Buen intento, Adam

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Buen intento, Adam
ESCENARIOS
& SOCIEDAD
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EL LITORAL
lunes, 12 de marzo de 2012
Laura Osti
A
dam Sandler se la rebusca. Su
opción es la comedia, y como
todo comediante, explota un
perfil siempre asociado a su figura.
Es que la tradición en este rubro
indica que el actor prácticamente
se identifica con su personaje, el
cual se repite con apenas mínimas
variantes en cada película. No se
sabe si es una imposición del género o una costumbre arraigada y respetada como dogma.
El caso es que, en esta apuesta,
Sandler parece todavía un tanto
impreciso. Al menos, en Jack y Jill
no transmite mucha convicción.
Entonces, hay que decir “la idea
es buena...” y dejar en suspenso la
opinión final, un poco por respeto y
otro poco por indulgencia.
No es que no tenga dotes para la
comedia, es que quizás el guión no
lo acompaña.
El tema central de la película es
la relación entre gemelos. La tesis
es que los hermanos gemelos mantienen una relación indisoluble a
lo largo de toda su vida, que puede
adquirir características muchas
veces extravagantes, lo que contribuye a abonar la leyenda de que
poseen “poderes” diferentes al resto de los mortales.
En este caso, Jack (Sandler) tiene una hermana melliza, Jill (Sandler), con quien tiene un vínculo
más bien desapacible.
Él es un exitoso ejecutivo de
publicidad instalado en Los Ángeles
con su esposa y dos hijos, y ella es
una solterona nacida y criada en el
Bronx, de donde nunca salió. Todos
los años, visita a su hermano para el
Día de Acción de Gracias, y la película empieza justamente en esa fecha.
Como en cada ocasión, Jack va a
esperar a su hermana al aeropuerto
y la familia compartirá la cena tradicional. Sólo que esta vez las cosas
tomarán un rumbo inédito y Jill se
quedará en casa de sus parientes
más tiempo del habitual.
El personaje femenino se devo-
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Adam Sandler en el doble
papel de Jill y Jack, en la
película dirigida por Dennis
Dugan. Foto: Agencia EFE
Buen intento, Adam
ra a su gemelo, que parece más bien
comprimido en el traje de la normalidad. Jill es una versión desopilante de mujer, es tan tosca, grosera
y masculina, que no transmite en
ningún momento ni una pizca de
convicción. Está ridiculizada y exagerada, quizás deliberadamente.
Es chocante, apasionada, ruidosa y para nada elegante. Es capaz
de arruinar los mejores momentos
familiares con un arranque caprichoso y su autoestima herida, pero
es buenaza y querible.
Para levantar la apuesta, la película incluye varios cameos con personajes de la farándula muy cono-
cidos, como Johnny Depp, Shaquille O’Neal y otros. En tanto que Al
Pacino tiene un papel relevante,
lo que le pone pimienta al espectáculo, como para que no derrape
por inconsistente y aburrido. La
estrella legendaria de Hollywood
se interpreta a sí mismo, aunque
en un estado de alienación mental.
Juega al actor veterano atrapado en
una especie de demencia senil en la
que su psiquis es invadida por sus
personajes más famosos. Solitario
y con costumbres excéntricas, se
siente ferozmente atraído por Jill,
a quien trata de seducir, mientras
Jack lo quiere convencer para hacer
un comercial de capuchinos.
Pero la melliza se siente más
atraída por el jardinero, un inmigrante mexicano, con quien tiene la
oportunidad de vivir momentos de
diversión extrema en una fiesta con
su comunidad.
La película pone el acento en
algunos prejuicios típicos como la
rivalidad entre hermanos, la discriminación al diferente, ciertas
desviaciones patológicas del éxito, el mito de la familia perfecta,
etc., pero... se queda a mitad de
camino en todo o casi todo. Tootsie y Mrs. Doubtfire pueden dormir tranquilas.
••
REGULAR
Jack y Jill
Jack and Jill, EE. UU. /2011
/ Dirección: Dennis Dugan /
Guión: Adam Sandler / Fotografía: Dean Cundey / Música: Harry Gregson-williams
/ Elenco: Adam Sandler, Al
Pacino, Eugenio Derbez,
Katie Holmes / Duración: 91
minutos / Calificación: apta
para todo público

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