entiendo la lengua, no la hablo corridamente, le entiendo, sí lo
entiendo, lo que hablan, yo sé lo que están hablando, pero eso sí no lo sé, hablar corridamente, como dicen, la gente ya no habla, o sea todos los que
hemos crecido sí entendemos, pero ya no lo hablamos bien. Sí hay unos que otros que sí lo hablan bien, pero ya la mayoría ya casi no. Yo digo
que no es creer que se vaya perdiendo, o que no
hay apoyo, es que uno mismo lo va perdiendo, que
uno como pueblo debe de organizarse. No es que
vamos a hablar de política ni nada de eso, vamos
a hablar de que es el pueblo el que debe hacer, nada de que apoyos, si uno quiere es que se hace la
fiesta. Bueno, eso creo que sería lo de nosotros,
a nosotros sí nos hace falta músico y todo, pero
es de querer, de uno querer, no de que necesita apoyo, o sí necesita apoyo, pero para organizarse bien
sería lo importante. Yécora, Juan Diego de los Pimas, Maycoba, El Encinal y una parte de Chihuahua, que viene siendo Yepáchic, que son los
más fuertes, donde se ha conservado más la tradición, donde estamos un poco más bajos.
Las tradiciones vienen siendo lo que es el Yúmare, Semana Santa y lo que es las fiestas del 4 de
octubre, que es San Francisco, que es el patrón
del pueblo, es decir, es la fiesta más grande para
nosotros. Pues sí participamos, en lo que es Semana Santa son los bultos que paseamos: uno las
mujeres y uno los hombres; igual se ponen cruces,
se ponen desde el miércoles, se hacen los bultos
y hasta el día sábado se deshacen, porque ya se
terminó la cuaresma y ya el Sábado Santo se vienen haciendo las luchas, que pelean los fariseos,
que vienen siendo los que representan el bien, y
los judíos, que vienen siendo el mal; los pimas vienen siendo los fariseos y los judíos con la gente
mestiza, se pelean el bien y el mal. Eso viene siendo cuando ya resucitó Jesús, podría decirse. Pues
eso es lo que yo he aprendido desde que nací. Sí
sé cómo se hacen las fiestas, porque yo he estado
ahí, y pues sí, somos bien poquitos, como unos
quinientos pimas los que venimos quedando, yo
creo, y eso sería todo de mi parte.
TESTIMONIOS
diendo; los músicos, son músicos que vienen de
allá de Chihuahua, vienen a tocar al Yúmare, pero hay unos que ya están ciegos, que ya no pueden caminar, otros que están muy viejos y ya se
está perdiendo para que vengan a cantar los músicos, ya no pueden, también estamos perdiendo
eso. Hay personas así como yo, que ya quiero aprender a tocar el violín, ya en Hermosillo me regalaron un violín, y yo digo: “Sí puedo”. Queremos formar un grupo que seamos músicos de ahí de nuestra comunidad, para no andar batallando; formar
grupos de hombres, de jóvenes, que sepan, como
nuestro compañero que está aquí, Erasmo, él es
el que canta en nuestra lengua pima, él es el único de ahí de El Kipor y queremos que nos apoye,
que nos ayude para que enseñe a los niños a cantar, para cuando, yo creo, no esté él, puedan otros
niños cantar, porque es una cultura muy bonita,
pero se va perdiendo poco a poco, porque tienen
miedo del qué dirán de las otras personas.
Historia de Evaristo, guarijío
de Sonora
Javier Zazueta Leyva
(entrevista con Martina Leyva*)
Como parte de los proyectos culturales que se vienen realizando a través del Fondo Yoreme, financiado conjuntamente por Conaculta y los gobiernos de los estados de Chihuahua, Sinaloa y Sonora, el proyecto Recuperación de la Memoria Histórica del Pueblo Macurawe (Guarijío) ha comenzado a reunir diferentes documentos y testimonios de la historia de esta sociedad de la región serrana; como ejemplo de ello presentamos el siguiente testimonio
E
Pescando en el arroyo Guajaray.
Territorio macurawe, 2012.
varisto fue un indígena guarijío que acostumbraba vivir en las cuevas. Era una persona pobre, a veces vivía en Poateso (Cueva del Borrego). Así se llama esa cueva –porque
se dice que antes estaba lleno de borregos–, propiedad de nuestros abuelos. Había veces que Evaristo se quedaba en Pakateso (Cueva del Carrizo),
en una covacha que está junto al río Mayo, enfrente de Mochibampo.
La costumbre de Evaristo era pescar todos los
días. Cuando llegaba la hora de pescar, buscaba
un huirote que le servía de ensarta y se perdía en
el agua por buen rato –a veces casi la hora–, juntando bagres que estaban en sus cuevas debajo
del agua. Y cuando salía, salía con una buena ensarta de pescados, de bagres, escogidos todos de
buen tamaño.
Las gentes se preguntaban: “¿Cómo aguanta
tanto tiempo en el agua Evaristo?” El caso era que
no se le podía creer, que alguien aguantara tanto
tiempo sin respirar debajo del agua, pero Evaristo sí aguantaba, lo miraban a distancia y así lo comprobaban.
Así estuvo pescando por mucho tiempo Evaristo hasta que un día se enfermó y se murió en
Poateso, en Cueva de Borrego. Empezó a salirle
agua por diferentes partes de su cuerpo y de eso
se murió. Por eso lo enterraron en un arroyo como a cuatrocientos metros, porque no se podía
llevar más lejos. Después se decía que tenía pacto con la sierpe, dueña del agua, y que por eso se
murió de esta manera.
Febrero de 2011.
* Esposa de Evaristo y hermana de Martín Chaya.
21
TESTIMONIOS
Espíritus cosmogónicos. Detalle del mural
de Ethel Cooke en la Casa Hoeffer.
Casa Hoeffer
Museo de Culturas Populares
e Indígenas de Sonora
XV Aniversario
F
ue en el mes de octubre del año de 1997
cuando se abrieron por primera vez las puertas del Museo de Culturas Populares e Indígenas de Sonora, ubicado en la antigua Casa Hoeffer, bello edificio histórico ubicado en el centro político de la ciudad de Hermosillo, a una cuadra del
Palacio de Gobierno. La instalación de este museo
fue un resultado lógico de la labor que, desde 1983,
ha venido realizando en nuestro estado la Dirección General de Culturas Populares, por aquellos
años dependiente de la Subsecretaría de Cultura
de la Secretaría de Educación Pública (sep).
Desde el inicio de sus labores en el estado, Culturas Populares se dedicó intensivamente a programas de investigación, capacitación, promoción y
difusión de los pueblos indígenas de Sonora, con22
juntando un equipo de investigadores, formando
promotores culturales bilingües y estableciendo,
además, centros de cultura indígena. Conscientes de la necesidad de crear un mayor conocimiento, valoración y respeto de la diversidad étnica y
cultural del noroeste de México, se le dio también
especial importancia a la labor de difusión de programas de radio, tanto en Radio Sonora como en
distintas estaciones radiodifusoras de Ciudad Obregón y Navojoa, así como a un proyecto editorial
conocido como Cuadernos de Trabajo.
A lo largo de varios años de trabajo, desarrollando diversos proyectos de investigación y promoción de la cultura, poco a poco comenzó a reunirse un acervo de conocimientos, investigaciones, archivos de fotos, audio y video y objetos etno-
gráficos que daba cuenta de la riqueza de este patrimonio cultural, mismo que debía ser compartido con el resto de la sociedad. Es así que se establecieron negociaciones entre Culturas Populares, para ese entonces dependiente del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes, y el Instituto Sonorense de Cultura (isc), dentro del Programa Nacional de Descentralización. Todo ello tuvo
como resultado que, por una parte, Culturas Populares se vinculara operativa y administrativamente
con el isc y, por otra, que se tomaran los acuerdos
pertinentes para que la Casa Hoeffer fuera habilitada como Museo de Culturas Populares e Indígenas, un espacio para la conservación y difusión de
los fundamentos de nuestra cultura y sociedad.
La Casa Hoeffer es un edificio característico de
la arquitectura de inicios del siglo xix y su construcción, en el año 1904, se debe al doctor Alberto Hoeffer, quien fuera uno de los socios fundadores de la Cervecería de Sonora. La casa Hoeffer
fue habitada por los descendientes de esta familia hasta la década de 1980. Fue en la segunda
mitad de la siguiente década que se llevaron a cabo las labores de restauración del edificio y cuando se tomaron los acuerdos pertinentes para el establecimiento de la oficina de Culturas Populares,
con su acervo, equipo de investigación y personal
de apoyo, y se planteó la necesidad de establecer
un espacio para la divulgación de las culturas populares e indígenas.
Como parte de este proceso de establecimiento se invitó a la pintora Ethel Cooke a que realizara una serie de murales que rindieran un homenaje plástico a los pueblos indígenas de Sonora, esen-
cia de la identidad sonorense. Así, a través de sus
mitos y leyendas, se dio lugar a una expresión pictórica que recupera las cosmogonías indígenas y
donde misteriosos seres y míticos personajes reciben a los visitantes de una manera muy especial.
A lo largo de quince años la Casa Hoeffer ha
sido el espacio idóneo para la presentación de diversas exposiciones etnográficas que presentan
distintos aspectos de la vida cotidiana, del simbolismo, la ritualidad, la artesanía y otros elementos que configuran los pueblos indígenas sonorenses y de otras partes de la república. De igual
manera, el Museo de Culturas Populares ha sido
un espacio abierto al diálogo y a la reflexión, a través de talleres, conferencias, seminarios, encuentros interculturales, visitas guiadas, eventos de música y danza y expoventa de artesanías, que son
algunas de las distintas labores que se han venido realizando año con año desde este espacio cultural donde constantemente se reúnen representantes, músicos, danzantes, artesanos y miembros
de las comunidades indígenas, quienes han encontrado en las instalaciones de este museo un espacio de diálogo y trabajo fraterno.
En el año de 2012, como parte de la celebración
del xv Aniversario del Museo, se llevó a cabo una
mesa redonda de análisis del trabajo en los museos de la ciudad, se montó una exposición etnográfica sobre las ceremonias y fiestas indígenas del
estado y se realizó el Segundo Encuentro de Guías
Espirituales con la participación de representantes de las comunidades sonorenses, quienes estuvieron presentes en la celebración de estos quince años de esfuerzo museográfico.
Evento académico realizado en el marco del XV Aniversario del Museo
de Cultural Populares e Indígenas de Sonora. Casa Hoeffer, octubre 2012.
23
tra entidad. El Mercado de Artesanías será el
foro principal donde se darán cita músicos, danzantes, artesanos, cocineras y diversos representantes de estos grupos, reflexionando en conjunto sobre la importancia, valor y futuro de estas
culturas. Aprovechamos esta edición de Cuando el río suena... letras lleva, para dar a conocer
el programa de actividades correspondiente.
TESTIMONIOS
E
l Festival Alfonso Ortiz Tirado, que se
celebra año con año en el Pueblo Mágico
de Álamos, es también un espacio para el
reconocimiento de la diversidad étnica y cultural de Sonora; es por ello que la Coordinación
de Culturas Populares e Indígenas de Sonora ha
preparado una serie de actividades culturales
con la presencia de las diferentes etnias de nues-
Los huesos
del gigante seri
Elisa Villalpando Canchola
Manuel Graniel
El patrimonio cultural tiene múltiples facetas y
formas de existencia. Presentamos aquí una experiencia que narra el encuentro entre la conservación del patrimonio arqueológico y la cultura de
la ancestral sociedad contemporánea comcáac
(seri). Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah) en Sonora hablan al
respecto (la traducción a la lengua comcáac es
autoría de Arturo Morales Blanco).
PROGRAMA DE CULTURAS POPULARES EN EL FAOT 2013
(lugar: Mercado de Artesanías)
ACTIVIDAD
FECHA Y HORA
GRUPO INDÍGENA
Gastronomía indígena
25 de enero al 02 de febrero
12:00 a 17:00 horas
Yaqui y mayo
Medicina tradicional
25 de enero al 02 de febrero
10:00 a 17:00 horas
Mayo
Expoventa de artesanía indígena
25 de enero al 02 de febrero
10:00 a 17:00 horas
Mayo, pima, seri, macurawe.
Lotería indígena
25 de enero al 02 de febrero
10:00 a 17:00 horas
Mayo, yaqui y seri
Exposición “Los guarijío: un mundo distante”
25 de enero al 02 de febrero
10:00 a 19:00 horas
Macurawe/guarijío
Danza pascola con violín y guitarra.
Danzas del Yúmare pima
25 de enero
14:00 horas
Pima
Danza del venado yaqui con pascolas y músicos
26 de enero
14:00 horas
Yaqui
Música y danza con arperos
27 de enero
14:00 horas
Macurawe/guarijío
Música y danza con arperos macurawe-guarijío
28 de enero
14:00 horas (Mercado de Artesanías)
17:00 horas (Alameda)
Macurawe/guarijío
Música y danza con arperos macurawe-guarijío
29 de enero
14:00 horas
Macurawe/guarijío
Música popular en lengua mayo y yaqui y presentación
del cancionero popular mayo “Como la flor embrisada”
30 de enero
14:00 horas
Mayo y yaqui
Música popular en lengua mayo y yaqui y presentación
del cancionero popular mayo “Como la flor embrisada”
31 de enero
14:00 horas
Mayo y yaqui
Danza del venado con pascolas y músicos mayo
1° de febrero
14:00 horas
Mayo
Danza y música con Amalia Astorga y Adolfo Burgos
(Pilares del Mundo; reconocimiento que otorga el Fondo Yoreme a través del ISC-Culturas Populares)
2 de febrero
14:00 horas
Seri
24
C
Danzando pascola sobre un caparazón de tortuga marina
(fotografía Manuel Graniel, 2009).
CULTURAS EN ACCIÓN
Presencia de Culturas Populares
e Indígenas en el FAOT 2013
omo parte del Proyecto Protección Técnica y Legal, en abril del 2009 la Sección
de Arqueología del Centro inah Sonora
llevó a cabo el rescate de una osamenta arqueológica en el municipio de Pitiquito, Sonora. El
descubrimiento fortuito fue realizado por miembros de la comunidad seri, en una duna costera
en territorio comcáac, al sureste de la población
El Desemboque; por usos y costumbres le fue dado un trato especial al hallazgo, lo que condicionó el tiempo para el trabajo arqueológico.
En las primeras estancias en la comunidad solo nos fue mostrado el material que ellos mismos
colectaron, que consistía en 931 cuentas de gasterópodos. Con esto, corroboramos que se trataba
realmente de vestigios arqueológicos, en tanto que
para la comunidad esas piezas demostraban que
se trataba del entierro de un “gigante”, por lo cual
las cuentas se trataron como objetos de poder y
no podía ser revelada a nadie la ubicación precisa del lugar donde fueron encontradas, antes de
que se realizara una fiesta tradicional.
Dentro de la tradición comcáac existe la figura mítica de “los gigantes” como ancestros, ya
que antes de los seris existieron los gigantes, según datos recuperados por Edward Moser a mediados del siglo veinte.
Solo tres personas de la comunidad (miembros de la familia Torres) conocían la localización
25
Zíix cosiat hiitajc
Compartiendo saberes. Excavación arqueológica
(fotografía: Diana Molina, 2009).
exacta del hallazgo, información que guardaron
celosamente por varias semanas. Durante la celebración de la fiesta tradicional que duró ocho
días y ocho noches, y a la que acudieron tanto integrantes del Consejo de Ancianos como de la
Guardia Tradicional, los primeros contaron los relatos que conocían de los gigantes, sus poderes, y
su forma de hablar, lo cual supimos por nuestro
intérprete Arturo Morales, promotor cultural bilingüe (de la Coordinación de Culturas Populares
e Indígenas de Sonora) de la comunidad El Desemboque. Los demás escuchaban atentamente este suceso y los jóvenes seris –usando grabadoras y
videocámaras– captaban dichos relatos. Cantos,
danzas y juegos tradicionales fueron realizados en
diversos momentos durante estos días.
Al octavo día nos fue permitido a los arqueólogos realizar el rescate con la presencia y ayuda
de gente de la comunidad, todos usando pintura facial tradicional como protección.
Una vez realizado el rescate, y previo acuerdo
con la comunidad, se procedió con el traslado de
la osamenta a los laboratorios del Centro inah
Sonora para realizar los estudios pertinentes (análisis osteológico y toma de muestra para fechamiento), condicionando que una vez que esto se hubiera hecho se procedería con la devolución de los
restos a El Desemboque, con el fin de que fueran
expuestos en una vitrina junto al material arqueológico que ellos han recolectado de diferentes lugares del territorio comcáac, lo cual proyectan como un atractivo de la comunidad que podría dejar
algún beneficio económico.
Los restos óseos se encontraron en un excelente estado de conservación, en una posición
26
decúbito lateral derecho flexionada, con pérdida de posición anatómica únicamente en la extremidad superior derecha y en la parte facial y
frontal del cráneo. El resto de la osamenta conservaba su posición original al momento de la
excavación. Los huesos presentaban una ligera
pigmentación rojiza en la región pélvica, entre
las piernas y en el pecho y cráneo; la misma coloración también fue observada en la arena que
rodea estas regiones.
El análisis osteológico fue realizado por el bioarqueólogo James T. Watson del Arizona State Museum de la Universidad de Arizona, y revela que
se logró la recuperación de la mayor parte de la osamenta, excepto los elementos de la base del cráneo,
cara y esternón, así como varias vértebras y la mayoría de las epífisis de los huesos largos. Con base
en los huesos recuperados, la inhumación corresponde a un adulto de sexo masculino de entre veinte y treinta años al momento de la muerte, de musculatura moderadamente robusta. En general presentaba buena salud, un desgaste dental moderado,
sin caries y una mínima acumulación de sarro en
algunas piezas dentales; la dentadura presenta desgaste plano, lo cual sugiere una diversidad en las
prácticas del patrón de subsistencia.
Es evidente la interrupción del crecimiento
de esmalte en los caninos inferiores durante la niñez, entre el cuarto y quinto año de vida, así como
la posibilidad de una infección menor en su oído
medio; presenta, además, una porosidad mínima
en el techo de ambas órbitas del hueso frontal y
se pudiera sugerir una criba orbital, lo cual evidencia un estrés en la infancia, fuera de lo cual es aparentemente carente de patologías degenerativas.
xica hitajcoi laboratorio hanicocaytax quejim cap
anocap tix contimozitoj inah. tix anopaita.
Hititex coiyayaxiha hipoctam cohax, hapac
zocoisia hoxtpactama coax mos, haóxlihom coisquelajcaha, hoxpopactata coax zixzo hanopopaxquimtax xica hima ocot pac hiquih coi tocosomcaha mos, comca´ac hantitiyay tintica, hitititolca hocotiha, tax hocotpacta, mos zix hiticoisiptac
quihmos hacacaha. tax zix himiplaha, hitaj cohi
–miztama pteinco, hantenocoihac tipima, han haniomac tislitxocoj, hinolapa hicpac, mos haxcoqueto haxtahihaxhaha, hilit hitac, quij tix antimij zohantcojia, haxo hitajquimacoi tax hapi hantiomaco hancocomiha. coixapjac,
Xica hitajcoi, coipactahac, hax quelo haxtahiaxama, hitoitxaha hipizitac´xaha, hilititac, xaha, tax mos haópacta, mos hantitiom com mos,
hamoctam cozaj com mos haximelo. Hitaj
cöicohihoc’tamac, quih zix quisax, bioarqueologo. James. T. Watson de Arizona State Museum
de la Universidad de Arizona hox mimoz xica hitajc, cohimiztama coc´yaxiteme, hilit,hitac xaha,
yenxaha, hitac´hantcomxaha, hoxtpactama, coihoctamac zix, quihsax, c´tam hantihanl cac´j xaha hantihanl capxaxa tax zohatemio himipla cohisatax tama himtalca cohi taóc´l taijac, hanomoi
mos, himoquepeha, hitascoi coimihac, ptitatazo
haxcopolo zitimic´iha, quipxao hatoicoiplaxac´aiha,
hoxtpactama coisilac, han c´zoxaha, coitom tax
tama hislitxac, hatap hanocap hiha, hoxctpactma
mos hislitx hanac, hitac com cazajojiha, tax hocompacta coihoctamac zixcosiat, eque haotj hec´to
quih hanancoit, com.
Descubriendo la arena de los tiempos
(fotografía: Manuel Graniel, 2009).
H
apasoj, hitiyati´cpan hipmotama-xnois
hiatizaxcap tama. hant quih. 2009 xica
quihstox ziix quihantxmoca quih canl0j
hanicocaitax quejim capanocoi. inah. Sonora.
Xica hitajc hantxmoca paquimict xicaquistox,
arquiologoj tax hocotiha –municipio de Pitiquito
Son. Xicaquistox quitcoi comca´achacoipac´haha.
yahijan xepe hitel comaha haoxlihom xnaipac
haha hapizix hisojihaziquitma mizjitaizima coax
xica quistox –arqueologoj tax matic´pan.
Hanso zixquih yenocap quih coihaha xicaquistox hanoizcam tacoi hanso xica hocotcoiha taxa
hemacot hapxij hapac quihpahaha, hiticoihiyaxihac. 931. Tax hacoif hijcoxalcacoi hizax hocotpactama coax zix quih arqueológico hiha quih hamiyaj xicaquistox hantac hiticoicoi tax xica hocotacoitimotama zix cosiat zohaniom temio, oxtpactamamos hapxij cohi zix quih camepit quih quipi
quimahaj hoxtpatama mos hax zixquisaxozo coimacotia hitihomahac coi piestipizotocoimijac.
Comcaác cohi hapi zixc hisoj hihazi quih tama, hanso zix quihazaox, quih tamax hinzaox zixcosiat, quij hantxcoiha hisojac hiticoipactahac.
zixctam mosni hilit quihozaoxiha.
Coizaoxac. siglo hianlcoc´jcap himozitaxac hanocoititayma. hanso xicaquistox quih hoxo capxa
hantac hiticoi. familia torres. tax himictiha hantitiom hisojac taqx. Hocotpactama, himislajc, hicatomic halxanaox hititofinma piest quijcoipaihac
tama, hixapc´zoxolcama zah xaha hihamoc´xaha
hitmisoma xica quistox quelcam, zix quih hantx
mocaquih hanihimojc hiticic´j xaha xica quixazoj yatxahac comcaác himaxaha, tax mosmitxo.
Oxtpactama zixquihantxmoca, quih zixcosiat com
hiticoipactaxa tax hinzaóxt, zix quih haco hicamaxa yazaxaha hizax himiyaj zixquisax yaza quih toiy
c´zaóx p.c.b. Arturo Morales. tix hinitamxma, hant
haóxl hiom hitiquihiha hoxtpactama mos xicaquihquihstox coaquejcoi mizjinquecoloj zixquih zixquihanantyat, xaha henmanicaspoj xaha tax hitonic. huicosxaha, hicahitom xah tax hanantimalajc. hoxipactoj halxmahataxo, zah. hizcoyolca.
Zah hiquih zoxolcam captama, hee arqueologoj hiquitalajma hapx hasic´molca, tahamazi, comcaác, cohitoc´tima, mos pahicotoitazima, mos
yenccoj himaizi, ziix himipiziticoiscopactoj hocotpactama, Hatxapj hapx, hataócólcama, coax
xica quistox, hantac. Hiticoicoi hiax ptetistoxma,
27
GALERÍA SONORENSE
en varias partes del país, de institutos de cultura, museos, centros de investigaciones y otros foros tanto nacionales como internacionales. Donde quiera que estén se hace presente la alegría
y el canto, la espiritualidad y la memoria.
Hoy en día no es muy común que esto suceda, al menos no en el mundo comcáac, donde los
cantores de pascola normalmente son hombres,
al igual que los jóvenes y niños danzantes; siempre las mujeres han cantado y danzado, pero es
más frecuente ver a los hombres pascoleando.
Nacidos ambos en la década de los años treinta, representan hoy en día un fuerte vínculo entre la cultura ancestral, que les heredaron sus
padres, y la cultura contemporánea, sobre todo
por los cambios que han sufrido en su forma de
vida, particularmente desde la década de 1970
a la fecha.
Ellos creen en la cultura y en las tradiciones,
creen en la importancia de los cantos y en la necesidad de conocer bien los recursos del desierto
y los del mar. Eso es algo de lo que enseñan a la
gente: a conocer su cultura, a fortalecer su espíritu, a despejar las dudas y problemas personales,
para seguir caminando por el mundo. Por eso son
como pilares del mundo, que se sostienen uno a
otro, para tener más fuerza y aguantar la carga
de la tradición, que pesa, aunque aligera el alma.
Adolfo y Amalia
Pilares del mundo
Amalia Astorga
Desde el año 2011, por acuerdo de la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas/Conaculta y
de los gobiernos de los estados de Sinaloa, Chihuahua y Sonora, se implementó el programa Pilares del Mundo, a través del Fondo Yoreme. En su primera emisión, el señor José Ruelas, cantador y rezador del pueblo
macurawe/guarijío, recibió este reconocimiento. En el presente año se acordó otorgar este estímulo a los señores Adolfo Burgos y Amalia Astorga, miembros del pueblo comcáac/seri; presentamos aquí una breve semblanza de ellos.
A
l hablar de la conservación de la cultura comcáac/seri del noroeste de México
resulta difícil no referirse a una pareja
de “ancianos” de gran trascendencia: se trata de
Adolfo Burgos y Amalia Astorga, o sencillamente Adolfo y Amalia; ellos son dos y están muy
unidos. Los une el amor y la tradición, los une el
canto y la danza, los une la alegría de entonar
mágicos cantos de origen ancestral, los une el
amor por el desierto que se encuentra con el mar.
28
Amalia vive para el canto y la danza, a través
de sus palabras se mantiene vivo el pensamiento
tradicional comcáac; a veces ella canta sola, pero
en muchas ocasiones la acompaña su marido,
Adolfo Burgos, porque entre ambos han recorrido por largos años el desierto, las tradiciones o los
senderos de viajes interminables, llevando con
ellos la fuerza y el conocimiento de sus cantos.
Muchas veces también ella danza al compás del
canto y la sonaja de don Adolfo y comparten la ale-
Ellos viven, viajan y trabajan juntos; juntos
cantan en las fiestas y ceremonias tradicionales,
cuentan historias y leyendas, platican con los niños y les muestran las danzas con que se enciende el orgullo de la tradición.
Sus pasos juntos han recorrido caminos, estaciones, terminales aéreas, se han hecho presentes en festivales, encuentros, congresos, festejos y un gran número de actividades culturales.
Han recibido invitaciones de gobiernos estatales
Amalia Astorga es una gran mujer comcáac que
vive en la comunidad de Axöl Ihöm. Proviene de
una familia de gran abolengo, al ser hija de don
José Astorga y de doña Rosa. Don José es reconocido como creador de la famosa tradición escultórica de los seris a través del tallado del palo fierro; también fue reconocido por su profundo conocimiento de su cultura e historia. Doña
Rosa, por su parte, como las mujeres comcáac,
sabía encontrar alimentos, medicina y todo lo
que necesitaba, recorriendo el desierto.
Desde pequeña Amalia aprendió a conocer
también el desierto y recorrió con su familia en
incontables ocasiones la isla del Tiburón, los cerros y las cuevas. Durante muchos años fue una
gran artesana, aprendiendo a hilar los arbustos
del desierto en la elaboración de las coritas; sin
embargo, el canto, la danza, la espiritualidad y el
misticismo del mar y el desierto habitan y se expresan en su conciencia.
Amalia Astorga, pilar del mundo comcáac. Axöl Ihöm.
29
Adolfo Burgos
En la costa del desierto sonorense se encuentra
el territorio comcáac/seri, quienes han vivido en
esa región desde mucho antes de la llegada de
los españoles. En esta región de grandes contrastes, debido al clima y a la conjunción del mar y
el desierto, se encuentra la comunidad de Axöl
Ihöm, conocida también como El Desemboque;
es ahí donde vive don Adolfo Burgos, sin lugar
a dudas uno de los pilares del mundo comcáac.
Don Adolfo es hoy en día un respetado mayor entre su gente; por muchos años se ha dedicado a interpretar los cantos tradicionales, eje
del simbolismo de esta sociedad, donde el canto
30
tiene un lugar muy relevante en la espiritualidad, en las tradiciones y creencias, en ritos de paso y en distintas ceremonias.
Además de eso destaca también su decidida labor en la transmisión de los conocimientos heredados por sus mayores, a través del establecimiento
de una Escuela Tradicional en su pueblo pesquero,
cuna de grandes artesanos. Es preciso señalar que
esta labor no la ha realizado solo y que la lleva a
cabo junto con su esposa Amalia Astorga.
Como los integrantes de esta sociedad, don
Adolfo, que nació en la década de 1930, vivió
largos años como pescador en el canal del Infiernillo y vivió y creció en la isla del Tiburón, conociendo sus recursos y sus historias, sus sitios sagrados y conservando los recuerdos.
Por varios años tanto él como Amalia han sido representantes y embajadores de la cultura comcáac en distintas partes de Sonora, así como en
distintos estados de la república y su reconocimiento ha llegado incluso a nivel internacional.
Constantemente han sido invitados a participar
en festivales, encuentros y congresos étnicos y
culturales. Donde quiera que don Adolfo está
presente, comparte sus cantos y pláticas, mostrando rasgos profundos del mundo de los comcáac o seris.
Una de sus grandes preocupaciones ha sido
el que no se pierdan la costumbre y las tradiciones, por eso insiste en la necesidad de enseñar
a los niños en su escuela, para la cual constantemente busca apoyos; allí los niños aprenden
la belleza y el significado de los cantos, mientras
aprenden también la danza del pascola.
Prácticamente todos los adultos jóvenes, los jóvenes y los niños han ejecutado en algún momento de su vida estas danzas, las cuales interpretan
en ceremonias como Año Nuevo, Fiesta de la Caguama de los Siete Filos, Fiesta de la Canasta y Fiestas de la Pubertad, entre otras celebraciones.
La importancia de la labor de don Adolfo Burgos al interior y fuera de su comunidad es invaluable, ya que, como toda sociedad moderna, esta
afronta grandes retos, principalmente en lo que
respecta a la presencia de su idioma, que se ve
amenazado por la creciente influencia de los medios, los recursos cibernéticos, las vías de comunicación y otros factores que representan un fuerte
reto para la permanencia de esta ancestral cultura.
Por todo ello, es que don Adolfo recibió el reconocimiento como pilar del mundo comcáac/seri.
LIBROS
gría de dar vida a sus recuerdos. Ella se preocupa
mucho también por los niños y porque aprendan
su cultura, por eso participa siempre que puede en
las actividades, pláticas, danzas y juegos que se llevan a cabo en la Escuela Tradicional o en el Centro
de Cultura. Algunos amigos de Estados Unidos le
hicieron un libro donde cuenta la historia de una
pequeña iguana.
Por algún tiempo estuvo enferma y apenas se
levantaba y salía de su casa; recientemente, en la
celebración del Año Nuevo Comcáac, Amalia por
fin salió de su casa y cantó y danzó junto a su marido y con toda la gente, esto fue algo que todos
celebraron con orgullo y con cariño, muestra de
la importancia que para los comcáac tienen tanto Amalia como Adolfo.
Amalia Astorga ha sido entrevistada en distintas ocasiones y sus conocimientos y enseñanzas tienen presencia en estudios de etnobotánica, etnología y otros temas semejantes. Ha viajado por varias partes, siempre portando con orgullo su vestimenta tradicional, hablando de la
cultura de su gente y de la necesidad de seguirla conservando.
Por la importancia, trascendencia y consistencia de su labor para la conservación y mejor conocimiento de la cultura seri a través de sus actividades dentro de la escuela tradicional que sostiene junto con su marido, por su labor como cantora y danzante y por el reconocimiento mismo que
ella tiene no sólo en su comunidad, sino en distintas partes, como embajadora y representante
de esta ancestral cultura, es que doña Amalia recibió el reconocimiento como pilar del mundo
comcáac/seri.
Arte indígena y diálogo cultural
La Independencia y la Revolución Mexicana desde la memoria estética
E
l 2010 fue un año de profunda reflexión
histórica para nuestro país. Las gestas fundacionales del inicio de la lucha de Independencia y cien años después del comienzo de
la Revolución fueron aspectos determinantes en
la configuración de lo que hoy somos como nación pluriétnica y con una valiosa diversidad cultural. Como parte del gran proceso de reflexión
que esta fecha representó para todos los mexicanos, la Dirección General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes (Conaculta) organizó el Coloquio Arte Indígena y Diálogo Cultural: la Independencia y
la Revolución Mexicana desde la Memoria Estética, el cual se realizó los días 7, 8 y 9 de agosto en la ciudad de Pátzcuaro, Michoacán, a donde acudieron especialistas desde diversas partes
del país a dialogar en torno a las manifestaciones
estéticas y el simbolismo que se manifiesta en dis-
tintas expresiones del patrimonio cultural de la
nación, desde las perspectivas de la etnomusicología, la historia, la historia del arte, la lingüística y la antropología, realizando un recorrido desde las expresiones prehispánicas hasta la configuración de otras formas de expresión por la influencia europea durante el proceso de conquista, o por la expresión poética, lírica y popular acerca de los distintos sucesos que han acontecido
a lo largo de nuestra historia, a partir de la visión
de las distintas sociedades que se han desarrollado en nuestro territorio.
Con la preocupación de conservar y trasmitir toda esta rica discusión y acervo de análisis
y formas de interpretación de nuestra cultura e
identidad, durante el año 2011 se publicó la memoria de dicho coloquio, donde se presentan los
distintos trabajos discutidos en esa ocasión y que
permiten ampliar la reflexión y el diálogo acerca
de las formas en que la cultura da cuenta de los
procesos históricos, a la vez que muestra el rostro y los sentimientos de una sociedad.
A través de cuatro secciones, donde se agrupan las temáticas discutidas, se pueden conocer
estudios y experiencias que en sí mismos abren
puertas a nuevas reflexiones. Así, se habla del arte y la cultura en la construcción de la nacionalidad mexicana, se analiza la presencia del indio
como motivo en el arte novohispano e, igualmente, se discute, desde el norte de México, acerca de
los pueblos indígenas y su resistencia a los procesos de homogeneización cultural, para finalmente discurrir acerca de la utopía estético-social de
los pueblos indígenas frente a la modernidad.
Como señala el prólogo de la obra: “El indio ha
mantenido presente en el escenario multisocial,
su capacidad creativa del México moderno con
su bagaje cultural, sus lenguas y visiones estéticas, por lo que el arte y la cultura nacional no se
conciben sin el legado histórico que aportan.”
* Comentario del libro Arte Indígena y Diálogo Cultural.
La Independencia y la Revolución Mexicana desde la memoria
estética, México, Dirección General de Culturas PopularesConaculta, 2011, ISBN 978-607-455-659-9, 174 p.
31
SOBRE LOS COLABORADORES
DE ESTE NÚMERO
Lombardo Ríos. Interesado en la arqueología sonorense. Estudia el arte rupestre del sur de Sonora. Ha publicado estudios sobre la cultura mayo
y el arte rupestre. Es fundador del Museo de Tehuelibampo, donde participa en el rescate y difusión del patrimonio rupestre sonorense.
Felícitas Jaime León. Promotora cultural bilingüe yaqui. Originaria del pueblo de Huirivis, Río
Yaqui. Responsable del Centro de Cultura Yaqui
de dicha comunidad. Tiene más de veinte años
desempeñándose como promotora.
Severa Mátuz Valdez. Originaria del pueblo de
Ráhum, Río Yaqui. Es promotora cultural bilingüe del pueblo yaqui desde 1991
Armanda Vega Buitimea. Promotora cultural
bilingüe mayo. Originaria de Tetapeche. Ha participado en estudios sobre historia, medicina tradicional, fiestas y artesanías. Ha producido programas de radio y realizado trabajos de traducción.
Alejandro Aguilar Zeleny. Profesor investigador del Centro inah-Sonora. Colabora en el Proyecto Recuperación de la Memoria Histórica Macurawe/Guarijío.
Antolín Vázquez Valenzuela. Promotor cultural
bilingüe mayo desde 1982. Coordinador de los Centros de Cultura Mayo. Actualmente es responsable
del Proyecto Recuperación de la Memoria Histórica del Pueblo yoreme/mayo.
Flor Marina Zamarrón Castellanos. Integrante
del pueblo o’ob/pima. Originaria de El Kipor, Yé-
Caguama de los siete filos.
Detalle del mural de Ethel Cooke,
32
Casa Hoeffer.
cora. Ha colaborado en proyectos de conservación
de la cultura pima. Ha participado también en talleres de capacitación del Fondo Yoreme y se interesa en aprender a tocar el violín para que se
conserve la tradición musical de los pimas.
Marisol Rodríguez. Integrante del grupo pima.
Es originaria de Maycoba, Yécora. Ha participado en programas de prevención del alcoholismo
y en talleres del Fondo Yoreme. Participó en el
Encuentro de Guías Espirituales de 2011.
Javier Zazueta Leyva. Integrante de la etnia macurawe/guarijío. Ha trabajado como productor de
programas y locutor en la xeech, La Voz de los
Tres Ríos, radio comunitaria indigenista de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas (cdi). Ha realizado diversos trabajos de
recopilación de historia oral y de traducción guarijío/español. Colabora en el Proyecto Memoria
Histórica del Pueblo Macurawe/Guarijío.
Elisa Villalpando Canchola. Arqueóloga del Centro inah-Sonora. Ha realizado investigación arqueológica relacionada con la cultura seri en la
isla San Esteban. Por varios años ha dirigido las
investigaciones y excavaciones arqueológicas del
cerro de Trincheras, abierto al público en 2012.
Manuel Graniel. Arqueólogo. Trabaja en el Centro
inah-Sonora en el proyecto arqueológico La Pintada. Colabora en tareas de salvamento arqueológico
en el estado.
Flor Joven
de Pascola
(iluminada)
Diana Molina.
comcáac.
Se interesa en la
conservación de su cultura tradicional.
Cuadro hecho con tinte de mezquite por
el artista mayo Jesús Gilberto Buitimea
(Mota). Una versión anterior, sólo con
raíz de mezquite, fue la que publicamos en
el número 2 de esta revista; en la versión
actual, el autor ha añadido color a la obra.

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