Revista Los Pingotes - Asociación de Amigos de Fuentes de Magaña

Transcripción

Revista Los Pingotes - Asociación de Amigos de Fuentes de Magaña
LOS PINGOTES
La
revista de La
asociación
recreativo - cuLturaL de
amigos
de
Fuentes
de
magaña
Diciembre 2014 Nº 8
9 días de agosto.
Crónica de la VIII Semana Cultural
Un poco sobre mi vida.
Por José Mª Martínez -Kote-
Los Pingotes. Origen y signiicado
Y además:
• Recuerdos y vivencias
• Medio ambiente
• Gastronomía
• Literatura
Serranía Celtibérica. Por Francisco Burillo • Deportes
Platero y Francisco. Por Isabel Goig Soler
La cabrada. Por Abel Hernández
• Salud
• Tradiciones
LOS PINGOTES 1
2 LOS PINGOTES
LOS PINGOTES
SUMARIO 08
04
05
06
14
20
23
24
25
26
28
30
32
34
36
37
38
40
43
44
46
48
49
50
51
diciembre 2014
Editorial. El espíritu fuenterreño.
Memoria económica 2013 de la Asociación de Amigos de Fuentes de Magaña.
9 días de agosto. Crónica de la VIII Semana Cultural.
Un poco sobre mi vida. Por José María Marínez -Kote-.
Los Pingotes: origen y signiicado.
Recuerdos y vivencias. La alcabala.
Recuerdos y vivencias. La calle de abajo.
Recuerdos y vivencias. Un placer de otros iempos.
Fuentes de Magaña: ¿de la emigración a la despoblación?
Serranía Celibérica. Un proyecto de desarrollo rural. Por Francisco Burillo.
Historias de otros iempos. Cara y cruz de la emigración.
Para leer... El canto del cuco. Llanto por un pueblo.
Platero y Francisco. Por Isabel Goig Soler.
Recuerdos y vivencias. Reminiscencias.
La cabrada. Por Abel Hernández.
Naturaleza y medio ambiente. Recolección de setas.
Naturaleza y medio ambiente. Los topillos (microtus avalis).
Fuentes de Magaña, ierra de tesoros. Geocaching.
Aquellas gentes que poblaron Tierras Altas.
Crónica 1er Desaío BTT Tierras Altas.
Gastronomía. Torreznos. Un placer para los senidos.
Salud y remedios. Del torrezno a la cheeseburger.
Tradiciones. Al amanecer, la Aurora.
Crónica de Fuentes de Magaña y sus gentes. La Plaza Hueca llena de nuevo.
Colaboradores de la revista Los Pingotes
La presente publicación es fruto de la colaboración de varias personas que aportan sus conocimientos y experiencias para enriquecer los contenidos
de la revista. Si quieres colaborar en cualquiera de los apartados de esta publicación, ponte en contacto con nosotros. Te necesitamos.
La revista Los Pingotes es una publicación
de la Asociación de Amigos de Fuentes de
Magaña que consituye un punto de encuentro y divulgación de las acividades
de la asociación, así como de la historia,
las tradiciones, la gastronomía, la naturaleza y la cultura de Fuentes de Magaña y
su entorno.
La revista no se responsabiliza ni comparte necesariamente las opiniones veridas
en entrevistas, arículos o colaboraciones
que en este medio se publiquen.
www.fuentesdemagana.com
Dirección:
Junta Direciva de la Asociación: Nuria Domínguez Marínez,
Javier González Castellano, Nieves Valer Ramos, Recaredo García
Gaspar, Ana Aguado Marínez, Mª Isabel Marqués Marínez
Edita:
Asociación Recreaiva Cultural de Amigos de Fuentes de Magaña
Coordinación, diseño y maquetación:
Recaredo García Gaspar
Imprime:
COMETA artes gráicas
Depósito Legal:
Z-4002-2007
LOS PINGOTES 3
Editorial
El espíritu fuenterreño
A
unque no es tarea sencilla, tras 8 años
de andadura seguimos ieles a nuestra
cita anual de publicar un nuevo número
de Los Pingotes. Nuestra inalidad es acumular
conocimientos, recuerdos y vivencias que, de otra
manera, se perderían en la memoria de quienes
ahora los traen a estas páginas.
Y la vida de Los Pingotes corre paralela a la de
nuestra asociación, que también nació hace 8
años. Desde entonces, celebramos la semana
cultural y la iesta del puchero y editamos esta
revista. Pero más allá de lo evidente, se han
conseguido otros hitos como el fortalecimiento de
lazos de amistad forjados en torno a las diferentes
actividades que se suceden a lo largo del año. No
solo las celebraciones citadas contribuyen a ello,
sino también otros eventos programados desde
el Ayuntamiento o la Mancomunidad. Conciertos,
exposiciones, comidas o eventos deportivos se
han sucedido a lo largo de 2014. En esta revista
daremos cuenta de algunos ejemplos como la
actuación de la Banda de Música de Dolores
(Alicante), la celebración del Foro de la Alcarama o
la prueba ciclista Desafío BTT Tierras Altas.
Pero debemos seguir y mantener vivo nuestro proyecto, innovar y ijarnos nuevos retos. Y en este
“plan de futuro” es primordial la incorporación de
nuestros jóvenes. Los descendientes de Fuentes
de Magaña son los depositarios de su legado, de su
historia y de sus tradiciones y dependerá de ellos
que este pueblo dentro de 25 años siga siendo una
realidad viva. Tenemos el deber moral de ilusionarlos y de sumarlos a nuestro proyecto asociativo y
de trasmitirles nuestro entusiasmo y valores como
la amistad, la buena vecindad, el amor por las raíces… en deinitiva, valores que han de impregnar
el “espíritu fuenterreño”. Así que ¡manos a la obra!
Y manos a la obra nos ponemos con el nº 8 de Los
Pingotes que ahora te presentamos. Como cada
año, la revista contiene la crónica de nuestra ya
tradicional semana cultural que, en su 8ª edición,
contó con divesos actos culturales, deportivos, gastronómicos y musicales.
Entre los contenidos destaca la emocionante
biografía que nuestro socio José Mª Martínez
-Kote- nos ofrece en este número. Se trata de una
gran historia, la historia de su vida que Kote quiere
compartir con todo su pueblo.
En el apartado dedicado a la historia desentrañaremos el origen y uso de los Pingotes, construcción
local que da nombre a nuestra revista. Abordaremos el tema de la emigración y de la despoblación
4 LOS PINGOTES
en Tierras Altas de Soria a través de una radiografía
demográica de la zona. También un artículo del
catedrático Francisco Burillo nos ilustra sobre el
problema de la despoblación en el territorio de la
Serranía Celtibérica y sobre los retos y soluciones
planteados a través de su proyecto del mismo nombre. Asimismo en torno a la emigración contaremos
dos historias de fuenterreños que marcharon de su
pueblo en la primera mitad del siglo XX y que encontraron destinos bien diferentes.
Bucearemos en los recuerdos de infancia de quienes la vivieron en Fuentes de Magaña. Descubriremos como era la calle de Abajo; evocaremos olores
y sabores de antaño que hoy son difíciles de volver a
sentir; recordaremos el confort que proporcionaban
los viejos colchones de lana y las tumbillas que se
empleaban para calentar las camas; y repasaremos
el himno de la Aurora, cantado todavía en la madrugada de la iesta del Cristo.
Un año más, disfrutaremos de los textos de nuestro
querido escritor Abel Hernández, en esta ocasión
con un artículo titulado “La cabrada”, publicado en
su blog El canto del cuco. Y precisamente, en el
apartado dedicado a la literatura analizaremos la
última obra de Abel también titulada El canto del
cuco. Igualmente este año se suma a nuestra lista de colaboraciones la escritora Isabel Goig Soler, que nos trae un relato de icción localizado en
Fuentes de Magaña y titulado “Platero y Francisco”.
Expertos en bicicleta de montaña y en geocaching
nos brindan su experiencia en la práctica de
estas actividades en el entorno de Fuentes de
Magaña. También en relación con el medio natural
analizaremos la plaga de topillos que invaden
los campos de cultivo y conoceremos algunos
consejos a tener en cuenta en la recolección de
setas. En gastronomía y salud hallaremos dos
artículos que describen la difícil tarea de freír
torreznos o el contraste de la alimentación básica
de nuestros abuelos frente a la variada, y a veces
no tan sana, alimentación actual.
Y un año más agradecemos la colaboración económica de las entidades y empresas que se anuncian
en este número y, sobre todo, les invitamos a que
renueven su apoyo en próximas ediciones.
Y por último una relexión: editar una revista no
es tarea fácil, pero la ilusión y el esfuerzo habrán
merecido la pena si sirve para llevar a todos los
amigos de Fuentes de Magaña el positivo mensaje
de un pueblo en marcha.
Recaredo García Gaspar
Memoria económica 2013 de la Asociación de Amigos de Fuentes de Magaña
C
omo cada año, aprovechamos esta
revista para presentar un resumen de
las cuentas de nuestra Asociación que,
un año más, se presentan saneadas y con un
envidiable equilibrio entre gastos e ingresos.
Las cuentas de 2013 siguen un esquema muy
similar a años anteriores y presentan unos
gastos e ingresos que se vienen repitiendo
cada año. Los gastos se concentran en
conceptos vinculados fundamentalmente a la
Semana Cultural y al conjunto de actividades
desplegadas durante la misma, a la iesta del
Puchero o a la edición de esta revista.
En el apartado de ingresos vuelven a destacar
cuatro fuentes de inanciación fundamentales
para hacer frente a nuestras actividades:
las cuotas aportadas por los más de 200
socios, que supusieron 3.255 €, la venta de
lotería y rifas que generaron 3.309 €, las
colaboraciones de empresas para la edición
de la revista Los Pingotes, que sumaron 775
€ y las subvenciones de administraciones
públicas que en 2013 alcanzaron los 506 €.
Al inal, 2013 se saldó positivamente con
9.719 €, cifra ligeramente superior al saldo de
2012 (9.108 €) por haber sido los ingresos
de 2013 algo superiores a los gastos como
se puede comprobar en los cuadros de la
derecha.
ayudas
GASTOS
INGRESOS
GASTOS DE FUNCIONAMIENTO
Franqueos, papelería, imprenta...
Donativos y cuotas
CABALGATA DE REYES
VII SEMANA CULTURAL
Sudaderas y delantales
Exposición fotográica
Grupo de danzas sorianas
Concierto de Treapudles
Actuación Mago Juancho
Concierto Alam Folk
Espectáculo Aizcolaris
Placas de homenaje y trofeos
Fuegos artiiciales
Comida popular
Charanga El ruedas
Otros (chocolatada, lienzos rifa...)
Obsequios colaboradores
FIESTAS DEL CRISTO (cena)
EDICIÓN LOS PINGOTES
FIESTA DEL PUCHERO
LOTERÍA DE NAVIDAD
1.400,27
363,53
600,00
700,00
200,00
600,00
650,00
246,39
103,09
2.602,49
750,00
468,15
216,00
291,83
1.534,82
587,92
138,54
GASTOS GESTIÓN DE CUENTAS
24,09
TOTAL GASTOS
588,31
156,00
162,95
12.384,38
CUOTAS DE SOCIOS
3.255,00
AYUDAS Y SUBVENCIONES
Mancomunidad Tierras Altas
300,30
Proynerso (publicidad revista)
205,70
COMIDAS
Comida popular agosto
2.243,00
Cena Fiestas del Cristo
350,00
Comida popular Puchero
544,00
COLABORACIONES Y PROMOCIONES
Copias DVDs
260,00
Sudaderas y sombreros
1.683,00
Donativo particular
70,00
LOTERÍAS Y RIFAS
Rifa lienzos
494,00
Rifa jamón
300,00
Lotería Navidad
2.515,00
LIQUIDACIÓN CUENTAS BANCOS
0,72
PUBLICIDAD REVISTA
775,00
TOTAL INGRESOS
12.995,72
SALDO A 31/12/2013
SALDO 2012
INGRESOS
GASTOS
SALDO 2013
9.108,41
+12.995,72
-12.384,72
9.719,75
Se comunica por medio del presente anuncio que con fecha 9 de octubre de 2014
la Mancomunidad de Tierras Altas noiica que la Asamblea de Concejales de
dicha Mancomunidad ha resuelto conceder a la Asociación de Amigos de Fuentes
de Magaña las siguientes ayudas:
• Para la edición del nº 7 de la revista Los Pingotes la canidad de 347,55 €.
• Para la actuación de Música y danzas sorianas, la canidad de 304,77 €.
• Para el concierto de Música folk la canidad de 304,77 €.
Las actuaciones musicales subvencionadas se celebraron en agosto del año 2013
en el marco de la VII Semana Cultural de Fuentes de Magaña.
LOS PINGOTES 5
UNA SEMANA
FANTÁSTICA
Si una conocida cadena comercial
oferta sus productos en condiciones
ventajosas durante su paricular
“semana fantásica”, también la
Asociación de Amigos Fuentes de
Magaña ofrece su especial semana
a quienes durante esos días acuden
a este pueblo a comparir con los
demás un pedacito de sus vidas con
alegría y entusiasmo. Y es que la
vida no merece la pena ser vivida de
otro modo. Para contribuir a ello, el
mes de agosto nos trajo una nueva
Semana Cultural. El buen iempo
y la diversión fueron protagonistas
durante los 9 fantásicos días que
duro la VIII edición. Quienes tuvieron
el privilegio de disfrutar de todo lo
acontecido esos días no quedaron
defraudados. En las próximas páginas
te damos cumplida cuenta de las
acividades y de las sensaciones
vividas.
9
días
de
agosto
Por Ismael Valer Marín
D
Chuchín Ibáñez y su mariachi
6 LOS PINGOTES
eportiva, muy deportiva
comenzó este año la
Semana Cultural. Al abrir
el programa se leía: ”Clásica ciclista
Fuentes – Cerbón – Fuentes”. La
participación fue numerosa, con
más voluntad que preparación
física. La salida, desde la
conluencia de la calle del Barranco
con la calle Real, permitió dar unas
pedaladas en llano antes de atacar la
continua subida hasta el alto de los
Hilillos. Parada de avituallamiento
en Cerbón, y inal duro coronando
la calle del Barranco. Y seguimos
con deporte: frontenis. La pelota se
estrella continuamente contra las
redes de las raquetas y las paredes
del frontón. Los ganadores Carlos
Aguado y Jesús Álvárez se abonan,
con mentalidad competitiva, cada
año.
Siguen las competiciones, esta vez de
cartas. Musistas, con cara de “seña”,
que apuestan con mejores o peores
cartas y saben disfrazarlo. El mus
nos trae este año nuevos campeones.
Al inal de la tarde, el ajedrez cierra
los dos días que preludian la Semana.
Días de exigencia física poniendo a
prueba la inteligencia y la estrategia.
Se preguntarán ustedes quien fue
el ganador del torneo de ajedrez.
La cosa quedo en tablas aunque el
autentico líder de este torneo es Cote,
que se impuso en una última partida
disputada para desempatar.
L
unes, martes y sábado se
celebraron los encierros donde
“la gente menuda” disfruta.
Almuerzo de mayorales y preparación
física antes de los correcalles. Por
supuesto, canto – oración al Santo
Patrón para implorar su protección
ante los temibles “astados”. Las
Ruta ciclista Fuentes-Cerbón-Fuentes
carreras fueron frenéticas y los recortes ajustados
ante las impresionantes cornamentas. A media
mañana, para reponer las calorías consumidas
en el encierro, la “gente menuda” prepara y
degusta el aperitivo en las terrazas del Bar Las
Fuentes. Son las siete de la tarde del lunes cuando
el salón parroquial se llena. Todo el mundo
quiere conocer de cerca la vida y profesión de
los bomberos. Alberto Ramos y su compañero
Sergio Sesma nos documentan, acercándonos
a esta profesión idealizada por los niños. Estos,
durante la charla, preguntan con inocencia y
mucho sentido. Alberto, poniéndose a su altura,
responde desde su conocimiento y su experiencia.
Explican el porque de los cascos tan aparatosos,
la manera de evacuar una habitación cuando
se produce un incendio y la forma de evitar el
humo que es el elemento más peligroso por su
toxicidad. Las preguntas llegaron a provenir de
Participantes en el torneo de frontenis
Niños participantes en actividad infantil
LOS PINGOTES 7
Algunos participantes en la muestra gastronómica “Fuentes de tapas”.
toda la audiencia. El tiempo, que no las
ganas, puso in a la charla. El día lo cierra
el video de la semana Cultural 2013 que,
acertadamente, se titula “Viva la gente”
porque esta semana es de la gente. Quizá
toda la gente no es protagonista pero se
siente co-protagonista.
E
l martes, el taller de manualidades,
montado a la sombra de las paredes
del frontón, dio como resultado
las pequeñas obras que se expusieron en
Actividad infantil. Trabajando la arcilla.
8 LOS PINGOTES
el escenario. Por la tarde la gran iesta
gastronómica de “ Fuentes de tapas”. Mil
trescientas dicen los estadísticos. No sé si
este o mayor fue el número de exquisiteces,
pero de lo que estoy seguro es de que el
nivel gastronómico estuvo tan alto como
cualquier año anterior, porque no se puede
superar. Quizá hubo menos participación.
Otras obligaciones y circunstancias
obligaron a algún cocinero y cocinera
habitual de esta muestra, a cumplir con el
trabajo y olvidar la “devoción”.
Alberto Ramos en un momento
de su conferencia.
Excursión al paraje del Molino y la Veguilla.
Y
a el miércoles, el senderismo nos
llevó hasta el Molino. La naturaleza
se alió con los senderistas.
Tuvieron la oportunidad de admirar las
pequeñas y bellas cascadas del Molino en
pleno agosto y de atravesar la, cada vez
más agreste, subida de Vacentenares. La
tarde fue una diversión continua. Primero
taller de Risoterapia donde 20 personas,
era limitada la entrada, se relajaron, se
rieron y se divirtieron. En la plaza, pequeño
escenario donde dos animadores infantiles,
con participación de los padres, hacían
las delicias de los niños. ¡Qué no hace una
madre o un padre por sus hijos!.
L
a vistosa actividad programada
para el jueves hizo adelantar
nuestro
horario
veraniego.
A las nueve, las zoquetas, al chocar
con el mango de las hoces, sonaban
como castañuelas huecas. El sonido
de la dulzaina se extendió por la plaza.
Segadores, carreteros, carro y recua se
pusieron en el camino del “tajo”. Estaba
cerca. En Miralores, Javier Aguado y su
hermano Amador habían reservado una
parcela de trigo junto al camino. Allá los
segadores rescataron sus habilidades de
juventud, los dalladores la potencia de
su brazo y lexibilidad de su cintura. En
Segadores antes de la faena.
LOS PINGOTES 9
el borde del camino, hombres y mujeres
recuperaban las jotas y los viejos cantos
de la siega. Se cargo el carro, se pusieron
fajos en las artolas y se inicio el camino de
la era. El trillo y la rastra volvieron a ser
protagonistas. A ellos se subieron grandes
y pequeños. Mientras la mies era triturada,
circulaban rústicas bandejas de tocino y
chorizo fritos y se apretaban, con fruición,
botas de vino. En medio de toda esta
“vuelta al pasado”, Tino Valer intentaba
explicar el cómo y el porqué de cada una
de las herramientas y de cada parte de las
faenas veraniegas.
Migas con acompañamiento sustancioso y
sustancial, ranchos de patatas o arroz con
pollo y conejo, dependiendo del gusto de
cada familia o grupo de amigos, pusieron
in en una comida de cuadrillas a la larga
mañana, todo ello regado por supuesto
con buen vino. La tarde se llenó con el
partido de futbol: Padres versus Hijos. ¿El
resultado? Hay cosas en las que no cabe
ninguna duda. Y este año una novedad:
Disco móvil infantil. Al son de la música
bailó la “gente menuda” con autentica
madera de bailarines y danzantes.
E
l viernes, los árboles de la plaza se
despertaron por el olor a churros y
chocolate. El programa anunciaba
bizcochos pero las circunstancias
permitieron que se disfrutara con la
degustación de unos buenos churros.
Gracias Josean. Bienvenida Esther. Tras
el desayuno comunitario, fue tarea curiosa
buscar el sitio idóneo para la exhibición de
cetrería. El cetrero dio con el sitio adecuado
en el alto del Castillo, junto a las cocheras
de Manolo. Allí volaron los halcones. Los
niños gozaron, cual cetrero aicionado, al
ver posarse las aves en su brazo extendido.
Un búho real pero perezoso solo quiso
que viéramos, de cerca, sus grandes ojos.
10 LOS PINGOTES
José Antonio Herrero (“Josean”)
Taller de cetrería
Aprendimos que estas aves trabajan mejor
con suaves temperaturas y , aunque criadas
en cautividad, son excelentes y rápidas
cazadoras. Y si en la mañana, buscábamos
en el aire el vuelo del halcón, en la tarde,
a través del aire, llegaron a nuestros oídos
las notas del conjunto “Chuchin Ibañez
y su mariachi”. El nombre del conjunto
deja claro el tipo de música que inundó
las plazas y el frontón. La audiencia fue
numerosa y alguna pareja se atrevió a
marcar unos pasos de baile. Y si con
corridos mexicanos terminó la tarde, con
música más moderna comenzó la noche.
Por segundo día la juventud disfrutó de la
disco móvil en una nueva sesión que se
prolongó hasta avanzadas horas.
Chuchín Ibañez y sus mariachis
Espectáculo taurino
Fiesta de disfraces...
L
legó el sábado con la alegría
desbordada. Corrida de “toros
bravos”. Torera que repite
en esta feria con salida a hombros,
banderilleros y picador. EL espontáneo
en la feria del año pasado, ”Zaborro”,
estuvo entrenando todo el año con su
caballo “Cartonero”. Dio una lección
de cómo ahormar a toros bravos para
conseguir una lidia eficaz y artística.
Bienvenidas todas las aportaciones que
tienen como fin participar entreteniendo
y divirtiendo a los asistentes.
Tras la corrida matinal, comida en
la Plaza Hueca. Ciento noventa
comensales degustan la buena paella,
entremeses, flan de queso, vino, café y
licores. A las 16 horas suena el primer
charangazo de “Los Ruedas” que invita
a recoger mesas y sillas. A las 18 horas,
la creatividad en la calle. Popeye, bien
acompañado, se escapó de Hollywood
y se paseó por las calles. Un escocés
decidió disfrutar de mejor clima y
se vino a Fuentes, también iba bien
acompañado. Hasta los “emoticonos”
se escaparon de su cárcel electrónica y
danzaron al ritmo de la charanga. Y para
aguantar las emociones y el ajetreo,
bocata de chorizo a las 20 horas. El
día acabó con luces y palmeras en el
cielo proyectadas por unos humildes
pero hermosos fuegos artificiales que
ilusionan a quienes los presencian. El
espectáculo pirotécnico, salvando las
distancias, recuerda cada año fiestas de
ciudades más importantes como Tudela,
Pamplona o Zaragoza. También Fuentes
de Magaña merece esta exhibición de
ruido, luz y color. Y a pesar del completo
día de fiesta, aún hubo más. Notas de
música en el frontón acompañaron un
baile nocturno que, bajo el formato de
disco móvil, se prolongo hasta casi las
cuatro de la madrugada. ¡Vaya aguante!
LOS PINGOTES 11
E
l domingo, despedimos la
semana con el entrañable acto
de Homenaje a nuestros mayores
después de misa de doce. Este año
Margarita Hernández Marín, Magdalena
Martínez Maínez y Francisco Carrascosa
Domínguez, además de Rosinda del
Barrio Herrero, que no pudo estar presente
en el acto por residir en Alemania,
recibieron el cariño de su pueblo en
un acto alegremente acompañado por
las guitarras y las voces de nuestros
amigos del Dúo Cadreita. Estos músicos
han entrado también en el mundo de la
electrónica. Sus voces, diáfanas en la
iglesia, se unen a la música que permiten
los medios electrónicos en las terrazas del
Bar Las Fuentes, cuando, sobre las catorce
horas del domingo, decimos adiós a nueve
días intensos que comenzaron siendo seis
hace ocho años.
Momento del homenaje a los mayores
Duo Cadreita.
12 LOS PINGOTES
Junta Directiva de la Asociación.
VIII Ciclo de conferencias: Bombero: una profesión desconocida y necesaria.
urante la VIII Semana Cultural se
impartió una conferencia acerca
del papel de los bomberos, de
los peligros del fuego y de la manera de
combatirlo. Fue una charla muy útil y llena
de consejos que despertaron el interés de
un público muy participativo, en especial
los niños, que acudieron atraídos por esa
vocación de muchos pequeños: “de mayor
quiero ser bombero”.
o en las calderas, escapes de combustible,
accidentes en la cocina, trastadas de
niños jugando con mecheros o fósforos, o
accidentes provocados por velas y cigarrillos.
Y como, una vez comenzado el fuego, este
puede propagarse rápidamente, es entonces
cuando hay que actuar con cabeza fría y
siguiendo unos consejos básicos.
D
Los ponentes en esta ocasión fueron nuestro
socio Alberto Ramos y su compañero
Sergio Sesma, ambos bomberos de Tudela
y con una amplia experiencia en la difícil
labor de sofocar fuegos y atender todo tipo
de accidentes. Dado lo práctico del asunto,
repasaremos esos consejos tan necesarios
para enfrentarse al temido fuego.
Comenzó la conferencia con una referencia
histórica a la antigua Roma, época de la que
se conservan vestigios que acreditan que, ya
entonces, se organizaban grupos de personas para luchar contra incendios en acciones comparables a lo que actualmente sería
una intervención del cuerpo de bomberos.
Alberto Ramos y Sergio Sesma
Los ponentes nos enseñaron también
algunas cuestiones relacionadas con el
fuego y como este se puede desencadenar.
Para generar un incendio nos contaron
que es precisa la concurrencia de los tres
elementos que forman el llamado triángulo
de fuego: un combustible, un comburente
como el oxígeno y una energía de activación
o calor. Cuando estos factores se combinan
en la proporción adecuada, se desencadena
el fuego y, si somo capaces de eliminar uno
de ellos, el fuego se puede atajar.
Nos advirtieron que en los ediicios, los
incendios pueden empezar por diversas
causas: fallos en las instalaciones eléctricas
Alberto y Sergio, apoyados por vídeos didácticos, mostraron como enfrentarse a
situaciones de peligro en caso de fuego:
tapar una sartén en llamas con una cobertera para cortarle el oxigeno y no ponerla
nunca bajo el grifo; tumbarse en el suelo en
caso de humo y sellar su entrada a las habitaciones mediante la colocación de trapos
empapados en agua en la parte inferior de
las puertas, fueron algunos prácticos consejos que no debemos olvidar. Y, sobre todo,
mantener siempre la calma y no ser presa
del pánico.
Con este resumen de tan útil conferencia,
queremos reconocer a estos profesionales la
gran importancia de su trabajo y agradecer
su vocación de servidores públicos.
Taller de risoterapia. A carcajada limpia.
Por Elena Ramos Jiménez
E
n la actualidad, los talleres de
risoterapia son una actividad muy
de moda y demandada, por eso,
en la VIII Semana Cultural se organizó
este evento que, en opinión de todos sus
participantes, fue un gran éxito.
La risoterapia es una actividad lúdica y
terapeútica destinada a mejorar el estado
físico y psicológico de sus participantes a
través de la provocación de la risa. Esta
cientíicamente demostrado que, cuando
una persona se ríe, mejora su estado de
ánimo y su carcajada le ayuda a liberar la
energía negativa, provocando importantes
beneicios para su salud.
Personalmente, decidí asistir a la sesión
de risoterapia porque conforme me
hago mayor, más cuesta arrancarme una
carcajada, incluso con un buen chiste.
Y es que, hay estudios que demuestran
que la madurez nos vuelve más serios
y disminuye la risa, a diferencia de los
niños, que se ríen muy a menudo.
Una sesión de risoterapia ayuda a sus
participantes con ejercicios y juegos
para conseguir la relajación. Hay que
deshinibirse, sacar lo mejor de uno mismo
y encontrar también lo mejor de los demás.
En deinitiva, se trata de sacar ese niño
que todos llevamos dentro y provocar la
risa para fomentar toda la positividad de
los participantes, haciendo pasar un buen
rato de diversión y carcajadas.
Con la risoterapia se mueven
más de 400 músculos,
se liberan endorinas, se
segrega adrenalina, se
esimula la circulación de la
sangre, se queman calorías
y aumenta la frecuencia
cardiaca y la respiración.
En Fuentes de Magaña se desarrolló este
taller con un grupo de 20 participantes,
integrado por 19 chicas y un único varón,
nuestro socio Miguel Ángel Marín. Pero
esta aplastante mayoría femenina no intimidó en ningún momento al participante
masculino. Al contrario, su testimonial
presencia contribuyó, más si cabe, a crear
un divertido ambiente. Partíamos con la
ventaja de que todos eramos amigos y familia del pueblo, con ganas de participar
Momento del taller de risoterapia
y pasarlo bien, lo que pronto favoreció un
agradable clima de relax y deshinibición.
Comenzamos en grupo con juegos infantiles, de palabras, expresión corporal, danza, pruebas con globos... todo ello con el
in de que la tensión fuera desapareciendo
y así evitar el miedo al ridículo y vencer
los complejos individuales que cada uno
pudiese tener. Al principio, todos teníamos
“risa nerviosa”, pues debíamos superar
la vergüenza inicial y los prejuicios para
alcanzar un idóneo estado de relajación.
Pero enseguida se produjo la explosión de
carcajadas y risas naturales y contagiosas.
Fue una experiencia realmente divertida.
Finalmente, terminamos disfrazados y
desilando como auténticos modelos.
Así que, ya sabéis, ¡todo el mundo a
desternillarse de risa!
LOS PINGOTES 13
CORAJE
Y DETERMINACIÓN
José María Martínez Hernández,
Kote, tiene un papel protagonista en
la vida diaria de su pueblo, Fuentes
de Magaña. Es de los pocos valientes
que -aún hoy- habitan en la localidad
y, por ello, ha sido testigo, salvo sus
estancias en Madrid, de la historia
de Fuentes de los últimos 50 años.
Muy observador y, por tanto, gran
conocedor del discurrir cotidiano de
la localidad y de todos sus vecinos.
De los que quedan y de los que se
fueron. Ha conocido de primera mano
la paulatina despoblación de Fuentes
de Magaña en el último medio siglo
y como, cada año, sus calles quedan
desiertas en los largos meses de
invierno y se animan, poco a poco,
con la llegada del buen tiempo y, con
él, de vecinos y visitantes.
Cuando la dura climatología de la tierra
se lo permite, disfruta paseando por el
pueblo y sus alrededores, rodando a
lomos de su inseparable cabalgadura
metálica, su silla de ruedas.
Un poco sobre mi vida
Por José María Martínez Hernández
Apasionado ajedrecista, dispuesto
a desplegar en cualquier momento
el tablero y sus ieles y nobles
piezas: caballos, peones y reyes
que lo escoltan allá donde vaya. Y
pelea hasta el inal contra su rival
para ganar la partida, como está
acostumbrado a hacer a diario.
1. Presentación
Luchador ejemplar, él y su abnegada
familia. Vino al mundo hace 50 años
y la vida no se lo puso fácil: barreras
físicas y sociales, rehabilitación y
lucha, son circunstancias con las
que se tuvo que acostumbrar a vivir
desde niño. Pero también actitudes
positivas como coraje, determinación,
comprensión y mucho cariño le han
acompañado siempre.
Tengo 50 años y vivo en Fuentes de
Magaña, en la provincia de Soria, con mi
madre que se llama Margarita. Ella tiene
85 años. Tengo dos hermanos, Asunción
y Juanma. Asunción está soltera y vive
en Madrid. Mi hermano Juanma está
casado y tiene dos hijos. Mi cuñada se
llama Carmen y mis sobrinos Álvaro, de
25 años y Pablo, de 17. También viven en
Madrid. Yo soy el más pequeño de mis
hermanos. Mi padre murió hace 6 años y
se llamaba Eulogio.
Por todo ello, me resulta
emocionante brindar esta humilde
revista para que Kote nos cuente
su gran historia, la historia más
íntima de su vida que ahora quiere
compartir con todos nosotros, con
todo su pueblo. Sin duda, un ejemplo
enriquecedor para todos los lectores.
Recaredo García Gaspar
14 LOS PINGOTES
Hola. Me llamo José Mª. Martínez
Hernández Marqués Marín. Aquí voy a
intentar contaros pequeñas cosas de mi
vida que han sido signiicativas y que
marcan lo que hoy soy… Espero que os
guste.
Tengo parálisis cerebral debido a la
reacción de tres vacunas y, por ello,
un grado de minusvalía del 98%. Para
las cosas del día a día, mi madre y yo
contamos con la ayuda de Sonia, que es la
asistente que manda la Diputación y que
nos ayuda a nosotros y a hacer las cosas
de la casa. Viene dos horas por la mañana
para levantarme, afeitarme, lavarme
los dientes y muchas más cosas. Después
vuelve una hora por la noche y me ayuda a
ir al baño y me lleva a la cama. En cuanto al
in de semana, la Diputación envía a Sonia
el sábado por la mañana para levantarme,
ducharme y afeitarme y por la noche para
llevarme al baño y acostarme. También el
domingo me levanta y me acuesta.
Esto es mi presente en Fuentes de Magaña.
En cuanto a mi historia, vamos a empezar
por el principio…
Fui a la escuela de Fuentes de Magaña
durante tres meses cuando tenía siete años.
En ese tiempo me pasaron muchas cosas.
Por ejemplo, me viene a la cabeza cuando
la profesora preguntaba en clase que
dijéramos donde estaba Madrid. Ninguno
de los niños lo sabía, sólo yo. Además, iba a
la escuela con un chico que era muy amigo
mío y que se llama Miguel Ángel. Por
contaros más cosas, yo también sabía que
Madrid era la capital de España y cuando
la profesora preguntaba, siempre levantaba
la mano (la izquierda claro, porque con la
derecha… ¡difícil!). Los niños eran muy
majos y se portaban muy bien conmigo. Los
que íbamos a la escuela éramos de todas las
edades, desde 4 hasta 14 años. Yo era el jefe
de la escuela. Hoy, de todos aquellos niños,
solamente uno vive en Fuentes de Magaña.
Se llama Santi y tiene 53 años. Tiene
una casa en Soria y va y viene al pueblo
habitualmente.
Yo iba a la escuela siempre por la tarde. En
esa época, había un tío, hermano de mi
abuela materna, que siempre decía que yo
era tonto y a mí no me gustaba. ¡No me
gustaba nada! Dejé de ir porque en el año
1971 me fui a Madrid al Hospital La Paz.
2. Mi vida en Madrid
Desde los 7 años hasta los 20 años estuve
en Madrid. Primero estuve en La Paz y
después en San Nicolás. En La Paz, los
médicos y los logopedas pensaban que
yo era tonto. Los isioterapeutas eran los
únicos que no lo creían.
cubría el SACYL que, como no podía hacer
la rehabilitación en Soria, me pagaba la
estancia en San Nicolás.
Os voy a contar una anécdota que me
pasó estando en San Nicolás. Era 31 de
diciembre de 1984. Yo, como no tenía
calendario, pensaba que era un día normal,
otro día más. Ya pasado un rato, me di
cuenta de que era Nochevieja y le presté mi
tele -la que más tarde me robarían- a una
auxiliar para que la llevara abajo, a la sala
de enfermeras, ya que ellas no tenían y yo
quería hacerles un favor. Entonces, a las
once de la noche, le pedí que me vistiera
para bajar a ver las campanadas con ellas.
Así lo hizo y pase una noche muy divertida
con las dos chicas que trabajaban aquel
turno. En la residencia de San Nicolás
estuve hasta que la cerraron.
3. Mis aficiones
En la Residencia de San Nicolás estuve
otros 5 años. Era un sitio muy caro. Con
los isioterapeutas fue más o menos bien,
aunque estuve cuatro años con una muy
mal. Allí me pasaron muchas cosas durante
esos 5 años. Me gustaban tres chicas.
Una de ellas era ATS y se llamaba Nati.
Un día le dije que me diera un beso y me
dijo que no, por lo que lo pasé muy mal.
Pero, en cambio, me dejaba subirle la falda
del uniforme hasta arriba del muslo y yo
mientras la miraba a los ojos y ella me
devolvía la mirada. En aquella época había
otra chica que era auxiliar de enfermería
en prácticas, se llamaba Rosi y también me
gustaba pero con ella tampoco tenía nada
que hacer.
Una mañana de abril o mayo, salí a tomar
el sol a la calle como hacía todos los días.
Cuando volví a mi habitación para comer,
me di cuenta que me habían robado la
televisión, la radio y el radiocasette que
tenía. Nunca supe quién me lo había
robado pero no me volvió a pasar. Ese mes
me negué a pagar la cuota de la residencia,
que eran 90.000 pesetas. Este dinero lo
Ahora os voy a hablar del
ajedrez, mi aición preferida.
Unas navidades, cuando
tenía diez años, empecé a
aprender. Yo tenía un tío
que era cura, hermano de
mi madre, que también
vivía en Fuentes de Magaña.
Un día de Reyes, empezó a
enseñarme a jugar al ajedrez
y, a partir de entonces, fue mi
profesor. Gracias al ajedrez
yo comencé a salir más a la
calle ya que antes apenas lo hacía. Todo
esto me ayudó mucho y, puedo decir
que me hice hombre en un 99% gracias
al ajedrez. En el año 1986 jugué en Soria
mi primer torneo de ajedrez: el torneo de
San Saturio.
la noche (de seis de la tarde a ocho de la
mañana). Me gustan mucho las nuevas
tecnologías y estar pendiente de las cosas
nuevas que salen. Ahora me he comprado
un móvil nuevo que tiene datos e internet,
me he descargado el whatsapp y hablo
mucho con mis amigos. Además, con
estos teléfonos, se pueden hacer un
montón de cosas, así que estoy encantado.
Por ejemplo, he grabado esta historia en
voz y la escucho de vez en cuando, a ver si
me gusta, si quiero cambiar cosas…
4. Mi vuelta a Soria
Como ya os he dicho, yo estuve en
Madrid hasta el año 1985 y volví a
Fuentes de Magaña el 25 de junio de ese
año. Al día siguiente, 26 de junio, fui al
Centro Base de Soria por primera vez.
Recuerdo que era un miércoles. Allí
me vio el médico, la trabajadora social
y el psicólogo y me hicieron diferentes
pruebas. Dos años después, en 1987, me
llamaron para empezar los tratamientos.
Empecé isioterapia con Mª Vi tres
días a la semana y, más adelante, en
1995, empecé también logopeda dos
días a la semana con Carmen Cruz. De
Carmen Cruz me hice muy amigo y nos
contábamos muchas cosas. Todo esto
fue hasta 2003, año en que terminaron
los tratamientos y me volví a Fuentes de
Magaña. Durante esta época, también
pasaron otras muchas cosas…
Cuando volví de Madrid en el año 1985,
fui a vivir de nuevo a casa con mis padres
a Fuentes de Magaña. Un año después,
una noche vi en la tele un reportaje sobre
personas con mucha discapacidad física
que estaban en silla de ruedas como yo
y que vivían solas. Fue entonces cuando
Otra de mis aiciones, además
del ajedrez, es la informática.
Utilizo el ordenador con
normalidad para ver el
correo, chatear y también,
como no, para jugar al
ajedrez por internet. Al
principio no me gustaba, no
entendía y no sabía muy bien
cómo usarlo pero, poco a
poco, fui cogiendo práctica
y ahora paso muchos ratos
con un ordenador portátil
que tengo en mi casa. Tengo
contratada una tarifa plana
de internet y así puedo
usarlo a cualquier hora.
Antes, tenía una tarifa
diferente que sólo podía
utilizar por la tarde y por
LOS PINGOTES 15
empecé a pensar en la idea de poder vivir
solo. 13 años más tarde, en el año 1999,
volví a pensar en esa posibilidad idea y
me planteé que hubiera pisos tutelados
de la Junta de Castilla y León en los que,
por ejemplo, mujeres que hubiesen sido
maltratadas vivieran allí y yo con ellas.
De esa manera, me podrían cuidar a
coste cero.
Mucho tiempo después, y sin dejar
de rondarme la idea en la cabeza,
me di cuenta que eso era inviable,
principalmente porque las mujeres
que viven bajo tutela lo hacen en pisos
protegidos que nadie puede conocer y
porque no existen otras experiencias de
personas con discapacidad cuidadas por
este tipo de mujeres. Esto, al menos, es
lo que me dicen los trabajadores sociales.
Pero yo no lo entiendo del todo y sigo
pensando que se podría llevarse a cabo
en mi caso y, aunque la gente me dice
que no, a mí no se me quita la idea de
la cabeza. En el Centro Base, ya hace 15
años, la trabajadora social y el psicólogo,
Eduardo, me dijeron que era muy
difícil que yo viviera con estas mujeres.
Entonces, a mi amigo Paco –Paqui- se
le ocurrió una brillante idea: que yo me
pudiera casar con alguna de aquellas
mujeres que habían sufrido maltrato.
En aquel momento le dije que no, pero
actualmente, diría que sí y viviría casado
con alguna de ellas.
Para mí, la vida es una partida de ajedrez
y yo juego con las ichas negras. La vida
es difícil y yo puedo perder. A veces la
gente y la familia ayudan y otras muchas
veces no.
5. Mis viajes
Yo no he viajado mucho, como ya
sabéis, por mi situación. He vivido en
Madrid y en Fuentes de Magaña, pero sí
hubo una época en la que se pudieron
organizar vacaciones para que yo
disfrutara, entre otras muchas
cosas, del encanto de la playa. Así,
en 1986, me fui la primera vez de
vacaciones a Murcia, a la Manga
del Mar Menor. Allí estuve 15 días
organizados por FRATER, que es
una asociación religiosa de ocio
que hay en Soria. No lo pase muy
bien. Una noche todos salieron
a cenar y no me dijeron nada,
así que me enfadé bastante. Sin
embargo, de la playa disfruté y
me gustó muchísimo.
En 1987, a pesar de que mi padre
me insistió para que fuera, no
quise volver porque la experiencia del año
anterior no había sido buena. Pero en 1988
y 1989 regrese a la Manga del Mar Menor
y lo pase mejor. Y es que a mí me gusta
mucho la playa, tomar el sol y tomar cañas
en los bares. Además, la gente con la que
fui era muy maja y los días en Murcia se
pasaban volando.
Cuando volví de la playa en 1989 me
compré la primera silla con motor o silla
de ruedas eléctrica.
6. Mi pueblo
Ahora os voy a contar cosas de mi
pueblo, Fuentes de Magaña, y de cómo
paso allí los veranos, que es la época más
animada del año. En invierno casi no
salgo de casa, salvo los lunes y jueves que
voy a ASPACE por las mañanas. Desde
1980 empecé a salir por las noches: un
rato a la calle y otro rato al bar, con la
gente del pueblo y también con la gente
de fuera que venía a pasar las vacaciones
de verano y septiembre con la familia.
Durante el segundo in de semana de
septiembre se celebran las iestas patronales.
Hay muchas cosas: una cena popular, baile,
verbena, misa, procesión del
Santo Cristo del Consuelo y
actividades para los niños.
Además en las iestas de
mi pueblo hubo un torneo
de ajedrez y yo lo gane la
primera vez que se hizo.
Aunque hubo muchos
participantes, yo fui el mejor.
A partir de ahí, yo salía
mucho más por el día y
por la noche al bar de
Fuentes de Magaña y
jugaba con las personas
que allí hubiera al ajedrez.
16 LOS PINGOTES
Con respecto a mis salidas nocturnas, un
amigo mío me escribió esto que quiero
compartir con vosotros:
“Amigo Kote, en este mismo momento
voy en tren, regresando de Barcelona y
cuando empiezo a recordar los buenos
momentos vividos juntos en nuestro
querido pueblo de Fuentes de Magaña,
me dan ganas de que no pare el tren,
que pase de largo y que no pare hasta
llegar a Fuentes para darte la gracias y
un fuerte abrazo.
Con Kote, tengo recuerdos imborrables
que quiero comparir.
Tu, Kote, nos enseñaste muchas más
cosas de las que nosotros te pudimos
enseñar a i. Me ensañaste a jugar al
ajedrez perdiendo, y perdí tantas veces
conigo, que aún recuerdo la primera
vez que te gané! ¡Uf!, ¡me consideré
el mismísimo Kasparof! Con esto me
ayudabas a crecer como persona y, a
la vez, me hacías senir feliz porque era
una gozada estar conigo.
Pero lo que no cabe duda es de los
momento vividos en el remojón, en la
peña. Y ¿qué me dices de esas cenas de
pajarillo y caracoles? Recuerdo (seguro
que tú también…), aquella cena en la
peña que teníamos en la casilla del
Chapela. ¿Recuerdas? (en este momento seguro que estás sonriendo…)
Teníamos luces de colores, música de
los Beatles y de los BeeGees y unos
caracoles (no recuerdo que madre los
hizo…) que se iban del mundo…pero lo
que más nos gustaba era…el vino…
Cuando terminamos la cena y la
musiqueta, nos dispusimos a bajarte
por aquellos tres escalones que creo
tenían por lo menos un metro de altura
Javi es quinto mío, además de un
gran amigo. Él vive en Tudela, y
viene muchas veces a nuestro pueblo,
Fuentes de Magaña.
7. ASPACE
cada uno...y tu, coloradillo…y los demás
igual que tu…Nos dispusimos a bajarte
con aquella silla de hierro que pesaba
un quintal…Y entonces, - ahora, seguro
que lo recuerdas… y no sé si te reirás
ahora tanto Kote!-… se nos escapó la
silla de las manos y...”chof”… menudo
piñazo te diste… Eso si… bajaste
rapidito, rapidito. Pero como ya en su
momento eras un ipo espectacular,
recuerdo tu sonrisa cuando te
levantamos y los rasguños pasaron a
un segundo plano. Luego te llevamos
con la Margarita, tu abnegada
madre, y como un Ángel de la guarda
lo que nos dijo fue…¡Gracias!
Otro momento que tenemos
grabados los dos, es aquel en que
conocimos a la Pamplonica, que
descendía de Valdeprado. Menudo
veranito, todo emocionados con esa
cara nueva, con esa mirada y con ese
cariño que nos mostraba ¿verdad?...
Estoy seguro que ahora seguro que
ríes otra vez…
Siempre me he senido muy a gusto
conigo. Recuerdo emocionado cuando te escribía cartas a Arturo Soria
(Madrid) y lo que signiicaba para mí
cuando recibía tus respuestas.
Bueno amigo, escribiré otros
capítulos de los muchos que hemos
vivido juntos, pero voy a esperar que
se agoten en las librería la 1ª edición
de tu libro y así para la 2ª edición
tendremos más material.
Un fuerte abrazo de tu quinto y amigo
que te quiere.
Javi”
Ahora hablaré de esta última etapa
en la que sigo viviendo en Fuentes
de Magaña y voy a ASPACE a Soria
dos días a la semana. ASPACE es
la asociación de parálisis cerebral y
patologías aines de Soria. Allí van
niños y mayores como yo que tienen
problemas para moverse, caminar,
hablar o aprender y que necesitan
hacer rehabilitación. Además,
allí también hay un servicio de
respiro familiar y los chicos pueden
quedarse a comer y por las tardes a hacer
actividades. Cuando me quedo en respiro,
suelo jugar con la Wii. Sobre todo me
gustan juegos como el tenis o los bolos.
Actualmente, los lunes por la mañana
hago una sesión de isioterapia y otra de
terapia ocupacional, y los jueves, además
de estas dos, hago ejercicios de logopedia
con Pili, como soplar una botella,
movilizaciones en la boca, la lengua y los
músculos de la cara. También le cuento
cosas que hago en mi tiempo libre. En
mayo de 2014 dejé de hacer logopedia ya
que vino una chica nueva a sustituirla. Se
llama Bea y es muy maja.
En isioterapia hago estiramientos,
volteos y movilizaciones, unos días en
la camilla y otros en una colchoneta.
Además, ahora Marta, que es la isio de
ASPACE, me aplica un nuevo tratamiento
que consiste en pincharme en algunos
músculos y, gracias a esto, estoy ganando
movilidad y funcionalidad en mi brazo
derecho, que es el que nunca, desde hace
muchos años, he movido.
En terapia ocupacional trabajo lectura,
comprensión y escritura. Hacemos
frases, dictados y utilizamos mi tablero
de comunicación. Cada día conozco más
letras y escribo mejor, más pequeñito
y más legible para los demás. Es aquí
donde estoy escribiendo con Rebeca esta
historia, que espero que os guste mucho a
quienes la leáis.
Además, en ASPACE está Laura que es la
que se encarga de hacerme algún papeleo
cuando lo necesito. Y, gracias a Jorge, que
es el conductor de la furgoneta, puedo
venir a Soria, ya que él me lleva y me trae
los lunes y los jueves.
Los jueves, cuando estoy en rehabilitación,
suele venir a visitarme mi tía Vitoria, que
es una de las hermanas de mi padre. Ella
vive aquí en Soria y se da un paseo para
venir a verme y darme un beso.
8. La despedida
Cuando empecé a escribir esta historia,
le pedí a varias personas que me
mandaran unas líneas para compartir
con vosotros… Aquí os dejo lo que mi
sobrino Álvaro, el hijo mayor de mi
hermano Juanma, ha escrito sobre mí:
“Kote se levanta por las mañanas con
una sonrisa en la boca. Lo visten con su
inesimable colaboración, lo asean y lo
mandan a la cocina. Según sea la época
del año, mayor o menor será su estancia
en esa habitación. Cuando es invierno se
dedica a mirar nevar, llover o granizar
por la ventana. También ve sus series
y películas en la televisión. Y cuando se
tercie juega al ajedrez, su verdadera
pasión. Y es que nuestro protagonista
es campeón de casa, del pueblo y de
Soria en esa disciplina. Sus numerosos
trofeos, colocados estratégicamente en
su dormitorio, quizá para no perderlos
de vista y recordar sus mejores jugadas
mientras se entrega a Morfeo, así lo
tesimonian. Pero no es un campeón
ípico, como esos que acostumbramos
a ver en televisión. Sí, esos que cuando
ganan se mofan del rival sibilinamente
y que cuando pierden buscan excusas
y culpas con la boca pequeña. No, no.
Kote es un campeón nato porque cuando
gana lo disfruta y, a la vez, hace su
victoria extensiva a todos los oponentes
y observadores, y cuando pierde
realmente sabe perder, con la sonrisa y
el agradecimiento como bandera. Sólo
una persona que ve la realidad desde su
perspeciva conoce el signiicado de la
victoria.
Cuando llega la primavera, Kote la recibe
con singular alegría. Ahora podrá salir
con su carro a recorrer los incontables
parajes de los alrededores del pueblo.
Tanto puede ir lento como una pausada
y disfrutada conversación, como rápido
como una exigente y sudorosa sesión
de fooing. Las plantas darán sus lores
ante su paso fugaz, recibiéndole con toda
su belleza. Kote, amante como es de la
naturaleza, volverá día a día a vigilar
su avance y cuidar su preservación. La
llegada de la primavera también trae un
aumento constante de temperatura, por
lo que sus estancias durarán más y más
LOS PINGOTES 17
a medida que se acerca el verano, que
es el período en el que pasa más iempo
paseando y regalando sonrisas por el
pueblo (y paridas de ajedrez).
Cuando el sol más apriete, buscará la
sombra bajo un platanero de la plaza y con
su sonrisa picarona te invitará a sumergirte
en una parida que seguro no te dejará
indiferente: aprenderás, aunque creas
que ya lo sabes todo, sobre el ajedrez, y si
relexionas un poco, sobre la vida.
Pero Kote no es sólo un extraordinario
jugador de ajedrez, un defensor de
la naturaleza o un experto en series
televisivas; es, además, un consejero
vital sin igual. Su observación paciente,
fuente de invesigación en antropología,
es desarrollada por él siempre sin
ingimiento ni pose. No le gusta ser el
centro de atención, pero está al lado de
quién más necesita que se la presten. Si
Kote fuera una metáfora del mundo, no lo
sería de éste, sino de uno genial que está
por venir.
Cuando Aristóteles hablaba de la virtud,
Cicerón del buen gobierno de las cosas y
la prudencia, Rousseau de la fraternidad,
Sismondi de la felicidad, Nietzsche del
superhombre, Rawls de la equidad,
Ellacuría de la jerarquía de los valores, sin
duda intuían a nuestro protagonista. En
ciencia podemos aprender por medio de
la inducción o la deducción. La deducción
va de lo abstracto a lo concreto, o de la
idea a la cosa observada. La inducción,
en cambio, va de lo observado a la idea.
Los autores citados usaron la imaginación
para ir a lo concreto. ¡Cuánto esfuerzo
hubieran ahorrado si pudieran haber
convivido con Kote! ¡Así habrían
inferido sus Océanas sin necesidad de
la imaginación! No sólo representa
lo mejor de la dignidad humana, sino
18 LOS PINGOTES
también el ejercicio de la virtud
que se aprende escuchando y
compromeiéndose con la vida y
con loreal (¡ay, parisinos! ¡Cuánto
nos enseñasteis!). Kote es una
primavera que nunca acaba, un
lorecimiento permanente que
contagia al ajeno. La comuna
impersonal está personalizada
en él. Él es la demostración de
que la utopía es real, y que, como
decía Víctor Hugo, “lo que hoy es
imposible, mañana la revolución lo
hace posible”.
Si te lo encuentras por las calles,
montes, torneos de ajedrez o charlas de
ilosoía, fútbol o sociología, no dudes en
hablarle y en escucharle atentamente.
No te arrepenirás. Quizá le pidas su
WhatsApp, quizá vuelvas todos los
días a la misma hora al lugar donde
lo encontraste, o quizá lo lleves en el
recuerdo para siempre. Sea cual sea tu
opción, la suya será siempre la graitud.
Álvaro”
“En tu VIDA puedes
hacer de todo un
problema o de todo una
solución; según que
camino elijas, tendrás tu
vida llena de problemas
o llena de soluciones”
Como ya os he contado, el ajedrez
es mi gran pasión, por eso quería
terminar compartiendo con vosotros
todos mis trofeos. ¡La gente dice que
soy bueno! Jejejj.
Para terminar con mi historia, os quiero
contar como será cuando ya no esté. Me
haría mucha ilusión -y ya lo he hablado
con algunas personas-, que cuando muera
me incineren y, desde un helicóptero,
echen mis cenizas por mi querido pueblo,
Fuentes de Magaña.
Mientras he estado trabajando sobre
esta historia, he leído muchas cosas.
¡Aprovecho para contaros que cada día
leo mejor! He sacado varias frases que me
gustaría compartir con vosotros:
“el amor no tiene cura, pero es la única
medicina para todos los males.”
“En tu vida puedes hacer de todo un
problema o de todo una solución; según
que camino elijas, tendrás tu vida llena
de problemas o llena de soluciones.”
“Si lloras porque no puedes ver el sol, las
lágrimas no te dejarán ver las estrellas”.
Hace poco leí esta frase en el móvil de
una amiga y me encantó.
LOS PINGOTES 19
Resulta difícil determinar el origen y inalidad de las dos columnas de piedra que se
levantan en las proximidades de la localidad de Fuentes de Magaña. Podría ser que en el
pasado se hubiesen destinado al castigo de infractores condenados a penas de
exhibición pública o incluso de ahorcamiento.
LOS PINGOTES: ORIGEN Y SIGNIFICADO
Por Recaredo García Gaspar
L
a mayoría de los lectores de esta
revista conoce que su nombre
-Los Pingotes- es replica del de
las dos sencillas columnas que se levantan
próximas a la localidad de Fuentes
de Magaña y de las desconocemos
su signiicado y origen. Dado el
protagonismo local de esta humilde
construcción, en 2007 elegimos el
nombre de “Los Pingotes” para bautizar a
nuestra reciennacida publicación. En este
artículo trataremos de conocer algo más
acerca de estas misterioras columnas.
Situadas en el conocido como alto de la
Horca y a 500 metros aproximadamente
del pueblo de Fuentes de Magaña en
dirección noroeste, se levantan estas
dos columnas de piedra de las que
desconocemos su origen. Separadas entre
sí 1,75 metros, con una altura aproximada
de 2 metros cada una y con un diámetro de
unos 60 cm., enmarcan, si nos situamos
justo detrás de ellas, una bella imagen del
pueblo con el majestuoso Moncayo como
telón de fondo.
20 LOS PINGOTES
“Hay un artefacto al cual llaman el del Orcajo
y dista de la población cuarto y medio de legua”
(Catastro del Marqués de la Ensenada. Año 1752)
No se conocen documentos escritos
que daten esta sencilla construcción,
pero la tradición oral, transmitida
de generación en generación, habla
de los pingotes como un lugar de
castigo donde se colgaban o exponían
a los condenados para su escarnio
y humillación tras la comisión de
algún delito o fechoría. Y aunque
puede distorsionar los hechos con el
paso de los años, la transmisión oral
es considerada como una fuente de
información para el conocimiento de la
historia y de las costumbres de un lugar.
Por tanto, valoremos esa tradición
oral que atribuye a los pingotes su
función, en tiempos pasados, como un
instrumento para el castigo o la tortura.
Viene a reforzar esta tesis basada en la
tradición oral, el hecho de que también a
los pingotes se les conozca popularmente
con el nombre de “la horca” y que al cerro
donde se ubican se le llame igualmente el
alto de la Horca. El topónimo es el nombre
con que se conoce un lugar en relación con
diferentes factores vinculados al mismo
como, por ejemplo, algún hecho histórico
relevante o el uso que al lugar se le hubiese
dado en tiempos pasados. Es este último
supuesto –su uso en el pasado- lo que haría
verosímil que este lugar pudiese haber sido
un enclave para realizar ahorcamientos.
Por tanto, la toponimia refuerza la tesis del
uso de los pingotes como horca, en algún
momento de su historia, dado el nombre que
recibe la colina sobre la que se levantan.
Junto a su nombre, otro aspecto a
estudiar es su datación en el tiempo. El
origen de esta construcción resulta difícil
de determinar, aunque si que existen
documentos escritos que hablan de la
misma. Ya en el Catastro del Marqués
de la Ensenada, en el que se hace una
radiografía de los pueblos de España a
mediados del siglo XVIII, al referirse
a Fuentes de Magaña en 1752, recoge
que en la localidad “hay un artefacto
al cual llaman el del Orcajo y dista de
la población cuarto y media de legua”.
Dicho texto, por tanto, conirma su
existencia hace dos siglos y medio y
expresa su denominación “Orcajo”,
vocablo que bien podría hacer referencia
a su uso como horca en algún momento.
El papel de la horca
en el pasado
El ahorcamiento como método para dar
muerte es muy antiguo. En España, la
horca tiene un origen probablemente
medieval y su uso fue frecuente durante
la Edad Media, contando, desde entonces,
con una larga tradición a lo largo de los
siglos. Se aplicaba en pueblos y aldeas y
formaba parte de las costumbres locales,
siendo tradicionalmente la horca una pena
capital infamante cuyo in, además de
ejecutar, era denigrar al condenado y, por
extensión, a su familia. Su uso muchas
veces respondía a criterios clasistas y así,
por respeto, no se imponía a los nobles a
los que, en caso de ser condenados, se les
aplicaba la pena de garrote o decapitación,
dejando el ahorcamiento para los plebeyos.
decretos de las Cortes de Cádiz y, en ese
contexto histórico, se recuperó en España
la pena de muerte por horca, aplicándose
de forma continuada hasta que en 1832
quedó deinitivamente abolida en la
jurisdicción ordinaria. No obstante, en la
jurisdicción militar pervivió hasta bien
avanzado el siglo XIX.
A pesar de la abolición de la horca
como pena capital, la pena de muerte
por otros métodos como el fusilamiento
o el garrote vil, fue aplicada en España,
con mayor o menor intensidad en
función del momento histórico, hasta
que la Constitución Española de 1978 la
suprimió deinitivamente. En su artículo
15 declara que “queda abolida la pena de
muerte, salvo lo que puedan disponer las
leyes penales militares para tiempos de
guerra”. La pena de muerte fue abolida
del código penal militar con la Ley
Orgánica 11/1995 del 27 de noviembre.
La picota y el escarnio
público
Pero también a los pingotes se les ha
querido atribuir la función de picota. La
picota era un poste o columna en el que se
exponían los reos y los malhechores que
eran ajusticiados y castigados mediante
su exposición a la vergüenza pública.
En la edad moderna, a partir del siglo
XVI, la horca fue el método de ejecución
más habitual aplicándose, junto con la
decapitación y la hoguera, hasta bien
entrado el siglo XVIII. En 1775, Carlos
III sustituyó la pena de muerte en la
horca por el garrote vil. A inales del siglo
XVIII, inluenciada por el espíritu de la
Ilustración, surge en España una corriente
abolicionista que aboga por la eliminación
de la pena de horca, siendo las Cortes de
Cádiz las que, mediante un decreto de
1812, la suprimen deinitivamente:
“Las Cortes generales atendiendo a que
ninguna pena ha de ser trascendental a
la familia del que la sufre; y queriendo
al mismo tiempo que el suplicio de los
delincuentes no ofrezca un espectáculo
demasiado repugnante a la humanidad
y al carácter generoso de la Nación
Española, han venido a decretar que desde
ahora quede abolida la pena de horca,
sustituyéndola por la de garrote, para los
reos que sean condenados a muerte”.
La restauración absolutista de Femando
VII conllevó la anulación de todos los
dado lugar a varias imágenes religiosas
que muestran al denominado “Cristo
atado a la columna”.
La pena de exhibición en la picota ya
aparece legislada, en el siglo XIII, en
el libro de Las Partidas de Alfonso X,
considerándose una pena leve impuesta
a los delincuentes para su deshonra y
castigo. En la partida 7ª, dedicada a los
delitos y su castigo, se puede leer como
pena y deshonra del condenado, “lo ponen
en la picota, desnudándolo y haciéndolo
estar al sol untado de miel para que lo
coman las moscas alguna hora del día”.
Se trata de una pena cuya inalidad es
castigar, humillar y ser ejemplarizante.
Fueron tan habituales en épocas pasadas
las picotas en los pueblos, que su uso ha
popularizado la frase aún hoy utilizada
«poner en la picota», que signiica poner
en evidencia a una persona o sus defectos
ante los demás.
Las picotas, usadas desde la Edad
Media hasta el siglo XIX, son columnas
de piedra que fueron construidas
mayoritariamente durante los siglos XVI
y XVII, debido a las exenciones otorgadas
a los lugares que hicieron contribuciones
económicas a la Corona para afrontar los
cuantiosos gastos de la guerra. Según
diversas fuentes históricas, se colocaba
al condenado sobre una tarima y su
garganta o sus muñecas se sujetaban con
una argolla o grilletes de hierro, unidos
a un poste mediante una cadena o soga.
Allí quedaba expuesto para conocimiento
público. En ocasiones, se untaba al reo
de miel o se le emplumaba, colocando
junto a él un escrito con indicación del
delito cometido.
La pena de la picota fue abolida en Francia
en 1832 y en Inglaterra en 1837. En el
estado de Delaware (EE.UU.) permaneció
Cristo atado a la columna de Diego de Siloé.
Catedral de Burgos.
La tradición cristiana identiica la
columna como un elemento utilizado
para la tortura en la época de Cristo. Así,
los Evangelios describen una escena en
la que aparece Jesucristo ante Poncio
Pilatos, atado a una columna, despojado
de sus ropas y sometido a las burlas de los
allí presentes. Esta escena evangélica ha
Grabado de la serie Los desastres de la guerra.
Francisco de Goya.
LOS PINGOTES 21
Picota de Valtajeros.
Frente a esta factura sencilla, otros
modelos son de talla más elaborada
como el del vecino pueblo de Valtajeros
que, pese a prescindir de lorituras y
adornos innecesarios, presenta un aspecto
de obelisco formado por tres piedras
superpuestas de corte cilíndrico y una
cuarta apuntada en la parte superior. Cabe
destacar que en Atanzón (Guadalajara),
existe un rollo de justicia del siglo XIV
que recuerda en su elaboración a las dos
columnas de Fuentes de Magaña. También
en este caso, el rollo se ubica fuera de la
población y dista desde la plaza mayor
unos 500 metros. Su construcción en
piedra caliza recuerda la de los pingotes,
si bien el rollo de Atanzón culmina en
la parte superior con cuatro salientes en
forma de cruz o ménsulas sencillas que
lo dotan de un mayor ornamento.
en vigor hasta 1905. En España, a raíz
de un Decreto de las Cortes de Cádiz
de 1813 que ordenaba la demolición de
todo signo de vasallaje que hubiese en
los pueblos, se destruyeron bastantes
picotas. No obstante muchas han llegado
hasta nuestros días y se conservan varias
en la Meseta Castellana, siendo Soria,
junto con Guadalajara, Toledo y Burgos,
las provincias con mayores restos de este
singular monumento. Un ejemplo bien
conservado y cercano a Fuentes de Magaña
es la picota de Valtajeros que da nombre a
la plaza donde se ubica, aunque su enclave
original fue el patio de la iglesia.
Pero las columnas conservadas en
Fuentes de Magaña presentan una serie de
singularidades. Habitualmente la picota
se colocaba en la entrada o salida de los
pueblos o incluso en la plaza pública,
dado el citado in aleccionador que, frente
al delito, se perseguía con la exposición
pública de los castigados. En el caso de
los pingotes, éstos no se encuentran en la
plaza ni en un lugar céntrico del pueblo,
sino fuera de la localidad y ligeramente
alejado. Cabe pensar que su enclave
en el punto elevado en el que se hallan
fuese lugar de paso entre los pueblos y
aldeas que en el pasado circundaban estas
sierras. Otro rasgo curioso y singular de
la construcción de Fuentes de Magaña
es la doble picota, frente al resto de
ejemplares conservados en otros lugares
constituidos por una sola columna. Por
último, la construcción de Fuentes de
Magaña carece de todo ornamento y
está elaborada con piedra basta, cuyas
piezas superpuestas quedan unidas con
argamasa de cal y arena, pero colocadas
con maestría a tenor de su capacidad para
resistir el paso de los siglos.
22 LOS PINGOTES
Rollo de justicia en Atanzón (Guadalajara)
Con todo lo expuesto hasta ahora,
cabe concluir que estas columnas
fueron probablemente en épocas
pasadas instrumento para la aplicación
de la justicia local y compañeras
forzosas de reos y condenados que
eran prendidos a ellas para recibir su
castigo. Afortunadamente, la tortura y la
humillación fueron hace años desechadas
en nuestro país como métodos justicieros
y hoy los pingotes tan solo son testigos
mudos y ociosos del paso del tiempo
en las Tierras Altas de Soria. Que su
permanencia inalterable en el tiempo
permita recordar siempre que el respeto
por la vida y la dignidad de las personas
esta por delante de cualquier cosa y que,
incluso en la aplicación de la justicia, son
derechos irrenunciables.
La conservación del
patrimonio
En materia de conservación de este tipo
de construcciones, cabe destacar que el
Decreto 571/1963, de 14 de marzo, sobre
protección de los escudos, emblemas,
piedras heráldicas, rollos de justicia,
cruces de término y piezas similares de
interés histórico-artístico, sigue todavía
vigente y su contenido ha sido asumido
por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del
Patrimonio Histórico Español. Dicho
decreto establece una protección genérica de
todo este conjunto de bienes, determinando
que sus propietarios o usuarios, cuando
la antigüedad de aquéllos sea de más de
cien años, no podrán cambiarlos de lugar ni
realizar en ellos obras o reparación alguna
sin autorización del órgano competente
en materia de patrimonio. Su cuidado se
encomienda a los Ayuntamientos, que serán
responsables de su vigilancia y conservación,
debiendo poner en conocimiento del
organismo competente cualquier infracción
de las normas vigentes sobre la materia,
sin perjuicio de que en los casos de
urgencia, los propios Municipios adopten
provisionalmente las medidas de seguridad
y precaución que estimen oportunas.
Recuerdos y vivencias
La alcabala
Por Ismael Valer Marín
S
i algo hay que produce rechazo en
la vida de nosotros, los ciudadanos
de a pie, son los impuestos y las
tasas. Son necesarios, pero pensamos que
las distintas administraciones meten las
manos en nuestros bolsillos para, luego,
devolver poco a cambio; máxime en esta
época donde paso que damos, charco de
corrupción que pisamos. A pesar de todo
y de todas las personas implicadas en su
recaudación, es necesaria su existencia
para que esta sociedad, en la que nos ha
tocado vivir, funcione.
Había en Fuentes de Magaña, en el Fuentes
de mi niñez, un impuesto que llamaba mi
atención: la alcabala. Después, estudiando
derecho iscal volvió a surgir en mí la
curiosidad por el impuesto y la palabra
que lo deinía. Un impuesto con el mismo
nombre estuvo vigente en Fuentes hasta
bien entrados los años 60 del pasado siglo.
La alcabala era el
impuesto que había que
pagar, en los zocos, por
las transacciones de
bienes y mercancías.
El vocablo, alcabala, proviene del árabe.
La alcabala era el impuesto que había que
pagar, en los zocos, por las transacciones
de bienes y mercancías. Deinía la cantidad
a pagar al “concejo” por el cambio de
dominio de producciones y bienes. Este
era un impuesto que, históricamente,
está datado desde el siglo XI. La moneda
circulante entonces era el maravedí que se
dividía en cuarenta meajas. Cada compra o
transacción soportaba el 5% de impuesto, o
sea dos meajas por maravedí gastado.
En 1340, las Cortes de Castilla y León
aprobaron la solicitud de Alfonso XI de
instaurar este impuesto. El Rey motivó su
petición en los gastos que iba a suponer
las conquista de Algeciras a los árabes. La
cesión del impuesto a la Corona se hizo por
un año pero, trascurrido este plazo, ya nunca
se devolvió a los concejos. Durante cinco
siglos este impuesto indirecto sobre las
ventas fue una de las fuentes de inanciación
más importantes de la monarquía española.
Si inicialmente se aplicaba un 5%, en
el siglo XVII, con las continuas guerras
emprendidas por los reyes de la Casa de los
Austria, el tipo impositivo de este tributo se
elevó hasta el 14%.
En 1985 se suprimió el impuesto a nivel
estatal. De este impuesto, Jovellanos decía
en su informe de la ley Agraria: “El impuesto
de la alcabala sorprendía a los productos de
la tierra desde el momento que nacen, los
persigue y muerde en toda su circulación sin
perderlos jamás de vista, y no suelta su presa
hasta el último instante de su consumo”.
con su macho del ronzal por las calles del
pueblo, vendían, respectivamente, plantas
de col y cerezas de la vega. La misma que
pagaban los Relojes de Arnedo, o Mario,
que instalaban sus puestos debajo de los
árboles de la plaza y se supone que el
“negocio” tenía más beneicio. El mismo
impuesto que pagaba “el Cusco” que
llevaba, en su carro, toda la quincallería –
mercería utilizada en la sociedad rural de
los años 50. Ezequiel ponía su furgoneta
cargada de “telas” en la puerta de la Casa
del Concejo y por ello también pagaba el
mismo impuesto. Mi curiosidad infantil se
preguntaba: ¿y los laneros y hueveros por
qué no pagan? Y alguien me dijo, porque
estos compran y pagan “en mano” cosas
que producimos y los otros se llevan nuestro
dinero a cambio de sus mercancías. Fue
mi primera lección de iscal. La actividad
económica era así de fácil, no había dinero
“negro”, había “pago en mano”. Eran otros
tiempos pero quizá los mismos hábitos.
Hoy tenemos todo más reglamentado,
incluso, en los pueblos. Hay normas que,
aunque no tengan sentido y se pueda evitar
su cumplimiento, sin perjudicar a terceros,
como son legales se exige cumplirlas
ignorando el sentido común.
Tras las pinceladas históricas, volvamos
a la realidad de nuestro pueblo. Un tipo
de tasa o impuesto, con las mismas
connotaciones, estuvo vigente hasta la
década de los años 60. La recaudación de la
tasa o impuesto corría a cargo del alguacil.
Al mismo tiempo que cobraba su trabajo
por avisar, con cinco toques en diferentes
sitios del pueblo, que había llegado un
vendedor ambulante a la plaza, cobraba
la cantidad de alcabala estipulada por el
ayuntamiento. La misma tasa pagaban
“el Cachipas” y Ramón que, caminando
LOS PINGOTES 23
Recuerdos y vivencias
La calle de abajo
Por Ismael Valer Marín
E
n los años cincuenta del siglo
pasado, la calle de Abajo arrancaba
de un vado que conducía las aguas
de los corrales hasta el inicio del barranco.
Allí terminaba la conducción rústica y
megalítica, hecha de piedras verticales
y horizontales, que todavía discurre por
debajo de la “plaza hueca”. Recogía
las escorrentías del barranquillo. Esta
conducción produjo el saneamiento del
terreno y dio lugar a la “plaza hueca”. Se
realizo la obra en 1932 juntamente con el
abrevadero, la fuente y, detrás del horno
comunitario, los lavaderos.
La calle de Abajo tiene una suave y continua
pendiente que se agudiza al inal de la
misma. En aquellos tiempos, este inal era
duro en verano y resbaladizo en invierno.
En verano, los peñascales, que eran su
lecho natural, sonaban duros al ser hollados
por las herraduras de las caballerías. Este
trozo de calle probaba a los animales de
tiro de aquellos carros con grandes ruedas
de madera cubiertas de hierro. La estación
invernal producía, con las aguas de los
corrales, planchas de hielo que había que
sortear para llegar a la plazuela de la
Iglesia y las niñas, camino de la escuela, las
evitaban durante todo el invierno.
Los habitantes del pueblo transitaban esta
calle por razones culturales, camino de la
escuela; por motivos religiosos, camino
de la iglesia; por motivos sanitarios,
camino de la farmacia; por ocio, en ella
se iniciaban los paseos hasta Cerbón y
por motivos económicos. Hablando de
motivos económicos, había al comienzo
de la calle, a la izquierda, una subida que
24 LOS PINGOTES
conducía a la casa donde los dueños de la
misma cuidaban los cerdos que fertilizaban
a las cerdas, animales que contribuían con
sus lechigadas, decisivamente, a la dura
economía familiar de las décadas 30, 40,
50 y 60 del siglo XX. El cuidado y la
explotación de los cerdos reproductores
era objeto de subasta en el Concejo anual
de San Miguel.
Un poco más adelante, a la derecha, una
rampa y unas escaleras de piedra daban
entrada a la casa del farmacéutico. La
farmacia estaba instalada en los bajos de
la casa. Detrás de un pequeño mostrador
había una estanterías que soportaban
el botamen. Los botes de cerámica
contenían las diferentes sustancias
con las que el boticario, Don Emilio,
preparaba sus formulas magistrales.
Entonces, las farmacias despachaban
más formulas magistrales preparadas
en la propia farmacia que productos
preparados por la industria. D. Emilio
se traslado a Abejar y la farmacia se
convirtió en botiquín regentado por el
médico, D. Abel. Recientemente ha
habido intentos de volver a abrir este
servicio pero la realidad de la población
los ha hecho inviables.
Seguimos en la calle. Más adelante, a la
izquierda, tenía su taller un artesano carpintero, Iluminado “El Minao”, hombre
bueno donde los hubiere. Con hachas,
azuelas, garlopas y barrenas trabajaba la
madera. Hacia timones, cambas, dentales,
pescuños, orejeras y estevas, que unidos
por las belortas y el clavo, ensamblada la
reja, constituían el arado romano. Esta herramienta junto con el yugo eran imprescindibles para el labrador de aquellos años.
Saliendo de aquel taller la vista se encontraba con un espacio abierto: Plaza de Dª
Isabel Villaplana de Ramos, esposa del
prohombre que subvencionó la construcción de la fuente, el pilón, los lavaderos
y la escuela de niñas. Desde un rincón de
esta plaza sale una calleja donde vivían
y trabajaban dos maestros artesanos: un
sastre y un zapatero. El sastre, Félix, era
un hombre de baja estatura, con un gran
sentido del humor. Tenía su taller en una
amplia habitación. A través del balcón, por
donde se inundaba de luz, se veían los arboles del plantío y se escuchaba el gorjeo
de los pájaros. Varias veces estuve en aquella habitación para que me confeccionara
pantalones, cuya pana mis padres habían
comprado en casa de la “Tía Araceli”. El
zapatero era un joven que la emigración de
los años 60 llevó a Barcelona. Felipe había aprendido el oicio en Soria. Un maestro artesano que tenía su taller en la plaza
del olivo le transmitió los conocimientos.
Felipe los asimiló bien y rápidamente. Hábilmente los puso en marcha en su taller.
Tenía el taller una amplia ventana con una
vista espléndida de “los huertos del lugar”.
Terminaba la calle en la plazuela de la Iglesia pasando antes por la puerta de la casa de
la “Tía Araceli”, mujer muy trabajadora con
una acusada hipoacusia en los últimos años
de su vida. La calle de Abajo fue testigo del
caminar de las niñas hacia la escuela, luciendo las largas trenzas de su pelo y portando
sus cabases y bastidores. Y los domingos,
veía como los asistentes a la celebración
dominical, convocados por el repique de
campanas, se reunían en el amplio atrio y
en el portegado que protegía la entrada de
la iglesia, solares que ahora ocupan la casa
parroquial y el pórtico de la iglesia.
Recuerdos y vivencias
Un placer de otros tiempos
Por Ana Aguado Martínez
engo, tengo, tengo, tú no tienes
nada ,tengo tres ovejas, en una
cabaña. Una me da leche, otra
me da lana y otra me mantiene toda la
semana. Canción popular con un gran
sentido en Tierras Altas sorianas. Las
ovejas proporcionaban a sus habitantes
todo lo necesario para vivir: leche, carne
y lana. Y como no, con la lana un buen
descanso y un placer de otros tiempos:
el colchón de lana.
El trabajo de deshacer el colchón para
lavar la lana era de periodicidad anual.
Generalmente este trabajo se hacía en
el río, en cestos de mimbre y, una vez
lavados, los vellones se ponían a secar.
Una vez secos, colocaban la lana en
el suelo y armadas con una vara larga
y lexible, generalmente, de mimbre,
sacudían varazos al montón de lana.
Varazo tras varazo, golpe tras golpe, las
pelotas de borra se rompían, se abrían y
se esponjaban. La lana así manipulada
quedaba hueca y suelta.
Hasta mediados del siglo XX, el colchón
de lana era el más utilizado en toda Europa.
El origen del oicio de colchonero se
remonta al siglo XIV, con el surgimiento
de la especialización y la aparición de
los gremios. Los colchoneros ejercían el
oicio, como muchos otros artesanos, de
forma ambulante; iban de casa en casa
con sus escasas herramientas y montaban
en cada ocasión su improvisado taller en
la calle o en los someros. No obstante,
en nuestra tierra, el trabajo de hacer o
reparar los colchones era labor que, en
muchas ocasiones, realizaban las propias
mujeres que vareaban la lana y cosían el
colchón.
Una vez lavada y vareada, la lana se
colocaba sobre la tela del colchón de vivos
colores recién lavada. En mi casa, las
recuerdo naranjas, verdes, amarillas, con
siluetas de lores blancas. Se distribuía la
lana uniformemente bien extendida por
toda la tela y sentadas al lado de lana y tela,
se cosía los cuatro costados. La tela tenía
unos ojetes por los que se pasaba una cinta
de lado a lado para que la tela no se rodara
al mover el colchón cada día. Y es que cada
día había que deshacer la cama, quitando
sábanas, mantas, colcha. Una vez desecha,
el colchón se golpeaba, se ahuecaba y se le
daba la vuelta para que, al entrar en la cama
por la noche, estuviera bien mullidita.
T
Para hacer un colchón de lana, lo
fundamental era contar con la base
principal, una buena lana, lana que
proporcionaban las ovejas en el esquileo.
La mejor lana se reservaba para el
colchón y el resto se vendía. Para una
cama de matrimonio se necesitaban unos
18 kg. de lana. Existía la creencia popular
de que para evitar el apolillamiento la
lana debía trasquilarse y limpiarse en la
fase de luna llena.
Hoy en día ir a comprar
un colchón es algo
complicado. Que si
colchones de latex,
de visco..., hay tanta
variedad que no sabes que
comprar y además tienen
fecha de caducidad.
Dicen los expertos que
cada 10 años ha de
cambiarse el colchón.
Sin embargo, los de lana
absorben y expulsan
la humedad, acumulan
el calor corporal y lo
regulan, son autoinmunes
por naturaleza a los ácaros, bajan el ritmo
cardíaco y relajan el cuerpo, alivian las
molestias de las enfermedades reumáticas
y la transpiración excesiva, hacen más
llevaderos trastornos nocturnos como el
insomnio y permiten un dulce sueño y,
todo ello, sin fecha de caducidad.
Hoy recuerdo con añoranza aquellos días
de duro invierno, sin calefacción en las
casas y con el solo calor que trasmitían los
animales albergados en la planta baja de la
casa, hoy convertida en salón y cuarto de
baño. Recuerdo el momento de meterme a
la cama con el colchón mullido y la cama
previamente calentada por la tumbilla.
La tumbilla es un armazón
de cuatro palos de madera
unidos por otros más
pequeños en el medio,
para ahuecar la ropa de la
cama y poder calentarla
con unas pocas brasas que
se ponían dentro en una
cazuela o braserillo
La tumbilla es un armazón de cuatro
palos de madera unidos por otros más
pequeños en el medio, para ahuecar la ropa
de la cama y poder calentarla con unas
pocas brasas que se ponían dentro en una
cazuela o braserillo. Este artefacto hacía
los inviernos más llevaderos. Su uso era
sencillo: se retiraban las sábanas de la cama
hacia atrás, se ponía la tumbilla con una
lata llena de brasas del hogar, se colocaban
los pijamas y camisones al lado y se cubría
la cama de nuevo. Así, el entrar en la cama
era la gloria. Para sacar la tumbilla había
que hacerlo con cuidado para que las brasas
no se esparcieran por la cama y para que no
se perdiera un ápice de calor.
Ramón J Sender en su obra Tres novelas
teresianas dice: Antes de acostarse Teresa
su tía calentaba la cama con una jaula
de madera, en el centro de la cual había
suspendida una gamella con fuego. A aquel
artefacto le llamaban “la tumbilla”.
En deinitiva, concluiremos que dormir
sobre una cama con un colchón de lana y
previamente calentada por medio de una
tumbilla fue “un placer de otros tiempos”.
LOS PINGOTES 25
FUENTES DE MAGAÑA:
¿DE LA EMIGRACIÓN A LA DESPOBLACIÓN?
Pasado, presente y futuro de la población de Fuentes de Magaña
en el contexto de Tierras Altas y de la provincia de Soria.
Radiografía demográica.
Por Recaredo García Gaspar
E
n el corazón de Tierras Altas de
Soria se encuentra Fuentes de
Magaña, municipio que, como
otros muchos de la provincia, lucha
desesperadamente por sobrevivir. El
presente artículo aborda la evolución
demográica de la localidad y su situación
en el contexto más general de la provincia
y de las Tierras Altas de Soria.
La evolución a la baja de la población de
Fuentes de Magaña ha corrido paralela a
la del resto de la provincia. La población
de la provincia de Soria en enero de 2013
ascendía, de acuerdo con el padrón de
habitantes, a 93.291 personas, dato que
la sitúa como la provincia menos poblada
de España. Del total de la provincia, un
42,6% de sus habitantes viven en la capital
(39.753) y el resto se diseminan en más
de 500 núcleos de población, agrupados en
183 municipios, de los cuales, ni siquiera
la mitad alcanzan los 100 pobladores
y muchos de ellos prácticamente son
irrecuperables. Sólo 13 municipios superan
los 1.000 habitantes y únicamente Soria
capital, Almazán y El Burgo de OsmaCiudad de Osma rebasan los 5.000. El
tamaño medio de los municipios sorianos
era en 2013 de 510 habitantes, cifra diez
veces inferior al tamaño medio municipal
de España ijado en 5.800.
La población de la provincia creció
sostenidamente hasta los años 40 del siglo
XX, momento en que alcanzó su cifra más
elevada. Pero al inal, en el transcurso de
dicho siglo, el balance fue negativo: la
población soriana se redujo un 60% y, en
términos absolutos, descendió desde su
valor máximo de 165.855 habitantes en el
censo de 1940 a 90.717 en el año 2001.
Positivamente cabe destacar que desde
el inicio del nuevo siglo la población de
la provincia se ha incrementado en casi
un 3%. El peso relativo de la población
de la provincia en relación con España
descendió durante el siglo XX, pasando
de ser el 0,81% de la población nacional
en 1900, al 0,20 en 2013.
26 LOS PINGOTES
Soria es con diferencia la provincia española
menos poblada, con una densidad de población
de 9,2 habitantes/km², una de las menores de
la Unión Europea, diez veces menor que la
española (93 hab./km²) y tres veces menor que
la de Castilla y León (27 hab./km²).
Tierras Altas, donde se encuadra Fuentes de
Magaña, es una zona montañosa que supera
los 1.000 metros de altitud en cualquier
punto de su territorio y caracterizada, desde
un punto de visto demográico, por estar
profundamente despoblada y envejecida.
Como en el resto de la provincia, también
en Tierras Altas el abandono demográico
ha sido intenso en las últimas décadas. Los
datos aquí son todavía más desgarradores
que en el global de la provincia: si la
densidad de población de la provincia, 9,2
hab./km², es un valor preocupante, Tierras
Altas presenta signos aún más evidentes de
despoblación con 2,3 hab./km². La continua
merma de población, el envejecimiento
acusado de la misma y el reducido tamaño
de sus pueblos, contribuyen a dibujar un
futuro preocupante.
Causas y consecuencias
de la despoblación
El problema arrancó en los años 50 del
siglo pasado en los que en los pueblos
de las Tierras Altas de Soria comenzó un
irreversible proceso de despoblación que ha
ido diezmando la presencia de pobladores
en esta zona y al que contribuyeron
diversos factores económicos y sociales.
Entre las causas económicas destacan el
proceso de industrialización en los grandes
núcleos urbanos y el consiguiente efecto
llamada a la población rural para nutrir de
mano de obra las incipientes fábricas; la
dependencia económica casi exclusiva del
sector primario –agricultura y ganaderíay la incertidumbre e irregularidad de
la producción agrícola por su enorme
dependencia de la climatología; la
progresiva mecanización del campo y el
consiguiente excedente de mano de obra
campesina; el minifundismo y la tardía
concentración parcelaria que vino a hacer
más rentable la producción; y, por último,
la repoblación forestal que hizo mella en los
pastos y provocó la caída de la tradicional
actividad ganadera.
Otras causas de la despoblación son de
índole social, como la marcha de muchos
pobladores en busca de un futuro mejor
y de nuevas oportunidades alejadas de
la dura vida del campo que apenas daba
para sobrevivir a familias con un elevado
número de hijos; o la continua marcha de
mujeres que, al estar menos ligadas que el
hombre a las faenas agrícolas, fueron las
primeras en partir a las ciudades a servir
en casa de familias pudientes, a trabajar
como operarias a las fábricas y, las menos,
a estudiar una carrera. En décadas más
recientes, las familias que se lo podían
permitir enviaron a sus hijos a la ciudad
a “hacer una carrera universitaria” y estos
jóvenes, una vez formados y cualiicados,
ya no regresaron al pueblo, puesto que
allí sus titulaciones académicas carecían
de aplicación práctica y, sólo la ciudad,
les brindaba posibilidades de desarrollo
personal y profesional.
Unos y otros factores contribuyeron al
progresivo abandono de estas tierras.
Ciudades como Madrid, Barcelona,
Zaragoza y otras más próximas, como
Soria, Logroño o Tudela absorbieron a
quienes llegaban en busca de un trabajo
y de un porvenir. Así, censo tras censo, la
población fue en progresivo retroceso, lo
que trajo la desaparición de las escuelas, de
los pequeños negocios como las tabernas o
las tiendas de ultramarinos, de las pequeñas
industrias locales como carpinterías y
herrerías y, inalmente, de los servicios
médicos y farmacéuticos. Y ante este
panorama, hoy resulta difícil, casi heroico,
vivir en un entorno de inviernos hostiles y
de servicios básicos casi inexistentes.
Todo este éxodo ha provocado un
descenso del 81% en el número total de
habitantes de Tierras Altas desde 1950
hasta nuestros días, dato muy similar al
correspondiente a Fuentes de Magaña
que, en el mismo período, pasa de 413
habitantes a 87. La emigración campociudad fue especialmente intensa en las
décadas de los 60 y los 70 del siglo XX y
se mantuvo, aunque más moderadamente,
hasta los años 90. A este continuo desgaste
poblacional provocado por la emigración,
ha seguido en los últimos 25 años un
crecimiento natural negativo derivado de
un elevado envejecimiento de la población,
lo que provoca un reducido número
de nacimientos frente a un número de
fallecimientos relativamente mayor.
extranjera que llegan a España en busca de
una oportunidad y una calidad de vida de
la que carecían en sus países de origen; en
otras ocasiones, se trata personas llegadas
de la ciudad, sin vinculación alguna con
el pueblo donde deciden instalarse y
al que acuden por el efecto llamada de
alguna experiencia desarrollada en la
zona y publicitada a través de los medios
de comunicación; otras veces, llegan
pequeños emprendedores que deciden
iniciar alguna actividad económica
aprovechando los recursos naturales y
económicos que puede ofrecer la zona; en
otros casos, son profesionales libres que,
aprovechando las nuevas tecnologías,
quieren
desarrollar su actividad
profesional desde la tranquilidad que
ofrece el pueblo frente al estrés de la
ciudad; y, por último, encontramos a
aquellas personas que, una vez alcanzada la
jubilación, deciden retornar, de forma más
o menos estable, a su lugar de nacimiento.
Los neo-rurales
y la población vinculada
En los últimos años, personas que responden
a uno u otro de los periles descritos han ido
llegando a poblar Fuentes de Magaña. En
algunos casos se han asentado en la zona
y en otros se han marchado. Con más o
menos arraigo, todas ellas han contribuido
a mantener un débil censo que, según el
padrón del año 2013, alcanzaba en Fuentes
de Magaña una población de 87 habitantes.
Ante este panorama de una progresiva
despoblación fruto del crecimiento natural
negativo, la única esperanza que apenas
mantiene la vida en los pueblos se asienta
en los denominados neo-rurales. Se trata
de nuevos pobladores que llegan a estos
municipios desde orígenes distintos y
movidos por diferentes objetivos y que
encuentran aquí una alternativa vital a
la estresante e insatisfactoria vida en
sus lugares de origen. En algunos casos,
se trata de personas de nacionalidad
Por último, me referiré a la denominada
población vinculada. Se trata de personas
y familias que en Fuentes de Magaña y en
otros pueblos de Tierras Altas mantienen
una 2ª residencia a la que acuden
periódicamente por lazos familiares
o afectivos y en la que se instalan por
períodos más o menos largos de tiempo.
Se trata de un grupo de población que
practica una ocupación temporal de esta
zona y que constituye, sin duda, un factor
socioeconómico positivo para el entorno.
Sus lazos con el pueblo y sus estancias
en el mismo inluyen favorablemente
en la economía local ya que mantienen
una vivienda por la que contribuyen a
la hacienda local y consumen productos
y servicios ofrecidos por las pequeños
negocios de la zona. Al mismo tiempo,
y desde un punto de vista promocional,
son los mejores embajadores de estos
territorios y sujetos activos en la atracción
de otros visitantes. Por el contrario,
aquellos pueblos de la zona que en las
últimas décadas y por diversos motivos
perdieron su población vinculada, hoy
están prácticamente abandonados o
llamados a desaparecer. Otros, como
es el caso de Valdelavilla, han sido
totalmente reconstruidos y recuperados
para el turismo.
No obstante, ijar una población más o
menos estable en la zona no es tarea fácil.
Una población autóctona envejecida
y unos nuevos pobladores difíciles de
arraigar en estas tierras por la escasez
de servicios públicos y de recursos
económicos, no son la mejor baza para
darle la vuelta a la tendencia galopante
de la despoblación. Sólo el arraigo de
nuevos pobladores, las inversiones
públicas y el desarrollo de modelos de
crecimiento sostenible y acordes con
el entorno, podrían hacer cambiar el
rumbo de la progresiva y preocupante
despoblación.
Bibliograía y fuentes estadísicas:
Isabel Goig Soler. El lado humano de la despoblación.
Mª Isabel Marín Jiménez. Pueblos vacíos, atonía
y envejecimiento en la Comarca Soriana de Tierras
Altas y Valle del Tera.
La población de Soria. Cuadernos de población
BBVA. 2008
Datos de población. Insituto Nacional de Estadísica.
Raúl Conde Suárez. ¿Hay vida más allá del turismo?
LOS PINGOTES 27
Serranía Celtibérica.
Un proyecto de desarrollo rural para dar solución al mayor
problema de desestructuración territorial de la Unión Europea.
Por Francisco Burillo Mozota
Francisco Burillo Mozota
(Paniza, Zaragoza, 1952).
Arqueólogo e historiador.
Especialista en los
celtíberos y su cultura.
Catedrático de Prehistoria
en la Universidad de
Zaragoza (Facultad
de Ciencias Sociales y
Humanas de Teruel). Desde 1997 es
Académico correspondiente de la Real
Academia de la Historia.
E
l 19 de agosto tuve el honor
de participar en la localidad de
Fuentes de Magaña en la 2ª Sesión
del Foro Social La Alcarama, bajo el lema:
“Mesa redonda en torno al problema de
la despoblación en la provincia de Soria”.
Allí, entre ilustres contertulios, presenté el
Proyecto Serranía Celtibérica, realizado
en el marco del proyecto I+D+i HAR
2012-36549, inanciado por el Ministerio
de Economía y Competitividad y los
fondos FEDER, y en el que participan 30
investigadores de diferentes universidades
e instituciones.
Estamos ante un proyecto surgido en el
campo de las humanidades para dar solución
al mayor problema de desestructuración
territorial que tiene la Unión Europea.
La Serranía Celtibérica, territorio que
corresponde al Sistema Ibérico central,
compartido por 10 provincias y 5
comunidades autónomas, y cuya extrema
realidad fue visibilizada gracias a la
realización de la Ruta Celtibérica, tiene
una extensión de 65.825 km2, dos veces
más que Bélgica, está habitado por 499.186
personas censadas, lo que le da una densidad
de 7,58 habitantes por km2. Esto es, se
encuentra por debajo de la cifra crítica de 8
habitantes por km2, marcada por la UE para
señalar los territorios despoblados y que
hasta el presente sólo correspondía a la zona
septentrional de los Países Escandinavos.
Pero si bien la Laponia tiene el clima más
extremo de Europa, sus habitantes han
buscado estrategias de supervivencia. Una
de ellas ha sido concentrar la mayor parte
de la población en la zona de los iordos,
donde existen ciudades como Umea con
117.294 habitantes, la otra crear medidas
28 LOS PINGOTES
II Foro Social de La Alcarama. Fuentes de Magaña. (Agosto, 2014)
de desarrollo para estabilizar la población
sami que vive en el interior. De manera
que su población ha permanecido bastante
estable en las últimas décadas, presentando un crecimiento paulatino.
Por el contrario, la Serranía Celtibérica
presenta un gran descenso poblacional,
como lo muestra el hecho de que en 1940
tenía una población de 985.466 y una
densidad de 14,9 habitantes por km2. Su
poblamiento se halla desestructurado, pues
mientras en el resto de España existen 397
municipios con más 20.000 habitantes,
en su territorio sólo hay 4 (Calatayud
con 21.174, Teruel con 35.961, Soria con
39.753 y Cuenca con 56.107), que han
crecido, por otra parte, despoblando a los
municipios de su entorno. Estas cifras
comparativas adquieren especial relevancia
cuando se analiza las poblaciones rurales en
regresión y destinadas a desaparecer en un
corto espacio de tiempo, esto es, las que se
encuentran por debajo de 100 habitantes,
pues si en la Serranía Celtibérica existen
614, en el resto de España son 566.
Lo que la Serranía Celtibérica nos muestra es
que la unidad de análisis de la despoblación
no puede realizarse por provincias, ni
por comunidades autónomas, como hasta
ahora se viene realizando. De hecho en el
territorio restante de las diez provincias que
se incluyen en la Serranía Celtibérica viven
5.219.467 habitantes en un territorio de
52.322,17 km2, lo que da una densidad de
99,76 habitantes por km2.
La unidad de medir la despoblación es el
territorio de montaña, que normalmente ha
sido territorio fronterizo de provincias y
comunidades autónomas. En este sentido
hemos realizado un estudio pormenorizado
de la zona de los Montes Universales en la
cota superior a 1.300 m, correspondientes
a las provincias de Cuenca, Guadalajara y
Teruel. Con una extensión de 3.533 km2,
el doble que la de Guipúzcoa, existen
5.753 personas censadas, lo que da una
densidad de 1,63 habitantes por km2. Se han
encuestado los 41 municipios y la población
real que habita estos lugares es de 3.459, lo
que da una densidad de 0,98 habitantes por
km2. Pues bien, la zona más septentrional
de los Países Escandinavos, que es la región
de Lappi, con sus 1,87 habitantes por km2,
nos supera en densidad.
Pero mientras Lappi tiene un 15,53%
de menores de 15 años y un 19,62%
de mayores de 65 años, en los Montes
Universales los menores de 15 años son
7,33% y los mayores de 65 años 32,05%.
Estos porcentajes de envejecimiento de la
población pueden hacerse extensivos a todo
el territorio. De hecho la Serranía Celtibérica
tiene las tasas de envejecimiento más bajas
de la Unión Europea y las tasas más altas
de masculinidad. Puede considerarse, por
tanto, que está biológicamente muerta.
Estrategias para un
desarrollo sostenible de la
Serranía Celtibérica
En el estudio realizado lo primero que
hemos constatado es que la despoblación
de la Serranía Celtibérica no responde a
un tema estructural, pues más montañoso
es Suiza y más frío hace en Nueva York
o en Moscú. Ni tampoco estamos ante
un tema de despoblación secular como lo
indica el hecho de que durante la época
conservan los tejados…, pero nunca llegó a
pasar un tren. Si este ferrocarril se hubiera
concluido, Teruel hubiera sido un nodo
de cruce con el ferrocarril de LevanteCantábrico.
En breve va a surgir la Fundación Serranía
Celtibérica, una de cuyas sedes será el
Instituto de Investigación, al que se ha
invitado a formar parte a profesores e
investigadores interesados en impulsar
este territorio, ya hay más de 100. Entre
las acciones previstas se encuentra
que la cultura celtibérica sea declarada
Patrimonio de la Humanidad. Y la creación
de un producto turístico que englobe todo
nuestro patrimonio natural y cultural, junto
con los productos agropecuarios, y que
permita una promoción conjunta nacional,
pues estamos rodeados de 22 millones de
personas, e internacional, con apertura a
territorios como China, para lo cual se va
a demandar la banda ancha. Pero todo ello
precedido de un estudio global del territorio
de la Serranía Celtibérica que permita un
diagnóstico real de su población.
Pero lo importante para que pueda existir
un desarrollo sostenible es la implicación
social. Para ello, y con criterios de
gobernanza de la Unión Europea, se ha
constituido la Asociación para el Desarrollo
de la Serranía Celtibérica, a la que se
invita a formar parte a entidades locales,
asociaciones y personas físicas.
Más información: www.celtiberica.es
celtibérica este territorio desarrolló un
sistema económico sostenible, articulado
por ciudades estado autónomas que
explotaban sus recursos. De hecho una
de ellas, Segeda (Mara, Zaragoza) llegó
a tener una importancia en la geopolítica
mundial del momento que actualmente no
la tiene Madrid. Pues Roma le declaró la
guerra en el año 154 a.C., adelantando
para atacarla la elección de los cónsules de
los idus de marzo a las calendas de enero, o
día 1, siendo la causa del inicio de nuestro
calendario actual. La atacó con 30.000
hombres y los segedenses aliados con
los numantinos reclutaron en su territorio
25.000, hoy no se podría, y derrotaron a
los romanos.
La explotación de los recursos del entorno
ha pervivido hasta el siglo XX. Así la
explotación masiva del hierro de la zona
turolense de Ojos Negros se inició en
época celtibérica, como lo evidencian los
numerosos fortines rodeados de escoriales
de su entorno. La dispersión de fundiciones
y ferrerías continuó hasta 1900, momento
en que se creó la Siderurgia de Sierra
Menera en Sagunto, de manera que en 1915
existían ya 3.000 obreros trabajando en
ella. Imaginemos lo que hubiera supuesto
esta industria ubicada en la zona del Jiloca
en donde se sitúan las minas férricas.
Para impulsar este territorio no sólo
son precisas subvenciones, es necesaria
una programación estratégica para un
desarrollo sostenible que mantenga
la población actual y atraiga a nuevos
pobladores. Existen numerosos ejemplos
de fracasos de inversiones públicas,
como el polígono industrial de Orihuela
del Tremedal, construido hace 15 años y
actualmente desierto y abandonado, a falta
de incentivos iscales con los que atraer a
empresarios. Pero uno de los ejemplos más
extremos se encuentra en la red viaria con
la que estaba pensado unir Algeciras con
Toulouse, iniciada en la dictadura de Primo
de Rivera, de ella quedan testigos mudos:
puentes, túneles, estaciones que todavía
II Foro Social de la Alcarama.
La despoblación.
El pasado 19 de agosto se celebró en
Fuentes de Magaña el 2º Foro Social de
la Alcarama, coordinado por su precursor
Juan Manuel Martínez Hernández y que
giró en torno al tema de la despoblación.
En el debate participaron, junto al alcalde
de la localidad, Dionisio Martínez, diversos
expertos en el tema de la despoblación.
Mercedes Álvarez, cineasta soriana, José
Mª Carrascosa, presidente de la Asociación
de Amigos de Sarnago, Jesús de Lózar,
economista, Isabel Goig Soler, escritora,
José Ángel González Sainz, novelista y ensayista soriano y Francisco Burillo Mozota,
catedrático de Prehistoria de la Universidad
de Zaragoza y experto en Celtiberia.
Durante el desarrollo del foro, el profesor
Burillo presentó el Proyecto “Serranía
Celtibérica”, enriqueciendo el resto de
ponentes y asistentes las entrañas de este
proyecto y las diferentes vías de solución.
LOS PINGOTES 29
Historias de otros tiempos.
Cara y cruz de la emigración en dos historias familiares
Está claro que nadie emigra por gusto. Si alguien decide dejar su tierra y su familia es
porque ve que, en esas circunstancias, no puede tirar adelante con su vida y busca otro lugar
donde intenta labrarse un futuro mejor. Aunque también ha de contar, antes de una decisión
tan crucial, que en la vida todo cambio de esa magnitud supone un riesgo importante.
Por Miguel Ángel Marín Gómez
E
l fenómeno de la emigración
supone un riesgo en el que se
mezclan temas que están en la
mano del que emigra, como son el esfuerzo,
la ilusión o la ayuda de algún contacto
para empezar, con otras circunstancias
que dependen de la suerte y, por tanto,
son azarosas como la situación política, la
salud o la existencia de una guerra. Ante
estas últimas circunstancias, poca cosa
puede hacer uno si vienen mal dadas.
Voy a traer aquí las vidas de dos
emigrantes de mi familia que, a principios
del siglo XX, tuvieron que marchar del
pueblo. Creo que ilustran la cara y la cruz
de la emigración, como cuando se lanza
una moneda al aire pero solo que aquí la
moneda es tu vida. Así, por una cuestión
meramente de suerte, una historia acaba
bien y la otra mal. Empezaré por esta
última y terminaré con la positiva para
dejar un buen sabor de boca.
Primera historia. La cruz.
Casildo, mi abuelo paterno, tenía un
hermano llamado Inocente Marín Herrero,
nacido hacia 1895 en Fuentes de Magaña.
Siendo joven se marchó del pueblo
y se instaló en Aznalcollar (Sevilla).
Allí puso una tienda de ultramarinos
especializándose en el torrado y molienda
30 LOS PINGOTES
de café, producto este que le dio prestigio
en la comarca por su gran calidad. Desde
su comercio tenía fama de ayudar a los más
necesitados iándoles productos básicos.
Allí se casó y por sus ideas de izquierdas
simpatizó con el Partido Comunista local.
Todo trascurría con normalidad hasta
que en 1936 empezó la Guerra Civil y
la casualidad quiso que en unos de los
bombardeos aéreos que sufrió el pueblo
de Aznalcollar, cayera una bomba en el
patio de atrás de su comercio. Allí estaba
su mujer y un sobrino que murieron en el
acto; él se salvó por encontrarse en la parte
delantera de la tienda. No hace falta añadir
que este hecho le marcó profundamente y
decidió “tirarse al monte” con los maquis
por la zona de Sierra Morena. Al inal
de la guerra, y viendo que la victoria de
su bando era imposible, se entregó a la
Guardia Civil de Aznalcollar.
Le hicieron, junto a otros detenidos, un
juicio tras el cual, al comprobar que no
tenía delitos de sangre, le permitieron ir
desterrado por 15 años al punto de España
que quisiera, con la condición de no poder
moverse del lugar elegido. Él optó por
quedar coninado en su pueblo de origen,
Fuentes de Magaña, pues allí tenía la
familia que le quedaba. Pasados los años de
destierro, le permitieron la libre circulación
por el país y decidió entonces volver a
Aznalcollar y reiniciar nuevamente su vida.
Inocente Marín confinado en
Fuentes de Magaña (década de 1940)
Al retornar allí, pudo comprobar que
pocos le aceptaban, ni los más necesitados
que ayudó desde su comercio, ni tampoco
sus antiguos amigos y camaradas pues
estos, en muchos casos, ya habían
abandonados sus ideales para adaptarse
a las nuevas circunstancias del régimen
instaurado. Este rechazo de los que creía
próximos le afectó tanto que decidió
abandonar esta sociedad tomando una
decisión drástica con su vida.
No obstante, esta opción vital no deja
de ser una decisión difícil y que siempre
implica un fuerte desarraigo y lejanía de
los tuyos. Así que, a quien se anime a
emigrar para mejorar su vida: valor…y
muy importante también ¡que tenga toda
la suerte del mundo!
Rosa y Victoriano con su padre Angel y hermanos Tomás, Teodora y Milagros (Año 1917)
Segunda historia. La cara.
Se llamaba Victoriano Herrero Gómez
y era el mayor de cuatro hermanos, de
entre los que mi abuela paterna Teodora
era la pequeña. De muy niños quedaron
huérfanos de madre pasando muchas
necesidades. Esta situación familiar fue
el detonante para que, a principios del
siglo XX, se marchara a Málaga junto a
un tío establecido allí.
Después de varios años trabajando en un
establecimiento, decidió emigrar en 1913
a Argentina animado por el próspero
comercio que tenía el puerto de Málaga
con las Américas y también siguiendo a
otro tío suyo que ya se había instalado
allí. Adquirió el pasaje para el barco y
con el poco dinero sobrante compró
un décimo de lotería para el sorteo de
Navidad. Emprendió el largo viaje de un
mes en barco y llegó a Argentina. Una
vez allí, se enteró que le había tocado el
premio gordo de Navidad en el boleto
que llevaba. Era el nº 18.073 y fue
agraciado, todo el número, con 600.000
pesetas del año 1913.
Creo que son dos historias que ilustran
perfectamente el azar que implica todo
cambio importante en la vida como supone
el hecho de emigrar. Todos los que decidan
emigrar ahora, en las duras circunstancias
de la crisis económica actual, han de contar
que, a pesar de las diicultades, ninguno
asumirá en estos momentos tantos riesgos
como los que sufrían los que intentaban
mejorar sus vidas emigrando hace 100
Victoriano Gómez y Rosa Fisher
años. Han mejorado los tiempos hasta
en el día de bodas (Año 1917)
para emigrar y ahora la
globalización ha hecho
el mundo mas accesible
y “pequeño”. Han
ayudado los actuales
medios de transporte,
las nuevas tecnologías
de telecomunicaciones
que dan información
al minuto, la mayor
calidad de vida en
general y la mejores
niveles de formación
y, en muchos casos,
el conocimiento de
idiomas que en su
conjunto facilitan la Victoriano Gómez y su mujer en La Alhambra durante su
decisión de emigrar.
viaje de novios por España (Año 1917)
Este hecho cambió su existencia, pues
pasó de emigrante jornalero a emigrante
potentado, permitiéndole tal fortuna
comprar dos extensas incas agrarias en la
ciudad de Rosario e iniciar allí una vida
próspera. En 1917 se casó y regresó a
España de viaje de novios, lo que supuso
todo un acontecimiento para los miembros
de su familia del pueblo, a los que trajo
regalos y a los que siempre ayudó desde
la lejanía. También aprovechó en ese
viaje para comprar al Ayuntamiento dos
sepulturas del cementerio en propiedad y
mandar plantar el ciprés que hay a sus pies
en el camposanto. En dichas sepulturas
fue enterrado en 1927 su padre y hoy
descansan allí dos hermanos y un sobrino.
LOS PINGOTES 31
Para leer...
El canto del cuco. Llanto por un pueblo
La autoconsciencia literaria y política de la Alcarama
Contra la voluntad inicial del autor, como él mismo
dice, este libro ha resultado ser una elegía, un llanto
por todos los pueblos muertos o moribundos, lo
que no debe llevarnos a pensar, según nos advierte
el propio autor, que se trata de un libro triste, cosa
de lo que puede dar fe, en efecto, cualquiera que se
asome a sus páginas llenas de vida y alegría.
Y
espacio con que contamos, me limitaré a
comentar con cierto detalle dos de ellas,
una literaria y otra política. Comenzando
por la primera, diré que, mientras que El
caballo de cartón, segundo libro de la
trilogía, está escrito retomando el hilo de
un pequeño diario que Abel llevó en su
niñez cuando su abuelo Natalio le regaló
un cuaderno azul al considerar éste que la
vida de su nieto empezaba a ser interesante,
ahora, en El canto del cuco, ese cuaderno
azul del niño se ha transformado en el
cuaderno gris del viejo, precisamente
cuando la vida del autor, según confesión
propia, comienza a perder interés.
Nacido al abrigo de su blog El canto del
cuco, que Abel mantiene admirablemente
desde hace más de tres años, el libro
homónimo que reseñamos exhibe algunas
apreciables diferencias respecto de los
libros de la trilogía. Dado el pequeño
El libro se debate en un vaivén continuo
entre el pasado y el presente, entre
Sarnago (el pueblo donde pasó su infancia
Abel) como epicentro literario y vital
y cualesquiera otras localidades (con
especial mención a su casa de Madrid),
entre la infancia y la vejez (“aquel niño
ha vuelto ahora, mayor y cansado”), todo
gracias a la memoria y la imaginación.
No creo, sin embargo, que se trate de una
contraposición radical niño/viejo; antes
bien al contrario, niño y viejo se dan la
mano, se funden en uno solo, cuando, por
un ejemplo señalado, el viejo es capaz
de emocionarse al ver caer mansamente
la nieve detrás del cristal, igual que le
sucedía cuando era niño. Si, por un lado,
esas impecables descripciones objetivas,
en tercera persona, del paisaje (a mi juicio,
uno de los dos grandes protagonistas del
libro) de Sarnago, de sus gentes, del belén
de don Matías, de la cocina encendida y
las veladas familiares en torno a ella en
la cuesta de enero, de la casa del médico
(con mención en este punto a don Abel
el médico, hospedado en la casa de la
Gadir Editorial, Madrid, 2014
Por Juan Manuel Martínez
, por extensión, de las Tierras
Altas de Soria y, en cierto modo,
del mundo rural castellano,
diría yo. A la trilogía sobre la Alcarama
publicada años atrás, añade ahora Abel
Hernández una joya de cuarto libro que
viene a completar su visión majestuosa de
la intrahistoria de los pueblos de aquellas
tierras. No sé si Abel estaría dispuesto, por
tanto, a hablar de tetralogía o si hay que
atender únicamente a su escueta confesión
de que El canto del cuco es un “lorido
e inesperado retoño” que les ha salido a
sus tres libros anteriores de la Alcarama.
Sea como fuere, lo cierto es que, contra
su voluntad inicial, como él mismo dice,
este libro ha resultado ser una elegía, un
llanto por todos los pueblos muertos o
moribundos, lo que no debe llevarnos a
pensar, según nos advierte el propio autor,
que se trata de un libro triste, cosa de lo
que puede dar fe, en efecto, cualquiera
que se asome a sus páginas llenas de vida
y alegría.
32 LOS PINGOTES
Emilia de Fuentes), del paso de las grullas
anunciando la primavera, de los oicios
andariegos del ailador y el capador (con
mención aquí al tío Luis, el aceitero, de
Fuentes), de las hogazas de pan (“la medida
de todas las demás cosas”), de la Semana
Santa de Sarnago y su Cristo de madera
oscura desaparecido, del juego-pelota
como deporte rey (en Sarnago era el frontón
de la iglesia, como en tantos otros pueblos),
de las escardadoras que arrancaban las
malas hierbas de los sembrados de cebada
o trigo avanzada la primavera, del verano
como la estación de la cosecha, del paso
de las letujas anunciando la llegada del
otoño; si, por un lado, esas impecables
descripciones objetivas, decía, parecen
reclamar una especie de atalaya virtual
panóptica (en las antípodas del panóptico
circular de vocación inamente represiva
de Bentham) desde la que divisar sin ser
visto, sigilosamente, la ininita variedad
del paisaje y la vida rural, de otoño a otoño,
cíclicamente, como el nietzscheano eterno
retorno de lo mismo, por otro lado, esas
irrupciones alternativas del narrador, en
primera persona, no pueden ser entendidas
sino desde el amor profundo que el autor
siente por su tierra, desde su incondicional
compromiso con ella y con sus gentes,
vivas o muertas (véase el impresionante
diario Del Alcarama al Alba, en donde
Abel habla con Avelino Hernández, el
inolvidable escritor de Valdegeña, de
modo parecido a como habló con el
Aurelio, el último vecino de Sarnago, en
un memorable pasaje del capítulo 7 de El
caballo de cartón: ambos vivos y muertos
a la vez, como el gato de Schrödinger). La
pasión abeliana por la vida y el mundo rural
le lleva a mezclarse con ellos, a abandonar
la atalaya panóptica y sumergirse en ese
mundo como un actor más, en primera
persona. ¡Y qué decir de esa emocionante
exhortación a gozar de la vida, que
recuerda al carpe diem renacentista,
genialmente expresada a través de verbos
en modo subjuntivo y en modo imperativo!
(véase el diario La iesta del agua. Preludio
de primavera). Con todo, no creo marrar
demasiado el tiro interpretativo si digo
que en un determinado pasaje del libro
(véase el segundo párrafo del diario El
otoño de Sara) conluye el narradorobservador milimétrico con el narradoractor comprometido: eso es, al menos, lo
que me sugiere el uso magistral que hace
Abel de la lista de verbos en ininitivo allí
volcada.
La segunda diferencia a la que me
refería más arriba (y, a la vez, el otro
gran protagonista del libro) viene dada
por la palabra, por la palabra política,
especialmente. Llama la atención, en
comparación con los libros de la trilogía, la
decidida y contundente incursión de Abel en
la arena política. A Abel le duele la España
de hoy (“¡ay este invierno interminable
de España!”). Desde luego, sus deseos de
justicia y de una inmediata salida de la
crisis, expresados en forma de sugerencias/
peticiones a los Reyes Magos, deben ser
suscritos por cualquier persona que no
tenga abotargada la sensibilidad políticomoral, aunque no sea necesariamente de
iliación cristiana original. En una fábula
de clara intencionalidad política, denuncia
la ciega gestión política de la crisis. Y
presta sus oídos a la palabra sabia del
pequeño campesino, esa palabra justa
y cabal que envolvía la Casa-Concejo
de los pueblos, que brotaba del trabajo
con sus manos y del sudor de su frente,
que desconfíaba de tanto charlatán como
anda suelto (que trataban, y tratan, de
embaucar a la gente sencilla) y que, a
través del Isidro y el Moisés de Valdegeña,
anticipaba para desgracia de los bancos
la maldita crisis económico-inanciera
(“(···) si no tengo el dinero, no lo compro,
me estoy sin el coche”) en que estamos
interminablemente sumidos. Respecto
de “la endemoniada dialéctica campociudad”, Abel abomina del Progreso que
ha destruido los pueblos y se inclina
decidida e inequívocamente por el campo.
Merece la pena citarlo: “Yo, anticuado
de mí, he tomado partido por el campo,
por los pueblos perdidos, por la belleza
profunda de las ruinas, por el silencio, por
la luz incontaminada, por la naturaleza
escondida y buscada, por los campesinos
que resisten y por los que tuvieron que
cerrar su casa y huir a la ciudad”. Igual que
cualquier otro (el ecumenismo del azar),
Abel estuvo en un tris de no existir: si en
vez de salir la moneda cara hubiera salido
cruz, el abuelo Natalio se hubiera casado
con la “Colegiala” de Fuentes. ¡Pero
entonces no hubiéramos podido gozar de
su presencia ni hubiéramos podido revivir
a través de su literatura una civilización
rural ya desaparecida!
LOS PINGOTES 33
PLATERO Y FRANCISCO
Por Isabel Goig Soler
Isabel Goig Soler
(Jaén). Escritora
conocida por obras
en solitario como Los
fogones sorianos y
Fuentes, fuentecillas
y manantiales
de Soria; o Soria
pueblo a pueblo, De
fogones y pitanzas
sorianas y Visite Soria y su provincia,
conjuntamente con sus hermanas.
Trabajó en Soria Semanal y colaboró
en la fundación del desaparecido
Campos de Soria. Es directora adjunta
de Abanco/Cosas de Soria dedicado al
estudio de las tradiciones y de la historia
de la provincia.
Ha publicado en colaboración con
Antonio Ruiz Vega Remedios caseros
y otras Magias sorianas, junto a Luisa
Goig Diccionario de Habla Soriana. Con
Antonio Ruiz e Israel Lahoz Juegos
populares sorianos.
En el año 2002, publicó El lado humano
de la despoblación.
Otras obras: Al otro lado del puente;
Isabelis. Regine Majoricarum; la guía
Paseando Soria; La vida entre veredas
junto a Leonor Lahoz (2011) y La sal de
la vida, la sal de la muerte (2012).
En 2013 publicó las novelas La
Panadera del Rey (y el colegial de El
Burgo) y La Vara de la libertad.
E
l vehículo todoterreno, alquilado
en el aeropuerto de Madrid,
tomaba las curvas de la carretera
que, desde Castilruiz, se dirigía a San
Pedro Manrique. Al pasar por Magaña
el conductor dio un respingo al ver,
sobre un alto, un magníico castillo
dominando un paisaje espectacular y
sombrío a la vez, por la casi ausencia
de sol, de relieves redondos y ancianos,
de laderas escurridizas, por donde
aloraban capas de piedras calizas, casi
blancas. Formaban los montes hondos
barrancos y al fondo se adivinaba,
por la vegetación viva y enmarañada,
el discurrir de un río. El hombre
mayor, Francisco Ortega de nombre,
como su abuelo, maestro, seguía con
los ojos entornados un paisaje que
34 LOS PINGOTES
jamás había olvidado, pese a los años
transcurridos, pese a aquellos otros
paisajes exuberantes de Méjico. Tan
sólo al ver en un sembrado dos cervatos
que miraban, curiosos, el rodar lento
del vehículo, avisó a su hijo, anda con
cuidado, es época de berrea.
y Romero adquiriera, en el año 1879,
en la riguera de la Chiminia, si es que
no habían sido expropiadas, o alguien
se había hecho con ellas y las había
roturado, aunque era monte de poco
valor. En in, el hijo se encargaría, él
había conservado documentos y
planos.
Cruzó
El hijo, Francisco
el río Monte
como el padre y
A las seis de la mañana,
el abuelo, giró a
tras dejarle una nota
y, sin dudar, llegó
la derecha sin
al hijo, encaminó
que su padre se
sus pasos hacia
a un pradillo entre
inmutara, o tal
el viejo molino
arces desde donde se
vez ni viera el
del Horcajo, con
indicador, por adivinaban las ya ruinas una mochila a
los ojos llenos
la espalda y una
del molino y el puente azada en la mano.
de
lágrimas.
Llegaban
a
el río Monte
viejo bajo el viejo y, Cruzó
Fuentes de Magaña
sin dudar, llegó a un
y a ninguno de los dos
pradillo entre arces desde
camino.
les extrañó vislumbrar la
donde se adivinaban las ya
enorme igura de un dinosaurio,
ruinas del molino y el puente viejo
conocida por Internet desde su bajo el viejo camino. Sentado, sacó de
instalación. Sin dudar ni un instante, la mochila una botella de agua y un
indicó a su hijo la dirección hacia la paquete de galletas y fue comiendo y
casa rural donde habían alquilado, bebiendo mientras con la vista repasaba
también por Internet, dos habitaciones una y otra vez los troncos de los arces, en
para tres días. Eran suicientes para busca de una señal. Por in la vio, alta y
recorrer el entorno y saludar a quienes ancha, como una herida. Claro, después
quedaran vivos de su quinta, pocos, de tantos años…¡Tanto han crecido!
suponía. El hijo aprovecharía para ir
a la capital y solucionar un tema de En el año 1934, cuando Francisco contaba
tierras, más por no perder las raíces, con seis de edad, llegó a la escuela de
que por codicia. Poco valdrían aquellas Fuentes un voluminoso paquete con
tierras que el abuelo Francisco Ortega libros. Él sólo se ijo en uno, pequeño, la
portada cubierta de rosas y en el centro
un título, “Platero y yo”. Apenas sabía
leer pero, aunque tardó, acabó leyéndolo
y, además, entendiéndolo. Mientras leía,
la burra de casa parió un pollino blanco
y cojo, porque venía de culo y tiraron
tan fuerte que le desgraciaron la pata
para siempre. Sus padres le dejaron que
lo llamara Platero y entre burro y niño
se estableció una relación parecida a la
del otro Platero con el autor. Nunca fue
muy fuerte, ni muy grande, apenas llegó
a pesar los cien kilos, por eso Francisco
no dejó que los niños lo montaran y le
evitaba todos los trabajos posibles.
Un buen día apareció por Fuentes
de Magaña un fotógrafo. Venía de la
parte de Tudela y recorría los pueblos
fotograiando a todo aquél que podía
permitírselo. Los más ancianos del lugar
recordaban otra ocasión, años atrás,
pero entonces nadie pudo dejar para la
posteridad su imagen por cuestiones
económicas. Este fotógrafo portaba una
cámara más ligera, que apoyó sobre el
trípode en mitad de la plaza, con la que
fotograió a medio pueblo. A Francisco
también, junto a su Platero, pequeño y
casi blanco.
Unos años después, Platero tendría
cinco o seis, coincidió la muerte del
burro con la prohibición, publicada
en los periódicos, de leer, y aún tener
en la escuela, determinados libros y,
entre ellos, estaba Platero y yo. Nadie
entendió la orden y tampoco nadie la
discutió. No eran tiempos para eso.
Francisco, al enterarse de la noticia, y
con su Platero ya muerto, entró en la
escuela de noche, por una ventana que
hubo de forzar, y se metió entre los
calzones el libro prohibido. Después,
se sentó en la cuadra, junto a su burro
muerto, y le leyó:
Tú, si te mueres antes que yo, no irás
Platero mío, en el carrillo del pregonero,
a la marisma inmensa, ni al barranco
del camino de los montes, como los
otros pobres burros (…). Vive tranquilo,
Platero. Yo te enterraré al pie del pino
grande y redondo.
Te lo dije, Platero, y te enterraré debajo
del arce frente al molino. Pidió permiso
a sus padres, y con otros niños, sobre un
carro, lo llevaron al paraje donde ahora,
anciano, se sentaba, y allí lo enterraron.
Junto a él, una cajita de metal con algo
dentro, que los niños no supieron ver, ni
Francisco lo mostró. Hizo una incisión
en el tronco, una herida horizontal y en el
extremo derecho un a modo de redondel
que indicaba dónde había depositado la
caja. Tuvo que cavar poco, justo debajo
del redondel, para que la azada topara con
el metal. Tapó rápidamente el agujero para
evitar ver algo más, pobres huesos, quizá.
Mediada la tarde, entraba de nuevo en su
pueblo, con la caja debajo del brazo. En la
casa rural le esperaba el hijo. Algo había
visto en el archivo de la capital, pero era
necesario mucho papeleo y había dejado
el asunto en manos de un entendido.
Mira, la he sacado, apenas he tardado
una hora. Abrió la caja, ya sin diicultad,
y le mostró al hijo el contenido. El libro
de Juan Ramón Jiménez, todavía rojas
vivas las rosas, la hoja del periódico
donde se prohibía su lectura, y una foto
sepia y deteriorada, donde aparecía él, en
aguerrida postura, con Platero, cabizbajo.
LOS PINGOTES 35
Recuerdos y vivencias
Reminiscencias
Por Cristina Jiménez Latorre
S
e llaman reminiscencias. Son todos
aquellos recuerdos del pasado que de
repente, como con un chasquido de
dedos, aparecen de nuevo en la memoria
atraídos por un olor, una fotografía, un sabor
o un tacto. Cuántas veces hemos escuchado
una canción que nos ha hecho viajar muy
lejos y acompañarnos de grandes amigos
pese a estar solos en el sofá de casa. A veces,
los recuerdos no se basan sólo en imágenes.
Con el paso del tiempo, nos resulta más
complicado dibujar con exactitud un rostro,
una cicatriz, unas manos. Es entonces
cuando pasan a un primer plano los olores
que alimentan, las caricias que hablan o
las melodías del pasado que suenan tan
cercanas que ponen el vello de punta.
Los antiguos moradores de Fuentes de
Magaña saben bien de lo que hablo. Nadie
como nuestros padres o abuelos recuerda
el tacto del forraje basto de la esparceta, el
fuerte olor de los animales en las majadas
situadas en la planta baja de casa o el
sabor del artaguitón en días de vigilia.
Esa mezcla de pan desmigado con huevo,
ajo y perejil que se freía en la sartén
y cuyo nombre es tan propio de
la zona que ni siquiera está
registrado en el diccionario.
En aquella época, la
alternativa más popular
a la carne en Tierras
Altas era el huevo. La
pescadilla llegó después y,
entonces, quizá alguno pudo
darse el capricho de comprar un
chicharro o dos kilos de sardinas por
un duro. El olor del dinero, sin embargo,
es del que menos se acuerdan. Sólo los
más hacendados podían burlar los rigores
penitenciales del ayuno pagando bulas a
peseta y evitando así el pecado. Algo que,
para ser honestos, era cosa de muy pocos.
Hijos, nietos y demás generaciones venideras abrimos nuestros sentidos gracias a
ellos. En nuestras retinas queda el chisporrotear del aceite hirviendo y el dulce sabor
de las rosquillas que probamos por primera
vez de manos hoy ya ancianas.
Mi niñez en Fuentes de Magaña
tiene aroma a tierra mojada, a
vermú, a picadillo en la sartén, a
alcohol de romero y, por qué no, a
las ovejas de Jesús; sabe a remojón
recién hecho, a torreznillo, a guiso
de la abuela o a gominolas de las
Puras; suena a pelotazos en el
frontón, a piedras en la botella de
‘La patada al bote’, a melones de
Villaconejos, a jaque mate de Cote
en el tablero y a verbena de la Orfeo.
También recuerdo algún tacto. El
36 LOS PINGOTES
de las alpacas de paja reconvertidas en
bancos de las peñas, el escozor de las
ortigas en la piel o el mínimo roce de las
avispas de la fuente que hacían correr
a cualquiera hasta casi la casa del Pirri.
Tampoco olvido el intenso frío en los
pies, descalzos sobre sandalias de verano,
al observar a los vecinos achicar agua de
portales y garajes.
No todos tenemos los mismos
recuerdos. Pero sí compartimos en
nuestra memoria escenarios y vivencias
comunes que nos hacen volver al pueblo
año tras año. Para oler, saborear o sentir
lo que antaño vivieron ellos. Incluso
para desear que, con otro chasquido de
dedos, ese momento se detuviera. Allí,
por mucho tiempo. Porque no queremos
olvidar nunca el rostro de aquellos con
los que crecimos ni las manos que tantas
veces agarramos al bailar la Sanjuanera.
Y para seguir disfrutando durante las
noches de agosto en el Camino Ancho
de las únicas lágrimas que nos hacen ser
un poco más felices.
La cabrada
Por Abel Hernández
Al punto de la mañana sonaba
en el pueblo la cuerna del
cabrero. El bronco sonido
característico del cuerno
de toro recorría las calles.
Era la señal inconfundible
para soltar las cabras, que
habitaban los bajos de las
casas, entre canales y zarzos. Antes habían
sido minuciosamente ordeñadas. En el
pueblo no había vacas. Las cabras eran una
mina, un tesoro, fueran cornudas o mochas,
para todo hijo de vecino. Proporcionaban
la leche del desayuno, el blanco y crujiente
queso, fabricado en las pequeñas encellas
con cuajo natural, y el delicioso requesón.
El café con leche de cabra, acompañado de
unas buenas tostadas de pan con aceite o de
unas rebanadas de pan frito -¡de aquel pan
de hogaza!- lo he considerado siempre un
desayuno opíparo, difícilmente superable.
Eso sí, era alto el riesgo de sufrir toda
la familia las temidas iebres de Malta,
que estaban a la orden del día. Además
las cabras traían al mundo los alegres
cabritos. La venta de los cabritos machos
en el mercado de los lunes de San Pedro
Manrique signiicaba un alivio para la
exigua economía familiar, y el cabritillo
sobrante que se quedaba en casa no correría
mejor suerte: acabaría inevitablemente en el
plato de la mesa familiar en fecha señalada,
aromado de tomillo, cuando tocaba tirar
la casa por la ventana. Me vienen aquí a
la cabeza, antes de que se me pasen, unas
coplillas graciosas que corrían de boca en
boca entre los cabreros de las Tierras Altas
y que, aplicándolas, con evidente hipérbole,
a alguna vecina recién parida, encerraban
mucha risa y no poca malicia:
Tengo una cabra andirga andorga,
zapilituda, ciega y sorda.
Si ella no fuera andirga andorga,
zapilituda, ciega y sorda,
no pariría a los hijos andirgos andorgos,
zapilitudos, ciegos y sordos.
Para el destete de las cabras se untaban las
tetas con perruna. Y la cabra más gorda,
bien cebada, solía acabar acompañando al
cerdo en la matanza para dar consistencia
y sabor inconfundible a las vueltas de
chorizo, colgadas en las varas de la
cocina. Ese era el secreto de su excelencia,
además del pimentón de La Vera.
De todos los portales, como digo, iban
saliendo dócilmente los animales, hasta
conluir los pequeños hatos de cada vecino
en la cabrada. Detrás dejaban un rastro de
cagarrutas, y los bucos, jefes de la cabrada,
un fuerte olor a almizcle. Al frente de ella
iba el cabrero con su chucho, un iel perro
sin raza, engendrado en la calle. Cuando no
había cabrero ijo, este viejo oicio se ejercía
a reo vecino, en un ejemplo de economía
comunal. La cuerna pasaba entonces de
casa en casa al caer la noche. Al llegar aquí,
se me cruzan dos imágenes contrapuestas
o puede que complementarias: la estampa
del Aurelio, el último vecino de Sarnago,
un mocetón tosco, de no excesivas luces,
que se me igura siempre de cabrero con
sus zahones, sus polainas y sus abarcas,
la manta al hombro y un trosquil de pan
y tocino en el zurrón, y la igura grácil
de Miguel Hernández, el cabrerillo de
Orihuela, con el zurrón cargado de poesía.
La cabrada encontraba su hábitat natural
en el monte. De ahí seguramente el dicho,
con su malicia dentro, de que la cabra
tira al monte. Con las cabras pasa como
con los burros: se han cargado de mala
fama sin merecerlo. Estás como una
cabra, es una niña caprichosa (capricho
viene de cabra), ese tío es un cabrón,
etcétera. El lenguaje popular está cargado
de maledicencia contra estas humildes
criaturas, familiares, duras, independientes
y amables, ligeramente ácratas, lo que
aumenta su encanto; animales domésticos,
razonablemente casquivanos, de poco
gasto y mucho beneicio y de alto valor
ecológico. Puede que la Biblia haya
contribuido a esta mala fama: a la derecha,
los corderos, que son los buenos, y a la
izquierda, los cabritos, que son los malos.
¡Es injusto y habrá que revisar esto y
lo de la derecha y la izquierda; el Papa
Francisco ha dicho ya que él nunca ha
sido de derechas! El hecho es que desde
que ha desaparecido la cabrada el monte
está intransitable, los caminos se cierran,
los espinos y zarzales invaden la pradera
y aumenta considerablemente el peligro
de incendio forestal. Y lo peor de todo: los
que quedan en el pueblo o los que vuelven
tienen que tomar leche de “tetrabric”.
Claro que así no padecen iebres de Malta,
que todo hay que decirlo.
Viene todo esto a cuento de una noticia
que acabo de leer en el periódico. Resulta
que en algunas ciudades de Estados
Unidos, las cabras están convirtiéndose
en animales de compañía y en ecológicas
recuperadoras de los espacios verdes,
arrasando en poco tiempo los matojos y
yerbajos. Lugares hay en que para eso se
contratan rebaños enteros de cabras. Así
no hacen falta insecticidas o pesticidas ni
ruidosas máquinas segadoras o insufribles
soplahojas. Las cabras se encargan de todo
de forma natural y rápida. La pionera de
este entusiasmo caprino se llama Jannie
Grant, que no está como una chota. Vive
en Seattle y tiene un blog muy leído, en el
que no se cansa de ponderar la ventaja de
tener cada mañana leche fresca en casa.
Jannie tiene dos cabras criadas por ella.
Asegura que son unos animales cariñosos
e inteligentes. La tendencia empieza
a abrirse paso en otras ciudades. Está
poniéndose de moda. ¡Lástima que en las
Tierras Altas, su hábitat natural, no queden
cabradas en los montes! En su blog, “Goat
Justice League” ofrece consejos para la
crianza de cabras en espacios urbanos.
Uno de ellos, ¡ay! es que hay que capar
a los machocabríos para que no huelan.
¡Pobres! No todo iban a ser ventajas.
LOS PINGOTES 37
Naturaleza y medio ambiente
Recolección de setas
Salir al campo a buscar setas es un motivo fantástico
para venir al pueblo en otoño. En los meses de
octubre y noviembre podemos encontrar numerosas
especies de setas muy cerca de Fuentes de Magaña.
Por Nuria Domínguez Martínez
E
n torno a 700 especies de hongos,
muchos de ellos comestibles,
fructiican cada año en los pinares,
robledales, encinares, sabinares, hayedos,
praderas y riberas de la provincia de Soria.
Si bien la recolección de setas puede
practicarse durante distintos momentos a
lo largo del año, son los meses de otoño
los preferidos por los expertos buscadores
y por quienes se inician en esta gratiicante
aición. Pasear por montes y praderas
en busca de setas es una saludable y
apasionante actividad de ocio si bien,
como todos sabemos, hay que ser muy
cuidadoso porque algunas de ellas son
tóxicas y, a veces, mortales.
Lo primero que tenemos que distinguir al
hablar del “Reino Fungui” es entre hongo
y seta. Los hongos son organismos vivos y
las setas son los frutos de los hongos. Las
setas sirven a los hongos para producir
esporas que darán lugar a nuevos hongos.
Cuando recogemos setas, lo que vemos es
el fruto generado por el hongo que vive
en el mantillo del bosque, en la madera
de los troncos o asociado a las raíces de
algunos árboles.
Para evitar riesgos innecesarios y
disfrutar plenamente de esta actividad
de naturaleza, la mejor manera de
iniciarse en esta afición recolectora es
contar con la compañía y asesoramiento
de personas con experiencia y
conocimientos. Y un consejo: siempre
que no se esté completamente seguro
de un espécimen, es mejor desecharlo
y dejarlo en el campo.
Alrededor de nuestro pueblo existen
numerosos parajes y senderos de variada
riqueza micológica. Hay que tener en
cuenta que según el tipo de bosque y
la época del año, y sobre todo, de si
ha habido lluvias y humedad reciente,
así serán los ejemplares que podamos
encontrar y degustar a posteriori.
38 LOS PINGOTES
En otoño, en los alrededores de Fuentes
de Magaña pueden encontrarse diferentes
como setas de cardo, champiñones silvestres, setas de chopo, níscalos, macrolepiotas o galampernas, senderillas y pie azul.
Algunos de los lugares habituales son los
pinares de Sarnago, en torno a los Pingotes o la chopera del Barranquillo, entre
otros. Y durante la primavera, en el término
de Fuentes de Magaña podemos encontrar
con facilidad numerosos perrechicos, marzuelos, champiñones silvestres o setas de
chopo.
Es importante tener en cuenta que en
ciertas zonas de la provincia de Soria
hay que obtener un carnet de recolector
antes de adentrarse en el bosque. Además,
existen distintos tipos de permisos, según
sea para aprovechamiento personal o
para la posterior venta de lo encontrado.
También depende de si el solicitante está o
no empadronado en la provincia de Soria.
Es importante comprobar la normativa
que se aplica en la zona en la que vamos
a ir a buscar setas y para ello es muy útil
visitar la web de la Junta de Castilla y
León: www.micocyl.es
Para el Área de recolección regulada
Montes de Soria se han habilitado
diferentes tipos de licencias y varían
en función de la condición de foráneos,
empadronados o vinculados a la zona
de los recolectores que las soliciten. Las
licencias se clasiican también según el
in recreativo o comercial que se persiga
con la recolección. El siguiente cuadro
tipiica las clases y precios actuales de las
diferentes licencias:
Lugar de
Período de
Recreativo Comercial
residencia
validez
Foráneo
5€
-
2 días
Local
3€
10 €
Temporada
Vinculado
5€
50 €
Temporada
Provincial
40 €
300 €
Temporada
Tramitación de las licencias en Bar Las Fuentes
Se considera recolector local a toda
persona empadronada en una localidad
perteneciente al Área de recolección
regulada Montes de Soria. Recolector
vinculado es toda persona autorizada por
un ayuntamiento de algún municipio del
área regulada por poseer algún vínculo
especial con dicho municipio. Recolector
provincial es toda persona empadronada en
cualquier localidad de la provincia de Soria
que no forma parte del Área de recolección
regulada Montes de Soria. Y, por último,
se considera recolector foráneo a quien no
tenga las consideraciones anteriores.
En cuanto a la duración de los permisos se
distinguen entre permisos de temporada,
que otorgan a su titular el derecho a la
recolección desde el 1 de agosto de cada
año hasta el 31 de julio del año siguiente,
y los permisos de dos días, por los que el
titular adquiere el derecho a la recolección
durante dos días consecutivos.
Asimismo, en función de la cantidad
a recolectar se distinguen el permiso
recreativo que permite a su titular recolectar
desde un punto de vista lúdico-recreativo o
de autoconsumo hasta 5 kg de setas al día y
el permiso comercial que permite a su titular
recolectar sin límite de cantidad, aunque por
motivos de sostenibilidad queda abierta la
posibilidad de establecerlo.
Los aprovechamientos micológicos no
están reñidos con la conservación de la
naturaleza, siempre que se realicen de
forma ordenada y responsable. Es muy
importante ser un buen conocedor de las
diferentes especies de setas, evitar intoxicaciones y disfrutar de su consumo, sobre
todo de las que podemos encontrar cerca
de nuestro pueblo para poder volver el
año próximo y seguir practicando tan gratiicante actividad.
Consejos para la recolección de setas
• Infórmate de la previsión
meteorológica, planiica una ruta
y, a ser posible, comunícasela a
los familiares más próximos.
• Recolecta sólo
las especies que
conozcas y sólamente la canidad que vayas
a consumir, ya
que las setas
son alimentos
perecederos y
no se conservan
mucho iempo en el frigoríico.
• No remuevas o alteres el suelo
ya que puede dañar el micelio,
lo que diicultará la aparición de
nuevos ejemplares en el futuro.
• Procura recolectar las setas
completas y tapar el hueco realizado. Ayúdate de una navaja y
ten mucho cuidado. Nunca uilices rastrillos.
• No destroces las setas que no
conozcas o que no sean comesibles.
• No recojas las setas demasiado
maduras ya que son indigestas.
Deja crecer los ejemplares jóvenes.
• No recojas setas en zonas contaminadas o bordes de carreteras ya que pueden acumular metales pesados como el plomo.
• Uiliza en la recogida cestas o
cajas con ranuras que permitan
la aireación de las setas. No uses
bolsas de plásico.
• Limpia cuidadosamente la
ierra y otros
restos adheridos a las setas
mediante un
pincel o brocha pequeña.
• Ten cuidado
en la manipulación y coloca
el sombrero
con las laminas hacia abajo para
evitar que se manchen. Trata de
llevar las setas a casa limpias,
procurando no lavarlas mucho,
pues pierden su aroma.
• Evita comer setas recogidas
por otras personas, salvo que
tengas la completa seguridad de
que son expertas en el tema.
• No mezcles al recolectar
especies comesibles con otras
dudosas, pues pueden romperse
y entremezclarse las partes.
Una sola seta venenosa puede
contaminar una cesta completa.
No existen reglas para saber si una seta es comestible o
no. Sólo el estudio botánico de esa especie puede sacarnos
de dudas. Por todo ello, es aconsejable asistir a cursos y
exposiciones micológicas y comparar con sumo cuidado
las setas recolectadas con las descripciones de las guías
especializadas. Nunca se termina de saber todo lo referente
al apasionante y, a la vez, inquietante, mundo de las setas.
Conviene saber también que existen falsas reglas que
hemos de rechazar, como las siguientes:
• No es verdad que todas las setas que salgan juntas en el
mismo lugar sean siempre comestibles.
• No es cierto que las setas que cambien de color al ser
cortadas sean venenosas. Algunas setas mortales no
cambian de color y otras buenas comestibles sí lo hacen.
• No es cierto que sólo las setas venenosas se vuelven
negras al contacto con cubiertos de plata o con una cebolla.
La mayoría de las setas suelen oscurecerse a medida que
se marchitan.
• No es cierto que las setas comidas por animales sean
comestibles. La isiología del ser humano y de algunos
animales es diferente.
• No es cierto que al conservar las setas en salmuera o
vinagre pierdan su toxicidad.
• No es cierto que todas las setas venenosas huelan y sepan
muy mal. Algunas setas venenosas, según sus víctimas,
son deliciosas.
Equipo básico
• Es más seguro cocinar bien las
setas antes de consumirlas.
• Cesta de mimbre o madera, navaja y cepillo.
• Ante la más mínima duda, no
consumas las setas recolectadas.
¡Pueden ser mortales!
• Mapas, brújula para orientarse y teléfono móvil
para emergencias.
• Si aprecias alteraciones
isiológicas, acude a un hospital
y procura llevar algún ejemplar
de las setas ingeridas.
• Algo de alimento.
• Botas y chubasquero.
• Guía de setas y cuaderno.
Ahora, todos a por la cesta y nos vemos en los montes y
prados de Fuentes de Magaña.
LOS PINGOTES 39
Naturaleza y medio ambiente
Los topillos (Microtus avalis)
crías por camada, siendo la
temporada
reproductora
la primavera y el verano.
Esto nos indica que tienen
un potencial biótico muy
elevado.
Por Ana Aguado Martínez
Este año dude acerca del tema sobre el que
escribir en Los Pingotes, pues tanto bicho
sólo nos gusta a cuatro locos de la sanidad
vegetal. Pero en la exhibición de cetrería
que programamos en nuestra VIII Semana
Cultural, viendo la cantidad de galerías
que había excavadas en la parcela del
“Manolo la Isidra”, pensé que podía hacer
un artículo acerca de los “constructores”
de dichas galerías: los topillos. Así que
seguimos con bichos.
En sanidad vegetal, consideramos que un
animal o una planta son plaga, cuando la
densidad de población excede un nivel no
aceptable produciendo daños económicos
a los cultivos. Distinguiendo entre plagas
endémicas y esporádicas u ocasionales,
la de topillos la podemos considerar
ocasional, ya que no aparece todos los
años y suele responder a condiciones
ambientales especiales, causando, eso sí,
importante daños a los cultivos.
Caracterísicas y reproducción
El topillo, “Microtus arvalis”, es un
roedor de pequeño tamaño, de 8-13 cm de
longitud, cola y orejas cortas, pelaje pardo
amarillento en el dorso y blanco grisáceo en
el vientre. Es herbívoro y, aunque preiere
lo verde, en caso de necesidad se alimenta
de cualquier tipo de vegetal. Se refugia en
galerías que excava en el terreno con varias
entradas no muy profundas. Al topillo
castellano, le gustan los espacios abiertos,
con abundantes zonas herbáceas, situadas
entre los 500 y 1.500 metros de altitud, y
con lluvias no muy abundantes.
Una hembra, alcanza la madurez sexual en
dos-tres semanas y pueden llegar a tener seis
camadas a lo largo de su vida con tres a doce
40 LOS PINGOTES
En Castilla-León, se producen explosiones demográicas de topillos cada
3-4 años, en cantidades
consideradas plaga nociva
para la economía agrícola.
Si en condiciones normales
la densidad de población estimada es de 5
a 10 individuos/ha, en ciclos de plaga, se
superan 200 individuos/ha. Esta es una cifra mínima, pues la cantidad real es difícil
de calcular.
Según estudios del especialista Ángel María
Arenaz, haciendo recuentos invernales se
puede prever la magnitud de la plaga de
topillos. Así, si en enero se superan los 50
individuos/ha, es previsible un peligroso
nivel en verano. Si la cifra es inferior, se
reduce el riesgo de invasión. También
sostiene que precipitaciones intensas en
otoño perjudican la reproducción.
En la época de siembra los topillos
instalan sus madrigueras en los ribazos,
las cunetas o los linderos, a salvo de
los arados, pero cuando ésta termina,
se trasladan al interior de las tierras de
labor. Con 200 individuos/ha se pierde el
5% en campos de alfalfa; en remolacha
comen el tubérculo y provocan su
putrefacción; roen el tallo del girasol y
de los cereales; y, en todo caso, provocan
pérdidas importantes en los cultivos.
Entre las posibles soluciones para su control, podemos destacar:
• Proteger y favorecer el desarrollo de
enemigos naturales para reducir las
poblaciones de la plaga como rapaces,
comadrejas, zorros...
• En cultivos de regadío, la inundación de
parcelas en época de cría reduce considerablemente la población de estos roedores.
• La rotación de cultivos, siempre y cuando las condiciones de la zona lo permitan,
favorece el control de la plaga.
• Cuando el alimento es escaso, el uso de
rodenticidas -siempre bajo el control de
las autoridades de Sanidad Vegetal de la
Comunidad- es efectivo. Estos productos
hay que utilizarlos adecuadamente para
no perjudicar a los enemigos naturales
de la plaga. Si las densidades son elevadas, el uso de rodenticidas no garantiza
el control de los roedores.
• La quema de rastrojos no produce
suiciente calor para el control del topillo,
ya que la combustión de la paja no supera
los 200 ºC y afecta sólo a los primera capa
del suelo, sin llegar a las madrigueras.
• En nuestra zona, como medida más eicaz,
podríamos realizar una labor profunda de
vertedera, evitando la siembra directa, para
romper galerías y madrigueras, método
de control que reduce las poblaciones
aunque, en ningún caso, va a producir una
erradicación de la plaga.
Soluciones
Muchas son las soluciones para el control
de topillos que describen los distintos estudios, pero antes de aplicar cualquier
método de control, debemos asegurarnos
las eicacias del método, así como los posibles problemas que se puedan generar.
También debemos tener presente que es
imposible erradicar una plaga en estado
avanzado. Como mucho se puede contener su número, eliminar algunos focos
o paliar su daño. Para tener éxito en el
control de plagas es necesaria la prevención, y más si hablamos de plagas que se
“esconden”, como los topillos.
Entrada a una galería excavada por topillos
En Sanidad Vegetal pensamos que muchas
veces tendríamos que aprender a convivir
con las plagas e intentar reducir daños con
métodos culturales, enemigos naturales y
otros métodos de control, así como que,
en ocasiones, tendríamos que dejar los
plaguicidas en la tienda de distribución.
LOS PINGOTES 41
42 LOS PINGOTES
Fuentes de Magaña, tierra de tesoros.
Geocaching
Tipos de tesoros
En la práctica del geocaching se pueden esconder
y localizar diferentes tipos de tesoros:
Puente en el paraje del Molino
Por Jav i er Díaz Alvárez
E
n una de mis primeras visitas
a Fuentes me impresionó ver a
una persona de avanzada edad, a
quien yo no conocía, conmovido por ver
a sus padres en una antigua fotografía.
Aquello tuvo lugar durante la exposición
fotográica “Fuentes de Magaña. Otros
tiempos” que organizaba, en la antigua
escuela, la Asociación recreativo-cultural
de Amigos de Fuentes de Magaña.
Después de hablar con una componente
de la Asociación, decidí aportar mi
granito de arena para colaborar con
dicha entidad y apoyar de esta manera
sus objetivos. Además de practicar el
deporte local el día de la comida popular,
consistente en ayudar a subir y bajar
mesas y sillas desde la Iglesia a la Plaza
y viceversa, quería ser más activo.
Mi propuesta fue situar Fuentes de Magaña
en el mapa del Geocaching, “la búsqueda
del Tesoro del siglo XXI”, un deporte
y/o actividad al aire libre y gratuita, que
consiste en buscar un “cache” o tesoro,
oculto por otros participantes, usando
un receptor GPS y, después, compartir
experiencias y sensaciones en línea.
Para participar en este juego simplemente
tenéis que visitar la página https://www.
geocaching.com/, registraros en ella de
forma gratuita y seguir las instrucciones
para empezar a practicar Geocaching.
Instrucciones:
1. Haz clic en Jugar y elige “Esconder y
buscar un cache”.
2. Introduce el código postal o la
dirección y haz clic en “Buscar”.
3. Elije cualquier geocache de la lista y
• Multi-cache: Un multi-cache tendrá
dos ubicaciones o más. Las pistas en
las ubicaciones iniciales te conducen al
geocache o al recipiente en sí.
• Caches enigma: Los caches
enigma pueden tratarse de adivinanzas
complicadas que tendrás que descifrar
para averiguar las coordenadas del cache.
• Eventos caches: Un evento del
geocaching está organizado por los
geocachers locales o las organizaciones
del geocaching.
haz clic en su nombre.
4. Poner las coordenadas del geocache
en tu aparato de GPS o en tu móvil.
5. Usa tu aparato de GPS para buscar el
geocache escondido.
6. Firma la libreta y deja el geocache/
tesoro donde lo encontraste.
Reglas para practicar
geocaching
1. Si tomas algo del cache, deja algo de
igual o mayor valor en su lugar.
Os invito a conocer y practicar esta
actividad en Fuentes de Magaña, y en
otras poblaciones de Tierras Altas donde
otros practicantes han escondidos tesoros:
Trévago, Valdelavilla, Añavieja,…
LINK del tesoro LA MORA: http://www.
geocaching.com/geocache/GC2X41T_
la-mora
LINK del tesoro EL MOLINO: http://
www.geocaching.com/geocache/
GC2X42W_el-molino?guid=d3a3c49e-5b49-407b-aeb1-f2d761cdc668
2. Escribe acerca de tu hallazgo en la
libreta del cache.
En 2008, en colaboración con la
Asociación, se escondieron dos “tesoros”
en los alrededores de Fuentes de Magaña:
La Mora y El Molino. El tesoro La Mora se
escondió en las coordenadas N 41° 55.963
W 002° 12.118 y el tesoro El Molino
en N 41° 55.621 W 002° 12.076. Desde
entonces, seis equipos de buscadores (más
de 20 personas) de Castilla y León, País
Vasco, Aragón y la Rioja, han localizado
estos tesoros, y han visitado y disfrutado
de los alrededores de Fuentes, todo ello
gracias a la práctica de Geocaching.
• Tradicional: Se trata del geocache
original que contiene, por lo menos, un
recipiente y una libreta. Las coordenadas
en la página web del cache tradicional
ofrecen la ubicación exacta del cache. De
este tipo son los tesoros escondidos en
Fuentes de Magaña: La Mora y El Molino.
3. Escribe una bitácora de tu experiencia
en www.geocaching.com.
Saludos a toda la gente del pueblo de la
Plaza Hueca.
4. Los geocaches nunca deben ser enterrados o colocados en una ubicación que
pueda causar preocupación innecesaria.
5. No pongas artículos como comida,
explosivos, cuchillos o alcohol.
6. El contenido del geocache deberá ser
apropiado para toda la familia.
7. Respeta las leyes locales.
LOS PINGOTES 43
Aquellas
gentes que
poblaron
las Tierras
Altas
Recorrido
en bicicleta
por pueblos
abandonados
Por Jav i er Sa i nz Valer
H
ace unas semanas, cuando estaba con la bici de monte “descubriendo” antiguos caminos y
senderos por los alrededores de Fuentes
de Magaña, al llegar a las terrazas que
dan vista a Valdenegrillos y detener la
marcha, me asaltaron un torrente de pensamientos, que, sin yo darme cuenta, se
habían ido amontonando en mi mente
conforme daba pedales por aquella zona
de las Tierras Altas.
Me sorprendí pensando en las gentes que
hace 40 o 50 años utilizaban esos mismos
caminos diariamente. Por alguna extraña
razón, sentía con fuerza su presencia, sus
duras condiciones de vida (sobre todo
comparadas con nuestras comodidades
actuales…) y su conexión total con la tierra
y el entorno. Los muretes del camino, piedra
a piedra levantados por los lugareños, que
tantos mulos y carros habrían visto pasar,
siguen hoy en pié permitiendo que los
visitantes ocasionales nos acerquemos a
los lugares que fueron hogar de muchos
vecinos, y que viven hoy un presente de
cierto abandono y soledad.
Esa es una de las grandezas de la bicicleta de
montaña. Te permite acercarte a lugares poco
accesibles de manera relativamente cómoda y
rápida (pedaleando eso sí…), y, como estás en
contacto directo con la tierra y el aire, puedes
sentir olores, escuchar sonidos y detenerte a
meditar según avanzas en el camino.
En las Tierras Altas no es novedad ver
despoblados. De hecho, desde pequeños una
de las excursiones obligadas y favoritas era
44 LOS PINGOTES
Castillejo
ir a la Torre (Torretarrancho). Con ayuda,
también bajábamos a Fuesas, Valdelavilla,
Castillejo o El Vallejo. Tal vez como era
pequeño, ni siquiera reparaba en lo que
suponía estar en un “pueblo despoblado”.
No llegaba a comprender la implicación
que eso tenía. Con el paso de los años, las
sensibilidades cambian, y la consciencia de
las cosas hace que pensemos de diferente
manera, aun visitando los mismos lugares.
te acercas a un “pueblo despoblado”
tienes tiempo de pensar en los porqués,
en los cuándos y en los quiénes. Según
pedaleas, las preguntas y los pensamientos
se amontonan en la cabeza. A la vista de
antiguas huertas hoy sin cultivar y secas,
a la vista de muretes en campos baldíos y
majadas derruidas, es inevitable imaginar
la vida en los tiempos en los que todo
aquello lorecía.
A la vista de antiguas huertas hoy sin cultivar y secas,
a la vista de muretes en campos baldíos y majadas
derruidas, es inevitable imaginar la vida en los tiempos
en los que todo aquello lorecía.
En mi caso, la bici de monte es más que
coger la bici y salir a dar una vuelta. El
deporte es una motivación importante,
pero lo que encuentras y descubres, y la
manera en la que lo encuentras y descubres,
es una gran recompensa. Aunque a veces,
como en este caso, traiga cierta mezcal de
tristeza y nostalgia. La bici me transporta
lentamente desde el pueblo hacia campos,
senderos y montes, tratando de evitar el
asfalto, buscando la soledad de la montaña,
el golpeo del aire limpio y los olores puros
de las tierras sin urbanizar.
A veces se dejan ver los ciervos, los
conejos, los corzos o los zorros. La bici
es silenciosa y rápida, y muchas veces los
legítimos pobladores de los campos se ven
sorprendidos por los ciclistas, llevándose
ambos un pequeño susto. Pero cuando en
medio de esos senderos, campos y montes
Lo que ahora, tiempos de ajetreo y
aglomeraciones, es un gran atractivo
de estas Tierras Altas, hace unos años
fue algo así como su condena. Estar tan
lejos de todo y sin buenos accesos acabó
por despoblar algunos lugares. Y eso, de
manera silenciosa, te lo cuentan los muros
semiderruidos que sujetan los caminos y
las paredes de las casas que aún quedan en
pie. La inmensidad de las vistas sobrecoge
al imaginar cómo tenían que ser los
inviernos hace 50 años por ahí, a más de
1.000 m, sin todoterrenos ni calefacciones
centrales con termostato.
De alguna forma, al rodar por los caminos
que ya no ven más actividad que la de los
turistas y excursionistas que nos dejamos
caer, se siente el esfuerzo de quienes querían
vivir allí, de quienes querían construir unos
buenos accesos a su pueblo, de quienes
subían y bajaban a diario hacia las huertas
y fuentes. Ya no se escuchan los rebaños
que tantas majadas ocuparon en los buenos
tiempos. Sólo quedan en pie los muros que
protegían a personas y animales, como
testigos mudos de los tiempos pasados.
Últimamente la visión de los despoblados,
me remueve interiormente. Sin darme cuenta
siquiera me encuentro imaginando las gentes
por las huertas, las majadas y las calles de los
despoblados. Me imagino lo duro de tener
evitando volver la vista atrás, para no ver lo
que ahora contemplo yo desde mi bici.
Yo lo contemplo con ojos curiosos,
sorprendido de ver esas tierras abandonadas,
con una mezcla de sentimientos entre los
que se impone cierta pena ante lo que veo,
pero con la certeza de que en poco más de 2
o 3 horas volveré a estar de camino a casa.
Ahora bien, algo de esos rostros y corazones
que en su momento tuvieron que abandonar
estos pueblos de las Tierras Altas creo que
De regreso, alejado ya de los despoblados,
las bajadas y la velocidad van dando paso a
otros sentimientos, y surge con fuerza una
idea… Tal vez aquello que despobló estas
tierras, su aislamiento y sus desniveles, unido a su naturaleza y a la pureza de su aire y
de sus cielos estrellados, todo lo que la hizo
un poco inhóspita e indomable, sea lo que dé
vida de nuevo a estos parajes, atrayendo a
aquellas personas que busquen retos deportivos unidos a un remanso de paz y silencio en
medio de todo el ruido del mundo moderno.
Valdenegrillos
que dejar sus tierras para buscar mejores
oportunidades. Me imagino el momento
de tener que tomar la decisión de dejar el
pueblo. Y, el día de la partida deinitiva, me
imagino rostros dolidos y corazones partidos,
sigue por ahí, como una esencia silenciosa
que se mantiene viva para que nadie de los
que por allí pasemos, nos olvidemos de los
que con tanto esfuerzo y empeño dieron
vida a aquellos lugares.
La ruta de los pueblos abandonados
ara poder visitar algunos de estos
pueblos abandonados, y otros que poco
a poco están dejando de serlo, os propongo
la siguiente ruta, pensada para ciclistas con
cierto nivel, tanto por la complicación técnica
de algunos senderos, como por los desniveles
que presenta. Las vistas son espectaculares,
sobre todo en la Sierra de Alcarama, con la
llegada al Helipuerto como principal reto. Se
recorren caminos y senderos muy variados,
con tramos del GR-86, pistas cortafuegos
y caminos abandonados. Introducimos
también un tramo de carretera que nos
encamina de vuelta hacia Fuentes, donde
regresamos después de más de 45 km de
travesía por las Tierras Altas.
P
En resumen, salimos del pueblo por el
Castillo, siguiendo las marcas del GR-86
hacia Las Fuesas, desde donde tomamos
la pista que nos lleva por la derecha de
Castillejo hasta Sarnago, por el fondo del
valle. A lo largo de la
ruta, además de los 1400
pueblos de Las Fuesas 1300
1200
y
Castillejo
(que 1100
podemos visitar) se 1000
observan numerosas 900
0
5
10
majadas y algún
puesto de vigilancia forestal. En Sarnago
merece la pena visita y parada en el lavadero
rehabilitado, para echar un trago en la fuente,
a la sombra de la iglesia derruida.
A partir de ahí, el camino se adentra en la cara
norte del Alcarama, zona sombría y fresca,
para dar un giro de 180º por un cortafuego
que nos llevará directamente hasta el
helipuerto (hay opción de llegar por el mismo
cortafuegos o por la senda que crestea. En la
ruta propuesta se va por la pista).
Desde ese punto, donde la parada es
obligada para observar el paisaje, iniciamos
un descenso trepidante que nos acerca a
Valdenegrillos y nos lleva después hasta la
carretera de Valdeprado, siguiendo el PR
en el Barranco de la Nava. Tomamos la
carretera y la dejamos para adentrarnos en
terrenos de Cerbón hacia Fuentes, por las
Majadas de Valtelda.
15
20
25
30
35
40
LOS PINGOTES 45
Crónica 1er Desafío BTT Tierras Altas
Por Jav i er Sa i nz Valer
y Enr i co Miracol i Romero
E
l 27 de septiembre será recordado
en Fuentes de Magaña como el
día en el que se celebró el primer
Desafío BTT Tierras Altas. Un evento
deportivo de bicicleta de montaña donde
los participantes podían inscribirse en dos
recorridos: el Desafío propiamente de 65
km y 2.000 m de desnivel acumulado y
el Desafío Corto de 35 km y 1.000 m de
desnivel acumulado. Una oportunidad
única de conocer Fuentes de Magaña
y su entorno, y hacerlo además con dos
pasos por el pueblo, transitando el PR de
las Fuentes, el Sendero Ibérico Soriano
GR86, la sierra de Alcarama, el valle del
Río Alhama y un largo etc.
El 27 de septiembre era la puesta en
escena tras semanas de un intenso trabajo,
46 LOS PINGOTES
deiniendo el recorrido, publicitando
el evento, buscando colaboradores,
acondicionando las sendas, marcando
los cruces y buscando voluntarios/as que
ayudaran a que todo saliera bien. Las
inscripciones de la web ascendían a 51
participantes, más los que vinieran en
el día, ya sumarían un nutrido grupo de
ciclistas. 20 fueron inalmente los que se
añadieron a la lista, así que 71 fueron los
participantes.
A las 7:30 llegaba toda la infraestructura de
meta, con dorsales con chip, cronometraje
y reloj de tiempos. A montar todo. A las
8:30 abrimos inscripciones y ya empiezan a
llegar los primeros ciclistas, coches por aquí
y por allí, pero ninguno en la plaza que hay
que dejarla libre para el Desafío. Reparto
de avituallamientos, de camisetas entre los
voluntarios y de petos para los cruces de
carreteras, y cada uno/a “a su sitio”.
9:30 y Javier González -Javi- da la
salida al grito de “todos sois celtíberos”
y se pone en marcha todo. Ahora sólo
esperar que salga todo bien, que nadie
se pierda y que nadie se haga daño. Los
fotógrafos apostados por el recorrido
para inmortalizar a los verdaderos
protagonistas del día: los ciclistas.
En 30 minutos empiezan a pasar los
primeros tras completar el primer bucle
y parten raudos hacia el segundo y
principal, con la subida a Sarnago y
luego a Alcarama. En Fuesas espera un
dispositivo médico y los voluntarios/as
que desvían a los participantes hacia “la
larga” o “la corta”.
Los de “la larga” pasan por Castillejo
-¡gracias a la gente de Castillejo por su
colaboración!- para ascender a Sarnago
-¡gracias también a la Asociación de
Sarnago por su ayuda!- y luego encarar
el cortafuegos de Alcarama con la cota
máxima de recorrido en una ascensión
casi imposible que unos cuantos consigue
completar sin desmontarse. De ahí, 20
km de bajada pasando por Valdenegrillos
y enlazando con el recorrido de “la corta”
antes de llegar a Valdeprado donde, les
espera el avituallamiento principal de la
prueba. Todos agrupados en un pelotón
diseminado por los caminos iban subiendo
los participantes por el Comunero para,
tras pasar Valtelda y un par de barrancos,
llegar a Cerbón por los Hilillos y encarar
la entrada y llegada a Fuentes de Magaña
por el cementerio. La llegada a meta era
emocionante; bajo su arco, los participantes
entraban exhaustos pero contentos.
posible sin la colaboración de todos/as y
cada uno/a de los que hemos participado
en el evento. Los colaboradores por
supuesto, pero los/as voluntarios/as sobre
todo. Desde la gente apostada en cruces,
hasta los que han llevado y repartido
avituallamientos. Desde el “speaker”
hasta los fotógrafos, desde los motoristas
hasta los voluntarios de otros pueblos,
desde los familiares con su apoyo hasta
los que desinteresadamente se acercaban
a última hora a echar una mano, desde
el Bar hasta el Ayuntamiento, etc. Una
nutrida lista de nombres y apellidos a los
que no podemos desde estas líneas sino
agradecer su colaboración: Sin vosotros/
as no hubiera sido posible. ¡Gracias a
todos/as!
Exhaustos por la dureza de la prueba.
Contentos por el trato recibido, contentos
por lo espectacular del recorrido y
contentos por haber participado en un
evento “muy bien organizado”, decían. Eso
es lo importante, o por lo menos, ése era el
objetivo. Algunos no pudimos vivirlo en
primera persona porque estábamos por el
monte todavía, pero nos contaban que era
bonito ver y escuchar a cada participante
llegar y felicitarnos por la prueba.
Para nosotros, el 27 de septiembre de 2014
fue un día muy especial y deseamos que
así lo fuese también para todos. ¿Estáis
preparados/as para la segunda edición?
Eran y son unas felicitaciones que van para
todos. Porque El Desafío no hubiera sido
Enrico y Javichu fueron los aríices de la
organización seria y profesional de este
evento deporivo de gran importancia
para Fuentes de Magaña y las Tierras
Altas de Soria. El apoyo de insituciones,
asociaciones de la zona y voluntarios contribuyó, sin duda, el éxito de la prueba y
sentó las bases para futuras ediciones.
Samuel Campos Sevillano.
Campeón Desaío BTT Tierras Altas 65 km.
LOS PINGOTES 47
Gastronomía
Torreznos. Un placer para los sentidos
castellana o española de Sebastián de
Covarrubias deinido como el “pedazo de la
lunada o pernil que asamos y que decimos
“a torrendo” porque se tuesta y se assa
en el fuego a diferencia de lo demás del
tocino, que se guisa o cuece en la olla”.
Erudita descripción si la comparamos con
la breve deinición del actual Diccionario de
la Real Academia de la Lengua Española:
“Pedazo de tocino frito o para freír”.
Por Carmen Ramos J i ménez
R
epasando las recetas tradicionales
que hemos traído a estas páginas
en los últimos años, descubrí con
estupor que habíamos olvidado comentar el
delicioso torrezno, uno de los manjares más
típicos de la gastronomía soriana.
La materia prima es la barriga del cerdo,
una pieza rectangular y ina, entreverada,
con su veta de carne y su tocino y que,
dependiendo del lugar, se llama bufanda,
barriguera, tiratripa, tocino entreverado
o tocineta… Y cierto es que la panceta
se puede preparar de muy diferentes
maneras, todas ellas deliciosas, como
podemos comprobar a lo largo y ancho de
la geografía española. Pero ninguna de ellas
es comparable a nuestro querido torrezno
que, recientemente, ha sido merecedor de
la Marca de Calidad Torrezno de Soria y
que ofrece al consumidor la garantía de
disfrutar de una auténtica delicatessen –con
una jugosa textura y su corteza crujientegracias a la calidad de su producto y a su
singular proceso de elaboración.
El vocablo “torrezno”, aparece ya en el año
1611 en el diccionario Tesoro de la lengua
48 LOS PINGOTES
El término “torrezno” aparece en repetidas
ocasiones en obras literarias del Siglo de
Oro de nuestras letras, desde el Lazarillo
hasta Lope de Vega. “Sangraba el avariento
fardel, sacando no por tasa pan, mas
buenos pedazos de torreznos y longaniza”,
se dice en el Lazarillo.
“unos buenos torreznos,
acompañados de una
copa de vino, forman un
seductor tentempié capaz
de estrechar nuestros
lazos de amistad”
Para su preparación sólo necesitaremos una
sartén y dos únicos ingredientes: las tiras
de torrezno y abundante aceite de oliva.
Aunque pueda parecer sencillo, freírlos
no es tarea fácil y se trata casi de un arte
culinario, en el que he de reconocer he
fracasado varias veces.
Es necesario primero atemperar la panceta,
porque debe estar a temperatura ambiente
y no recién sacada del frigoríico. Hay que
secarla y orearla ya que si está húmeda, no
subirá la corteza. Debemos tener en cuenta
que el objetivo es obtener una corteza
crujiente que, en ocasiones, puede alcanzar
más de un centímetro de espesor.
Cortaremos la panceta en tiras de unos dos
o tres centímetros de grosor y las colocaremos en la sartén con la corteza hacia abajo,
sumergida en una ina capa de aceite. Freiremos primero muy lentamente, durante
unos 30 minutos para que suba la corteza
del torrezno y vaya formando sus características burbujas. Finalmente, en la misma
sartén y a fuego vivo, se termina de dorar
el torrezno durante unos minutos por cada
cara. Después de fritos, es recomendable no
taparlos para evitar que se ablanden.
Como ven, la preparación del torrezno
requiere paciencia y mimo. Lleva algo de
tiempo, pero no mucho trabajo y el resultado inal merece la pena pues, no me negarán que, hoy en día, unos buenos torreznos,
acompañados de una copa de vino, forman
un seductor tentempié capaz de estrechar
importantes lazos de amistad, por lo que
nos encontramos, sin duda, ante una poderosa herramienta con la que contamos los
sorianos para alcanzar, eventualmente, algún beneicio, ya se trate de un negocio, un
ascenso laboral o una conquista amorosa.
Sí, sí, también es cierto que el torrezno
es un alimento muy energético y que
aporta algunas grasas saturadas a nuestro
organismo. Pero no debemos alarmarnos.
Teniendo en cuenta que un buen torrezno
puede provocar en cualquier mortal
lágrimas de emoción y que la felicidad es
fuente de salud y, por ende, alarga la vida,
concluiremos que en el balance beneicioriesgo del torrezno es favorable pues, como
casi siempre, el acierto está en el equilibrio
por lo que -tomado con moderación- el
torrezno nos permite cuidar de nuestra
salud y, a la vez, darle al cuerpo alegría,
Macarena Ah! Ah!
Salud y remedios
Del torrezno a la cheeseburger
Por S i lv i a Marín del Barrio
H
ormigos, artaguitón, achicoria…
Aunque a algunos les parezca un
extraño idioma, a otros cuantos se
les habrá dibujado una sonrisa en la cara al
leer estas palabras y recordar viejos tiempos.
Un tiempo en el que se trabajaba para poder
comer, sin lujos, sin gula. Por suerte y en
general, también sin pasar hambre. Eso
sí, valorando cada trozo de pan, huevo o
torrezno que uno se llevaba a la boca.
Y es que en las últimas décadas ha cambiado
mucho la forma de alimentarnos. Hace
cincuenta años, en el pueblo se comía lo
que había a mano, productos de la tierra, de
temporada, y cerdo, mucho cerdo. Cerdos
alimentados con patata cocida, berza y
salvado. Unas patatas que en ocasiones les
robaban los chiquillos a los gorrinos para
comérselas ellos. No existía la pizza, la
cocina de autor ni los donuts de chocolate.
Se comía con mesura, por supervivencia,
no por aburrimiento o ansiedad como
hacemos hoy en día. Y probablemente por
eso apreciaban mucho más sus comidas de
lo que lo hacemos nosotros.
Nuestros abuelos se levantaban antes de
que saliera el sol para ir a trabajar al campo,
y cogían fuerzas con un buen desayuno.
Algunos tomaban café con leche y pan;
otros una papilla espesa llamada hormigos
hecha con harina de trigo o maíz y leche
caliente. La leche habitualmente era de
cabra porque las vacas no conocieron
Fuentes hasta un poco más tarde. Y el café
no existía en todas las casas. Algunos lo
sustituían por achicoria, una planta cuya
raíz, una vez seca, tostada y molida servía
para hacer una infusión oscura como el café.
No sabía a Nespresso, pero su sabor intenso
daba ánimos para empezar el día. Y cuando
se podía, se desayunaba una copita de anís y
unas pastas caseras. Y de ahí, al campo. Que
para cuando empezaba a apretar el calor,
ellos ya llevaban horas trabajando y habían
hecho un segundo almuerzo. Después,
sobre mediodía, hacían el “tomapán” en
el “ropero”. Un momento de descanso a la
sombra sobre unas gavillas para tomar un
poco de pan con chorizo y vino, o lo que se
terciara, que la cuestión era parar un poco
a reponer fuerzas. Porque el desgaste físico
que suponían las labores del campo no es para
nada comparable con nuestros trabajos en la
actualidad. Así, aunque comemos unas 300
calorías al día menos que antes, nuestros
antepasados gastaban unas 800 más que
nosotros. Por eso, sus comidas eran mucho
más calóricas. Migas con chorizo y
tocino, pisto con lomo y costillas, pochas
o garbanzos con patatas... Y de postre,
unas manzanas de la Vega o ciruelas
o higos o peras… Para merendar, una
buena ensalada con sardinas en escabeche,
o huevos con jamón y torreznos o un buen
trozo de pan de hogaza con vino y azúcar,
una combinación que debía darte alegría
para seguir segando tres horas más. Y por
in, el merecido descanso. Después de
una dura jornada de trabajo, volvían a sus
casas y disfrutaban de unas sopas de ajo
o de unas patatas a la importancia como
exquisito manjar. Y nada mejor para acabar
el día que unas deliciosas sopas de leche
que reposaban en la ventana al fresco hasta
ser saboreadas después de cenar.
Ya veis, sin extravagancias ni cocina
gourmet. Ni siquiera en iestas de guardar.
Porque en Navidad se disfrutaba de un
simple y exquisito plato de besugo o bacalao
acompañado de cardo. Un cardo que nuestros
abuelos habían cultivado cuidadosamente
durante días para poder celebrar las iestas
con un plato especial, y la familia se lo
agradecía. Además había turrón, pero poco,
nada de tener veinte tabletas diferentes y
comer turrón hasta marzo. Una única tableta
y a saborearla. Y para bajar el turrón un
poco de vino caliente con pasas, orejones
e higos secos, un sabor olvidado, pero muy
apreciado por nuestros familiares en aquel
tiempo. Y en la cuaresma, era muy típico
el artaguitón. Una mezcla espesa hecha a
base de pan, huevo, leche y ajo y perejil a
la que luego se le daba forma de tortilla o
albóndigas y se freía en aceite caliente.
Platos sencillos, platos perdidos. Platos que cocinaban nuestras abuelas y que a
más de uno nos hubiera gustado probar. Porque cuando hay mucho, como hoy en día, se
nos olvida apreciar cada sabor, cada textura.
Pero hace cincuenta años, los fuenterreños
aprendieron a disfrutar de cada cucharada y
a valorar los esfuerzos que hicieron nuestros
abuelos para que no les faltara de nada.
LOS PINGOTES 49
Tradiciones
Al amanecer, la Aurora
Por N i eves Valer Ramos
a las iestas del Patrón llegaron, honremos a Cristo con solemnidaaad…
Ya ha llegado el día del Cristo…!qué emoción! “haremos una hoguera en
la plaza de arriba y luego asaremos patatas en
las brasas”… ¡hummm, qué buenas! “Y a ver
este año quién es el que coge la piedra en vez
de patata…ja, ja ja”. “Y tenemos que alzar
el mayo bien alto, si puede ser, tanto como
las casas de al lado y, al amanecer, cantaremos la Aurora y tenemos que preparar cestas
para pedir las rosquillas el día del Cristillo”.
Así disfrutaban los mozos y mozas de Fuentes de Magaña, hace cincuenta años o más,
preparando las iestas y sus ritos habituales
que, no por repetidos, dejaban de divertir,
sino más bien al contrario. Todas estas tradiciones, fueron desapareciendo, junto con los
jóvenes, a partir de los años setenta debido a
la despoblación.
Y
Pero, por suerte, hay una de ellas, que todos
hemos hecho un esfuerzo por mantener viva
todavía. Se trata del canto de la aurora cuando amanece el día del Cristo. Curiosamente,
antes había dos auroras, una para cada uno
de los dos días más importantes del año en
el pueblo: el día del Corpus Christi y el día
del Cristo. La letra de la aurora que cantamos actualmente el día del Cristo es una
recopilación de ambas y, analizando sus
versos, se puede entrever a que día corresponde cada una de sus estrofas.
Desde entonces, la víspera de la iesta del
Santo Cristo, cuando aún no ha amanecido
-y hay quienes todavía no se han ido a
dormir- otros se levantan de la cama para
despertar a todo el pueblo con el alegre
canto de la Aurora y anunciar así que, por
in, ha llegado el día más grande del año.
La gente acude a la plaza, a la cita anual,
en un grupo, mucho menos numeroso que
en el pasado, pero igual de entusiasmado y
comienza la ronda de la aurora con parada
en varios rincones del pueblo, siempre en
los mismos, buscando un poco la luz de la
farola. Primero en la puerta de la tía Donata,
después en la puerta de atrás de la casa de la
tía Crescencia, luego en la puerta del barbero
–donde suena de lujo-. También se canta en
la plaza de abajo, en la puerta de la cochera
del Eulogio, en la puerta de la tía Julia, y
en mitad de la cuesta del Castillo ¡Qué bien
suena también allí! Sitios desconocidos para
algunos, por los nombres de las personas,
pero a mí me gusta recordarlos así.
Los auroros mas expertos van muy
abrigaditos pues, a esas horas en Fuentes de
Magaña y en el mes de septiembre, suele
hacer fresquito. También van provistos de
su botella, dicen que de agua para aclarar
la garganta y -no sé por qué- pero siempre
llevan también la chuleta con la letra de la
aurora escrita que, a la hora de la verdad,
ni miran ni nada, porque son muchos años
ensayando y hay que ver como cantan y
como suenan esas voces. Un auténtico
placer que oyéndolas, incluso desde la
cama, animan a levantarse y empezar a
disfrutar de la iesta.
Después de la ronda, se voltean las campanas
durante un buen rato y disfrutamos de una
pequeña recompensa en el pórtico de la iglesia: la mayordoma ha preparado una copita
con unas pastas, que tomamos mientras llega
el cura para decir el rosario y continuar con
los actos de celebración del día del Cristo.
“la víspera de la iesta
del Santo Cristo, cuando
aún no ha amanecido -y
hay quienes todavía no se
han ido a dormir- otros se
levantan de la cama para
despertar a todo el pueblo
con el alegre canto de la
aurora”
Canto de la Aurora
Ya las fiestas del Patrón llegaron
honremos a Cristo con solemnidad,
pues merece alabanza sin cuento
El que con su sangre nos vino a salvar.
Tributo ofrezcamos
de gozo simpar
al Señor que la Tierra fecunda
porque el alimento nos haga llegar.
Elevemos sencillas plegarias
al Rey de los cielos con gran devoción,
que hoy la aurora cuan nunca impresiona
y el alma se llena de grata emoción.
A Cristo alabemos
con mucho fervor,
adoremos postrados contentos
al que por nosotros así se humilló.
Jesucristo Cordero Divino
en la Eucaristía humilde quedó
dando muestras de amor a los hombres
y siendo el consuelo de toda aflicción.
Vamos labradores
a honrar al Señor
que es el día mas grande del año
y todos debemos hacer oración.
Oh, vecinos salid al rosario
y a Jesús pidamos nuestra salvación,
Paz y dicha en el mundo completo
abundantes gracias y su bendición.
Si le somos fieles
su ley en guardar,
no dudemos del amor de Cristo
que todos los males vendrá a remediar.
Escena del Canto de la Aurora. Año 2011
50 LOS PINGOTES
Vamos todos, ya con alegría
a postrarnos juntos al pie de su altar
que la fe ciega y llena esperanza
aquellos que pidan la recibirán.
Noticias breves
Crónica de Fuentes de Magaña y sus gentes
La Plaza Hueca llena de nuevo
Por Javier González Castellano
T
odo un sueño, una banda con
cincuenta y cinco músicos
llegados desde Alicante y que
llenaron de nuevo nuestra plaza de gente y
de buena música. Concretamente, venían
de la localidad de Dolores, municipio
alicantino de la Vega Baja del Segura.
La Unión Musical de Dolores se formó en
el año 1884. Actualmente, está formada por
55 músicos cuyas edades oscilan entre los
10 y los 74 años. El Presidente es D. Joaquín Gilabert, el Director de la orquesta,
D. Francisco Víctor Cañas, un joven lleno
de talento y el vocal D. Manuel Pérez, historiador, además de amante de la música.
Pero el elemento clave para la organización de esta gira, ha sido el compositor alicantino D. Manuel Castellano, casado con
una soriana, y que adora nuestra geografía.
Contaron también con el acuerdo y apoyo
del Ayuntamiento de la ciudad de Dolores
del que reciben una subvención anual.
Comenzaron con un emocionante pasacalles
que quedará para siempre en nuestra
memoria, porque fue como un pequeño
homenaje a todas aquellas personas que
vivieron en nuestras calles, a todos esos
vecinos y familiares que, aunque ya no están
con nosotros, los llevamos en el corazón.
sentir el afecto -y hasta las lágrimas de
emoción- de los músicos, por lo que os
puedo asegurar que quedaron encantados
con la experiencia Soriana y, para nuestra
satisfacción, muy especialmente con el
trato recibido en Fuentes de Magaña.
Después, en la Plaza hueca, disfrutamos
de un impresionante concierto cargado
de recuerdos y del privilegio, con el que
nos obsequió D. Manuel Castellano, de
escuchar algunas de sus obras inspiradas
en Soria y cargadas de sentimiento.
Y además, compartimos con la banda las
cenas en el frontón, donde más de cien
personas disfrutamos de estupendos menús
elaborados por el Bar las Fuentes, así como
de la comida de despedida donde pudimos
Así fue como la Unión Musical de Dolores
dejó por unos días sus cálidas y animadas
tierras, llenas de turistas y bañadas por el
mar, y se desplazó a vivir el contraste de
nuestras Tierras Altas Sorianas.
La gira comenzó en Soria, donde la
mala climatología marcó un inicio algo
desalentador. Al día siguiente, tocaban
en Sarnago, patria de las rapaces y de
autovías inexistentes, por lo que el destino
tampoco prometía demasiado.
Varios de nuestros socios
han sido padres en 2014.
Aquí te presentamos a
sus hijos.
Ayala del Barrio Santiago
3 de abril
Llegó el autobús sobre las nueve de
la noche, con la melancólica luz del
atardecer en sintonía con el ánimo de
los músicos. La plaza vacía, normal.
Sin embargo, y como por arte de magia,
comenzó a aparecer gente por todas las
calles del pueblo, viviendo un momento
extraordinario que, según sus palabras,
no olvidarán y que les animó para dar su
mejor nota.
Al día siguiente los músicos acompañados
por sus familiares llegaron a Fuentes. Ciento
una personas en total que completaron el
aforo hotelero de Fuentes de Magaña -entre
el Albergue y la Casa Rural- y el resto se
alojaron en San Pedro Manrique.
Carlota Valerdi Taberna
7 de mayo
Adolfo Martínez Bernal
7 de agosto
Ana Merina Díaz
15 de abril
Daniel Marín del Barrio
28 de septiembre
LOS PINGOTES 51
52 LOS PINGOTES

Documentos relacionados