a del museo de lo s barcos vikingos

Transcripción

a del museo de lo s barcos vikingos
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A DEL MUSEO
DE LO S
BARCOS VIKINGOS
ARNE EMIL CHRISTENSEN
GUIA DEL MUSEO
DE LOS
BARCOS VIKINGOS
BYGD0Y
OSLO · NORUEGA
Bosquejo geográfico de la región de las excavaciones.
TRADUCIDO POR
BJ0RN A. AASEN
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UNIVERSITETETS OLDSAKSAMLING
1983
Plano del Museo
A. Vestíbulo, B. Barco Oseberg, C. Barco Gokstad, D. Barco Tune,
E. Tesoro Oseberg.
El primer barco que se ve al entrar en el museo es el Osebercro> encontrado en 1904. Formaba parte de una tumba ricamerrte equipada. El
barco fue arrastrado a tierra y colocado en una fosa. En medio del
barco se construyó una cámara sepulcral cubierta en la que fueron enterradas dos mujeres. En esta cámara fueron depositados objetos variados
Y se estibó a bordo. Finalmente se cubrió todo con un tl1mulo de arcilla
y césped. El túmulo se ha mantenido casi herméticamente cerrado, y
objetos de madera, de cuero y de tela, que normalmente se hubieran
pudrido, se han conservado increíblemente bien. Medio en serio, medio
en broma podríamos decir que el hallazgo << estuvo en conserva>> más de
1000 años. El núcleo del túmulo era un gran montón de piedras cuyo
peso hizo que la tumba se hundiera en el subsuelo. Por eso, tanto el
barco como muchos de los objetos se encontraron en mil pedazos. La
excavación fue larga y difícil. La madera era frágil y había que mantenerla húmeda para que no encogiera ni se resquebrajara. Pasaron casi
16 semanas antes de que todo pudiera estar a salvo en Oslo.
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La excavación ofreció muchas dificultades y fue sin duda agotadora
para el director de la misma, Dr. Gabriel Gustafson. Su recompensa
fueron todas las cosas que aparecieron: carro y trineos, zapatos y objetos de cocina, arcas, camas y telares, que también habían sido sepultados. Muchos de los objetos estaban decorados con dibujos tallados, la
mayoría con motivos animales en un estilo también conocido en los trabajos ·de orfebrería, pero los tallistas del Oseberg trabajaron a mayor
formato y con más libertad artística que los orfebres y fundidores de
bronce. Un día, de repente, entre las piedras del túmulo apareció un
vikingo. Era una de las cuatro cabezas de hombre del carro. Las cabezas
son estilizaciones, pero muestran que la gente llevaba la barba y el
cabello bien peinados. Esta figura tiene un aro retorcido alrededor del
cuello. Los tallistas quisieron posiblemente imitar un aro hecho de hilos
d_e plata retorcidos, del mismo tipo que los encontrados en otras excavaCIOnes. La foto nos da una idea de las dificultades de los excavadores,
que tuvieron que trabajar al mismo tiempo con madera frágil y con
bloques de piedra de cantos escarpados.
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Cuando se sacó del túmulo el Oseberg, más que un barco parecía un a
carga de materiales de aspecto deplorable. Estaba roto en unos dos mil
pedazos, pero la madera de roble era firme y fuerte. Durante la excavación los restos del barco eran medidos y cada pieza numerada. El encargado de ordenar el rompecabezas fue el ingeniero naval Frederik Johannessen. Se comprobó que la madera podía ser calentada al vapor, proceso
que la hacía fle x ible y permitÍa volverle a dar la forma que había tenido
en el barco. Se extrajeron todos los clavos que unían los tablones de
madera y se reconstru yó el barco con ayuda de moldes hechos, siguiendo
1~ ~orma de las cuadernas. El barco se reconstruyó en un pabellón proVlSJOnal que se levantó en el jardín de la Universidad, y allí estuvo algunos años. En 1926 fue trasladado al Museo de los Barcos Vikingos de
Bygd0y.
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Tal como vemos el barco Oseberg hoy día, aproximadamente el 90
por ciento del casco es madera original. La parte superior de la proa es
nueva y ha sido reconstruida seg{m piezas originales que no han podido
ser utilizadas debido a su fragilidad. La parte superior de la popa es una
reconstrucción libre. El barco tiene unos 22 metros de largo y 5 de ancho.
A cada lado tiene 15 agujeros para remos, de modo que cuando todos
los remos estaban fuera, la tripulación mínima era de 32 a 33 hombres,
30 remeros, un piloto y un vigía. En medio del barco se encuentra el
mástil, sostenido por dos robustas piezas de roble. La cubierta del barco
es de tablas de pino encajadas en vigas transversales. A bordo se encuentran el achicador y la pasarela. El gran tonel de la popa es posiblemente
el tonel de agua del barco, pero también puede ser parte del equipo
funerario, que no tiene nada que ver con el barco. El Oseberg no es un
barco de ceremonia construido para el entierro. Partes deterioradas por
el uso por aquí y por allí demuestran que el barco había sido utilizado
ames, aunque no mucho. Un indicio de esto es que los remos - y posiblemente el timón- fueron hechos nuevos para el entierro.
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Los materiales de roble del barco se habían conservado bien y no precisaron apenas trataminto después de ser desenterrados. Otros objetos,
de maderas menos duras, habían conservado bien la forma y la superficie, pero la madera estaba blanda y gastada por el agua, de modo que
si se hubiera dejado secar, se habría roto y encogido hasta tal punto que
los objetos hubieran resultado inidentificables. Para conservarlos había
que sustituir el agua por algo que mantuviera la forma. Después de
muchos experimentos, Gustafson encontró que el mejor método era
cocer los objetos de madera en una solución fuerte de alumbre, secarlos
con cuidado y ponerlos en aceite de linaza. El trabajo de conservación
y reconstrucción de todos los objetos duró muchos años . Primeramente
había que someterlos al proceso de conservación, a continuación venía el
trabajo minucioso de casar las distintas piezas, pegar y rellenar con
escayola los trozos que faltaban. Uno de los trineos hubo que reconstruirlo de 1061 trozos.
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Una vez terminado este rompecabezas, se dió una mano de barniz a
todas las cosas para que la superficie quedara todavía mejor protegida.
Hoy día el método de conservación a base de alumbre, que ha conservado bien al Oseberg durante 75 años, ha sido reemplazado por otros
procedimientos. Los tres trineos están construídos del mismo modo, una
especie de marco suelto o caja sin fondo sobre la parte inferior del
trineo. Durante la excavación se encontraron restos de las cuerdas con
que se había fijado el marco a la parte inferior del trineo. En dos de
los trineos el estilo de los labrados de la caja y el de la parte inferior
son tan distintos que parecen haber sido realizados por dos artistas
diferentes. Los trineos, que eran tirados por dos caballos, tenían una
vara fijada delante. Para proteger los patines, ricamente decorados,
pusieron debajo una chapa protectora. Como la chapa protectora de
uno de los trineos estaba muy gastada, se ha puesto una nueva debajo.
El trabajo de la reparación no es muy bueno comparado con el original.
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El carro encontrado en Oseberg es el único que se conoce de la época
vikinga noruega. En Dinamarca y en el Norte de Alemania se han
encontrado en algunas tumbas cajas y otros restos de carros semejantes,
hasta el momento s6lo en tumbas de mujeres. Es probable que las muje- '
res de elevada posici6n social utilizaran carros para viajar. En la época
vikinga los caminos noruegos estaban hechos para jinetes y caballos de
carga, de modo que el uso del carro no debía de ser muy práctico. Parece
que los artesanos que construyeron el carro del Oseberg no estaban muy
acostumbrados a hacer carros. Como el eje delantero está fuertemente
sujeto a la carrocería y el carro no puede girar, su uso queda limitado a
los caminos rectos. Se ha sugerido que no fue construído para viajes
sino para cabalgatas y procesiones religiosas.
Las partes delantera y laterales de la caja del carro están ricamente
decoradas. Aquí encontramos no solamente la ornamentaci6n animal
característica de la época vikinga, sino también motivos totalmente diferentes. La escena de la parte delantera representa probablemente a Gunnar en el pozo de las serpientes. En una de las partes laterales podemos
ver una escena con un perro, un jinete y un hombre y una mujer a pie.
Hoy día no podemos decir lo que esto representa, pero suponemos que
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para la gente de la época vikinga era una ilustraci6n conocida de una
leyenda. Probablemente el carro fue tirado por caballos. En la tumba
del Oseberg había doce caballos sacrificados, número más que suficiente
para tirar del carro y de cuatro trineos. La caja del carro es de roble y
está construída de la misma manera que un barco, con tablas de madera
~uperpuestas y unidas entre sí mediante remaches de hierro. La parte
mferior y las ruedas son de haya.
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Sabemos para que servían casi todos los objetos encontrados en Oseberg, ya que tienen la misma forma que los que conocemos de tiempos
posteriores. Las artesas, los cuencos, los cuchillos y los potes han cambiado poco desde entonces. «Los palos de cabeza de animal» son objetos cuyo
fin no podemos explicar. Se encontraron cinco, uno en muy mal estado.
Todos tienen en la parte inferior un agujero para un mango. ~Serían
portados en procesiones religiosas ? Estos palos son quizás los mejores
ejemplos del grado de perfecci6n técnica y artística a que llegaron los
tallistas vikingos. En el palo propiamente dicho está tallada la cabeza
de una fiera con la boca abierta. La superficie está cubierta de figuras
animales artísticamente entrelazadas. Se aprecia la mano de varios
tallistas, y todo indica que la obra artística del Oseberg se realiz6 durante
dos generaciones, en un período de 50 a 60 años, durante el cual hubo
un desarrollo estilístico notable. Al referise a los tallistas de madera,
Haakon Shetelig les da un nombre según su estilo. Los dos palos de cabeza
de animal de la foto fueron tallados por << el académico » (dcha.) y <<el
maestro barroco >> (izqda.). Los palos son de arce.
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Las arcas y los cofres eran muebles importantes en la época vikinga,
Y en las tumbas se encuentran a menudo restos de estas piezas, así como
de cerraduras y apliques de hierro. En Oseberg se encontraron tres
arcas, una de ellas había sido forzada por un profanador de tumbas y
estaba muy estropeada. Las arcas son de roble, las dos más grandes
tienen herrajes de hierro muy s6lidos. La tapa de la que está entera
tiene tres bisagras bellamente forjadas, sujetas por un pestillo cuando
el arca está cerrada. La más pequeña de las arcas no tiene herrajes, pero
tiene una cerradura de golpe bastante avanzada. En las casas vikingas
no había ni armarios ni c6modas, todo lo que se quería guardar se metía
en arcas.
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En Oseberg se encontraron restos de dos esqueletos de mujer, una de
20 a 30 años, otra de unos 50 con señales de haber padecido artritis.
Fueron hallados restos de un par de zapatos, hechos para los pies hin chados y artríticos de la vieja. Hay una gran diferencia entre el pie
derecho y el izquierdo. Los zapatos están hechos de piel de ternero fin a
y suave. Hoy se considerarían zapatos para andar por casa o más bien
zapatillas. Los vikingos no conocían el arte de curtir el cuero para
suelas, de modo que todos los zapa~os de aquella época eran más blandos
que los de hoy día. Nada nos impide considerar estos zapatos como
típicos de la época vikinga. El corte está profesionalmente realizado, y
todas las costuras son regulares y está n bien hechas. Todos los objetos
personales encontrados en la tumba son de gran calidad, lo que pone
de manifiesto la alta posici6n social de las dos mujeres enterradas. No se
sabe quien es más importante de las dos, si la joven o la vieja, tampoco
sabemo~ quienes eran. A juzar por su riqueza, la tumba debía pertenecer
a un miembro de la dinastía Y ngling, que reinaba en Vestfold. En las
f~entes e~crit:s encontramos s6lo el nombre de una mujer de esta dinastl~, la rema Asa. Por analogía con el nombre del lugar donde se encontro Ja tumba - Oseberg - se ha sugerido que ésta podría ser la tumba
de Asa. Nunca lo sabremos con seguridad.
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En las tumbas de la época vikinga y de épocas anteriores se encuentran a menudo peines o restos de peines. El peine debi6 de formar parte
de los objetos de aseo personal de la mayoría de la gente. El peine más
grande de la época vikinga, conocido hasta ahora, es el tercero de los
encontrados en Oseberg. Los dos de la fotograffa superior son de
tamaño más normal. Los peines se hacían de hueso o de asta de alce o
reno. El artesano que los hacía elaboraba primero unas láminas pequeñas,
las ponía una al lado de otra y las sujetaba con dos listas largas que
unía con remaches de hierro o bronce. Una vez hecho esto, se serraba a mano cuidadosamente cada uno de los dientes. En las listas se
hacía una sencilla decoraci6n lineal, las lineas se labraban y se rellenaban
con una substancia negra. Cuando los peines todavía eran nuevos y la
superficie estaba clara, la decoraci6n tuvo que resaltar aún más que hoy.
En ciudades vikingas como York y Dublin se han encontrado restos de
talleres de especialistas que trabajaban el hueso y el cuerno. En estos
talleres se hacían sobre todo peines. M ás tarde en la Edad Media, los
peineteros era un grupo de artesanos muy importante en las ciudades,
pero tenemos que contar con que también había peineteros en los pueblos.
•
15
El hallazgo de Oseberg contiene, a excepción de armas, todos los
objetos característicos de las tumbas en barco de personas reales, y
además una serie de objetos relacionados con el trabajo de la mujer. Se
encontraron dos grandes calderas de hierro, una de ellas en muy mal
estado. Una de las calderas se colgaba de una cadena de hierro, la otra
de un soporte formado por tres pies, también de hierro. Cuando
el soporte no se utilizaba podía plegarse para que ocupara menos sitio.
Probablemente esta última caldera pertenecía al equipo de cocina del
barco, mientras que la caldera de la cadena era equipo suplementario
llevado de la cocina real. También es probable que la sartén de hierro
de mango largo formara parte del equipo de cocina, mientras que la
lámpara de aceite que se ve al fondo puede ser o bien parte del equipo
del barco o de la granja. La caldera tiene una cabida de 35 a 40 litros,
necesarios, sin duda, para la cena de una tripulación con buen apetito.
En el viaje al reino de los muertos, no sólo se llevaba el equipo de
cocina, sino también comida. Con tal motivo se mataron dos bueyes. En
-la artesa más grande se puso masa para pan y en el cubo de madera con
flejes de latón había manzanas.
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Muchos de los objetos de madera encontrados en Oseberg tienen la
misma forma que los que usamos hoy día, o que los que se pueden ver en
los distintos museos folklóricos del país. Antiguamente, en la sociedad
campesina, todo lo relacionado con las cuadras y la leche estaba a cargo
de la mujer, y todas las artesas, cucharones y cuencos de la tumba Oseberg pueden ser símbolos de la responsabilidad administrativa que tenía
el ama de casa en las granjas grandes. Ella era la responsable de que las
provisiones duraran todo el año, de modo que en la primavera, cuando
los productos empezaban a escasear, ni la gente ni el ganado pasaran
hambre. El cuchillo formaba parte de los útiles de cocina, mientras que
la fuente era más bien para servir la comida. Hasta el más pequenño y
sencillo objeto, como el cucharón, está hecho de forma bien pensada y
con conocimiento de las cualidades de la madera. Se seleccionaba en el
bosque el trozo de madera adecuado. Una nudosidad de un tronco de
árbol sirvió para hacer la cazoleta del cucharón. En estas nudosidades
la madera es muy compacta, de manera que no se agrieta facilmente. El
mango está hecho de la parte del tronco que se encuentra encima o
debajo de la nudosidad. Las vetas de la madera son aquí longitudinales,
lo que hace que el mango sea particularmente resistente a las rupturas.
En todos los objetos, desde el mástil del barco hasta el cuenco más
pequeño, apreciamos que la madera ha sido seleccionada con el mismo
cuidado.
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Para que los tejidos se conserven en la tierra son necesarias condiciones especialmente buenas. En la tumba de Oseberg hubo originalmente
ropa y otros tejidos de lana, lino y seda. Los que se han conservado son
los de lana y los de seda. Los de lino se encontraron totalmente deshechos. Nada está completo, pero los fragmentos nos pueden dar mucha
informaci6n sobre los tejidos de la época vikinga, tanto n6rdicos como
importados. Los tejidos de uso práctico que se encontraron son muy
variados. Van desde finos y tupidos tejidos de lana peinada - seguramente importados - hasta gruesas y pesadas alfombras. Especialm~nte
interesantes son algunos restos de tapices. No se trata de grandes tapices
como los de hoy día, sino de estrechas bandas con largas series ilustradas. Hoy día es difícil interpretar lo que representan las ilustraciones
de los fragmentos expuestos, pero probablemente son ilustraciones de
leyendas y cuentos conocidos y fáciles de comprender en la época
vikinga. En la ilustraci6n de la foto vemos una muchedumbre, jinetes Y
carros. Probablemente se trata de una cabalgata o de una procesi6n.
(Encima de la vitrina se puede ver una reconstrucci6n del dibujo.)
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Hilar, coser y hacer telar ha sido, en todas las clases sociales, una
parte importante del trabajo de la mujer, y es de suponer que también
fueran ocupaciones importantes en el medio que representa la tumba
Oseberg. Como es natural, en la tumba se pusieron varios útiles destinados a este tipo de trabajo. Algunos de ellos pueden verse en el esquema
supe~ior - la escala es arbitraria. La gran tij,e ra pudo haber servido para
esquilar corderos. La lana era hilada con huso y enrollada en una devanadera. El pequeño peine y el objeto plano de madera en forma de
cuchara son quizás para pasar la trama por la urdimbre. Las pequeñas
placas de madera son parte de un << telar de tablillas >> para hacer cintas.
En _la tumba se encontr6 una cinta sin terminar con sus correspondientes
tabillas, también se encontraron tablillas de repuesto.
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El barco Gokstad fue desenterrado en 1880, al norte de Sandefjord.
El barco no estaba en tan mal estado como el Oseberg, y las cosas que
se encontraron a bordo se habían conservado bien. No se intent6 reconstruir el barco. Fue expuesto, tal como se encontr6, en un pabell6n provisional en la Universidad de Oslo. Se encontraron restos de un esqueleto de hombre. Era el esqueleto de un caudillo de unos 60 años, de
gran estatura. La tumba de Gokstad, al igual que la de Oseberg, había
sido saqueada en tiempos pasados. Los saqueadores se llevaron joyas y
armas y probablemente otras cosas de valor. Los simples objetos de
madera carecían de interés para ellos. En 1~ fotografía superior puede
verse la cámara sepulcral, detrás del mástil. El barco fue enterrado en
una depresi6n de la tierra. En el equipo del barco había barcas, una
escalerilla y 64 escudos.
20
Cuando el barco Gokstad fue trasladado a Bygd0y en 1929, se encarg6 su restauraci6n al ingeniero Frederik Johannessen, que sigui6 el
mismo proceso que se había empleado en la reconstrucci6n del Oseberg.
El barco se desmont6 completamente, la madera fue calentada al vapor
para darle la forma primitiva, luego se reconstruy6 el casco. Las partes
de madera vieja, demasíado frágiles para soportar el vapor, y los trozos
que faltaban se hicieron de madera nueva a la que se aplic6 un colorante
marr6n para que no contrastara demasíado con la vieja madera de roble.
El barco tiene 24 metros de eslora. El forro está hecho de 16 planchas
de madera, el del Oseberg de 12. La forma del casco hace que el Gokstad sea mejor para navegar que el Oseberg. Los materiales empleados
son de primera calidad, y el constructor ha realizado un trabajo bueno
y esmerado. La parte superior de la proa y de la popa, que se pudrieron,
han sido reconstruidas libre~ente. Es probable que las originales fueran
más altas y puntiagudas. No creemos que el barco tuviera cabeza de
drag6n. El tolete está bellamente tallado. El original tenía restos de color
rojo, negro y amarillo. (El tolete que está en el barco es una copia.)
21
Al caudillo del Gokstad le debi6 gustar el mar. En el Oseberg se encontraron cuatro trineos y un carro, en el Gokstad un trineo y tres
barcas. Dos de las barcas han sido reconstruídas, una tiene seis metros
y medio de largo, la otra diez, con dos y tres pares de remos respectivamente. Es posible que la más grande tuviera mástil y vela. Las barcas
están hechas de tablas finas de madera de roble. No cabe duda de que los
constructores quisieron que fueran lo más ligeras y elegantes posible. La
sobrequilla de la barca más pequeña tiene casi 40 cm. de ancho, pero
s6lo 1,2 cm. de grueso. Para hacer tablones de estas dimensiones se precisa gran maestría en el manejo del hacha. Las barcas tradicionales del
Oeste de Noruega siguen pareciendose mucho a estas barcas. En 40
generaciones no ha sido necesario hacer grandes cambios. La semejanza
en la forma, en los detalles y en el uso de las herramientas es tan grande
que el estudio de una tradici6n todavía viva ha contribuído a aclarar
una serie de cuestiones relacionadas con la construcci6n de barcos en la
época vikinga.
22
A bordo de los tres barcos sepulcrales encontrados en Oseberg, Gokstad y Tune se había construído una cámara sepulcral. La cámara del Tune tenía paredes de tablas que habían sido fijadas en la arcilla por la parte
de fuera del barco. El tejado de la cámara era plano. Las cámaras sepulcrales del Oseberg y del Gokstad tienen forma de tienda de campaña. Se
cree que son copias de las que se utilizaban en tierra y parece que fueron
parte del equipo fijo del barco. La cámara sepulcral del Oseberg era de
troncos verticales solamente, la del Gokstad, que está expuesta, tiene en
la parte de abajo troncos horizontales, unidos en sus extremos a base de
muescas. En el barco, la cámara sepulcral había estado cubierta con
varias capas de corteza de abedul. En el interior, el muerto o los muertos
yacían en camas bellamente talladas. En la cámara del Oseberg se encontraron restos de tapices, probablemente estuvieron colgados en las
paredes. Algunas de las mejores piezas del equipo funerario fueron depositadas aquí dentro también, pero los violadores de la tumba entraron
por el tejado y se sirvieron a fondo.
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Comparado con el esplendor del hallazgo de Oseberg, el equipo del
caudillo de Gokstad resulta austero. Sin embargo, lo que hay de decoraciones es de gran calidad. En la selecci6n de objetos de la ilustraci6n
pueden verse dos apliques de bronce de unos arneses con las figuras de
un jinete y de un le6n; una máscara humana tallada en una chumacera
de una de las barcas y un dibujo de la copia del tolete del barco. El
tolete original, de madera de fresno, no está expuesto por estar en muy
malas condiciones.
24
A bordo del barco Gokstad se encuentran algunos cubos de madera y
la ~r~n caldera donde se hacía la comida. La plancha de desembarque
esta hsta para ser usada. Cuando el barco estaba en uso, debía de haber
poco sitio en la cubierta. Desconocemos el número de la tripulaci6n,
pero . t~vo que constar, como mínimo, de 34: 32 remeros, un timonel y
~~ vtgta. Probablemente las armas, provisiones y equipo del barco potan ser almacenados debajo del suelo de la cubierta, pero a pesar de
todo, tuvo que haber poco sitio. Ni en el Oseberg ni en el Gokstad hay
b an cos fi'JOS para los remeros . Se ha sugerido que cada hombre remaba
~ntbdo en su baúl. La altura de los baules encontrados en la tumba de
re se. erg es adecuada al respecto, y además, algunas sagas hacen refencta a baules de barco.
25
Parece que las tiendas y camas de campaña formaban parte del equipo
de los barcos destinados a viajes largos. Es probable que en puerto la
mayoría de la tripulación durmiera fuera, mientras que las personas
más importantes podían descansar en una cama bajo una tienda que los
protegía del viento y de la lluvia. El barco Oseberg tenía armazones
para dos tiendas, una cámara de lona en forma de casa y seis camas. En
el Gokstad había una tienda, cinco camas corrientes y una bellamente
tallada. En el dibujo de reconstrucción vemos uno de los armazones del
hallazgo de Oseberg. Cuando la lona estaba puesta en el armazón, sólo
se veían las cabezas de animal. Las tiendas y camas del hallazgo de O seberg están demasíado estropeadas para poder ser expuestas, pero en la
galería encima de la puerta de la entrada hay copias de tres de las camas.
Los montantes del armazón de la tienda del Gokstad está n colgados
encima de los ban:os, al fondo del << ala 4>> (E).
26
Al lado de los otros dos barcos, el Tune presenta un aspecto bastante
miserable, pero en su tiempo fue un buen barco. Faltan demasíados
elementos para que se pueda hacer una reconstrucción exacta del casco.
El barco está tal como se encontró en la tumba en 1867, a excepción de
unas listas de hierro que se pusieron para reforzar el casco, inmediatamente después de ser desenterrado. El método de construcción es más
o menos el mismo en los tres barcos, en el Tune es donde mejor se puede
apreciar. Los tablones de madera están unidos con clavos de hierro, formando así un sólido caparazón. El caparazón está sustentado por cuadernas y vigas transversales, mientras que la quilla y las rodas forman
la <<espina dorsal>>. Los tablones del casco llevan tacos pequeños a los
que van atadas las cuadernas. (Donde mejor se puede ver esto es en el
barco Tune debajo de las cuadernas de la proa.) En medio del barco,
sobre las vigas transversales, hay un gran bloque de roble, la fogonadura
del palo, que junto con la quilla, debajo del casco, sostiene el mástil.
Cuando había que levantarlo, se metía en diagonal desde la popa por
la larga ranura de la fogonadura. A continuación se empujaba hacia delante hasta que quedaba en posición vertical. Luego la ranura era cerrada
con una pieza de madera de roble. (Esta pieza puede verse en el barco
Gokstad.) El Tune es de la misma época que el Gokstad, de los años
850-900 de nuestra era. Esta tumba también recibió la visita de los
saqueadores, que hicieron un buen trabajo. Casi no queda nada del
equipo funerario.
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11::11
11
11 :
/11
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Cerca de la iglesia de Borre, al norte de Asgardsstrand, hay una
necrópolis con unos diez túmulos grandes, algunos de piedras, y varios
pequenños. En la saga de los Yngling (Ynglingatal) de Snorre se menciona a Borre como cementerio principal de los Yngling, la dinastía de
Vestfold. Sin embargo, es bastante probable que las tumbas de Oseberg
y de Gokstad se hicieran para miembros de la dinastÍa. Se ha supuesto
que la reina Asa está enterrada en el barco Oseberg y Olav Geirstadaalv en el Gokstad, pero no es seguro.
Uno de los túmulos de Borre fue excavado en 1852. Estaba hecho de
grava de morrena y el contenido se había conservado peor que en la
arcilla azul de Oseberg y de Gokstad. Del barco quedan sólo los clavos
de hierro.
El grabado de arriba, según un dibujo de Flintoe, es de 1830 aproximadamente, y muestra la necrópolis de Borre antes de las excavaciones.
Los apliques son de restos de las varas de un trineo.
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Los esbozos muestran el aspecto que posiblemente tuvieron los barcos
cuando estaban en el mar. El barco Tune está reconstruído con bastante
~ibenad. Sólo el Gokstad se ve con mástil y vela izada. Tenemos poca
mformación segura sobre el aparejo de los barcos de la época vikinga,
ll1cluso medidas tan importantes como la altura del mástil y el ancho de
la vela son inseguras. Por lo tanto, el bosquejo debe interpretarse como
una sugerencia. Es una de muchas posibilidades y el autor asume toda la
responsabilidad.
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Cada una de las partes del motivo se trenzaba sistemáticamente arriba
y abajo, arriba y abajo, y los animales tenían que adaptarse a este
esquema. Los animales de la ilustración han sido sacados de la ornamentación de varios objetos que se encuentran en el museo. Podría ser divertido intentar encontrarlos. En la fila de arriba; figura de una vara de
trineo que está en una vitrina a la derecha; dos animales del trineo al
fondo del ala. En la fila siguiente: gran cabeza de animal de un montante
de tienda, en una vitrina a la derecha; cuatro animales de un palo de
cabeza de animal, de frente a la derecha . En la fila de abajo: figura de
una vara de trineo; cuatro animales de un palo de cabeza de animal, al
fondo a la izquierda. (Todo visto desde la torre central.) Este complicado arte con reglas estrictas es seguramente obra de tallistas profesionales. En la parte de atrás de la cubierta tenemos una selección de un
arte más fortuito. En el suelo de la cubierta, tanto del Oseberg como del
Gokstad, la tripulación ha usado el cuchillo en ratos libres. Los motivos
demuestran sus intereses: barcos y barcas.
El arte vikingo se conoce sobre todo por sus pequeños trabajos de
metal, pero los artistas emplearon también otros materiales. Del hallazgo
de Oseberg tenemos ejemplos de trabajos textiles, algunos ornamentos
pintados, pero sobre todo madera tallada. Los artistas han empleado
casi sólo motivos animales. Muy pocas veces pueden identificarse, ya que
sólo existieron en la imaginación de los artistas. Tienen cabeza, tronco y
extremidades, pero, en la mayoría de los casos, era más importante para
los tallistas crear motivos que se entrelazaran para cubrir la superficie
que dotar a las figuras de una anatomía realista y proporciones correctas .
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Fotografias: Mittet Foto pág. 1, 7, 11 superior, 16, 21. Nationalgalleriet pág. 28.
Statens Filmsentral pág. 14, 15, 17, 26 superior, 27. Universitetets Oldsaksamling pág.
4, 5, 6, 8, 9, 10, 11 inferior, 12, 13, 18, 20, 22, 23, 24, 25, 26 inferior, 28 inferior. Los
dibujos de las págs. 2, 19, 29, 30, 32 han sido realizados por Tone Strenger según
bosquejos del autor. El dibujo de la pág. 24 es obra del autor.
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