ORATORIA Y ELABORACIÓN DE ARTÍCULOS
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ORATORIA Y ELABORACIÓN DE ARTÍCULOS
UNIVERSIDAD NACIONAL DE PILAR FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES Tacuary c/ Palma – Pilar – Paraguay derecho_ pilar@ hormail.com Telefax: 0786 230051 – 0786 230098 MODULO III ORATORIA Y ELABORACIÓN DE ARTÍCULOS “La Facultad de Derecho, Ciencias Políticas Y Sociales pretende dinamizar la educación superior a través de la educación a distancia, formando profesionales con autonomía de aprendizaje, enfrentando el desafío de una educación continua y permanente”. Decano Prof. Doctor Víctor H. Encina Silva Vice Decano Prof. Abogado José de Jesús Insfrán Russo COMPILACIÓN /ELABORACIÓN: MSc. Lic. Silvia Graupera. Correo: [email protected] Profesora : MSc. Lic. Silvia Graupera. Ing. Agr. José Carlos Galeano Almirón CPDP Correo: [email protected] Correo: eadderecho [email protected] UNIDAD I INTRODUCCIÓN Mediante una breve reseña histórica comprenderemos qué es la oratoria y cuál fue su evolución a través de los siglos, hasta llegar a nuestros días. Además en esta unidad estudiaremos a la oratoria como ciencia y aprenderemos los principales requisitos para llegar a ser un buen orador. ESQUEMA DE CONTENIDOS 1. La Oratoria como ciencia. 2. Qué se entiende por oratoria. 3. Reseña Histórica. 4. Características de la oratoria. 5. Los fines de la oratoria. 6. Clasificación de la oratoria. OBJETIVOS 1. Reconocer los fines de la oratoria. 2. Establecer la clasificación de la oratoria según el tema y ámbito profesional. 3. Identificar las formas de clasificación individual o deliberativa de la oratoria. 4. Reconocer a los máximos exponentes de la oratoria. 1. La Oratoria como ciencia. La oratoria es el arte de persuadir por medio de la palabra. A través de los distintos tipos de discurso, la oratoria pretende convencer de unas ideas y unas actitudes al auditorio para influir en sus actitudes. J. L. Fuentes advierte en Comunicación: “Además de poder influir en las decisiones del auditorio, el discurso tiene una gran importancia por su calidad científica y artística, por su cuidado lenguaje, por la solemnidad de las ocasiones en que se pronuncia y por las temáticas de que trata”. 1. Es una ciencia De observación, en cuanto tiene como principio sistematizado: conocer. 2. Es un arte Por la aplicación de principios con el propósito de: hacer. Posee un conjunto de principios para hacer bien una cosa: hablar con persuasión 3. Es una técnica Pues posee un conjunto de procedimientos de un arte o ciencia; y además porque, con habilidad procura el uso de esos procedimientos. 4. Es un instrumento Como herramienta es útil para realizar algo: convencer y persuadir. Qué se entiende por oratoria. Se entiende por oratoria a la técnica y el arte de hablar con elocuencia. Así también la oratoria es un género literario que se concreta en distintas formas de expresar y trasmitir mensajes, entre las cuales encontramos las siguientes: a. El discurso: que es la facultad relacional en la que relacionamos palabras y frases para manifestar lo que se piensa o siente. Se puede decir que el discurso es un razonamiento y la oratoria es el arte de hablar. Por consiguiente se puede decir, el discurso es aquello que razonas en tu mente y compartes con otras personas, y la oratoria es el arte de transmitir ese pensamiento. b. La disertación: significa razonar, discurrir detenida y metódicamente sobre alguna materia, bien para exponerla, bien para refutar opiniones ajenas. c. La conferencia: Es la plática entre dos o más personas para tratar de algún punto o negocio. Disertación en público sobre algún punto doctrinal. d. El sermón: Amonestación o represión insistente y larga. Discurso o conversación. e. La arenga: género de la oratoria que consiste en dirigir un discurso intencionado, normalmente en tono elevado para enardecer los ánimos. Específicamente el discurso militar, político o religioso, que se pronuncia con la finalidad de enardecer a los oyentes; es el empleo de un determinado tipo de discurso militar como complemento de la narración de hechos. La arenga es el discurso más característico de la historiografía. Reseña Histórica. Las sociedades antiguas que favorecieron el mayor despliegue del arte de hablar en público y de su sistematización retorica fueron precisamente las que concedían a la persuasión un gran protagonismo en la vida pública. Y éstas son, en efecto, las sociedades democráticas, aun contando con las innegables diferencias entre tales democracias y las actuales de nuestro mundo occidental. En un país democrático comunicar es poder y capacidad de liderazgo. Así ocurría en la Grecia del siglo v a.C, con el discurso acusadamente polémico de Tucídides y más tarde con la práctica verbal e intelectual de Pericles. El propio Platón dedica sus diálogos una atención muy clarividente y sensata al valor y a los métodos de la oratoria, especialmente en el Gorgias y en el Fredo. Pero el primer tratadista del arte de hablar en público en sentido estricto, es decir, el primer autor de una retórica sistemática y exhaustiva, llegará en pleno siglo IV con Aristóteles. Con sus lógicas limitaciones, Aristóteles es el primer retorico y el que dará lugar al desarrollo rápido y esplendoroso de esta ciencia en el mundo antiguo. En el ámbito griego también destacan otras figuras que, como Tucídides y Pericles, se caracterizaron por la brillante práctica de la oratoria. Tal es el caso de Demóstenes, autor de las Filípicas, el orador por antonomasia; y orador no tanto por sus aptitudes innatas para esta actividad, al parecer escasas, como por su esmerado aprendizaje del arte o técnica de hablar en público persuasivamente. El trasplante al mundo romano de esta actividad y de su ciencia correspondiente supuso para el arte de hablar en público una extensión enorme en su práctica y en su investigación teórica, gracias a figuras tan notables como Cicerón, autor de tres tratados fundamentales (el de Oratore, el Brutus y el orador) y extraordinario orador en las más variadas y complejas cuestiones. Asimismo, se hace inevitable mencionar la figura de Marco Fabio Quintiliano, que a finales del siglo Id.C. termina los doce libros de su Institutio Oratoria, donde desarrolla las ideas de los tratadistas anteriores y aporta gran parte de su experiencia en el arte de hablar en público. Por el frecuente uso que hacían los oradores de los tratados retóricos, unos con gran creatividad y acierto y otros de un modo servil y monótono, ya en la Antigüedad los conceptos de Oratoria y Retórica eran equivalentes en la práctica. Aunque aquella era la actividad que se ejercía y ésta la ciencia que la regulaba, la dependencia de ambas disciplinas las llegó a confundir verdaderamente. Y hasta el siglo XIX no llega a tomar consistencia la idea de que la Oratoria puede funcionar con cierta independencia de la minuciosa normativa retórica. En la Antigüedad el arte de hablar en público se ejercita fundamentalmente en discursos políticos y judiciales, ya que eran los ámbitos de la vida pública más susceptibles de la actividad persuasiva. En las sociedades no democráticas, por lo ya apuntado, la oratoria no encontrará, en principio, grandes posibilidades de desarrollo. No obstante, la herencia clásica perdura en la larga Edad Media, que conferirá a la enseñanza de esta disciplina, es decir, a la Retórica, un valor primordial en el programa educativo. Pero hay en la Edad Media un motivo fundamental para la pervivencia de esta actividad, que seguirá vigente hasta nuestros días: la predicación sagrada. En este campo se realizaron estudios concienzudos y una práctica constante por parte de todos los clérigos con cura de almas. Las artes praedicandi, u oratoria sagrada, constituyen un singularísimo campo de despliegue para el arte de hablar en público, incluso en una sociedad feudal o absolutamente monárquica. En efecto, la palabra de Dios expuesta por la iglesia, que continúa la predicación de Cristo, apela directamente a la libertad del individuo que escucha, sea esclavo o libre, señor o campesino. En el profundo ámbito de la libertad espiritual, el efecto el efecto persuasivo de la predicación cristiana puede ser eficacísimo, y la iglesia ha procurado siempre fomentar en sus ministros la correcta práctica de esta disciplina, pese a los excesos posibles y reales. El Renacimiento europeo intensifica el interés hacia la Oratoria y la Retórica de los clásicos grecolatinos, aunque las circunstancias sociales son ciertamente distintas y éstas influirán en la peculiar utilización del arte de hablar en público durante los siglos XVI y XVII. En efecto, en una sociedad monárquica no democrática la vida política no concederá una función importante al discurso oral. Junto a esto opera la especialización creciente del saber, el nacimiento de la ciencia moderna y, por tanto, la proliferación de distintos tipos de discurso, todo lo cual restringe en la práctica la utilidad general que presentaba la oratoria en el mundo antiguo. Al mismo tiempo, la conciencia de la individualidad expresiva en la literatura afecta también al discurso oral, que trata de moderar cualquier influencia de escuela y cualquier apego excesivo a un manual del buen decir. La Retórica como ciencia del discurso, experimenta una época de estudio y de investigación notabilísima. En España contamos con figuras tan significativas como Juan Luis Vives, Arias Montano y Francisco Sánchez de las Brozas, entre otros muchos. De este último es el Organum dialecticum et rethoricum(1588), que sigue una tendencia, habitual en la época, a centrar el interés de la Retórica en el nivel llamado elocutio, es decir, en la configuración de los párrafos y oraciones. Dentro de las limitaciones sociales y culturales que encuentra la Oratoria en los siglos XVI y XVII, el nivel de la elocutio o de la dicción es aquel que se presta más al adorno retórico. De ahí la importancia de las flores rethoricales, que se trasplantan a la literatura y se estudian hasta el presente como figuras retóricas, ya que su origen está precisamente en los tratados de Retórica y no de Poética. Como disciplina práctica, la Oratoria sigue dando importantes frutos en el campo de la predicación sagrada, y esto será una constante hasta bien entrado el siglo XVIII, aun con todos los abusos y despropósitos que denuncia el padre Isla en el célebre Fray gerundio de Campazas (1758). El siglo XVIII será decisivo para el moderno desarrollo del arte de hablar en público. Siglo de la crítica y de la razón autónoma, el hombre ilustrado mira con recelo el saber antiguo y tradicional, así como los métodos que se habían empleado para su exposición. La necesidad de revisarlo todo, comenzando por los métodos de hacer ciencia, arrincona la Retórica al baúl de los recuerdos. Pero me refiero a la Retórica como ciencia reguladora del discurso; no sucede así con la Oratoria, es decir, la actividad misma de hablar en público, la cual ahora, por los fundamentales cambios sociopolíticos (parlamentarismo inglés, revolución francesa, independencia de Estados Unidos y proyectos independentistas en Latinoamérica), cobra un protagonismo insustituible. Es el siglo del conde de Chatham, William Pitt, en Inglaterra; del conde Mirabeau, con su destacada actuación parlamentaria en los Estados Generales y en la Asamblea Constituyente de Francia; de Jovellanos, en España, quien también escribió un tratado de Oratoria. En general, y aun conociendo las aportaciones de la tradición antigua, el orador del siglo XVIII es partidario de una oratoria sin reglamentación retórica y que sea aplicable a los mil asuntos prácticos que reclama la vida moderna ya en ciernes. Desde el siglo XIX hasta mediados del XX la Oratoria como arte de hablar en público ha sido una actividad de gran relevancia en la vida sociopolítica y cultural de occidente. Pero los grandes oradores de los dos últimos siglos se han caracterizado por su capacidad de creatividad personal. De acuerdo con el individualismo romántico, que ha sido ideal estético del mundo moderno (ideal estético que aún seguimos heredando), la palabra hablada debe persuadir apelando de modo mucho más intenso a las potencias irracionales (emociones e imaginación), sin caer en vacuos sentimentalismos. Esa apuesta por la naturalidad del individuo y el desprecio generalizado a unas reglas impuestas sigue vigente en nuestros días. De ahí el sentido peyorativo que atribuimos con frecuencia al adjetivo retórico. Mientras, la necesidad de personas que dominen el discurso oral en público es hoy mayor que nunca, lo cual nos plantea nuevos retos en todos los ámbitos de la vida. Características de la oratoria 1. Integridad: Un discurso será eficaz solamente si el comportamiento del orador testimonia su mensaje, de lo contrario sus acciones desmentirán sus palabras. El auditorio descubre muy fácilmente cuando el orador tiene intenciones turbias o propósitos ocultos. 2. Confianza: La confianza en sí mismo y la verdad de los argumentos despertarán el interés en el auditorio. Una persona reservada, cauta y siniestra no inspira confianza ni predispone a escucharle. 3. Destreza: La comunicación oral se beneficia cuando es apoyada por la facilidad de palabra, el control de la voz y la coordinación de los movimientos corporales. Los fines de la oratoria Es importante precisar que la oratoria, como toda ciencia o arte, tiene una serie de propósitos que anhela alcanzar a través de su práctica efectiva. Estos propósitos que también podemos llamar fines, han sido materia de debate desde los tiempos antiguos. Rememorar la diversidad de opiniones en torno a los fines de la oratoria, sería caer en una fatigosa enumeración; en esencia, casi todas las teorías coinciden entre sí. La divergencia de opinión suele tener sus orígenes en el tiempo y en el espacio geográfico en el que le toca desarrollarse. En esencia cuatro son los fines de la oratoria: 5. PERSUADIR: Implica convencer a otras personas de que nuestras opiniones e ideas son las correctas y moverlas a la acción de acuerdo con ellas. Involucra también la motivación para que otros realicen lo que en el fondo muchas veces no quieren hacer. Es el caso del vendedor que busca por medio de la persuasión que los clientes se sientan motivados a comprar sus productos o servicios. La persuasión se orienta a la voluntad de los receptores, por ello podemos decir que “es la actividad de convencer a nuestros semejantes para que tomen una decisión o hagan una acción determinada”. 6. ENSEÑAR: Comprende la acción de transmitir, a alumnos o discípulos, conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Esta transmisión pedagógica se realiza en sesiones académicas, debates o incluso, en una plática común. Aquí la oratoria se orienta a la inteligencia de los receptores, su propósito es comunicar no sólo las noticias cotidianas sino, va más allá; transferir conocimientos de todo tipo por medio de un emisor y/o profesor, ya sea de manera formal; en los centros de enseñanza de diferentes niveles o, ya sea de manera informal; esto es en el hogar, la calle o la comunidad. 7. CONMOVER: Involucra provocar por intermedio de la oratoria, determinados sentimientos, pasiones y emociones en el espíritu de las personas que escuchan nuestras palabras. El ser humano en la vida diaria llora, ríe, se asusta, se encoleriza etc. Es decir, experimenta emociones. Estas emociones también las puede crear un orador a través de sus palabras siempre y cuando estas lleguen a la fibra interna del público oyente. Si logramos conmover a nuestro público podemos cautivarlo y comunicarle satisfactoriamente nuestros sentimientos. 8. AGRADAR: Agradar es crear belleza con la palabra hablada; es decir, producir en el alma ajena un sentimiento de placer con fines determinados. La oratoria como entretenimiento se orienta al campo del sentimiento. Por eso, cuando leemos un libro de chistes o vemos un programa humorístico, sentimos que perdemos todo contacto con la realidad, reímos y nos alegramos. Cuando escuchamos a un cantante, su voz; o nos agrada o nos desagrada, lo mismo ocurre con un conductor radial al momento de hablarnos románticamente con su voz impostada. Clasificación de la oratoria La oratoria, como arte del buen decir, se puede clasificar un tanto arbitrariamente, en dos grandes grupos. Para esta clasificación: Oratoria profesional Se tiene en cuenta la gran variedad de matices de los discursos, la persona o personas que lo pronuncian y la ocasión en que se hace uso de él. Ello indudablemente se complica más, cuando entra a considerarse el tipo de público, el lugar donde se pronuncia, la forma como se pronuncia y los fines que se persiguen. Por eso, teniendo en cuenta los elementos descritos anteriormente, podemos establecer la siguiente clasificación: 1° Según el tema y el ámbito profesional: Este tipo de oratoria involucra exposiciones especializadas, es decir, las utilizadas por personas que tienen en común una misma profesión, arte u oficio y que en tal sentido desarrollan una práctica oratoria que con el devenir del tiempo se constituye por derecho de uso, en una práctica exclusiva del referido grupo humano. En ese sentido tenemos una clasificación muy amplia que comprende los siguientes tipos: 9. Oratoria social: Llamada también oratoria sentimental, ceremonial o augural. Es la que tiene por ámbito propio, las múltiples ceremonias en las que le toca participar al ser humano en general; sean estas en el hogar, comunidad o a nivel institucional, académico o laboral. 10. Oratoria pedagógica: Es el arte de transmitir conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Llamada también didáctica o académica. Su objeto específico es enseñar, informar y/o transmitir conocimientos. Usada por los profesores, catedráticos y educadores. 11. Oratoria forense: Es la que tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica. Se le conoce también como Oratoria Judicial y es utilizada en exclusiva, en el ámbito de la jurisprudencia para exponer con claridad y precisión los informes orales de jueces, fiscales y abogados. 12. Oratoria política: Su esencia es exponer o debatir todas las cuestiones relacionadas con el gobierno de la actividad pública, pero partiendo de los principios e ideas políticas que ostenta el orador. Es utilizada en épocas electorales para persuadir y convencer a los votantes. 13. Oratoria religiosa: Denominada "homilía" u oratoria "sacra”. Es el arte de elaborar y disertar sermones a partir de la palabra de Dios, plasmada en la Biblia u otros libros religiosos. Trata sobre asuntos de fe y religión. Usada por los predicadores, curas, pastores y misioneros. 14. Oratoria militar: Es la oratoria propia del ámbito castrense (FF.AA. y FF.PP.) tiene por objeto instruir la defensa y el amor por la patria y estimular las virtudes heroicas en los soldados. Los discursos en este tipo de oratoria son casi siempre leídos, pocas veces son espontáneos. 15. Oratoria artística: Su objeto es producir placer estético. Involucra crear belleza con la voz, de modo que regocije el espíritu de los oyentes. Es usado por cantantes y artistas: teatrales, cineastas y televisivos. Asimismo lo utilizan los animadores, maestros de ceremonia y locutores radiales. 16. Oratoria empresarial: Llamada "Management Speaking"; es usada por los hombres de negocios; empresarios, gerentes, vendedores y relacionistas públicos. Su esencia lo constituyen las relaciones humanas y la persuasión, para lograr el cumplimiento de los fines y objetivos empresariales. 2° Según la actitud de comunicación del orador: Cuando el orador se encuentra en actitud de comunicación oral con sus semejantes, puede transmitir su mensaje de dos maneras: en forma individual; cuando sólo él hace uso de la palabra para dirigirse hacía un grupo de personas que lo escucha sin intervenir o, en forma cooperativa; cuando un grupo de oradores de forma alternada –según el turno establecido- se dirigen al público, buscando entre todos, a través de la discusión, una opinión o decisión común. En el primer caso la oratoria es individual y entre sus formas más clásicas encontramos: a. La Conferencia. b. Discurso conmemorativo. c. Discurso inaugural. d. Discurso de presentación. e. Discurso de bienvenida f. Discurso de ofrecimiento g. Discurso de aceptación h. Discurso de agradecimiento i. Discurso de despedida j. Discurso de augurio k. Discurso de sobremesa l. El Brindis m. Discurso fúnebre n. Discurso radiado o. Discurso televisado En el segundo caso se denomina deliberativa o de grupo y entre sus formas más saltantes encontramos las siguientes: a. La Conversación b. La Entrevista c. La Asamblea d. La Mesa redonda e. El Simposio f. El Debate g. El Foro h. El Cónclave, etc. Una y otra forma de oratoria, según la actitud de comunicación del orador, comprende especies propias con procedimientos particulares y acordes a las exigencias de cada una de ellas. Bibliografía Munguía, Salvador, Manual de Oratoria, México, Limusa, 2009. http://es.wikipedia.org/wiki/Ret%C3%B3rica Diccionario de la Real Academia de Lenguas http://www.rae.es/rae.html http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/que-diferencia-habiaentre-trovador-y-juglar/ Glosario Elocuencia: (Del lat. eloquentĭa). 1. f. Facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar, conmover o persuadir. Pervivencia: 1.f. Acción y efecto de pervivir. pervivir.(Del lat. pervivĕre). 1. intr. Seguir viviendo a pesar del tiempo o de las dificultades. Antonomasia: por ~. 1. loc. adv. Denota que a una persona o cosa le conviene el nombre apelativo con que se la designa, por ser, entre todas las de su clase, la más importante, conocida o característica.