Archivo: Suplemento Palabra 28 de septiembre de 2014

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Archivo: Suplemento Palabra 28 de septiembre de 2014
Editor: Rael Salvador • Diseño: Arturo Corpus • [email protected] •
DOMINGO 28 de SEPTIEMBRE de 2014 / Núm. 183
Foto: Roberto Burgos
Ni libro, ni árbol, ni hijo,
recopilación de Herandy Rojas
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DOMINGO 28 de SEPTIEMBRE de 2014
ASTRO-AÑORAR
QUE SE MUERAN LOS FEOS...
Por Gerardo Sánchez G.
EL ROSTRO Y EL ALMA (Debate, 2014), el reciente libró de
ensayos de Francisco González
Crussi explora con feroz racionalidad y erudición los intentos
de uno de los anhelos y sueños
comunes de distintas sociedades e individuos: conocer la
personalidad de alguien solamente por su rostro y cuerpo.
Sazonado con fino humor,
González Crussi recorre los
esfuerzos de quienes a lo largo
de la historia pretendieron, no
únicamente lograr esa lectura
del espíritu individual y específico del ser humano por los
rasgos facial y corporal, sino
establecer un método infalible
y certero para hacerlo.
Siete ensayos –todos buenos–,
sin embargo, es el primero el
más inquietante.
cia total de la nobleza o buenas
Se trata de una reflexión sobre la intenciones de su pensar y actuar.
belleza y fealdad humana.
O el feísimo exteriormente, de
actuar noble y
Asociar bondad y belleza,
bondadoso.
“Pelisson, a
fealdad con malUn tema en el
dad, prejuicios y
quien sus amigos que el juicio y el
equívocos históprejuicio brota
ricos, presentes acusaron de abusar pronto y generoy futuros, que del derecho de los so en cada uno
han generado
de nosotros.
hombres de ser
En los años seinjusticias colecsenta, el compotivas e individuafeos”
les, desde Bety la
sitor jalisciense
fea, pasando por
Nicolás García
Quasimodo y el francés Pelisson, Curiel escribió su canción más faa quien sus amigos acusaron de mosa: “Que se mueran los feos”.
abusar del derecho de los homPegajosa en su letra, bailable
en su ritmo, clasifica y condena,
bres de ser feos.
Está también el prejuicio anta- culpa y sentencia, ¿pero quiénes
gónico, beldad/maldad, bondad/ son los feos y las feas? ¿Usted?,
fealdad.
¿yo? ¿Aquellos o aquellas qué no
La bella mujer fatal, la madrastra nos caen bien a simple vista? ¿Los
de Blancanieves, que quiere, in- desagradables por fuera?, ¿los descluso a costa del asesinato, seguir preciables por dentro?
siendo la más hermosa.
Descifrar un rostro, concluye
O Helena, la de Troya, cuya González Crussi, es desencriptar
hermosura causó una guerra, o la todos los demás, es develar ese
historia de fulano o perengano, del espacio sagrado que es la faz y el
primo, del amigo que perdió todo alma humana.
por una mala y guapísima mujer.
O casos similares de hombres
cuya guapura está en [email protected]
Por Iliana Hernández Partida
¿C
ómo llegaste a este esquina del mundo? No
hay respuesta que encaje. Te
fuiste despojando de azules,
chalecos estelares, una manta
de la infancia
que te hacía sonrojar,
los zapatos
raídos, una
camiseta
casi transparente que te
mostraba sin
telarañas.
¿Cómo llegaste a este rostro que te esconde del que
imaginaste ser?, ni tus manos
pertenecen a ese mago que
fuiste de niño, eres astronauta
marchito que ve incansablemente esta Luna a miles de
pasos-distancia del deseo.
A veces te recuestas sobre la
aridez, sin sacudirte el polvo
lunar del rostro. Amas demasiado. Esperas, convocando
astros extintos, la señal tras la
nebulosa que no llega.
Soportas sin contar los días
en que no amaneces.
Se te conoce poca tolerancia
a los discursos vacíos con que
los vecinos arman los días, si
hay alguien que domine el arte de flotar entre la insensatez,
ese eres tú. No te alimentan las
Suplemento
Cultural de
¿Cómo llegaste a
este rostro que te
esconde del que
imaginaste ser?
No. 183/ 28 de septiembre/ 2014
insistentes filosofías de la redención, has decidido creer en
cuanto dios muestre amor por
las bestias de carga, los perros
que siempre le estorban al que
no sabe observar hacia afuera.
Lloras al recordar las tardes en
que tus padres te llevaban al
circo y el olor del excremento
y los ojos negros de las jirafas
te señalaban con tristeza.
Has crecido para añorar cuerpos celestes, exoplanetas de la
desilusión.
Eres el primer hombre que se
ha enamorado en este planeta, el único que se ha quedado
desolado viendo partir el amor
fuera de los confines de este
mundo.
Tienes derecho de proclamar
también tu abandono, caminar
entre cráteres y sentarte al lado de tu bandera del exilio, a
contratiempo, imaginando un
cometa ardoroso o una lluvia
de estrellas que te sepulte en
un sueño relativo sin tiempo ni
espacio, un punto en la oscuridad que se pierde sin haberse
encontrado.
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C., Diana Venegas, Fernando Macillas
T., Jaime E. Delfín V., Manuel Quintero,
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DOMINGO 28 de SEPTIEMBRE de 2014
ALEATORIEDADES
EN EL PAREDÓN
INDIO BORRADO
LA LEY (I DE II)
EL SOL DE MONTERREY, jura Alfonso Reyes, sigue a los niños saltando
de patio en patio y revolcándose en cada
alcoba. “A mí el sol me desvestía, para
pegarse conmigo, despeinado y dulce,
claro y amarillo, ese sol con sueño que
sigue a los niños”, escribió el hijo del general Bernardo.
Imposible no evocar ese poema cuando
se lee Indio borrado (TusQuets, 2014) la
más reciente novela de Luis Felipe Lomelí, pues sus páginas están pobladas por
esos niños perseguidos y castigados por
el canijo sol regio.
Niños que, sin duda, nacieron a mediados de los años 90, al mismo tiempo
se estrenaba la nueva
Avenida Alfonso Reyes, colina de pavimento que serpentea
de la Avenida Eugenio Garza Sada a Las
Torres, surcando un
cerro salvaje poblado
por historias donde
sobra sudor y sangre
adolescente.
Junto a las clasemedieras Altavista
y Más Palomas,
brotaron
como
una erupción los
barrios bravos del
sur de Monterrey:
la Sierra Ventana,
la Campana y la
emblemática Revolución Proletaria,
donde el cambio de milenio significó
sustituir el picahielo y la navaja por el
arma de alto poder.
El Güero, personaje principal de la narración, debe haber nacido en los años en
que se estrenó esa avenida que sustituyó
al Antiguo Camino a Villa de Santiago
como ruta de acceso a la falda del cerro.
Años en que la más extrema violencia se
iba incubando, mientras la ciudad se regodeaba en sus delirios primermundistas
y los futuros capos diluían su infancia en
la hostilidad de los cruceros de la Avenida
Garza Sada.
Lomelí es seco, machacón e incisivo
como los regios calores de agosto.
El ritmo y el lenguaje de Indio borrado
no ofrecen treguas ni concesiones. El
Güero, un quinceañero del barrio Revolución Proletaria, encarna la tragedia
generacional de quienes llegaron a la
pubertad en los tiempos del Casino
Royale. En el personaje habitan las
contradicciones y paradojas de una era
cruel: por una parte, tiene las fantasías
de cualquier púber y sueña con el día
en que por designio divino del número
21 en el boleto del camión pueda besar
a Lina, la musa con ojos de gato, pero al
mismo tiempo planea el exterminio de
una banda rival con arma de fuego. En
el terreno de las apuestas, es más factible que el quinceañero se estrene como
sicario antes de dar su primer beso.
El Güero desea a Lina, mientras corre
entre las azoteas en un
entorno hostil donde
es preciso matar para
seguir vivo mientras
huele la cercanía de
un padre cruel e incestuoso y escucha los
relatos del tío Absalón,
que lo remontan a serranías prehistóricas
pobladas por cazadores nómadas.
Por momentos, la
transformación casi
licantrópica del personaje nos remonta a
otra gran novela regia:
El enrabiado, de Felipe
Montes, a quien Lomelí
hace un pequeño guiño
mientras la pandilla
roba una vivienda en
Más Palomas.
Novela de esencia veraniega, que se lee
en una sola tarde de calor; Indio borrado
marca el cruce de un umbral en la carrera
de Lomelí.
Tras el entorno peninsular de Todos
Santos de California, el juvenil trotamundismo sudaca de Ella, sigue de viaje
y la colombianísima vibra de Cuaderno
de flores, Luis Felipe entrega su historia
más ruda y contundente.
El indio que se borra sufre una metamorfosis, tan cruel y desgarradora como
la metamorfosis de una ciudad y su gente
que nunca volverán a ser las mismas.
[email protected]
Por Eduardo Cruz Vázquez
¿LE GUSTA LEER EN VIVO y en directo los
artículos de una ley?
Dirán que es cosa de abogados y licenciados
afines. Pero no. Al menos para los promotores, gestores y emprendedores culturales es una
obligación. Su papel mediador les impone estar
al día de lo que sucede en el sector cultural y
transmitirlo en sus ámbitos de acción. Es una
noble tarea en virtud de que a muchos músicos, bailarines o videoastas, entre otros traba- Rafael Tovar y de Teresa, titular del Conaculta,
jadores de la cultura, les da pereza la literatura y el presidente Enrique Peña Nieto.
legaloide.
Diré que incluso a no pocos académicos dedi- desarrollo de las existentes”.
¿Atender a los de reconocida trayectoria para
cados al campo de lo cultural no les conmueve
el formato de una ley. Y si se emocionan, queda repartir los fondos públicos? ¿Alguien puede
su sentimiento reducido a los alumnos, es de- decirme cómo entender esto?
cir, no lo comunican más allá del aula. Si tanto
En contraste (es una iniciativa de claroscuros,
le hemos puesto empeño, vayamos a las letras supongo no quedaba de otra...) celebro ¡grito!
de la iniciativa de Ley General para el Acceso, ¡festejo! que nos hayan hecho caso: incluir el esFomento y Disfrute de la Cultura. El añorado tímulo a la economía cultural y a las empresas
documento para reglamentar las reformas de culturales. No digo que sea una victoria, pero
2009 al artículo 4o Constituresulta trascendente que en la
cional. Celebro se concrete a
ley quede lo que son: empresas culturales y no industrias
16 días de la propuesta de
“Escuchar y
reforma cultural enarbolada
creativas o industrias cultupor el GRECU de la UAM atender la opinión rales, como a tantos les gusta
para engalanar su negocio o
Xochimilco.
de artistas,
práctica comercial.
Recordarán que en este
intelectuales y
paredón hemos dado cuenta
Finalmente unos olvidos
del proceso que al fin, este
bastante
graves. Por las priproductores de
miércoles 23 de septiembre,
sas, seguro. En el Artículo
tuvo lugar en el Senado de
19 se lee: “Las dependencias,
arte y cultura
la República. El texto lo
entidades y órganos públicos
de reconocida
pueden consultar en http:
federales con intervención en
//www.senado.gob.mx/
el cumplimiento de la pretrayectoria en
sgsp/gaceta/62/3/2014-09ley son”, y condenso:
la asignación de sente
23-1/assets/documentos/
las secretarías de Educación
gaceta1.pdf
recursos para la Pública, Desarrollo Social,
Viene el la página 111.
Gobernación y Turismo. ¿Y
En esta y posterior entrega creación artística” la de Relaciones Exteriores y
les diré cuáles son los contela de Economía?
nidos que me parecen más
El otro olvido viene enserelevantes, para que con esta orientación, uste- guida, al nombrar al Conaculta, al Fondo de
des lean con mayor amplitud la Ley General.
Cultura Económica, al INAH, el INBAL y el
Arranquemos con el Capítulo I, el de las Dis- IMCINE. El decreto de creación del Conaculta
posiciones Generales. El Artículo 11 expresa establece que es el órgano coordinador de las
que “La política cultural a cargo de las insti- dependencias del subsector de Cultura y Arte
tuciones gubernamentales tiene los siguientes de la SEP. Según el Programa Especial (PECA)
objetivos” y nos remitimos a dos fracciones: incluso son más instituciones bajo su mando.
“V. Escuchar y atender la opinión de artistas, ¿Ley con decreto vigente? ¿Eso es posible?
intelectuales y productores de arte y cultura ¿Problema de redacción? Por cierto, también
de reconocida trayectoria en la asignación de se incluye al Instituto Nacional de Lenguas
recursos para la creación artística”, y la XVIII, Indígenas, sectorizado en la SEP. Seguiremos.
“Promover la creación de nuevas empresas culturales y creativas, y apoyar la permanencia y
[email protected]
Foto: Cortesía
Por Daniel Salinas Basave
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DOMINGO 28 de SEPTIEMBRE de 2014
N I L I B R O , NI ÁRBOL, NI HIJO,
R E C O P I L A CIÓN DE HERANDY ROJAS
Con estos textos de
Herandy el lector puede
reconocer con facilidad
algo que muchas veces el
periodismo no alcanza:
hacer de la escritura un
ejercicio de rigor y
disciplina, que tiene
también rasgos de calidad
indeleble
Por Sergio Gómez Montero*
U
no de los géneros
emergentes dentro de la literatura
es el periodismo, aunque
sus orígenes sean remotos.
La imprenta de Gutenberg es
el germen del género, pues
las gacetas que se comienzan a producir con
ella fueron sustituyendo a los pregoneros que,
en la Edad Media, difundían las noticias que
al poder monárquico le interesaba dar a co-
nocer. Pero no es sino a fines del XIX cuando
el periodismo adquiere un lugar primordial
en el ámbito de la masificación comunicativa
y el lenguaje que surge de él se torna velocidad, perentoriedad y agotamiento, aunque,
también, ello es precisamente lo que le otorga
singularidad. Así, desde entonces, el lenguaje
periodístico adquiere carta de arraigo en las
sociedades contemporáneas.
Paulatinamente ese lenguaje se diversifica en
la medida en que sus funciones se multiplican
y de ser un lenguaje generalizado (un lenguaje informativo) pasa él a ser diverso según el
campo que le toque cubrir: noticias, política,
vida cotidiana, deportes, etcétera. Lo cultural
es uno de los últimos campos en incorporarse al periodismo y él corre
hoy peligro, lamentablemente, de desaparecer.
Pero se mantiene y eso es muy bueno.
Es bueno, como en el caso de este libro
que recoge los textos de la joven sonorense
Herandy Rojas, quien profesionalmente se ha
formado entre nosotros, aquí en Ensenada,
tanto como universitaria como ya excelente
periodista, reconocida no sólo a nivel local,
sino también nacional, y eso quiere decir que
sus textos tienen una calidad sobresaliente.
Pero, ¿cómo es que estos textos han sido escritos? Quienes conocemos personalmente a
esta escritora, reconocemos que la formación
de ella como narradora no parte del periodismo. Que antes de ello, Herandy comenzó
escribiendo otro tipo de textos (poesía, relatos breves) y de allí saltó al periodismo en el
afán de darse a conocer como escritora más
ampliamente. Fue así como, en aumento cada
vez, se comprometió con ello intensa, profundamente, llegando hoy a escribir textos que
rozan indistintamente diferentes campos: la
literatura, la educación, el arte en general,
la filosofía o la psicología, reflejando que
su formación integral se está consolidando
cada vez más, porque ve con mayor rigor
la vida cotidiana. En ella, pues, han venido
madurando de manera paralela el oficio de
escribir, la capacidad de lectura y la visión
del mundo, lo que conduce a provocar
una maduración sólida e integral.
Con estos textos de Herandy
uno, lector, puede reconocer
con facilidad algo que muchas
veces el periodismo no alcanza:
hacer de la escritura un ejercicio de
rigor y disciplina, que tiene también rasgos de calidad indeleble. Pero no sólo eso.
Las notas de este libro invitan de continuo a
la reflexión, mostrándonos que la vida cotidiana no es precisamente fácil, sino que ella,
vista a través de los ojos de Khalo, Rothen-
berg, Jodorowsky o de Henry Miller contiene
la tragedia que Aristóteles decía era la marca de casa de los humanos, aunque también
comentaba que esa vida no carecía de ironía
o de comedia, como en Lilus Kikus nos lo
hace ver Elena Poniatowska y lo aprendemos
también en el texto que Herandy escribe al
respecto. Mas ésa no es la única lección de
este libro. En él uno también aprende, a través
de las reseñas de los libros de otros autores,
que la lectura es una verdadera caja de Pandora de donde surgen, siempre, lecciones de
vida invaluables que nos hacen ver que ella,
la lectura, aunque Peter Sloterdijk se niegue
a reconocerlo, es el ejercicio que mejor contribuye hoy a hacer del ser humano un ser
pensante, reflexivo, cuya capacidad de comunicación es sorprendente. Leer, pues, es vivir
la trascendencia que tanto llegaba a festejar
José Saramago.
Uno puede, en las páginas de este libro,
encontrar muchos párrafos aleccionadores.
Pero no me puedo resistir a transcribir el
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DOMINGO 28 de SEPTIEMBRE de 2014
El ensayo de la autora sobre Hélène Cixous toca fibras de un
feminismo inspirador.
siguiente, que si bien recupera a Juan Rulfo,
recupera también, diversificada, la capacidad “Este libro que recoge los
lectora de Herandy:
«“Lilus sabía poner orden en el mundo con sólo textos de la joven sonorense
quedarse quieta, sentada en la escalera espiral
Herandy Rojas, quien
de su imaginación, donde sucedían las cosas
profesionalmente
se ha
más asombrosas, mientras con los ojos miraba
cómo se formaba el rocío y un gato se mordía la
formado entre nosotros,
cola o crecía la sonrisa de la primavera”, redactó
aquí en Ensenada, tanto
Rulfo. Estas frases me convencen de lo transparentes y espontáneos que son los sentimientos como universitaria como
sinceros».
ya excelente periodista,
Esta y otras sorpresas es fácil encontrar en Ni
reconocida no sólo a
libro, ni árbol, ni hijo. Periodismo, arte y literatura,
el extraordinario libro de Herandy Rojas.
nivel local, sino también
Foto: Herandi Rojas
*Prólogo de Ni libro, ni árbol, ni hijo. Periodismo,
arte y literatura, de Herandy Rojas Gerardo. Ensenada,
B. C., septiembre de 2014. Colección Palabra.
nacional, y eso quiere decir
que sus textos tienen una
calidad sobresaliente”
Fotos: Archivo Palabra
[email protected]
La muerte también es universal a las 10:00 a.m. (Imagen de la autora incluída en la edición).
Entrevistando al escritor Federico Campbell.
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DOMINGO 28 de SEPTIEMBRE de 2014
Presentación editorial
FOTO DE LA SEMANA: DESFILE
Rubén Vizcaíno Valencia:
Los afanes de un universitario
Por Enrique A. Velasco Santana
CARLOS OMAR ROSAS GARCÍA
Lugar: México, Distrito Federal.
Ocupación: Estudiante de Química en alimentos.
La Foto de la Semana es un reconocimiento que se otorga por el mayor número de votos, avalando el
dominio del tema, en el sitio de Facebook Fotografía Diaria.
La Californidad como leitmotiv
En este primer segmento, el dr. Piñera se
ocupa de la Californidad, término acuñado
por Vizcaíno para referirse a las características de las gentes de la entidad. Como
estudiante de Filosofía en la UNAM en los
años cuarenta del siglo pasado, él había sido
amigo de quienes originaron la filosofía de lo
mexicano y, al llegar a estas tierras a inicios
de la década de los cincuenta, se encuentra
con que la concepción social, humana, de la
gente de la frontera estaba muy influida por
la cultura Norteamericana. “¿Desde dónde
–se preguntó– reflexionar sobre la cultura
e identidad de Baja California? Entender
lo bajacaliforniano no sería fácil, por ello
ese empeño intelectual se convierte en su
cruzada personal. Su leitmotiv”, señala el dr.
David Piñeira.
Las múltiples facetas
de un intelectual fronterizo
En el segundo segmento del libro, el intelectual mexicalense Gabriel Trujillo Muñoz afirma: “Don Rubén, aun desaparecido, sigue entablando combate por Baja California. Como
el Cid Campeador, incluso muerto triunfa en
batallas que nuestra entidad necesita ganar:
Foto: Jesús Águila Meza
Foto: Carlos Omar Rosas
E
n el marco de las VI Jornadas Vizcaínas,
se llevó a cabo la presentación del libro
Rubén Vizcaíno Valencia. Los afanes de
un universitario, realizado en coautoría por el
dr. David Piñera Ramírez, historiador y Doctor
Honoris Causa por la UABC, a cuya pluma
se debe una extensa obra sobre el pasado
peninsular y el tema fronterizo; el dr. Gabriel
Trujillo Muñoz, poeta y escritor mexicalense,
y Mélida Ojeda, colaboradora del maestro
Vizcaíno en sus últimos años, quien efectuó
la primera etapa de la organización de su
archivo y biblioteca personales, acervo que,
con el nombre de “Colección Rubén Vizcaíno”, se encuentra en la biblioteca del Instituto
de Investigaciones Históricas de la UABC.
En este evento, que tuvo lugar en las instalaciones del Centro Cultural Tijuana (CECUT),
se expuso lo sustancial de un trabajo en el
que se abordan la personalidad, el ideario
y la obra de Vizcaíno, desde tres perspectivas que se complementan magníficamente,
y conforman un retrato de este hombre al
que no es raro que, quienes lo conocieron,
se refieran, seguramente por su impetuosidad característica y su pasión por dar forma
y fortalecer la identidad local a través del arte
y la cultura, como a un personaje de leyenda,
alguien a la altura del mito.
Lic. Mélida Ojeda López y el dr. David Piñera
Ramírez, en las VI Jornadas Vizcaínas.
las del conocimiento integral de lo humano,
las de la crítica a los mitos del pasado y a los
demonios de la ignorancia, las del arte como
enriquecimiento colectivo”.
Un hombre a la
altura de sus quimeras
Es el tercer segmento de este interesante
trabajo en el que Mélida Ojeda López, a
partir de la tierra de origen del protagonista,
Comala, Colima, a la que éste describía como
“un pueblecito precioso del trópico”, narra su
trayectoria existencial: muy niño va a vivir en
Perote, Veracruz, con sus familiares; de allí
pasarán a Orizaba, para después establecerse en el D.F., donde el futuro promotor
cultural estudiará en la Escuela Nacional Preparatoria, y enseguida en la UNAM, en las
carreras de Derecho y de Filosofía, sin llegar
a concluirlas, pero participando activamente
en los círculos intelectuales que se reunían en
el Café de París, en el do Brasil, etc.
Pero, convertido en agente de una compañía que vendía calendarios por todo el país
y Sudamérica, llega por primera vez a Baja
California. Realiza varios viajes a este recién
conocido destino decidido por el azar, como
le gustaba decir: “A Baja California yo me la
saqué en una rifa”. En efecto, la compañía sorteó varias rutas entre los agentes, tocándole a
él en suerte la que incluía nuestro estado.
Y así comenzó todo. En 1952 decide establecerse en Mexicali, en donde participa en
política y se inicia en el periodismo. A partir
de 1959, se incorpora al recién creado diario
“El Mexicano” en Tijuana, desde donde establece nexos con historiadores, escritores,
poetas, artistas plásticos, dramaturgos, de
los entonces cuatro municipios (Ensenada,
Tijuana, Tecate y Mexicali), en una labor de
impulso y difusión de sus obras que durará hasta el fin de sus días; extenderá su
campo de acción a la cátedra, y gestando
o participando en cuanto proyecto tuviese
qué ver con la definición-expresión del ser
bajacaliforniano.
[email protected]
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DOMINGO 28 de SEPTIEMBRE de 2014
IMAGO
CONVE R S A C I Ó N C O N E LS A C ROSS
AQUÍ VINE A MORIR
DANTE Y VIRGILIO
EN EL INFIERNO*
Por Gabriel Ríos Cortés
otro poema que decía “Aquí vine a morir
entre estos lotos”. Y lo vine a entender cuando en su funeral las personas llevaron a su
sepulcro una gran cantidad de guirnaldas
de lotos en flor.
Realmente el tema del libro, aun con las
imágenes amorosas que es una transposición, porque el fondo y el tema es la relación que hubo entre maestro y discípulo.
La última vez que miré al maestro en vida,
estaba junto a un baniano. Entonces, la escritura del poema es la experiencia de esa
muerte, que puede considerarse la fusión
con el todo.
E
lsa Cross había estado en Grecia
realizando trabajos académicos. A
su regreso me concedió esta entrevista, en la que abordamos parte de su
obra y obtuve reflexiones de la poeta que ha
publicado una veintena de libros, algunos
premiados nacional e internacionalmente.
Gabriel Ríos Cortés:
¿Dice usted que es en el
Oriente donde ha habido
de modo único, la posibilidad de conjuntar la mística
y el erotismo sin conflictos
ni rupturas?
Elsa Cross: Ese comentario surge, después de observar y practicar algunas de las corrientes
tántricas que existen en tradiciones hindúes y budistas
G.R.C.: Usted hace alusión a la cita del
Hevajra Tantra que Octavio Paz utilizó
como epígrafe de su libro Blanco. “Por la
pasión, el mundo queda atado. Por la pasión, también se libera”. ¿Qué nos puede
decir?
E.C.: Puede relacionarse con la cercanía
que he tenido con el pensamiento hindú
que tiende a borrar conflictos, para ver en
el universo el fruto de un principio único.
Visión que permite dejar a un lado dualidades maniqueas con las que a veces se vive
y complican tanto la existencia.
G.R.C.: ¿Le vino a usted de adentro su
interés por la espiritualidad de Oriente?
E.C.: Totalmente. No surgió como resultado de lecturas, sino de experiencias de
meditación, lo que me hizo ir a la India y
lo que me llevó después a conocer algunas
corrientes de la filosofía hindú. Fue de adentro hacia fuera. Es un interés permanente.
Para mi es un estímulo constante y aunque
no sea ya tema de mis poemas está ahí como
una fuerza actuante.
G.R.C.: En el poemario Canto malabar se
dice al final del texto: “Mi ser se pierde en
ti/ y en la raíz de tu nombre se libera”. ¿La
mujer salva a su amado de la muerte en
ese sueño que significa una odisea?
«Una vez le pregunté
a Octavio Paz si en el
momento que había
estado en la India
había hecho contacto
con alguna escuela de
meditación o disciplina,
y él me contestó: “Mi
única disciplina es la
poesía”» Elsa Coss.
E.C.: Este libro lo escribí hace muchos
años, precisamente un 2 de octubre, en la
India, a partir de la muerte de mi maestro
de meditación. Es una fecha conmemorativa para mí. Yo estaba en la India cuando
ocurrió el deceso. Fue una experiencia muy
poderosa, porque se trataba de un ser iluminado, con un gran poder espiritual.
Ocurrió en una época en la que pasé dos
años en la India y desde que llegué, cinco
meses antes de su muerte, todo lo que escribía tenía que ver curiosamente con la
muerte y no sabía porqué. Había escrito
unos versos que quedaron finalmente en
G.R.C.: Escribe usted que una parte de
la obra poética y en algunos ensayos de
Octavio Paz, hay referencias directas e indirectas al tantra hindú y budista, y también al taoísmo y al zen. Menciona usted
que el tantra es un modo de ver el mundo
y de vivirlo.
E.C.: Una vez le pregunté a Octavio Paz si
en el momento que había estado en la India
había hecho contacto con alguna escuela de
meditación o disciplina, y él me contestó:
“Mi única disciplina es la poesía”.
G.R.C.: En su libro El vino de las cosas.
Ditirambos, persiste un paisaje interno más
que externo, como una metáfora del reino
imaginario en el que moran los arquetipos
en forma de dioses. A Baco no lo vemos,
pero lo sentimos. En ese sentido, Grecia
nos brinda la oportunidad de corregir
nuestras almas por medio de lugares y
personas más que por el tiempo.
E.C.: El libro tiene un epígrafe de Tales de
Mileto que dice. “Todo está lleno de dioses”,
y es un poco lo que traté de rescatar. Esa posibilidad de ver los divino en las cosas o de
las cosas como divinas, sagradas. Cambia
mucho esa perspectiva y es la que tenían las
sociedades primitivas, de ver la naturaleza,
sobre todo como algo sagrado y de pedir
permiso y perdón a un árbol o a una flor
antes de cortarlos. Es decir, que había una
conciencia ecológica que derivaba de esa
visión de la naturaleza como algo sagrado.
Es sentirse integrado al mundo natural,
ser parte de él, tomar lo que necesito, no
explotarlo ni destruirlo.
[email protected]
EN LO MÁS NEGRO de la tenebra
eres postrera agonía
incisivo que en mi tibia yugular se hunde
infecta saliva que mi blandengue humanidad
corroe
cáustico brebaje de los abismos
fuego que me circunda como inextinguible
tea.
Mi marchito corazón latiendo
anuncia la lucha cual tambor batiente
final confrontación de nuestras pieles herejes.
Virgilio y Dante azorados observan
se compadecen y asquean al mismo tiempo
de nuestros constreñidos cuerpos
que se torturan mutuamente hasta el marasmo.
Llameantes fuegos fatuos
cadáveres reanimados en tribulación eterna
blanqueados sepulcros
efigies relucientes que ocultan putrefacción y
pestilencia
agusanadas viandas
frugal convite en el festín de la muerte.
*Dante y Virgilio en el Infierno es un cuadro del pintor
William-Adolphe Bouguereau. El pintor usa un episodio de la
Divina comedia de Dante Alighieri, que describe la entrada
de Virgilio y el propio poeta en el Octavo círculo del Infierno,
donde se encuentran los falsificadores.
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Pintura: William-Adolphe Bouguereau
ENTRE ESTOS LOTOS
Por Alex Ruiz Espinosa
8
DOMINGO 28 de SEPTIEMBRE de 2014
A P R O PÓSITO DE NI LIBRO, NI ÁRBOL, NI HIJO
EL LADO ESCRITO
DE LA LECTURA
Artículos que la autora nos regala para aligerar la carga de su riqueza
“Sólo quien
atraviesa el espejo
de la lectura sabe
que la poesía
engendra sueños
que la razón
entiende”
Por Rael Salvador
“En la vida no hay clases para
principiantes: enseguida exigen
de uno lo más difícil”. Rainer
Maria Rilke.
D
ado que los libros son
costosos, éstos deben
ser rentables.
Ante tal reclamo, lo que
debemos exigir del ritual
literario es la alianza con la
imaginación y, a través del
intelecto, escribir como lo
hace esta joven periodista:
con elegancia suprema y
una loable impresión de
lucidez.
Herandy Rojas Gerardo (Los Mochis, Sinaloa,
1989), escritora en activo
del suplemento cultural
Palabra (del diario El Vigía) y otros medios de Baja
California y Sonora, compiló parte de sus reseñas y
críticas sobre periodismo,
arte y literatura, publicadas
en los 2 últimos años en su
columna semanal Ni libro,
ni árbol ni hijo y las ofrece,
para nuestra conformidad
y comodidad, en formato
de libro.
En el hoja por hoja, paso y
repaso columnas leídas con
delicada lógica en la sala de
redacción –como su editor–
y ante la relectura nutricional, igual que ayer, surge
una obsequiosidad extra,
figurante, complementaria:
la palabra, en su distensión
iniciática, como puerta
abierta a la comprensión
de una belleza nueva.
Se apuesta por el juicio y
el gusto, y le doy la razón
a la autora de Ni libro, ni
árbol ni hijo. Periodismo,
arte y literatura (Colección
Palabra, 2014), porque la
belleza nace, sobre todo y
en contra de cualquiera, en
el espacio de la disciplina y
de la ética.
Hora precisa, donde Arthur Rimbaud suelta y nosotros tomamos; donde el
poeta queda y la poesía nos
acompaña; donde las opiniones no sólo son reacciones,
sino florecimientos de imaginación que surgen de un
discernimiento estudiado,
cuando el estudio es pasión
en su atrevida naturalidad.
Sólo quien atraviesa el espejo de la lectura sabe que
la poesía engendra sueños
que la razón entiende.
Cada uno de los escritos de
Herandy Rojas –La muerte
también es universal a las
10:00 a.m., Didáctica de la
virtud rebelde o La ética de
Hélène en la Cixous feminista, etc.– guarda aquello
que René Descartes atinaba
a vociferar en su juventud
primera: “¡Hay en nosotros
semillas de verdad, los filósofos las sacan por la razón,
los poetas las arrancan por
la imaginación, y entonces
lucen con una luminosidad
más fuerte aún!”
El lado escrito de la lectura: Artículos (42 de ellos)
que Herandy nos regala
para aligerar la carga de su
brillantez y riqueza.
Ya lo declaraba fervientemente Hermann Hesse:
“Quien carece de sensibilidad para el verso (la poesía)
es seguro que, a la hora de
leer buena prosa, también
pasarán por alto los valores
y encantos más delicados de
la belleza lingüística”.
El libro que nos ofrece Herandy, tan vivo como otros
animales en vías de extinción, nos dice que lo bello
de los escritores salvajes aún
está lejos de terminar.
Lejos, en la pelea, pero
vulnerable. Sí, ante el parque temático de la “literatura”, entendida ésta como
entretenimiento venial y
caudillismo presupuestal
(escritores que no han
demostrado que escriben,
ante una sociedad de lectores que no han demostrado
que leen), sumada a la minusvalía del analfabetismo
funcional y otras miopías
que la avaricia insensible
antepone al intelecto y sus
maravillas.
(El intelecto cultivado
por la literatura universal
es el lenguaje que va más
allá que todas las palabras, pero que necesita de
éstas para comunicar sus
hallazgos: ahí la necesidad
del libro como apoyo para
mover el mundo.)
Mas… ¿cómo ofrecerle
existencia social a una co-
lumna de opinión?
La respuesta está en la tinta, publicada con entrega y
ferviente rigor, que ahora
habría que preguntarse:
¿Cómo ofrecerle existencia
social a un libro?
En su amplia extensión
de enemistad declarada, el
lugar común queda fuera:
Nietzsche, Chillida, Luis
Buñuel, Henry Miller,
Eduardo Galeano, Carlos
Fuentes, Hélène Cixous,
Teixeiro, Roberto Bolaño,
Caparrós y muchos de los
autores y protagonistas revisitados –cineastas, escritores, poetas, educadores,
periodistas, músicos, etc.–
dejan la tierra media de lo
ya dicho y reencaminan su
discurso bajo la protección
de una renovada personalidad que los describe al amparo de la lealtad, el ideal y
la dignidad literaria.
Se respira frescura, gráficos en la brisa; se exhala un
singular placer de páginas y
memoria.
La reseña se vivifica en ensayo, deja de ser una asignatura colegial y se convierte
en utilidad insobornable
ante el sobrio pesimismo
literario de la época.
Decía Octavio Paz que
“las revistas culturales son
un espejo de la vida literaria”, advirtiendo que son
también la literatura misma. Y, delectación irremediable, por placer y no por
deber, este libro resulta hijo
del árbol de la palabra: elaborado con el hilo conductor de una columna semanal, una máquina de coser
y un paraguas en una mesa
de disección.
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NUMERALIA
10 libros de
periodismo activo:
1. Los cínicos no sirven
para este oficio,
de Ryszard Kapuscinski.
2. Nosotros decimos no,
de Eduardo Galeano.
3. Periodismo 2.0,
de Mark Briggs.
4. El estilo del periodista,
de Alex Grijelmo.
5. La prensa sin
Gutenberg, de Jean-François
Fogel y Bruno Patiño.
6. Blanco Móvil,
de Miguel Ángel Bastenier.
7. Los elementos del
periodismo, de Bill Kovach
y Tom Rosenstiel.
8. Entrevista con la
historia, de Oriana Fallaci.
9. Ejercicio periodístico,
de Manuel Buendía.
10. Noticia de un
secuestro,
de Gabriel García Márquez.

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