hoja hora sana 2016
Transcripción
hoja hora sana 2016
Nº 1 -Junto a Ti, al caer de la tarde, y cansados de nuestra labor, te ofrecemos con todos los hombres el trabajo, el descanso el amor. -Con la noche las sombras nos cercan, y regresa la alondra a su hogar; nuestro hogar son tus manos, Oh Padre, y tu amor nuestro nido será. Nº 4 EL PADRE NUESTRO DEL SILENCIO Nº 3 ZAMBA DEL PERDÓN Perdón por aquel mendigo, por aquella lágrima que hice brillar. Perdón por aquellos ojos que al buscar los míos no quise mirar. (2) Señor: no le di la mano, se encontraba solo y lo dejé partir. Perdón por no dar cariño, por sólo buscarlo y tan lejos de ti. (2) Señor, ¿por qué soy así? Estoy como ciego no sé comprender. Señor, tú eres mi esperanza: dame tu mirada, que te sepa ver. (2) Señor: no soy siempre alegre, no doy la luz a otros que están junto a mí. Perdón por esta tristeza, por sentirme solo cuando estás ahí. (2) Perdón, por otros hermanos, a quienes no importa de tu padecer. Están cerca del que sufre, pasan a tu lado, pero no te ven. (2) Padre nuestro tu que estás en los que aman la verdad, has que el reino que por Ti se dio llegue pronto a nuestro corazón, que el amor, que tu hijo, nos dejó, ese amor... habite en nosotros. (Se reza la oración tradicional del Padre Nuestro AGARRADOS DE LA MANO) Y en el pan de la unidad, Cristo danos Tu la paz y olvídate de nuestro mal, si olvidamos el de los demás, no permitas, que caigamos en tentación... oh señor... y ten piedad... DORMIMOS... Cuando no escuchamos la Palabra de Dios o el grito del hermano. Cuando nos resbala el problema del otro. Cuando ignoramos el sufrimiento del mundo y nos encerramos en el nuestro. Cuando no hacemos frente a nuestras responsabilidades. Cuando no somos conscientes del momento que vivimos. Cuando no nos abrimos a Dios ni lo buscamos. Cuando vivimos alienados con nuestras ocupaciones y diversiones Cuando…. Danos entrañas de misericordia frente a toda miseria humana. Inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado. Ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido. Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella, un motivo para seguir esperando. Que quienes te buscamos, sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en fidelidad al Evangelio; que nos preocupemos de compartir en el amor las angustias y tristezas, las alegrías y esperanzas de todos los seres humanos, y así les mostremos tu camino de reconciliación, de perdón, de paz... DEJA TU HUELLA — ARRASTOA UTZI Nº2 - Libertador de Nazaret, ven junto a mí, ven junto a mí; Libertador de Nazaret ¿qué puedo hacer sin Ti? -Yo sé que eres camino, que eres la vida y la verdad; yo sé que el que te sigue sabe a dónde va; quiero vivir tu vida, seguir tus huellas, tener tu luz; quiero beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz. Hora Santa 24/03/2016 “Nº5 - Tú me dijiste, Señor, que en mi camino, iré encontrando hambrientos de mi pan que habrá sedientos que vengan a mi fuente enfermos tristes de frío y soledad. -Tú me dijiste que sufres en el pobre, que estás desnudo o no tienes libertad, que en el anciano que espera tú me esperas y en ese niño, de hambre morirás. AQUÍ ME TIENES, SEÑOR, YO QUIERO AMARTE, AMANDO AL POBRE Y AQUEL QUE SUFRE MÁS. TUYO ES MI PAN Y EL AGUA DE MI FUENTE, VEN A MI CASA Y AMOR ENCONTRARÁS. (2) -En el camino hay siempre un hombre herido, que necesita mi ayuda y mi amistad. No mil discursos que hablan de justicia, no mil palabras que el viento llevará. -En el camino, Jesús, me estás mirando y en tu mirada hay pena y soledad. Quiero entregarte mi alma y mi alegría, toda mi vida en ofrenda de hermandad. ¿CÓMO ME PIDES TANTO, SEÑOR? ¿Sonreír al que me estropea la vida, perdonar a quien me afrenta ayudar a quien me arruina y asistir a quien me olvidó un buen día? ¿CÓMO ME PIDES TANTO, SEÑOR? ¿Amar al que tal vez nunca me amó, abrazar al que, ayer, me rechazó, llorar con el que, tal vez, nunca yo encontré consuelo en la aflicción? ¡Cómo, Señor! ¡Dime cómo! Cuando ya es difícil amar al que nos ama Caminar con el que queremos Dar al que conocemos o alegrarnos con el que nos aplaude ¡Cómo, Señor! ¡Dinos cómo hacerlo! Cuando nos cuesta rezar por los nuestros o prestar nuestra mejilla a quien ya nos da un beso Cuanto nos cuesta ser felices con aquellos que con nosotros conviven ¿CÓMO ME PIDES TANTO, SEÑOR? Ayúdame a estar en comunión permanente contigo y entonces, Señor, tal vez ni nos parezca tanto, ni un imposible ser cómo Tú eres y llevar a cabo lo que Tú quieres: AMOR SIN CONDICIONES.