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¿RESURGIRÁ EL NIÑO EN EL 2014?
Gloria León Aristizábal
A través de los años, desde épocas remotas, se han presentado fluctuaciones del clima en diversas
escalas de tiempo, recordemos la interpretación que hizo José al faraón sobre sus sueños de los 7
años de vacas gordas y los 7 años de vacas flacas. El fenómeno de El Niño – Oscilación del Sur
(ENOS) no es nuevo y suele repetirse con una frecuencia cuasi-periódica que varía entre 2 y 7
años. Rememoremos la llamada “Ola Invernal 2010-2011”que afectó con lluvias fuertes y
persistentes a más de medio país, pero si nos remontamos a unos pocos años atrás, no
olvidaremos que la falta de lluvias dio lugar a la “Crisis Energética de 1992-1993”, que obligó al
gobierno tomar medidas de racionamiento en el servicio eléctrico y nos mantuvo muchas noches a
la luz de las velas, estos son unos cuantos ejemplos palpables de esas oscilaciones extremas del clima.
Muchas veces, casi sin solución de continuidad pasamos de las sequías a las lluvias intensas. Estas
oscilaciones del clima son conocidas como variabilidad climática, este término se refiere a las
fluctuaciones observadas en todas las escalas temporales y espaciales, más allá de fenómenos
meteorológicos determinados.
Como la variabilidad del clima se refiere a las variaciones en el estado medio entonces la
describimos a través de datos estadísticos, usualmente a través de terciles, para ello se organizan
los datos históricos en forma ascendente y los repartimos proporcionalmente en tres categorías,
donde la parte central corresponde a los valores normales del clima y las otras dos categorías
califican a los datos por encima de lo normal y por debajo de los normal, de esta manera tenemos
umbrales para definir cuándo alcanzamos esas categorías extremas.
El aumento o disminución de la temperatura superficial del mar océano en el Pacífico ecuatorial
más allá de los umbrales normales, especifica las fases extremas del ENOS: “El Niño y La Niña”.
Estos patrones climáticos son fenómeno de interacción entre el océano y la atmosfera. El Niño se
traduce en una variación algo periódica de condiciones cálidas (temperaturas superficiales del
mar superior a lo normal), mientras que La Niña está asociada con condiciones frías
(temperaturas superficiales del mar por debajo de lo normal), que conducen a alteraciones en la
circulación atmosférica con variaciones significativas en los regímenes normales de casi todas las
variables meteorológicos en Colombia (temperatura, precipitación, humedad del aire, etc.), con
consecuencias importantes para las poblaciones, el medio ambiente, bienes y estructuras.
Para este año, desde muy temprano los modelos climáticos han venido anunciando un Niño para el
segundo semestre del 2014. Durante agosto ya se ha venido observando aumentos de la temperatura
superficial del mar en gran parte del Pacífico ecuatorial. La mayoría de los modelos de predicción de
ENSO procedentes de distintos centros internacionales indican un calentamiento a niveles de El Niño,
con una probabilidad entre el 60 y65%, desde de principios del otoño septentrional, alcanzando una
intensidad de Niño débil durante el invierno 2014-15 y se extienda a los primeros meses de 20151.
1
IRI http://iri.columbia.edu/our-expertise/climate/forecasts/enso/current/
Predicción ENSO 2014-2015. Fuente IRI
Dada la localización geográfica de Colombia recibe la influencia directa de los procesos
relacionados al ciclo ENOS. Se ha podido establecer claramente que la intensidad de los
fenómenos El Niño y La Niña está en función directa con la magnitud de las anomalías registradas
en la temperatura superficial y subsuperficial del océano y con el área cubierta por las mismas2. La
influencia de dicha intensidad no es lineal y puede ser diferente de la magnitud del efecto
climático y del impacto producido por los fenómenos en las actividades humanas, como bien se
observó en el evento intenso de El Niño 2010-11. El efecto climático depende de la época del año
en que se presentan los fenómenos y el impacto socioeconómico está más relacionado con la
vulnerabilidad de las diferentes regiones del país y de los sectores de la actividad nacional.
El IDEAM establece a través de sus datos históricos que durante eventos de El Niño débiles los
déficits de precipitación cubren buena parte del viejo Caldas, la región del Catatumbo, el sur de la
región Andina, el Pacífico central, el litoral y las llanuras del Caribe Central y parte de la Amazonia.
2
IDEAM http://institucional.ideam.gov.co/jsp/2925
Alteraciones más probables de la precipitación en Colombia, durante la ocurrencia de un
fenómeno débil de El Niño. Fuente: IDEAM
Alteraciones más probables de la temperatura del aire en Colombia, durante la ocurrencia de un
fenómeno débil de El Niño. Fuente: IDEAM
En términos generales, durante los eventos débiles de El Niño no se aprecia un patrón definido de
alteración termométrica. Se aprecian calentamientos y enfriamientos de forma puntual e
indiscriminada, las anomalías positivas (calentamiento) ocurren en la parte media de la región
Andina y el nororiente de la región Caribe, en tanto que las anomalías negativas (enfriamiento) se
concentran en buena parte de las llanuras del Caribe, el norte de la región Pacífica, el área de
Arauca y la región del Putumayo.
Los modelos globales NNME de la NOAA de USA y del ECMWF de la Unión Europea indican que
para el trimestre septiembre-noviembre hay alta probabilidad (>60%) que sobre gran parte de la
región y mar Caribe se presenten deficiencias de la precipitación y que en la mayor parte de la
región Pacifica esté dentro de valores normales, para el resto del país no hay consenso entre los
modelos; para el trimestre diciembre- febrero predicen alta probabilidad de que las lluvias estén
por debajo de lo normal en zonas de la región Andina, en tanto que el resto del país tiende a una
condición normal.
Predicción estacional de la precipitación del Modelo NMME de la NOAA
Predicción estacional de la precipitación del Modelo ECMWF de la Unión Europea
Predicción estacional de la temperatura del aire del Modelo NMME de la NOAA
Predicción estacional de la temperatura del aire del Modelo ECMWF de la Unión Europea
Los modelos NMME y ECMWF son más coherentes con sus predicciones sobre la temperatura del
aire, con una muy alta probabilidad (>70%) de que esté por encima de lo normal en gran parte del
territorio nacional.
Las predicciones locales realizadas dentro del Convenio MADR-CIAT3 para zonas agrícolas indican
altas probabilidades de que en gran parte de ellas se presenten reducciones en los volúmenes de
precipitación y que las temperaturas máximas estén por encima de lo normal en los siguientes 6
meses.
3
MADR-CIAT http://www.aclimatecolombia.org/