CAMPUS : Página 8-9 Segurola
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Publicación: CAM02FEB Sección: CAMPUS Página: Página 8-9 Segurola/Tacones/3C Edición: PRIMERA 02/02/2011 12:08h Usuario: sara polo EL MUNDO / 2 / FEBRERO / 2011 G / U / CAMPUS 8 ( G / U / CA TENDENCIA S VICIOS CONFESABLES ( Libros MEDIO. Para el día a día, mejor los tacones de seis centímetros. DE MARCA. Los tacones de Prada miden más de 15 centímetros. ‘Fiesta bajo las bombas’. Elías Canetti/ Editorial: Galaxia Gutenberg/ Barcelona, 2005/ 270 páginas/ 16 euros/ Traducción de G. Dieterich. El miserable último aliento de Elías Canetti Por SANTIAGO SEGUROLA Lo primero, y casi lo último, que leí de Elías Canetti fue una frase que figuraba a modo de preámbulo en El juego de los caballos, el delicioso libro de Fernando Savater que publicó la editorial Siruela a mediados en los años 80. Las palabras de Canetti estaban a la altura de las antológicas crónicas de Savater, imprescindible manual del periodismo deportivo por la apasionada, elegante y divertida aproximación de su autor al turf y sus héroes. Pero ésa es una historia para otro momento. A modo de presentación, Savater recogía las bellísimas palabras de Canetti: «Caballos que no conocen el pienso, se alimentan del ruido de su galope». Canetti, judío sefardí, nacido en una multiétnica ciudad búlgara, en las orillas del Danubio, el espinazo que recorre Europa, fue una de las figuras más acreditadas de la escuela de Viena, donde vivió entre 1929 y 1939, antes de trasladarse a Londres, refugio de buena parte de la colonia judía de intelectuales durante la II Guerra Mundial. Su obra mereció el premio Nobel en 1981. Murió 13 años después, en medio de la popularidad que no había disfrutado en los años de su madurez. Casi al final de su vida, escribió el cuarto y último capítulo de sus memorias, publicado en España en 2005 con el título Fiesta bajo las bombas. El libro es fascinante y detestable a la vez, el ajuste de cuentas de un viejo moribundo con un tiempo, un país y algunas de las personas más cercanas a él durante los días de la Inglaterra asediada por la Alemania nazi. Su rencor nutre un cotilleo que sorprende por su crudeza y por la ausencia de generosidad. La trituradora de Canetti se ceba especialmente con dos glorias de las letras británicas: el poeta T. S. Eliot y la novelista Iris Murdoch, con la que mantuvo una larga, secreta y miserable relación, a juzgar por sus palabras. Por encima del morboso interés que pueda producir los crueles ataques de Canetti a muchos de sus amigos y compañeros, predomina la idea de la infinita distancia que tantas veces separa al intelectual de prestigio del innoble que lleva dentro. Es casi la principal razón para leer Fiesta bajo las bombas y aprender de las miserias humanas. PRIMERA COMBINADO Los zapatos de tacón alto quedan ideales con minifalda. TACONES Armas de seducción masiva a tan solo un palmo del suelo PILAR CÁMARA «No hay lugar como el hogar», decía Dorothy mientras movía –chas, chas– sus chapines colorados en un mundo de baldosas amarillas, enanos bailarines, espantapájaros sin cerebro, hombres de hojalata sin corazón y leones cobardes. Pura magia, que empieza por unos zapatos de lentejuelas rojas. Quizá por eso, el gurú de la prenda en cuestión, el famosísimo –Sexo en Nueva York y Sarah Jessica Parker mediante– diseñador Manolo Blahnik di- Cenicienta calzó, gracias a su hada madrina –Bibidi Babidi Bu– durante la noche más importante de su vida, la que modificaría su destino para siempre. Gracias a ellos, consiguió cambiar las calabazas por carrozas de plata y el estropajo por pañuelo de seda fina. Y es que los zapatos de tacón han sido, desde tiempos inmemoriables, un arma de seducción masiva. En el siglo XVIII, la más famosa cortesana, amante de Luis XV, Madame de Pompadour, defendía a los enciclope- siglos antes de este bautizo, los zapatos de tacón aparecieron como suelen surgir estas cosas, por necesidad: para cabalgar hacía falta que el pie encajara en los estribos. Hubo que esperar un siglo más, concretamente hasta el año 1533, para que su uso se popularizase como adorno. En la ceremonia de boda de Enrique II de Francia y Catalina de Médici, ésta lució zapatos de tacón alto. Desde entonces, es una de las señas de identidad de la moda femenina. «Los zapatos, como las mujeres, deberían ser sexys, livianos, femeninos. Siempre lo he creído así», asegura Beverly Feldman, una diseñadora loca por el ‘vintage’ ce: «Cuando una mujer me pregunta qué pienso de los tacones altos, le digo que pruebe un par. Si no ve la magia, entonces debe pegarse a las zapatillas». Mágicos eran también los zapatos con tacón de cristal que distas, organizaba espectáculos, protegía a los escritores, bailaba y tocaba la guitarra sobre sus tacones pompadour, una variante de este accesorio que, por primera vez en la Historia, tuvo nombre propio. Tres Buena cuenta de ello ha dado el cine. Decía el genial Alfred Hitchcock, fetichista confeso, que una escena crucial solía ir precedida de un primer plano de un par de zapatos. Los tacones, sin embargo, se han utili- zado más para alimentar el morbo y las fantasías de los que llenan el patio de butacas. A excepción, claro está, de Bowfinger: El pícaro. Porque no es lo mismo un perro entaconado que una gata negra con tacones de vértigo y la cara de Halle Berry en Catwoman. En El premio, de Mark Robson, la carga erótica entre Elke Sommer y Paul Newman sólo se insinuaba en la pantalla a través de los primeros planos de los zapatos que calzaba la actriz. Elisha Curhbert, en Captivity, y Rachel McAdams, en Vuelo nocturno, son otras de las actrices que han hecho soñar a los espectadores con sus pies cubiertos por el accesorio femenino por excelencia. Definitivamente, el cine y el tacón hacen buena pareja, ¿o acaso alguien se imagina a Gilda haciendo su sensual baile del guante calzando unas deportivas? Incluso Madonna,para su Time goes by so slowly, decidió combinar un taconazo con unos calentadores ochenteros y dejar colgadas las bailarinas en el ropero. Y es que la moda va y viene, pero el tacón permanece. Más de 20 años separan el estreno de dos series con la mujer como protagonista. En 1976 llegó a la pequeña pantalla Los ángeles de Charlie, en la que tres mujeres impresionantes demostraron que además de caminar, y lucirse, claro, so- bre boni ces de res misiones Bradsho ron las pi los delin que qued sus carís Desde e medio mu near por mopolitan cupcake e caramada Pero no España p chos hom do en alz nario. Po Alaska, re cantante Mario Va ahora soñ ciera aqu now–, Ped Quién s piró, de a cribir esa do de las un piso b de Madr vían dos madre e risa Par Victoria Los tacon janos, sim zaban, vez, los tintos primitivo Preci mente, in rada en nes de cin tá la expo que pod tarse desd na en la A de Cine Zapatero celebran de los pr muestra, con mod Botines mar aden La dise presenta para hom borde de Almodov Publicación: CAM02FEB Sección: CAMPUS Página: Página 8-9 Segurola/Tacones/3C Edición: PRIMERA 02/02/2011 12:08h Usuario: sara polo G / U / CAMPUS EL MUNDO / 2 / FEBRERO / 2011 TENDENCIA S L AS TRES “C ” 9 C ASA UNIVERSIDAD DE ALICANTE Solidaridad por alojamiento. Los jóvenes COMODIDAD. Los tacones anchos se imponen esta temporada. PLATAFORMA Ayuda a soportar el tacón, ya que evita el dolor. con edades comprendida entre los 18 y los 35 años que estén dispuestos a dedicar cuatro horas semanales a programas que contribuyan al desarrollo comunitario del barrio de Juan XXIII, en Alicante, pueden acceder a viviendas en régimen de alquiler por debajo del precio del mercado libre. www.ua.es COLOR. Hay vida más allá del negro y el gris durante el invierno. UNIVERSIDAD DE MURCIA Programa ‘Viviendas compartidas’. La Fundación Síndrome de Down de la Región de Murcia impulsa la convivencia entre personas con discapacidad intelectual y estudiantes sin discapacidad para favorecer la vida independiente y autónoma de los primeros. www.um.es UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA ‘Vive y convive’. Esta iniciativa se orienta a personas REPORTAJE GRÁFICO: GONZALO ARROYO. bre bonitos zapatos eran capaces de resolver las más avezadas misiones. Y en 1998, Carrie Bradshow y compañía cambiaron las pistolas por los móviles y los delincuentes por amantes, que quedaban enganchados a sus carísimos Manolos. Desde entonces, las mujeres de medio mundo suspiran por taconear por la Quinta Avenida, Cosmopolitan en mano, o tomarse un cupcake en Magnolia Bakery encaramadas a un par. Pero no sólo ellas. Sin salir de España podemos encontrar a muchos hombres que se han montado en alzas para subir a un escenario. Por ejemplo, el marido de Alaska, representante de moda y cantante de Las nancys rubias, Mario Vaquerizo, o el que quizás ahora soñaría con que desapareciera aquel video –Suck it to me now–, Pedro Almodóvar. Quién sabe si aquello no le inspiró, de alguna manera, para escribir esa historia en la que el ruido de las agujas resonaba en un piso bajo de una calle de Madrid, donde vivían dos neuróticas, madre e hija, Marisa Paredes y Victoria Abril. Los tacones, lejanos, simbolizaban, esta vez, los instintos más primitivos. Precisamente, inspirada en tacones de cine está la exposición que podrá visitarse desde mañana en la Academia de Cine de Madrid. Zapateros españoles celebran el 25 aniversario de los premios Goya en esta muestra, abierta hasta el día 11, con modelos como Taconazos, Botines amantes o Ballerinas mar adentro. La diseñadora Rebeca Sanver presenta un calzado sofisticado para homenajear a Mujeres al borde de un ataque de nervios. Almodovorianos, como no po- El fetiche de Luis García Berlanga Contaba que la culpa de sus perversiones la tenía su madre por reunir a sus amigas en torno a una mesa camilla. Era un niño y, como tal, se escondía debajo para contemplar esa parte de la mujer que empieza en la cintura y termina en los pies. No es un recuerdo de infancia sin más; forma parte de su universo cinematográfico. Las películas de Berlanga no sólo estaban protagonizadas por actores, sino también por ligueros, medias y braguitas. La estrella, el tacón de aguja. Su fetichismo traspasó la gran pantalla con la puesta en marcha del premio Berlanga a la mujer mejor calzada de España y con la creación de la Academia del Tacón de Aguja, de la que fue presidente. día ser de otra manera, sus zapatos de tacón de aguja llevan incorporados un teléfono. Puro histerismo. Fieltro fucsia y visón comparten espacio en las botas con taconazo que Magrit ha creado para Todo sobre mi madre. Si By Sinela también ha escogido el tacón alto, y fino, para describir La vida secreta de las palabras, así como Úrsula Mascaró para ¡Ay, Carmela!. Sin duda, una colección no apta para las urbanitas más atareadas, quienes, quizá, prefieran la sencillez de Neosens. «Nos basamos en nuestro eslogan de marca: Original shoes from La Rioja. Esto es, transportar la esencia de nuestra tierra a nuestros zapatos. Tomamos elementos de épocas pasadas, adaptados a los estilos de un futuro en constante evolución, aportando naturalidad, comodidad y diseño», dicen. No en vano, tal y como asegura Antonio Porta, director de producto de Unisa, sus diseños están inspirados en «la mujer actual, trabajadora, dinámica, romántica, cosmopolita, que quiere sentirse bella y cómoda durante todo el día». Comodidad que no ha de ir reñida con sensualidad, según Beverly Feldman. «Los zapatos, como las mujeres, deberían ser sexis, livianos, femeninos. Siempre lo he creído así», asegura esta diseñadora loca por el vintage. Parece que los tacones son sexis, sí, el complemento más femenino de todos. Sin embargo, el diseñador Paco Gil es de los que cree que, en ciertos momentos, es mejor no ponérselos. «No hay que llevar nunca, ni esta temporada ni ninguna, nada con lo que no te sientas cómoda, ya que transmites inseguridad», dice. Muy segura iba Dorothy, con su Totó en los brazos, por el camino de baldosas amarillas que la devolvería a Kansas. No hay lugar como el hogar, ni complemento como el tacón. Chas, chas. mayores de 65 años que viven solas y que puedan valerse por sí mismas y a jóvenes estudiantes universitarios, menores de 30 años –o 35 en estudios de posgrado, máster o doctorado–, que no sean residentes en Zaragoza y que no perciban ingresos por trabajo u otra beca suficiente. Los jóvenes tendrán alojamiento a cambio de compañía y seguridad para los ancianos. www.unizar.es C OMIDA GIJÓN Tierra Astur Poniente. Es apto sólo para los muy hambrientos. ¿Lo mejor? Las tablas de quesos y embutidos asturianos de tamañop descomunal. > C. Mariano Pola, 10 / 985327448 / Casa Pedro. Presume de servir el mejor cachopo de la ciudad. Y a muy buen precio. > C. de Asturias, 39 / 985243959 / TOLEDO Cervecería Trébol. Un clásico del tapeo en la ciudad de las tres culturas. Imprescindible probar la pulga Trébol. > C. de Santa Fe, 10 / 925213702 / Bar Enebro. «No bebas si no comes» es su lema. Por eso, invitan a los clientes a tapas abundantes. > Plaza de Santiago de Caballeros 1 ZAMORA Los caprichos de Meneses. Tapas creativas y una bodega selecta para los paladares más exigentes. > Plazuela de San Miguel, 3 / 980530143 / Las Espadañas. Exquisito chuletón recién salido de la parrilla. > C. Mediodía, 24 / 980536386 / C OPAS BURGOS Habitación sonora. Ambiente retro, juvenil y cosmopolita en este local ‘poppie’ donde se pueden escuchar las mejores sesiones ‘indies’ de la ciudad. > C. Barrio Gimeno, 26 / 947251018 La buena vida. Buenas copas y buen ambiente al ritmo que marcan las últimas tendencias musicales. > C. de San Juan, 39 CÁDIZ Cambalache jazz bar. Más de 10 años consagrado al jazz lo avalan. Estudiantes y, sobre todo, Erasmus llenan su barra los fines de semana. > C. de José del Toro, 20 Woodstock bar. No podía ser de otro modo con ese nombre: Música –en vivo–, paz y cerveza es su emblema. > Paseo Marítimo, 11 ZARAGOZA La lata de bombillas. 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