El Oso con Corazón

Transcripción

El Oso con Corazón
El Osito Rojo
A manera de introducción
El presente cuento ha sido elaborado en forma
colectiva. Para emprender el trabajo se les
propuso a los niños/as que podían mezclar
fantasía y realidad, en una narración en la
que los pájaros debían ser los personajes
principales. Luego, ilustraron su encantadora
historia, aportando cada niño/a una escena.
La creación colectiva del cuento nos permitió
ver de qué manera, en su trayecto por el Helen
Keller, los niños interiorizaron su conocimiento
y amor por las aves, actitudes de solidaridad y
además, evidencia la forma como ya entienden
la estructura básica de un cuento y la rica
imaginación que poseen.
Título original: El Osito Rojo
C 2013 Helen Keller Ediciones
Escrito e ilustrado por:
•
•
•
•
•
•
•
Valentina Bedoya
Jerónimo Clavijo
Rose Cremades
Lisa María Abella Saavedra
Ana María Mendoza
Salomón Mesa González
Estefanía Montaña Aragón
•
•
•
•
•
•
•
Juan Diego Pupiales Tapiero
Juan José Sandoval
Isabel Vargas Suárez
María Paula Villegas Robledo
Juan Martín Viveros Ramírez
Tomás Collazos Navarro
Ana María Zárate Vera
El Osito Rojo
Exploradores del Helen Keller
2013
Había una vez un Osito bebé, llamado Rojo que vivía con su familia en una cueva,
y se quedó dormido sentado en una piedra, los papás aprovecharon y se fueron
para el rio. Entonces, Osito Rojo se despertó, no encontró a su familia y se puso a
llorar. Se fue caminando por el bosque en busca de ella.
De pronto, se encontró con la Piranga roja.
-¿Por qué estás tan triste? Le preguntó
-No encuentro a mi familia.
-No te preocupes, yo te acompañaré.
Siguieron caminando por el bosque, pero la Piranga debía regresar a su
casa en los EEUU, porque ese era su hogar, el Osito Rojo se volvió a
quedar solo.
Mientras la Piranga regresaba volando a casa se encontró con el Bichofué.
-Por favor, dile a todos que Osito Rojo no encuentra a su familia. Ayúdale a
buscarla.
-No te preocupes, le contestó el Bichofué.
Y se fue a contarle a todos sus amigos, a la mirla, al azulejo, al colibrí, a un
pájaro carpintero, a la torcaza, al azulejo palmero, a la mirla Buchipintada y
a otros más que vivían en el bosque, como el halcón Peregrino.
Osito Rojo cansado de tanto caminar se sentó bajo un árbol
grande y se puso a observar un nido de Pechirrojos y vio
que los papás estaban despidiéndose de su polluelo. Salen a
buscar qué traerle para comer.
El Osito Rojo se acordó de su familia y se puso a llorar. Se
quedó dormido.
Cuando de pronto, un ruido muy fuerte lo despertó, y
eran los árboles que se estaban cayendo por un fuerte
viento, hasta el árbol del nido. Osito de inmediato se
levantó, cogió el nido y lo colocó en otro lugar para que
no se cayera el polluelo.
Los papás del Pechirrojo llegaron y se asustaron, pues
no encontraban el nido.
-No se preocupen. Él está bien. Allí está- dijo Osito
Rojo.
-Osito, muchas gracias- le responde el papá Pechirrojo.
De pronto escuchan un fuerte ruido.
-¿Será el viento? Dice el pechirrojo.
Y todos se quedaron a la espera. Cuando vieron, que era una
bandada de pájaros, que se acercaron diciendo:
-¡Oso, osito! ¿dónde estás? ¡Te encontramos! Mira ya sabemos
dónde está tu familia. Está a la orilla del río. ¡Vamos!
Osito Rojo muy feliz, sale corriendo con sus amigos.
Al llegar al lugar: El Osito les dio un abrazo fuerte a sus padres y un
beso en la mejilla.
-Hola hijito, no pensamos que te fueras a despertar tan rápido – dijeron
sus padres.
-Ven, acompáñanos.
-Ya voy, esperen me despido de mis amigos- respondió Osito.
-Muchas gracias a todos, me voy a dar un gran
chapuzón con mis papás, espero que me visiten luego.
Los pájaros se despiden y siguieron su rumbo por el
bosque, todos vivieron felices para siempre.
A sus autores e ilustradores
Los Exploradores del
Este relato muestra cuánto han crecido,
como Constructores de Paz, cómo han
aprendido a buscar soluciones para
cuidar a otros, confiando en las mejores
posibilidades de cada uno. También de
qué manera aman la naturaleza.
Creemos que a lo largo de sus vidas,
continuarán dejando germinar estas
semillas que ya florecen en su infancia y
son prenda de paz y armonía para el
mundo.
De sus maestras, con cariño.

Documentos relacionados